Mommy
2014 

7.4
17,667
Drama
En una Canadá ficticia, se aprueba una ley que permite que los padres incapaces de controlar a sus hijos problemáticos les internen en un centro especial. Sin embargo, Diane "Die" Despres, una madre viuda con carácter, decide educar ella misma a su hijo adolescente Steve, que padece ADHD y que puede llegar a resultar violento. Kyla, la vecina de enfrente de su casa, le ofrece su ayuda a Die. La relación entre los tres se hará cada vez ... [+]
20 de abril de 2015
20 de abril de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conocimos y nos deslumbro Xavier Dolan cuando a sus 20 años produjo y dirigió “Yo maté a mi madre” y ahora con 25 el denominado “enfant terrible” llega a la cima con esta obra original, hipnótica y desaforada.
De entrada pongo en sobreaviso que no es una película fácil para todo tipo de público, hay que dejarse llevar.
Es original por ser un relato un tanto anárquico, empezando por el tratamiento de la imágen, utilizando el formato vertical 1:1, siguiendo por el tratamiento del color y de la música.
Nos presenta tres personajes arrolladores, asfixiados por sus circunstancias y que el director va diseccionando en las casi dos horas y media de metraje. Pero lo interesante es que el film no explica nada, deja todo abierto para que cada espectador ate cabos sueltos o deje abiertas dudas e interrogantes. Es como un diamante en bruto.
A mí me ha impresionado, me transmite emociones. Una obra con destellos de genialidad. Sólo le pongo el pero de su metraje, se me hace un poco larga.
De entrada pongo en sobreaviso que no es una película fácil para todo tipo de público, hay que dejarse llevar.
Es original por ser un relato un tanto anárquico, empezando por el tratamiento de la imágen, utilizando el formato vertical 1:1, siguiendo por el tratamiento del color y de la música.
Nos presenta tres personajes arrolladores, asfixiados por sus circunstancias y que el director va diseccionando en las casi dos horas y media de metraje. Pero lo interesante es que el film no explica nada, deja todo abierto para que cada espectador ate cabos sueltos o deje abiertas dudas e interrogantes. Es como un diamante en bruto.
A mí me ha impresionado, me transmite emociones. Una obra con destellos de genialidad. Sólo le pongo el pero de su metraje, se me hace un poco larga.
3 de mayo de 2015
3 de mayo de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Genialidad en la percepción y transmisión de sentimientos especialmente complejos que derivan en la autodestrucción.
Me ha gustado especialmente el papel de Kyle, de Suzanne Clement, guapísima, y extraordinaria interpretación que bien podía haber recibido un reconocimiento específico.
Creo que puede haber cierta personalidad gay en el muchacho, que se nota sobre todo en el baile de la primera noche que están juntos y quizá también en el caraoque. No es de temática gay pero pienso que la tendencia sexual del director trasciende a ciertos aspectos de la del protagonista.
Original emitir la película en un 16:9 vertical, que al principio cuesta, pero después hace que te centres más en los detalles, de alguna manera aumenta la concentración en la imagen, si esta tiene el poder de hacerlo, y lo tiene; para después jugar con esa particularidad en función del estado del protagonista y su mundo.
Me ha gustado especialmente el papel de Kyle, de Suzanne Clement, guapísima, y extraordinaria interpretación que bien podía haber recibido un reconocimiento específico.
Creo que puede haber cierta personalidad gay en el muchacho, que se nota sobre todo en el baile de la primera noche que están juntos y quizá también en el caraoque. No es de temática gay pero pienso que la tendencia sexual del director trasciende a ciertos aspectos de la del protagonista.
Original emitir la película en un 16:9 vertical, que al principio cuesta, pero después hace que te centres más en los detalles, de alguna manera aumenta la concentración en la imagen, si esta tiene el poder de hacerlo, y lo tiene; para después jugar con esa particularidad en función del estado del protagonista y su mundo.
1 de noviembre de 2014
1 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine, por encima de todo, es emoción. Y no se necesitan grandes dramas ni escenarios bélicos para sentir que se te eriza la piel, sino todo lo contrario: la naturalidad de la vida, que a veces puede ser más sobrecogedora que la mejor de las ficciones. Quizás “Mommy” no sea una historia que le pase a cualquiera en su vida, con la que la mayoría del público se pueda identificar, pero irradia espontaneidad. Cada broma sin sentido, cada carcajada contagiosa, es la nuestra.
“Mommy” cuenta la historia de un chico con trastornos de conducta, con una madre algo atrevida y altanera pero dispuesta a todo por su hijo. Su conflictiva relación se verá apaciguada por la aparición de su vecina, formando un trío de apoyo mutuo contra sus excéntricas personalidades. Dolan vuelve a recurrir a las madres como eje central de su cine, una figura influyente desde su ópera prima “Yo maté a mi madre” (2009). Puede que ahí resida una parte de la magia de este joven director canadiense, en la veracidad de sus relatos, en la sensación de estar viendo algo palpable, real. Tan real que duele.
Su control del medio es tal que hace y deshace a su antojo, creando escenas de pura belleza poética. También juega con la música, que pasa de la mezcla alocada de sonidos al silencio más desgarrador, creando un ambiente del todo acertado, la banda sonora de nuestras vidas. La aparición, además, de temas tan conocidos como Welcome to my life – prácticamente el lema del film – nos lleva a esa aura de juventud incomprendida del protagonista. Esta canción de Simple Plan protagoniza sin duda una de las secuencias más emocionantes que he vivido en esta 62 edición del Festival de San Sebastián.
Xavier Dolan parece no tener techo. Su cine conecta, sonríe, destroza, respira. Es un cine sin miedos, sin barreras. Como tendría que ser la vida.
blogelcontraplano.wordpress.com
“Mommy” cuenta la historia de un chico con trastornos de conducta, con una madre algo atrevida y altanera pero dispuesta a todo por su hijo. Su conflictiva relación se verá apaciguada por la aparición de su vecina, formando un trío de apoyo mutuo contra sus excéntricas personalidades. Dolan vuelve a recurrir a las madres como eje central de su cine, una figura influyente desde su ópera prima “Yo maté a mi madre” (2009). Puede que ahí resida una parte de la magia de este joven director canadiense, en la veracidad de sus relatos, en la sensación de estar viendo algo palpable, real. Tan real que duele.
Su control del medio es tal que hace y deshace a su antojo, creando escenas de pura belleza poética. También juega con la música, que pasa de la mezcla alocada de sonidos al silencio más desgarrador, creando un ambiente del todo acertado, la banda sonora de nuestras vidas. La aparición, además, de temas tan conocidos como Welcome to my life – prácticamente el lema del film – nos lleva a esa aura de juventud incomprendida del protagonista. Esta canción de Simple Plan protagoniza sin duda una de las secuencias más emocionantes que he vivido en esta 62 edición del Festival de San Sebastián.
Xavier Dolan parece no tener techo. Su cine conecta, sonríe, destroza, respira. Es un cine sin miedos, sin barreras. Como tendría que ser la vida.
blogelcontraplano.wordpress.com
9 de diciembre de 2014
9 de diciembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
De entrada digo que me gusta mucho el cine de Xavier Dolan, pero no soy un entusiasta y no creo que tenga ninguna obra maestra. Aunque Mommy tiene muchas cosas que hacen pensar que estamos cerca de una obra maestra.
La más interesante de las películas del joven canadiense cuenta la recurrente (en su filmografía) historia de una madre que tiene problemas con un hijo. Una historia que aunque pudiera parecer trillada, parece totalmente nueva en manos de Dolan.
Lo primero que te llama la atención es su cámara. Para empezar la película parece haber sido filmada desde un iphone. Parece mentira que las siempre estéticas dimensiones cinematográficas a las que estamos acostumbrados puedieran dejar paso a un claustrofóbico plano cuadrado que encierra a los personajes y no los deja respirar, muy afin a la historia que cuenta. Dentro de este pequeño espacio Dolan recurre a atractivos movimientos de cámara (ese Steve dando tumbos con un carro), a primerísimos planos en los que es imposible mentir… Aún así, he de decir que no me parece la más cuidada de sus películas en este aspecto, quizás también porque Mommy es callejera, es rápida, es salvaje, es joven, como los selfies que los adolescentes suben continuamente a su móvil, como el selfie que los tres protagonistas se hacen en un momento de la película.
Los tres (podemos decir que únicos) protagonistas de la cinta son dos antiguas musas del director (aunque adoro a Suzanne Clément, creo que Anne Dorval está en esta película insuperable, como la barriobajera y divertida madre coraje. Por momentos, su cara y sus aspavientos me recuerdan a Victoria Abril) y un joven desconocido (probablemente el papel que hace 10 años hubiera deseado protagonizar el mismo Dolan, pero que en manos de Antoine-Olivier Pilon adquiere una profundidad y realismo alucinantes).
Personalmente me sobran 30 o 40 minutos de la película, que disfruto, pero no del mismo modo. Tengo una continua sensación, durante la última media hora, de que no necesita ese plano de ahí, aquel otro de allá, para dejar cerrada la película en condiciones. Y sin embargo, Dolan (que no sólo dirige, también escribe) consigue volver a atraparme los últimos minutos de película con un impactante final.
PD: y sí, si has escuchado hablar maravillas de la secuencia en la que suena Wonderwall de fondo, por algo será.
La más interesante de las películas del joven canadiense cuenta la recurrente (en su filmografía) historia de una madre que tiene problemas con un hijo. Una historia que aunque pudiera parecer trillada, parece totalmente nueva en manos de Dolan.
Lo primero que te llama la atención es su cámara. Para empezar la película parece haber sido filmada desde un iphone. Parece mentira que las siempre estéticas dimensiones cinematográficas a las que estamos acostumbrados puedieran dejar paso a un claustrofóbico plano cuadrado que encierra a los personajes y no los deja respirar, muy afin a la historia que cuenta. Dentro de este pequeño espacio Dolan recurre a atractivos movimientos de cámara (ese Steve dando tumbos con un carro), a primerísimos planos en los que es imposible mentir… Aún así, he de decir que no me parece la más cuidada de sus películas en este aspecto, quizás también porque Mommy es callejera, es rápida, es salvaje, es joven, como los selfies que los adolescentes suben continuamente a su móvil, como el selfie que los tres protagonistas se hacen en un momento de la película.
Los tres (podemos decir que únicos) protagonistas de la cinta son dos antiguas musas del director (aunque adoro a Suzanne Clément, creo que Anne Dorval está en esta película insuperable, como la barriobajera y divertida madre coraje. Por momentos, su cara y sus aspavientos me recuerdan a Victoria Abril) y un joven desconocido (probablemente el papel que hace 10 años hubiera deseado protagonizar el mismo Dolan, pero que en manos de Antoine-Olivier Pilon adquiere una profundidad y realismo alucinantes).
Personalmente me sobran 30 o 40 minutos de la película, que disfruto, pero no del mismo modo. Tengo una continua sensación, durante la última media hora, de que no necesita ese plano de ahí, aquel otro de allá, para dejar cerrada la película en condiciones. Y sin embargo, Dolan (que no sólo dirige, también escribe) consigue volver a atraparme los últimos minutos de película con un impactante final.
PD: y sí, si has escuchado hablar maravillas de la secuencia en la que suena Wonderwall de fondo, por algo será.
13 de diciembre de 2014
13 de diciembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quinta película del director Canadiense Xavier Dolan, con tan solo 25 años está demostrando que estamos ante unos de los directores mas importantes del panorama actual. Su cine puede gustar más o menos, pero no se puede negar su originalidad en su forma de contar una historia, en esta película juega con el formato de la pantalla según el estado de ánimo del protagonista que aunque me parece un acierto si es verdad que en alguna escena te descoloca, visualmente es una maravilla hay multitud de escenas que te dejan fascinado, una banda sonora perfecta que, además encaja a la perfección en la trama de la película. Pero si sobre todo hay que destacar esta película es por la interpretación del trio protagonista, simplemente soberbios, destacando la actuación del joven protagonista Antoine-Olivier
Pilon, si hubiera justicia se tendría que llevar todos los premios que hubiera (aunque sabemos que eso no va a ser) .Por poner alguna pega decir que el personaje de la vecina no está bien explicada su situación, el porque le vienen esos problemas. También para mi gusto el final esté un poco alargado le sobran los últimos diez minutos. Pero aún así estamos ante una de las películas del año que todo el mundo tendría que ver. Una Joya.
Pilon, si hubiera justicia se tendría que llevar todos los premios que hubiera (aunque sabemos que eso no va a ser) .Por poner alguna pega decir que el personaje de la vecina no está bien explicada su situación, el porque le vienen esos problemas. También para mi gusto el final esté un poco alargado le sobran los últimos diez minutos. Pero aún así estamos ante una de las películas del año que todo el mundo tendría que ver. Una Joya.
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