En la casa
2012 

7.3
28,006
Drama. Comedia. Intriga
Un profesor de literatura francesa, desalentado y hastiado por las insulsas y torpes redacciones de sus nuevos alumnos, descubre entusiasmado que, por el contrario, el chico que se sienta al fondo de la clase, muestra en sus trabajos un agudo y sutil sentido de la observación. Este chico, que se siente extrañamente fascinado por la familia de uno de sus compañeros, escribirá, animado por el profesor, una especie de novela sobre esa ... [+]
29 de julio de 2013
29 de julio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De no existir esta película, nos parecería a todas luces suicida e irracional la simple idea de intentar hibridar uno de esos relatos sobre la construcción de otro relato, con este último visible (como pueden ser 'El ladrón de orquídeas', 'Más extraño que la ficción' o incluso, de alguna manera, la reciente 'Ruby Sparks') con la dialéctica motora del 'voyeur' y sus obsesiones, quintaesencia de ese título clave de la historia del cine, más que imprescindible, que es La ventana indiscreta… de cuya referencia directa, de hecho, el epílogo de esta película se sirve a la hora de elaborar su sensacional plano final, a modo de epílogo. Y lo cierto es que Ozon no sólo sale airoso de semejante empresa, adaptación de 'El chico de la última fila' del español Juan Mayorga, sino que además lo hace con tal brillantez que no toca otra que sacarse el sombrero ante una de las mejores películas de 2012.
Es más, la naturaleza de la narración, la de un profesor dirigiendo a un alumno su novela “a lo Gonzo” sobre la casa del título y sus integrantes, vuelve esta figura del 'voyeur', motor de la narración, más compleja si cabe, disociándola en dos niveles complementarios: el exterior y mediada, que sería el propio profesor, cuyos prismáticos no son otros que las borradores en primicia de su alumno, y otro interior, que ya ha cruzado desde el principio esa frontera, esa línea de seguridad de la “zona de confort”, y encima deja pronto claras sus intenciones intervencionistas, que no tarda en llevar a cabo.
Al mismo tiempo, la condición inevitablemente mediada, aunque visualmente representada, del relato de lo que ocurre “en la casa” (el título se convierte en la primera pista) vuelve muy difusas las líneas de separación entre lo real y lo inventado (dentro de esa propia diégesis). Lo cual, unido a la presencia del primer y más básico 'voyeur' en el propio espacio de su objeto de deseo crea enseguida una atmósfera de thriller envolvente y creciente, alimentado por el peligro bidireccional y constante que supone la invasión de una intimidad doméstica determinada.
Ozon hace gala de sus mejores virtudes narrativas en un excelente guión que juega permanente con el relato, su espectador/lector interno (el propio profesor) y, por supuesto, en consecuencia, con los espectadores externos, dándonos una y otra vez una sensación de resolución a la vuelta de la esquina cada cierto tiempo, pero luego logrando redefinir la dirección de la narración al haber llegado a esa misma esquina en la que esperábamos encontrarnos el final, total o parcial. El director desplaza una y otra vez, a su antojo pero con un factor decisivamente estratégico y funcional, el centro de gravedad del relato (en sentido amplio) con una sublime maestría.
Ahora bien, el auténtico germen de semejante complejidad estructural (elegantemente resuelta), que es a la vez lo que vuelve a esta película diferente, única e independiente de sus referencias, es precisamente la creación del monstruo, a manos de un profesor obsesionado con que su alumno predilecto, hermética y perturbada tábula rasa, triunfe donde él no fue capaz, a la vez que lo dirige por los derroteros de su propia avidez de lector,… hasta que todo ello le explota en la cara de la peor de las maneras.
Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, 'En la casa' completa la mejor cosecha de cine francés en muchos años. Del triunfo absoluto a nivel de galardones de 'The artist' y el éxito de público internacional de 'Intocable' en 2012, hemos disfrutado esta temporada la multipremiada coproducción 'Amor' (Palma de Oro, EFA, Globo de Oro, BAFTA y Oscar), esa rareza lynchiana titulada 'Holy Motors' (triunfadora en Sitges) o la notable 'De óxido y hueso', destacada en la SEMINCI y con buen recorrido internacional.
P.D.: Me ha resultado particularmente curioso ver, veinte años después de la sobresaliente 'Lunas de hiel', a Emmanuelle Seigner y Kristin Scott Thomas en otro duelo de sensualidad, aunque esta vez de una manera mucho menos destructiva y sin una confrontación tan directa.
Es más, la naturaleza de la narración, la de un profesor dirigiendo a un alumno su novela “a lo Gonzo” sobre la casa del título y sus integrantes, vuelve esta figura del 'voyeur', motor de la narración, más compleja si cabe, disociándola en dos niveles complementarios: el exterior y mediada, que sería el propio profesor, cuyos prismáticos no son otros que las borradores en primicia de su alumno, y otro interior, que ya ha cruzado desde el principio esa frontera, esa línea de seguridad de la “zona de confort”, y encima deja pronto claras sus intenciones intervencionistas, que no tarda en llevar a cabo.
Al mismo tiempo, la condición inevitablemente mediada, aunque visualmente representada, del relato de lo que ocurre “en la casa” (el título se convierte en la primera pista) vuelve muy difusas las líneas de separación entre lo real y lo inventado (dentro de esa propia diégesis). Lo cual, unido a la presencia del primer y más básico 'voyeur' en el propio espacio de su objeto de deseo crea enseguida una atmósfera de thriller envolvente y creciente, alimentado por el peligro bidireccional y constante que supone la invasión de una intimidad doméstica determinada.
Ozon hace gala de sus mejores virtudes narrativas en un excelente guión que juega permanente con el relato, su espectador/lector interno (el propio profesor) y, por supuesto, en consecuencia, con los espectadores externos, dándonos una y otra vez una sensación de resolución a la vuelta de la esquina cada cierto tiempo, pero luego logrando redefinir la dirección de la narración al haber llegado a esa misma esquina en la que esperábamos encontrarnos el final, total o parcial. El director desplaza una y otra vez, a su antojo pero con un factor decisivamente estratégico y funcional, el centro de gravedad del relato (en sentido amplio) con una sublime maestría.
Ahora bien, el auténtico germen de semejante complejidad estructural (elegantemente resuelta), que es a la vez lo que vuelve a esta película diferente, única e independiente de sus referencias, es precisamente la creación del monstruo, a manos de un profesor obsesionado con que su alumno predilecto, hermética y perturbada tábula rasa, triunfe donde él no fue capaz, a la vez que lo dirige por los derroteros de su propia avidez de lector,… hasta que todo ello le explota en la cara de la peor de las maneras.
Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, 'En la casa' completa la mejor cosecha de cine francés en muchos años. Del triunfo absoluto a nivel de galardones de 'The artist' y el éxito de público internacional de 'Intocable' en 2012, hemos disfrutado esta temporada la multipremiada coproducción 'Amor' (Palma de Oro, EFA, Globo de Oro, BAFTA y Oscar), esa rareza lynchiana titulada 'Holy Motors' (triunfadora en Sitges) o la notable 'De óxido y hueso', destacada en la SEMINCI y con buen recorrido internacional.
P.D.: Me ha resultado particularmente curioso ver, veinte años después de la sobresaliente 'Lunas de hiel', a Emmanuelle Seigner y Kristin Scott Thomas en otro duelo de sensualidad, aunque esta vez de una manera mucho menos destructiva y sin una confrontación tan directa.
23 de marzo de 2014
23 de marzo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Misteriosa y original, así es la propuesta de François Ozon, el director de la recordada 8 Femmes, que nos introduce en el pequeño universo de una familia en donde el amor se enreda con la elegancia y la comedia mezcla con la tensión, llena de referencias literarias y guiños a joyas del cine Con una narración meticulosa y una estructura brillante, logra traspasar las fronteras de la ficción convirtiendo todo en un juego de vouyeurismo en el que el sultán (Germaine, un profesor y escritor fracasado) no puede abandonar las redacciones que le propone Sherezade (Claude, el alumno que...¿necesitaba mejorar sus notas?). Lo lamentable sucede cuando nos adentramos en el abrupto final, que nos deja con la sensación de que había espacio para aun mas genialidad.
29 de mayo de 2014
29 de mayo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo "En la casa", la película francesa que, dirigida por François Ozon está basada en la obra teatro y libro "El chico de la última fila" del español Juan Mayorga. Tras unos ágiles títulos de crédito que me presentan a todos los chicos de la clase y con un modélico guión capaz de resumirse en una sóla frase, asisto a un espectáculo narrativo donde es posible variar la evolución de los personajes y donde uno de los protagonistas (el profesor de literatura francesa, Germain) aparece sorpresivamente, a partir del minuto 55, en dos escenas que no son suyas, para ayudar al joven Claude a reescribir la acción. El film logra encontrar su final en este cruce de ficción y realidad, con unas interpretaciones sin excesos y muy correctas y, una acertada banda sonora que consigue añadir movimiento a esta película de interiores llena de palabras e imágenes. Para los que amamos la literatura, de 7.
21 de julio de 2014
21 de julio de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las más relevantes películas francesas de los últimos tiempos. En verdad envolvente y excelente, con un ritmo interior constante y muy bien medido, es la historia de la relación que se entabla entre un desmoralizado profesor (Luchini) harto de la torpeza y falta de interés de sus alumnos, y de uno de éstos, aquel que se sienta en la última fila, el cual comenzará a entregarle poco a poco capítulos redactados de la vida familiar de uno de sus compañeros... Basada en la obra de Juan Mayorga "El chico de la última fila", "En la casa" está estupendamente escrita, logrando seducir al espectador prácticamente desde el primer instante. Nos habla de que todos aquellos que usan la imaginación son una especie de delincuentes de la intimidad de los otros y de la enorme capacidad que el talento, la palabra, la inteligencia, al fin y al cabo, tienen para seducir. Ozon compone un guión magnífico, dónde ficción y realidad se van confundiendo, en un transparente juego de espejos que la hacen ser una obra rica, divergente y absolutamente apetecible. Ozon se basa acertadamente en el diálogo pues la entraña argumental deriva del ámbito artístico-literario, aún tocando bien críticamente otras artes (la pintura y esculturas modernas). Lo importante, en todo caso, es crear, pensar y construir pues el futuro radica ahí. "En la casa" nos hace cómplices de su argumento, y ahí reside su última lectura: la de que cada uno imagina un final para cada historia y el inicio de otras muchas. Esto es un triunfo indiscutible de la película.
Una obra muy bien interpretada, sin fisuras, de lo mejor del cine galo en los últimos tiempos.
Una obra muy bien interpretada, sin fisuras, de lo mejor del cine galo en los últimos tiempos.
14 de enero de 2016
14 de enero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Nadie se salva de vivir", ni siquiera haciendo todo lo posible para ello.
Es lo que rescato de un film interesante que se desenvuelve en sucesivos episodios en los que va profundizándose lo que podríamos denominar "la dialéctica del involucramiento", es decir la influencia de unos sobre otros, tanto en lo estrictamente vincular a nivel personal como en las resonancias que la otredad, artística o vulgar, ejercen sobre cada cual. Y en ese involucramiento, cuánto y cómo de realidad y fantasía, de íntimas frustraciones y realizaciones se vehiculizan a través de los demás y vuelven reformuladas sobre uno.
A mi entender, la historia en sí -que va creciendo hasta un punto que parece dar con el límite de creatividad del autor, del guionista y del director de la película para vulgarizarse un poco, volverse menos atractiva y mas aleatoria, tendiendo finalmente a decaer en calidad narrativa-, está al servicio de la exposición de los afectos, pasiones y expectativas propias y recíprocas de los personajes en cuestión. Por ende, no me parece tan importante "qué pasa" sino "que pase", "que ocurra + que qué ocurre", que tal como dijera Proust acerca de que el viaje cambia la mirada, la dialéctica del involucramiento es siempre un riesgo con final imprevisto. Un riesgo llamado "vivir".
Hay "En la Casa" numerosas referencias intertextuales y simbólicas - seguramente muchas habrán escapado de mi modesta lectura -, desde una potencial asociación con "Teorema" de Passolini a "Verano del 42" y "Mrs. Robinson", así como a una novela del filonazi Celine; los cuadros en la galería y en el hogar, etc.; pero las entiendo más como recursos de forma que de fondo.
Algunos se preguntan si es o no una película sobre educación. Para mí también lo es, por contexto, temática, información, grado de vínculo entre los personajes principales, etc. Pero de una forma de educación que cuestiona -como lo hiciera Lacan- el narcisismo del educador, en este caso subyugado por un educando adoptivo junto a el que van compartiendo una experiencia de descubrimiento vital anacrónico que termina situando a ambos en el destino al que los llevan las consecuencias de sus actos.
No es una película "fácil" de entender, pero no por ello deja de ser llevadera, interesante y recomendable.
Es lo que rescato de un film interesante que se desenvuelve en sucesivos episodios en los que va profundizándose lo que podríamos denominar "la dialéctica del involucramiento", es decir la influencia de unos sobre otros, tanto en lo estrictamente vincular a nivel personal como en las resonancias que la otredad, artística o vulgar, ejercen sobre cada cual. Y en ese involucramiento, cuánto y cómo de realidad y fantasía, de íntimas frustraciones y realizaciones se vehiculizan a través de los demás y vuelven reformuladas sobre uno.
A mi entender, la historia en sí -que va creciendo hasta un punto que parece dar con el límite de creatividad del autor, del guionista y del director de la película para vulgarizarse un poco, volverse menos atractiva y mas aleatoria, tendiendo finalmente a decaer en calidad narrativa-, está al servicio de la exposición de los afectos, pasiones y expectativas propias y recíprocas de los personajes en cuestión. Por ende, no me parece tan importante "qué pasa" sino "que pase", "que ocurra + que qué ocurre", que tal como dijera Proust acerca de que el viaje cambia la mirada, la dialéctica del involucramiento es siempre un riesgo con final imprevisto. Un riesgo llamado "vivir".
Hay "En la Casa" numerosas referencias intertextuales y simbólicas - seguramente muchas habrán escapado de mi modesta lectura -, desde una potencial asociación con "Teorema" de Passolini a "Verano del 42" y "Mrs. Robinson", así como a una novela del filonazi Celine; los cuadros en la galería y en el hogar, etc.; pero las entiendo más como recursos de forma que de fondo.
Algunos se preguntan si es o no una película sobre educación. Para mí también lo es, por contexto, temática, información, grado de vínculo entre los personajes principales, etc. Pero de una forma de educación que cuestiona -como lo hiciera Lacan- el narcisismo del educador, en este caso subyugado por un educando adoptivo junto a el que van compartiendo una experiencia de descubrimiento vital anacrónico que termina situando a ambos en el destino al que los llevan las consecuencias de sus actos.
No es una película "fácil" de entender, pero no por ello deja de ser llevadera, interesante y recomendable.
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