El maestro Allen demuestra otra vez que una historia sencilla y bien contada basta para volver a salir contento de la sala. Dedicada a toda la mugre de guionistas actuales, que por cierto están de huelga porque quieren cobrar más por lo que hacen.
Cierto es que hace autocopy, que la peli recuerda a "Mach Point" (maravillosa película) y a otras del autor, pero...¿Qué más da si vuelve a hacernos disfrutar? ¿Acaso le voy a reprochar a sus 87 años que retome antiguos argumentos? Pues no. Me mantiene atento a la pantalla y la tensión va in crescendo hasta el final, es lo mínimo que se puede pedir.
No esperen, por tanto, originalidad. Es una historia basada en amistades perdidas, matrimonios ostentosos pero vacíos, tentaciones, asesinatos y final sorprendente. Una historia de Woody Allen en toda regla y con un metraje justo, 92 minutos.
Es penoso que la Dictadura de pensamiento en la que vivimos haya conseguido que el maestro haya tenido que emigrar a Francia para rodar su película. Dicen los agoreros que puede ser la última.
Espero que, una vez más, se vuelvan a equivocar.

Como siempre, maravilloso guion de Woody Allen. El actor que hace de marido está fabuloso. La actriz principal también hace un gran trabajo. La fotografía es acogedora. Bajo la apariencia de una película sencilla, Woody Allen toca siempre temas complejos como el verdadero amor, la suerte, el sentido de la existencia... Como siempre, añade su particular sentido del humor, en este caso más sutil y refinado.

La mano de Woody Allen está sin duda presente en la película, que aunque no entusiasma se deja ver. Los ritmos, los personajes, los diálogos, nos resultan vagamente familiares, como si los conociésemos de antes, y en cierto modo así es. Pero al mismo tiempo las situaciones y los personajes nos parecen artificiales, ajenos, no sentimos simpatía hacia ellos. Demasiado perfectos, demasiado ricos, demasiado malos, demasiado simples. La película está llena de estereotipos de libro, desde los matones al marido controlador, de la esposa florero - " trofeo", en la película - a la suegra metijosa. Por no hablar del amor de juventud, el escritor bohemio, el empresario mafioso o los amigos snob. Pero en este caso los estereotipos no son caricaturas cuya función sea la de erigirse en una una crítica irónica de un ambiente social. No hay sarcasmo ni profundidad, son personajes superficiales, sin apenas identidad, como marionetas de lujo con las que el espectador no conecta.

Déjà vu, recursos ya usados otras veces (la poesía entre amantes de "Hanna y sus hermanas", retazos de la trama negra de Delitos y Faltas, idea general ya usada en Match Point).
Personajes simples y poco creíbles, diálogos forzados, alambicados, pasados de moda.
Escenarios tan perfectos que salta a la vista que son rebuscados con lupa por el equipo de lozalización de exteriores. Incluso la iluminación dorada del atardecer en el jardín parece falsa.
La música de jazz, sí, pero un jazz atemporal, intrascendente. Sí, ayuda a crear esa atmósfera de pequeña comedia ligera, pero no emociona.
Buen final, no diré más. Afortunadamente deja un regustillo agradable. El maestro aún retiene algo de chispa... pero ya muy muy tenue... El tiempo es implacable, ¡Ay!

He visto... Golpe de suerte...
https://www.filmaffinity.com/es/film475620.html

Un 6. Sencilla, corta, con una estética perfecta, con oficio pero sin alardes. Sin pretensiones. Es una película para pasar el rato, perfectamente visible, pero que tampoco te lleva a ninguna parte especialmente interesante.

Eso sí, se ve fácil, y cumple, si sólo buscas un poco de entretenimiento.

La factura me ha parecido similar a otras como Match Point. Con un estilo sobrio, con oficio. Como si de alguna manera estuviera haciendo variantes sobre un mismo concepto, ejecutándolo con un esquema similar.

Con muy poco, podría haber mejorado bastante la historia. O es la sensación con la que me ha dejado. Parece que Woody Allen ha encontrado una receta que sigue de película en película.