La trinchera infinita
2019 

Jon Garaño, Aitor Arregi ...
7.3
24,110
Drama
Higinio y Rosa llevan pocos meses casados cuando estalla la Guerra Civil, y la vida de él pasa a estar seriamente amenazada. Con ayuda de su mujer, decidirá utilizar un agujero cavado en su propia casa como escondite provisional. El miedo a las posibles represalias, así como el amor que sienten el uno por el otro, les condenará a un encierro que se prolongará durante más de 30 años.
1 de marzo de 2020
1 de marzo de 2020
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crítica – Valoración de la Película “La Trinchera Infinita”.
Resumen: Higinio y Rosa llevan pocos meses casados cuando estalla la Guerra Civil, y la vida de él pasa a estar seriamente amenazada. Con ayuda de su mujer, decidirá utilizar un agujero cavado en su propia casa como escondite provisional. El miedo a las posibles represalias, así como el amor que sienten el uno por el otro, les condenará a un encierro que se prolongará durante más de 30 años.
Crítica: Es una película del año 2019 que es dirigida por Jon Garaño y protagonizada por Antonio de la Torre y Belén Cuesta. Es una película española que se encuentra dentro del género de drama basado en hechos reales, en donde toca los temas del miedo a ser capturado y el amor que se tiene los dos protagonistas, está ambientada entre finales de los años 30 (1936) hasta finales de los años 60 (1969) durante la Guerra Civil Española y la posterior posguerra española, con una duración de 147 minutos.
A mi parecer es una película que está muy bien dirigida con un comienzo sensacional con la persecución de Higinio (Antonio de la Torre) como la cámara lo persigue, es una película muy claustrofóbica, haciéndose muy buen uso de los espacios y del sonido, y de esta manera el espectador se hace partícipe en todo momento.
Aunque en su principal argumento se trata de una película con un trasfondo político hay que resaltar la carga romántica que hay entre ambos protagonistas con muy buenas interpretaciones tanto de Antonio de la Torre y Belén Cuesta con un excelente pronunciación del acento andaluz, muy merecido el Goya a mejor actriz para Belén Cuesta.
Está contada a partir de definiciones de vocablos que por sí solos dibujarían el contexto de la España que narra. Te sientas a visualizarla y el asiento se convierte en una trinchera y resistes y eres cómplice como Higinio (porque la cámara te coloca ahí, escondido) de como el tiempo pasa para todos, pero no para todos por igual.
Como conclusión, decir que es cierto que la duración de la película se haga un poco larga y en algunos momentos decaiga a pesar de su buena dirección técnica y artística. En definitiva, es una película que nos recuerda tiempos pasados en los que la vida no era tan sencilla, que te hace sentir atrapado en todo momento junto con el protagonista y empatizar con el sufrimiento que viven durante treinta años. Os la recomiendo.
Puntuación: 8/10.
Resumen: Higinio y Rosa llevan pocos meses casados cuando estalla la Guerra Civil, y la vida de él pasa a estar seriamente amenazada. Con ayuda de su mujer, decidirá utilizar un agujero cavado en su propia casa como escondite provisional. El miedo a las posibles represalias, así como el amor que sienten el uno por el otro, les condenará a un encierro que se prolongará durante más de 30 años.
Crítica: Es una película del año 2019 que es dirigida por Jon Garaño y protagonizada por Antonio de la Torre y Belén Cuesta. Es una película española que se encuentra dentro del género de drama basado en hechos reales, en donde toca los temas del miedo a ser capturado y el amor que se tiene los dos protagonistas, está ambientada entre finales de los años 30 (1936) hasta finales de los años 60 (1969) durante la Guerra Civil Española y la posterior posguerra española, con una duración de 147 minutos.
A mi parecer es una película que está muy bien dirigida con un comienzo sensacional con la persecución de Higinio (Antonio de la Torre) como la cámara lo persigue, es una película muy claustrofóbica, haciéndose muy buen uso de los espacios y del sonido, y de esta manera el espectador se hace partícipe en todo momento.
Aunque en su principal argumento se trata de una película con un trasfondo político hay que resaltar la carga romántica que hay entre ambos protagonistas con muy buenas interpretaciones tanto de Antonio de la Torre y Belén Cuesta con un excelente pronunciación del acento andaluz, muy merecido el Goya a mejor actriz para Belén Cuesta.
Está contada a partir de definiciones de vocablos que por sí solos dibujarían el contexto de la España que narra. Te sientas a visualizarla y el asiento se convierte en una trinchera y resistes y eres cómplice como Higinio (porque la cámara te coloca ahí, escondido) de como el tiempo pasa para todos, pero no para todos por igual.
Como conclusión, decir que es cierto que la duración de la película se haga un poco larga y en algunos momentos decaiga a pesar de su buena dirección técnica y artística. En definitiva, es una película que nos recuerda tiempos pasados en los que la vida no era tan sencilla, que te hace sentir atrapado en todo momento junto con el protagonista y empatizar con el sufrimiento que viven durante treinta años. Os la recomiendo.
Puntuación: 8/10.
19 de marzo de 2020
19 de marzo de 2020
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La trinchera infinita
Ahora que una maldición se cierne sobre nosotros mientras inválidos palidecemos recluidos, ahora que dominados por el terror de un virus desconocido buscamos la ayuda de un dios inexistente, ahora que la vida vuelve a los canales de Venecia y se tornan transparentes sus aguas mientras las salas de cine permanecen ominosamente silenciosas, cerradas y enmohecidas por razón de Estado, este cronista busca en las plataformas digitales el consuelo, espero que transitorio, que palíe tan inesperada pérdida.
Y encuentro recompensa a mi incesante búsqueda en una película que no llegué a ver cuando la normalidad era, no hace mucho, una realidad menospreciada.
Se trata de “La trinchera infinita”, cuyo guion, como la carcajada de una sardónica burla, viene a recordarme lo insustancial de mis ridículas cuitas cuando otros muchos, antes que yo, para salvar su pellejo amenazados de muerte por los franquistas, hubieron de pasar lagos años ocultos como ratas en algún insalubre agujero de sus propios domicilios. Ellos fueron los famosos “topos”, de cuya existencia nos enteramos cuando comenzaron a salir de sus madrigueras 30 años después de haber finalizado la Guerra Civil Española. Y aunque no es la primera vez que el cine español y la literatura se han referido a esta cuestión, un reconocido trío de directores vascos: Jon Garaño, Airor Arregui, José Mari Goenaga -autores de realizaciones tan estimables como “Handia” o “Loreak”, reseñadas por este cronista con anterioridad-, han logrado una soberbia película de casi dos horas y media de duración, sin que sobre un solo minuto de metraje, narrada con sobriedad y talento sobre uno de estos trágicos episodios.
Por su veracidad, hondura narrativa, opresiva ambientación y fuerza dramática, la historia adquiere tintes de angustiosa intensidad al extremo de enterrar al espectador en la misma sepultura en la que la víctima sufre y se descompone para hacerle sentir su insoportable calvario.
La modélica utilización del “fuera de campo” donde lo que no vemos es tanto o más revelador que aquello que la cámara nos muestra, contribuye a crear esa atmósfera de desasosiego y temor permanente; imágenes, conversaciones, ruidos e ininteligibles susurros que nuestro protagonista no puede ver e interpretar son recursos cinematográficos que Garaño, Arregui y Goenaga utilizan con notable conocimiento del oficio.
Higinio, el desgraciado confinado, es interpretado por Antonio de la Torre y su sacrificada esposa Rosa por Belén Cuesta, en una actuación memorable digna de los mayores elogios. Ambos forman una pareja indisoluble, unida por un sólido compromiso en el que la fuerza de un amor inquebrantable conforma las fuertes raíces en la que arraiga su heroica resistencia. Y no soy capaz de calibrar cual de los dos soporta mayor carga de sufrimiento, si él enjaulado en su lóbrego presidio o ella defendiendo con uñas y dientes la clandestinidad de su marido.
No tenemos demasiadas oportunidades de celebrar los éxitos del cine español pero cuando éste acierta una luz de esperanza se enciende en nuestra alma cinéfila aunque luego languidezca para aparecer de nuevo dosificada con cuentagotas.
Emilio Castelló Barreneche
Ahora que una maldición se cierne sobre nosotros mientras inválidos palidecemos recluidos, ahora que dominados por el terror de un virus desconocido buscamos la ayuda de un dios inexistente, ahora que la vida vuelve a los canales de Venecia y se tornan transparentes sus aguas mientras las salas de cine permanecen ominosamente silenciosas, cerradas y enmohecidas por razón de Estado, este cronista busca en las plataformas digitales el consuelo, espero que transitorio, que palíe tan inesperada pérdida.
Y encuentro recompensa a mi incesante búsqueda en una película que no llegué a ver cuando la normalidad era, no hace mucho, una realidad menospreciada.
Se trata de “La trinchera infinita”, cuyo guion, como la carcajada de una sardónica burla, viene a recordarme lo insustancial de mis ridículas cuitas cuando otros muchos, antes que yo, para salvar su pellejo amenazados de muerte por los franquistas, hubieron de pasar lagos años ocultos como ratas en algún insalubre agujero de sus propios domicilios. Ellos fueron los famosos “topos”, de cuya existencia nos enteramos cuando comenzaron a salir de sus madrigueras 30 años después de haber finalizado la Guerra Civil Española. Y aunque no es la primera vez que el cine español y la literatura se han referido a esta cuestión, un reconocido trío de directores vascos: Jon Garaño, Airor Arregui, José Mari Goenaga -autores de realizaciones tan estimables como “Handia” o “Loreak”, reseñadas por este cronista con anterioridad-, han logrado una soberbia película de casi dos horas y media de duración, sin que sobre un solo minuto de metraje, narrada con sobriedad y talento sobre uno de estos trágicos episodios.
Por su veracidad, hondura narrativa, opresiva ambientación y fuerza dramática, la historia adquiere tintes de angustiosa intensidad al extremo de enterrar al espectador en la misma sepultura en la que la víctima sufre y se descompone para hacerle sentir su insoportable calvario.
La modélica utilización del “fuera de campo” donde lo que no vemos es tanto o más revelador que aquello que la cámara nos muestra, contribuye a crear esa atmósfera de desasosiego y temor permanente; imágenes, conversaciones, ruidos e ininteligibles susurros que nuestro protagonista no puede ver e interpretar son recursos cinematográficos que Garaño, Arregui y Goenaga utilizan con notable conocimiento del oficio.
Higinio, el desgraciado confinado, es interpretado por Antonio de la Torre y su sacrificada esposa Rosa por Belén Cuesta, en una actuación memorable digna de los mayores elogios. Ambos forman una pareja indisoluble, unida por un sólido compromiso en el que la fuerza de un amor inquebrantable conforma las fuertes raíces en la que arraiga su heroica resistencia. Y no soy capaz de calibrar cual de los dos soporta mayor carga de sufrimiento, si él enjaulado en su lóbrego presidio o ella defendiendo con uñas y dientes la clandestinidad de su marido.
No tenemos demasiadas oportunidades de celebrar los éxitos del cine español pero cuando éste acierta una luz de esperanza se enciende en nuestra alma cinéfila aunque luego languidezca para aparecer de nuevo dosificada con cuentagotas.
Emilio Castelló Barreneche
12 de noviembre de 2019
12 de noviembre de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
- Premisa: Un fugitivo republicano decide meterse en un hueco oculto que tiene en su casa mientras dure la guerra para ocultarse del bando nacional.
- Argumento: Es una auténtica maravilla, la forma de narrar, de como te va contando poco a poco con las elipsis lo que va pasando, el cómo te va contando lo que ocurre cuando el protagonista lo sabe al mismo tiempo que tú, como habla del aislamiento, de la soledad, la dureza de la guerra en su perfecta medida.
- Ambientación: Ambientada en la Andalucía de la guerra civil, una Andalucía sumada por la pobreza y las pocas oportunidades, muy muy bien ambientada.
- Actuación: Antonio de la Torre es un auténtico sinvergüenza, no sé como puede actuar tan bien ese señor, como ha ido transformando su cuerpo, para convertirlo en una forma más de narrar. Y Belén Cuesta, otra maravilla de persona, como narra con solo gestos, es una locura actoralmente.
- Guion: Muy bueno, me encanta la presentación de personajes, como van contando la guerra a través de un hombre atrincherado, a través de su silencio.
- Final: De una forma u otra, no te lo esperas, no esperas que lo que ocurre pueda suceder, por eso te sorprende, de un momento a otro habla de evolución, no es lo mejor de la película, pero está muy bien.
- Temas que trata: Trata demasiados temas, ya he mencionado la soledad y el aislamiento, pero el cómo habla de la guerra, de la opresión que se sufría con el bando nacional al frente de España, como habla de los homosexuales, como va introduciendo cosas 'modernas' para la época en la película. Sin duda, es lo mejor que tiene la película, el como trata los temas.
- Dirección: Diría que por un lado es en lo que más escasea, hay planos en movimientos que marean, que no se muestra muy bien lo que quieren mostras, pero por otro lado, hay planos lentos, callados, sencillos, que dicen muchísimo. A parte la dirección de actores es una auténtica locura.
- Fotografía: Muy muy buena, no es lo mejor, pero está siempre muy correcta, y tiene juegos de luces muy muy guapos.
- Banda Sonora: Lo segundo mejor que tiene la película, como juega con el silencio, principal narración que tiene toda la trama, es maravillosa.
- Conclusión: no he visto demasiadas, pero es de las mejores películas históricas que he visto, su forma de narrar y contar las cosas, muy buena, muy recomendable.
- Argumento: Es una auténtica maravilla, la forma de narrar, de como te va contando poco a poco con las elipsis lo que va pasando, el cómo te va contando lo que ocurre cuando el protagonista lo sabe al mismo tiempo que tú, como habla del aislamiento, de la soledad, la dureza de la guerra en su perfecta medida.
- Ambientación: Ambientada en la Andalucía de la guerra civil, una Andalucía sumada por la pobreza y las pocas oportunidades, muy muy bien ambientada.
- Actuación: Antonio de la Torre es un auténtico sinvergüenza, no sé como puede actuar tan bien ese señor, como ha ido transformando su cuerpo, para convertirlo en una forma más de narrar. Y Belén Cuesta, otra maravilla de persona, como narra con solo gestos, es una locura actoralmente.
- Guion: Muy bueno, me encanta la presentación de personajes, como van contando la guerra a través de un hombre atrincherado, a través de su silencio.
- Final: De una forma u otra, no te lo esperas, no esperas que lo que ocurre pueda suceder, por eso te sorprende, de un momento a otro habla de evolución, no es lo mejor de la película, pero está muy bien.
- Temas que trata: Trata demasiados temas, ya he mencionado la soledad y el aislamiento, pero el cómo habla de la guerra, de la opresión que se sufría con el bando nacional al frente de España, como habla de los homosexuales, como va introduciendo cosas 'modernas' para la época en la película. Sin duda, es lo mejor que tiene la película, el como trata los temas.
- Dirección: Diría que por un lado es en lo que más escasea, hay planos en movimientos que marean, que no se muestra muy bien lo que quieren mostras, pero por otro lado, hay planos lentos, callados, sencillos, que dicen muchísimo. A parte la dirección de actores es una auténtica locura.
- Fotografía: Muy muy buena, no es lo mejor, pero está siempre muy correcta, y tiene juegos de luces muy muy guapos.
- Banda Sonora: Lo segundo mejor que tiene la película, como juega con el silencio, principal narración que tiene toda la trama, es maravillosa.
- Conclusión: no he visto demasiadas, pero es de las mejores películas históricas que he visto, su forma de narrar y contar las cosas, muy buena, muy recomendable.
14 de noviembre de 2019
14 de noviembre de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película emotiva y te hace reflexionar sobre lo que nuestros mayores tuvieron que sufrir y hoy en día por desgracia siguen existiendo trincheras...
Los actores magníficos dignos de ser galardonados.
Fotografía exquisita.
En resumen es una gran lección para la vida.
Los actores magníficos dignos de ser galardonados.
Fotografía exquisita.
En resumen es una gran lección para la vida.
19 de noviembre de 2019
19 de noviembre de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de las notables “Loreak” y “Handia”, esta vez Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga han dirigido juntos este film que se ha estrenado en salas en que Higinio y Rosa llevan pocos meses casados cuando estalla la Guerra Civil, y la vida de él pasa a estar seriamente amenazada. Con ayuda de su mujer, decidirá utilizar un agujero cavado en su propia casa como escondite provisional. El miedo a las posibles represalias, así como el amor que sienten el uno por el otro, les condenará a un encierro que se prolongará durante más de treinta años. Escrita por Luiso Berdejo y Goenaga este trabajo recupera una de esas historias quizás no muy conocidas pero que sucedieron realmente sobre los llamados “topos”, personas que obligadas a rendir cuentas sobre su ideología política y llegar a ser fusilados, decidieron sacrificar su vida encerrados en sus casas. Estructurada a partir de una serie de definiciones de palabras relacionadas con la trama como “encierro” o “amnistía”, la película destaca sobre todo a nivel técnico en la primera parte cuando el espectador ve solamente lo que ocurre a través de los ojos de Higinio en su escondite. Por primera vez, los directores dejan el ambiente de su País Vasco natal para adentrarse en un pueblo de la Andalucía profunda, los diálogos con acento andaluz están logrados aunque a veces no se entiende bien qué dicen exactamente. La película tiene un metraje de casi dos horas y media pero creo que son necesarias para contar una historia que abarca varias décadas, pasan muchas acciones principalmente en dos interiores, la ambientación está bien conseguida y consigue transmitir la falta de libertad de Higinio a excepción de las contadas ocasiones en que puede salir al exterior. Esta propuesta cercana al cine de autor no sería lo mismo sin las loables interpretaciones de la pareja protagonista a cargo de Antonio de la Torre (en un papel de exigencia física) y Belén Cuesta como su esposa Rosa; tras ver su actuación, puedo confirmar que es probable que gane el premio Goya a mejor actriz protagonista. Podemos observar cómo evoluciona su matrimonio, ella es la que puede salir de casa pero tampoco es libre y en el fondo, la película describe el paso del tiempo de una dictadura franquista que les marcó y que por suerte quedó deteriorada hasta su final. También hacen un buen trabajo los actores Vicente Vergara (que aparecía en “Todos lo saben”), José Manuel Poga y Emilio Palacios. El film triunfó en el pasado festival de San Sebastián con hasta seis premios incluyendo mejor dirección y guion (estoy más de acuerdo con el primero que el segundo y quizás este reconocimiento fue excesivo pero estamos ante una de las mejores películas españolas del año junto con “Dolor y gloria”, “Lo que arde” y “Mientras dure la guerra”” por lo que seguramente será reconocida en la temporada de premios.
Valoración: 8'5
Lo mejor: las escenas en que el espectador sólo puede ver a través de los ojos de Higinio y las interpretaciones de De la Torre y de Cuesta.
Lo peor: no poder entender algunos diálogos por el acento cerrado y que el film no vaya muy bien en taquilla.
https://josh-cine.blogspot.com/
Valoración: 8'5
Lo mejor: las escenas en que el espectador sólo puede ver a través de los ojos de Higinio y las interpretaciones de De la Torre y de Cuesta.
Lo peor: no poder entender algunos diálogos por el acento cerrado y que el film no vaya muy bien en taquilla.
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