El abogado del diablo
1997 

6.7
44,197
Intriga. Terror
Kevin Lomax (Keanu Reeves) es un joven y brillante abogado que nunca ha perdido un caso. Vive en Florida y es feliz junto a su esposa Mary Ann (Charlize Theron). Un día, recibe la visita de un abogado de Nueva York que representa a un poderoso bufete que tiene la intención de contratarlo. Al frente de la prestigiosa empresa se encuentra John Milton (Al Pacino), un hombre mundano, brillante y carismático, que alberga planes muy oscuros ... [+]
19 de enero de 2014
19 de enero de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es y será una obra endiabladamente atrayente y seductora, porque a pesar de todo lo que nos ofrece Hackford su arma siempre fue Al, ese Al que nos come con esa interpretación del mismísimo diablo tan lejos del tan excéntrico y lleno de excesos que interpretó Jack Nicholson en las "Brujas de Eastwick", o el grotesco y oscuro de Robert De Niro en "Angel´s Heart", este es uno con lo que imaginaríamos debería poseer si decidiese (sino es que ya) viniera a la Tierra a hacer de las suyas. Dinero y un poder sobre los demás tan absoluto es lo que nos presenta este diablo "moderno", que nos demuestra que mejor época no pudo ser más que esta, en donde no es necesario corrompernos a nosotros sino que ya estamos corrompidos, y donde solo lo aprovecha para hacerse más y más poderoso, bajo la figura de un tal John Milton, un poderoso y controlador jefe de un bufete de abogados en la "Gran Manzana".
Aunque por supuesto la interpretación de Keanu Reeves es más que correcta y nos muestra desde sus inicios en este nuevo lugar mucho más grande que la pequeña ciudad de Florida de donde salió, y que aparte es consumido por su vanidad, ya que la elección de haber impedido los eventos del film eran suyos y podían modificarse, pero prefiere ver como a su alrededor cae en un abismo del que no hay retorno, pero para él se justifica sí sigue ganando más y más casos sin importar a los criminales que represente y sus crimenes.
El dialogo del final fluye de tal manera que Al ya no parece ,sino que en verdad es el diablo en persona, es el mismo que ha provocado todo, pero no, todo lo que John hizo fue nos mostró lo que somos, excesos tras excesos, sin limites de hasta donde seriamos capaces de satisfacerlos e incrementarlos, y ve en Kevin su mejor fruto, su hijo:
"Tengo muchos nombres...
-Satan-
-Pero tu puedes llamarme... Papá"
Así, y sabiendo su destino Kevin nos lleva este inesperado final...
Aunque por supuesto la interpretación de Keanu Reeves es más que correcta y nos muestra desde sus inicios en este nuevo lugar mucho más grande que la pequeña ciudad de Florida de donde salió, y que aparte es consumido por su vanidad, ya que la elección de haber impedido los eventos del film eran suyos y podían modificarse, pero prefiere ver como a su alrededor cae en un abismo del que no hay retorno, pero para él se justifica sí sigue ganando más y más casos sin importar a los criminales que represente y sus crimenes.
El dialogo del final fluye de tal manera que Al ya no parece ,sino que en verdad es el diablo en persona, es el mismo que ha provocado todo, pero no, todo lo que John hizo fue nos mostró lo que somos, excesos tras excesos, sin limites de hasta donde seriamos capaces de satisfacerlos e incrementarlos, y ve en Kevin su mejor fruto, su hijo:
"Tengo muchos nombres...
-Satan-
-Pero tu puedes llamarme... Papá"
Así, y sabiendo su destino Kevin nos lleva este inesperado final...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
...En el que Kevin toma su propia vida para arruinarle la fiesta a su padre, así como lo hizo con la suya, porque es la razón de que este allí, en la Tierra, vino por Kevin, "Su mejor logro", como le dice, para incrementar la familia y su poder no solo crezca sino sea absoluto, pero para evitarlo no solo era cambiar las decisiones que lo llevaron allí, sino cambiarse así mismo, porque aunque tiene la oportunidad de empezar otra vez, el diablo lo hará caer, porque como dijo John "- Yo pongo el escenario, pero tu eres el que actúa-".
30 de enero de 2015
30 de enero de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta esta película, es demasiado entretenida e interesante, excelentes las actuaciones de Al Pacino y Keanu Reeves.
La trama no podía ser mejor, excelente y hasta divertida, me gustaron todas las escenas, tengo tantas en el recuerdo, las mejores es donde salen los protagonistas juntos y la escena final pocos segundos antes de comenzar la canción de los Rolling Stones “Paint It Black” me fascina.
Buenísima película.
La trama no podía ser mejor, excelente y hasta divertida, me gustaron todas las escenas, tengo tantas en el recuerdo, las mejores es donde salen los protagonistas juntos y la escena final pocos segundos antes de comenzar la canción de los Rolling Stones “Paint It Black” me fascina.
Buenísima película.
20 de junio de 2015
20 de junio de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película que trata sobre un abogado de un pueblo (que nunca perdió un juicio) y es contratado por un importante estudio de abogados de Nueva York. A partir de su traslado junto a su esposa y nuevo trabajo es donde comienza a sucederle cosas extrañas que se van a ir desentrañando a lo largo de la película. Hay un trabajo impecable de Al Pacino (un monologo final sobre la existencia de Dios impresionante) y un muy correcto Keanu Reeves como el torturado abogado en cuestión. También acompaña muy bien esa buena actriz que es Charlize Theron. Para ver y disfrutar.
2 de agosto de 2015
2 de agosto de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De entre todas las representaciones del Infierno, probablemente siempre ha ganado más fuerza, por alegórica e inquietante, la simple relfexión de Jean Paul Sartre: "el Infierno son los demás".
Entendiendo el infierno como un estado de descomposición interior, que se lleva por delante todo lo exterior. Nunca hay verdadero Infierno que uno no haya dejado entrar, al igual que nunca hay una mala acción de la que no hayamos tenido algo de culpa.
'Pactar con el Diablo' juega con este concepto.
Un abogado, Willie Lomax, después de haber defendido casos verdaderamente corruptos en el juzgado, recibe una generosa oferta para trabajar en un bufete de abogados de Nueva York, teniendo acceso a una vida de lujos y poder, pero también de las privaciones de su trabajo.
De entrada, es curiosa la disparidad de sus pensamientos en el primer caso en el que se le ve: asqueado por el comportamiento de su cliente, visiblemente enfadado, pero solo frustrado ante la posibilidad de perder el caso. Puro y duro narcisismo, a costa de los demás, sin importar el precio.
John Milton, el dueño del bufete, aparece en su vida como un mentor, cada vez más preclaro en sus diálogos, pero también como un padre protector a la espera de pasar el testigo al hijo pródigo. Es apasionante, y perturbador, oír a Milton hablar de un ser humano voraz y cansado, que exprime a sus semejantes todo lo que puede, pero que no para de pedir más y más, como un agujero negro alimentado por la avaricia que todo lo toca, todo lo corroe y todo lo arruina.
Como si supiera cuáles son las reglas del juego, y él las escribiera. Lástima, obviamente, de título y de marketing, porque habría sido mucho más interesante dejar en velada revelación quién es en realidad, pero todo lo que la historia va preparando para él Al Pacino lo devuelve con creces: con sutileza, y un convencimiento leve que va creciendo. A los pocos segundos, ya nos ha ganado para su causa, y tan solo por la claridad de sus palabras.
Alrededor de Willie se construye ese mundo que Milton ha creado para él, uno en la que hay que saber qué jugar y cómo, y donde cualquier pequeño error te puede precipitar al vacío más absoluto. Más allá de las texturas demoníacas, lo mejor es la palpable similitud con cualquiera que se haya metido al mundo laboral: una jungla en la que se te dan oro y posesiones, pero se te pide todo tu ser.
Primero con favores especiales, luego con los clásicos "no puedes dejar pasar esta oportunidad", más tarde el tiempo que se comparte con los seres queridos, y después el alma, el último mílimetro del ser, completamente rota y entregada al vicio del yo antes que los demás.
En apariencia, solo un misterio creciente de implicaciones satánicas, pero bajo la superficie un inquietante retrato del auto-sacrificio de la propia identidad.
Su mayor virtud, su contención, y su grandísima virtud, saber que Satán es probablemente la mano amiga que todos queremos. Y un verdadero humanista.
Entendiendo el infierno como un estado de descomposición interior, que se lleva por delante todo lo exterior. Nunca hay verdadero Infierno que uno no haya dejado entrar, al igual que nunca hay una mala acción de la que no hayamos tenido algo de culpa.
'Pactar con el Diablo' juega con este concepto.
Un abogado, Willie Lomax, después de haber defendido casos verdaderamente corruptos en el juzgado, recibe una generosa oferta para trabajar en un bufete de abogados de Nueva York, teniendo acceso a una vida de lujos y poder, pero también de las privaciones de su trabajo.
De entrada, es curiosa la disparidad de sus pensamientos en el primer caso en el que se le ve: asqueado por el comportamiento de su cliente, visiblemente enfadado, pero solo frustrado ante la posibilidad de perder el caso. Puro y duro narcisismo, a costa de los demás, sin importar el precio.
John Milton, el dueño del bufete, aparece en su vida como un mentor, cada vez más preclaro en sus diálogos, pero también como un padre protector a la espera de pasar el testigo al hijo pródigo. Es apasionante, y perturbador, oír a Milton hablar de un ser humano voraz y cansado, que exprime a sus semejantes todo lo que puede, pero que no para de pedir más y más, como un agujero negro alimentado por la avaricia que todo lo toca, todo lo corroe y todo lo arruina.
Como si supiera cuáles son las reglas del juego, y él las escribiera. Lástima, obviamente, de título y de marketing, porque habría sido mucho más interesante dejar en velada revelación quién es en realidad, pero todo lo que la historia va preparando para él Al Pacino lo devuelve con creces: con sutileza, y un convencimiento leve que va creciendo. A los pocos segundos, ya nos ha ganado para su causa, y tan solo por la claridad de sus palabras.
Alrededor de Willie se construye ese mundo que Milton ha creado para él, uno en la que hay que saber qué jugar y cómo, y donde cualquier pequeño error te puede precipitar al vacío más absoluto. Más allá de las texturas demoníacas, lo mejor es la palpable similitud con cualquiera que se haya metido al mundo laboral: una jungla en la que se te dan oro y posesiones, pero se te pide todo tu ser.
Primero con favores especiales, luego con los clásicos "no puedes dejar pasar esta oportunidad", más tarde el tiempo que se comparte con los seres queridos, y después el alma, el último mílimetro del ser, completamente rota y entregada al vicio del yo antes que los demás.
En apariencia, solo un misterio creciente de implicaciones satánicas, pero bajo la superficie un inquietante retrato del auto-sacrificio de la propia identidad.
Su mayor virtud, su contención, y su grandísima virtud, saber que Satán es probablemente la mano amiga que todos queremos. Y un verdadero humanista.
2 de enero de 2019
2 de enero de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada he de manifestar que el ver una película sobre mi gremio, suele dejar correr mi imaginación de cómo sería mi vida, si efectivamente las "praxis" y situaciones que veo en este tipo de obras, correspondiesen con el oficio en la vida real. O al menos en nuestro país.
No quiero decir nada desdeñable sobre este largometraje, que ha sido curiosamente satisfactorio; es más, lo recomiendo encarecidamente a mis compañeros y compañeras de la profesión. Al resto de los mortales que aún no habéis vendido el alma quizá...
La carismática y elocuente actuación de Pacino ya es motivo suficiente para visualizarla. Pero no sólo este coloso de la interpretación será el único en hacer bien su trabajo; el resto del elenco, empezando por Reeves, la preciosa Charlize Theron y los/as secundarios, darán también mucho juego.
Una dirección con una gran determinación junto con un versátil guión serán dos factores a tener en cuenta también.
Y como colofón ese abrumador monólogo de Al Pacino que no dejará a nadie indiferente...
Clásico de los 90´s. Debería ser de obligado visionado en todas las facultades de Derecho.
Gracias por leer.
No quiero decir nada desdeñable sobre este largometraje, que ha sido curiosamente satisfactorio; es más, lo recomiendo encarecidamente a mis compañeros y compañeras de la profesión. Al resto de los mortales que aún no habéis vendido el alma quizá...
La carismática y elocuente actuación de Pacino ya es motivo suficiente para visualizarla. Pero no sólo este coloso de la interpretación será el único en hacer bien su trabajo; el resto del elenco, empezando por Reeves, la preciosa Charlize Theron y los/as secundarios, darán también mucho juego.
Una dirección con una gran determinación junto con un versátil guión serán dos factores a tener en cuenta también.
Y como colofón ese abrumador monólogo de Al Pacino que no dejará a nadie indiferente...
Clásico de los 90´s. Debería ser de obligado visionado en todas las facultades de Derecho.
Gracias por leer.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo de aportar una prueba en la vista oral (o el acto del juicio en la sala propiamente), si no es por una circunstancia sobrevenida, olvidaros que os la acepten. (al menos aquí).
Y lo de hacer un dibujo/nota para enseñársela al jurado durante el "speech" ya me parece surrealista.
Estos americanos tienen unas cosas ...
Y lo de hacer un dibujo/nota para enseñársela al jurado durante el "speech" ya me parece surrealista.
Estos americanos tienen unas cosas ...
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