Alcarràs
6.7
14,826
21 de marzo de 2023
21 de marzo de 2023
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero que me pregunto es si no ven la película una vez montada, en pases privados. ¿Por qué nadie dice la verdad acerca del resultado?
Asistimos a una película especialmente pelmaza, aburrida, en la que no sucede nada, ni al principio ni al final. No es más que una sucesión aleatoria de escenas costumbristas, empalagosas y pringosas, sobre lo bien que se vive pegado a la madre naturaleza, y los felices que son los niños y las familias. Eso sí, al final hemos aprendido a coger melocotones y paraguayos. Por lo menos le sobra una hora.
Para terminar, basta con señalar la profundidad de los diálogos, que básicamente consisten en repetir hasta la saciedad: Abuelo, Padre, Madre, Hostias y más hostias, y algún que otro "cago,endios".
A todo lo cual hay que añadir que la dirección parece hecha por alumnos de un curso de imagen y sonido. Visualmente vulgar y corriente.
Con respecto a los protagonistas poco hay que decir, pues tampoco se les exigía gran cosa, aparte de coger frutas y manejar el tractor.
Resumiendo: no la volveré a ver.
Asistimos a una película especialmente pelmaza, aburrida, en la que no sucede nada, ni al principio ni al final. No es más que una sucesión aleatoria de escenas costumbristas, empalagosas y pringosas, sobre lo bien que se vive pegado a la madre naturaleza, y los felices que son los niños y las familias. Eso sí, al final hemos aprendido a coger melocotones y paraguayos. Por lo menos le sobra una hora.
Para terminar, basta con señalar la profundidad de los diálogos, que básicamente consisten en repetir hasta la saciedad: Abuelo, Padre, Madre, Hostias y más hostias, y algún que otro "cago,endios".
A todo lo cual hay que añadir que la dirección parece hecha por alumnos de un curso de imagen y sonido. Visualmente vulgar y corriente.
Con respecto a los protagonistas poco hay que decir, pues tampoco se les exigía gran cosa, aparte de coger frutas y manejar el tractor.
Resumiendo: no la volveré a ver.
20 de abril de 2023
20 de abril de 2023
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas en las que «no pasa nada». Pero realmente pasan muchas cosas. «Alcarrás» tiene voluntad de ser una de estás, a mi juicio, sin acabar de conseguirlo. Porqué en «Alcarrás», pasan pocas cosas y las que pasan, telegrafiadas desde los primeros minutos se atenuan en una coralidad, donde Simón ha querido repartir café para todos y ante la «escasez» manifiesta no cabe en esta ocasión el recurso de dejar que el espectador «rellene» a su gusto.
A veces, pongamos un símil futbolístico, se falla un gol porque el jugador duda, no sabe si chutar a puerta o dar el pase definitivo. Es cierto que también a veces sale una mezcla de las dos cosas y se acaba marcando, pero creo que en este caso la mezcla de documental y ficción da en el poste o sale fuera directamente.
Sin menospreciar en absoluto el notable esfuerzo interpretativo de todo el elenco no profesional, salvando a esos niños con los que Simón parece tener un don para rodarlos, es precisamente ese esfuerzo el que se hace patente restando la credibilidad que un documental hubiera aportado, amén del drama que supone la perdida, abandono y menosprecio de un estilo de vida agrario familiar en peligro de extinción si no es que ya está muerto. Simón al no pretender subrayar en demasía este hecho acaba por diluirlo en exceso o no consigue salvo alguna escena aislada que cale o emocione como debiera.
Hay esbozos de perfiles psicológicos, de conflictos generacionales, de pasados, presentes y futuros incompatibles, que no es poco, pero sabe a poco. A la parte «técnica» nada que objetar.
Me cae bien Carla Simón, su debut «Verano 1993» (2017) que guionizaba en solitario, dejó huella en mi memoria cinéfila, me alegré de que le concedieran el «Oso de Oro» en Berlín, pero intuyo que la sorpresa que manifestó Carla Simón al recibirlo, inteligente como es, era muy real, quizás siendo consciente de como decía la canción de Jarcha: «la copla que está en mi boca, a punto de ser del viento, que lejos de aquella copla que estaba en mi pensamiento».
cineziete
A veces, pongamos un símil futbolístico, se falla un gol porque el jugador duda, no sabe si chutar a puerta o dar el pase definitivo. Es cierto que también a veces sale una mezcla de las dos cosas y se acaba marcando, pero creo que en este caso la mezcla de documental y ficción da en el poste o sale fuera directamente.
Sin menospreciar en absoluto el notable esfuerzo interpretativo de todo el elenco no profesional, salvando a esos niños con los que Simón parece tener un don para rodarlos, es precisamente ese esfuerzo el que se hace patente restando la credibilidad que un documental hubiera aportado, amén del drama que supone la perdida, abandono y menosprecio de un estilo de vida agrario familiar en peligro de extinción si no es que ya está muerto. Simón al no pretender subrayar en demasía este hecho acaba por diluirlo en exceso o no consigue salvo alguna escena aislada que cale o emocione como debiera.
Hay esbozos de perfiles psicológicos, de conflictos generacionales, de pasados, presentes y futuros incompatibles, que no es poco, pero sabe a poco. A la parte «técnica» nada que objetar.
Me cae bien Carla Simón, su debut «Verano 1993» (2017) que guionizaba en solitario, dejó huella en mi memoria cinéfila, me alegré de que le concedieran el «Oso de Oro» en Berlín, pero intuyo que la sorpresa que manifestó Carla Simón al recibirlo, inteligente como es, era muy real, quizás siendo consciente de como decía la canción de Jarcha: «la copla que está en mi boca, a punto de ser del viento, que lejos de aquella copla que estaba en mi pensamiento».
cineziete
10 de agosto de 2024
10 de agosto de 2024
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A lo lejos se adivina un tractor. Se acerca lentamente. No desviéis la mirada, está casi aquí. Ya llega. ¿Le habéis visto bien el morro? Pues ahora os enseño sus cuartos traseros hasta que se pierdan en el horizonte. ¿Alguien se ha perdido la metáfora visual? Repito escena y fuera... Tengo más. Tengo paraguayos, los llamo melocotones para despistar. Tengo conejos ahogados, disparados y muertos. Tengo caracoles, que no son metafóricos, es lo que se come en Lleida. Tengo subvención por partida doble: financiación del estado y ayuda del país (¿serán casuales los términos?). Tengo una historia que contar, bueno, una historieta, bueno no, de eso no tengo. Pero tengo actores, bueno no, tampoco. Pero sí cuento con gente que actúa y eso es relativamente original. Soy muy original y voy a hacer una peli costumbrista sin actores, sin historia, pero con alma.
Pues eso, la película es horriblemente lenta. La historieta resulta bastante maniquea y no entra en profundidades (habría que hablar de las “ayudas” de la PAC cuando se habla de la situación en el campo.) Los actores amateur no lo hacen mucho peor que los malos profesionales y eso es lo que podemos aprender con esta peli en la que no se empatiza con nadie, está todo deslavazado, y lo único que queda claro es que el progreso es una caca porque impide a los pageses seguir rompiéndose el lomo cargando fruta. ¿Sabrá Carla que esta labor la realizan inmigrantes en condiciones de semi-esclavitud? Ah no, que eso no toca, que los pageses son los buenos y el señorito el malo. Pues nos enseña recolectas de fruta idílicas, merendolas familiares en las que no trabaja ni el tato. ¿Y a esta familia y su “modus vivendi” hay que proteger o siquiera sentir lástima por ellos?
Fail absoluto. Todo el cine mirando el reloj cada cinco minutos. Por no haber no hay ni siquiera un sentido estético. La peli es fea. Después de una buena ópera prima ¿por qué? Carla ¿por qué?
-Tractores traigo.
Pues eso, la película es horriblemente lenta. La historieta resulta bastante maniquea y no entra en profundidades (habría que hablar de las “ayudas” de la PAC cuando se habla de la situación en el campo.) Los actores amateur no lo hacen mucho peor que los malos profesionales y eso es lo que podemos aprender con esta peli en la que no se empatiza con nadie, está todo deslavazado, y lo único que queda claro es que el progreso es una caca porque impide a los pageses seguir rompiéndose el lomo cargando fruta. ¿Sabrá Carla que esta labor la realizan inmigrantes en condiciones de semi-esclavitud? Ah no, que eso no toca, que los pageses son los buenos y el señorito el malo. Pues nos enseña recolectas de fruta idílicas, merendolas familiares en las que no trabaja ni el tato. ¿Y a esta familia y su “modus vivendi” hay que proteger o siquiera sentir lástima por ellos?
Fail absoluto. Todo el cine mirando el reloj cada cinco minutos. Por no haber no hay ni siquiera un sentido estético. La peli es fea. Después de una buena ópera prima ¿por qué? Carla ¿por qué?
-Tractores traigo.
27 de mayo de 2024
27 de mayo de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Supe de la existencia de esta cinta a través de la ceremonia de los Goya en 2022. Me sorprendió un poco que tuviera once nominaciones y que no se llevara ninguna estatuilla. También me llamo la atención que hubiera ganado el Oso de Oro del Festival de Berlín ese mismo año y que fuera seleccionada por España para representarnos en los Premios Oscar teniendo otro film monumental y prodigioso como era ‘’As Bestas’’ que fue injustamente ignorado para ese certamen.
Viendo tan solo un par de escenas, el film me recordó vagamente a otra película que me emociono mucho en el año 2016. Me refiero a ‘’El olivo’’ de Icíar Bollaín. Sin embargo, las comparaciones no son solo odiosas si no que en este caso también completamente ridículas. El segundo largometraje de la directora catalana Carla Simón sigue la misma ruta que muchas de las cintas que se están produciendo en nuestro país en los últimos años. Al igual que otros directores y directoras, Simón vuelve la mirada hacia el mundo rural y los conflictos de sus habitantes. Esta técnica funciona a veces como sucedió con ‘’As bestas’’ y ‘’Suro’’, pero en otras ocasiones fracasa estrepitosamente como ocurrió con ‘’El agua’’ y ‘’Secaderos’’. Es justamente esta última cinta con la que más similitudes le he encontrado.
El guion que escriben la directora Carla Simón y Arnau Vilaró nos cuenta la difícil situación en la que se encuentra la familia Solé. Esta humilde familia que vive del campo y transmite su legado generación tras generación, ve de pronto como las tierras donde siempre han cultivado y que eran su único medio de subsistencia les van a ser arrebatadas injustamente. Su legítimo propietario quiere vender los terrenos a una empresa de placas solares y los melocotoneros de la finca de Alcarràs van a ser arrancados. La familia Solé esta ante su última cosecha y cada uno experimentara de diferente manera semejante perdida. La tensión y el drama que viven, les llevaran a tener pequeñas rencillas que alteraran la estabilidad y la unión entre los diferentes miembros de la familia.
Voy a empezar con lo bueno y luego analizare lo que no me ha gustado. Para empezar, la idea de la que parte Simón es muy atractiva. Me suelen gustar las cintas de denuncia social y está en la que se dedica a relatarnos la vida de las familias que viven del campo es un tema muy actual y que resulta necesario mostrar. La crisis del sector agrario es uno de los temas que más debería preocuparnos en la actualidad. Yo misma, vengo de familia de agricultores y se perfectamente las duras condiciones en las que se trabaja y lo mal pagado que esta todo. Incluso las cooperativas pagan una miseria a los pequeños agricultores que cultivan el campo y producen la fruta y la verdura que se venden luego a precio de oro en los supermercados. Es algo terriblemente injusto y me ha gustado que la cinta parta de este punto para vertebrar su historia.
Otro acierto es haber elegido un elenco de actores no profesionales. Estuve viendo una entrevista que le hicieron a Carla Simón y dejo muy claro que quería lograr dirigir unas interpretaciones lo más naturales y honestas posibles. No quería contratar a actores reconocidos. Deseaba transmitir cercanía y veracidad con su historia. Por ello, eligió a actores y actrices sin experiencia que tenían cierta conexión con el mundo rural. El protagonista Quimet que en la cinta está interpretado por Jordi Pujol Dolcet era agricultor y lo conoció en una manifestación por la mejora de derechos del sector agrario. Su hijo ficticio Albert Bosch también venía de una familia de agricultores y quería dedicarse a ello en el futuro. Y lo mismo pasa con el abuelo de la familia interpretado por Josep Abad que era un agricultor jubilado. Con el resto de actores y actrices pasa exactamente igual. Todos son de pueblos de alrededores y tienen cierta conexión con la agricultura y el mundo del campo. Resulta difícil ver la cinta y descubrir posteriormente que no se trata de una familia real porque al verlos interactuar cualquiera diría que son una familia real a la que se está haciendo un documental. Simón conto en la entrevista que estuvo trabajando mucho en construir un vínculo entre ellos y que solían quedar en una casa y practicar diferentes escenas para mejorar la química entre todos ellos. Está parte chapo.
Ahora lo que no me ha gustado. Pues bien, esta familia tan maja y humilde me desagrado muchísimo desde comienzos de la cinta. Y es que no se puede hacer una cinta de denuncia social sobre un colectivo explotado mostrando como este mismo colectivo (en este caso la bonachona y humilde familia) se dedica a buscar inmigrantes sin papeles para explotarlos como jornaleros que trabajan sus tierras por cuatro duros. Encima el personaje de Quimet se refiere a ellos como ‘’morenos’’ en un momento dado. Perdona Carla, la gente del campo podrá ser humilde y muchos no tendrán carreras universitarias, pero no por ello son unos racistas y transmiten esa mierda de valores a sus hijos. Lo siento, no me trago la gran tragedia de esta familia. Me resulta imposible empatizar con ellos y conmoverme con su sufrimiento cuando explotan a otros con la misma crueldad e indiferencia con la que son explotados. Eso tendría otra lectura por la que tú en esta ocasión pasas muy de largo.
Tampoco me ha gustado que se dediquen a disparar a diestro y siniestro a los pobres conejos que merodean por su finca como si fuera lo más natural del mundo. Tanto que incluso los niños juegan con los cuerpos de los animales muertos mientras sus padres les dicen que está bien aniquilarlos porque son una plaga. En una cinta de carácter ecologista como esta donde se profesa un gran amor por los árboles y los cultivos, se debería expresar el mismo respeto, amor y tolerancia por los animales. Ya que ellos también forman parte de la naturaleza. Sigo en spoilers por falta de espacio.
Viendo tan solo un par de escenas, el film me recordó vagamente a otra película que me emociono mucho en el año 2016. Me refiero a ‘’El olivo’’ de Icíar Bollaín. Sin embargo, las comparaciones no son solo odiosas si no que en este caso también completamente ridículas. El segundo largometraje de la directora catalana Carla Simón sigue la misma ruta que muchas de las cintas que se están produciendo en nuestro país en los últimos años. Al igual que otros directores y directoras, Simón vuelve la mirada hacia el mundo rural y los conflictos de sus habitantes. Esta técnica funciona a veces como sucedió con ‘’As bestas’’ y ‘’Suro’’, pero en otras ocasiones fracasa estrepitosamente como ocurrió con ‘’El agua’’ y ‘’Secaderos’’. Es justamente esta última cinta con la que más similitudes le he encontrado.
El guion que escriben la directora Carla Simón y Arnau Vilaró nos cuenta la difícil situación en la que se encuentra la familia Solé. Esta humilde familia que vive del campo y transmite su legado generación tras generación, ve de pronto como las tierras donde siempre han cultivado y que eran su único medio de subsistencia les van a ser arrebatadas injustamente. Su legítimo propietario quiere vender los terrenos a una empresa de placas solares y los melocotoneros de la finca de Alcarràs van a ser arrancados. La familia Solé esta ante su última cosecha y cada uno experimentara de diferente manera semejante perdida. La tensión y el drama que viven, les llevaran a tener pequeñas rencillas que alteraran la estabilidad y la unión entre los diferentes miembros de la familia.
Voy a empezar con lo bueno y luego analizare lo que no me ha gustado. Para empezar, la idea de la que parte Simón es muy atractiva. Me suelen gustar las cintas de denuncia social y está en la que se dedica a relatarnos la vida de las familias que viven del campo es un tema muy actual y que resulta necesario mostrar. La crisis del sector agrario es uno de los temas que más debería preocuparnos en la actualidad. Yo misma, vengo de familia de agricultores y se perfectamente las duras condiciones en las que se trabaja y lo mal pagado que esta todo. Incluso las cooperativas pagan una miseria a los pequeños agricultores que cultivan el campo y producen la fruta y la verdura que se venden luego a precio de oro en los supermercados. Es algo terriblemente injusto y me ha gustado que la cinta parta de este punto para vertebrar su historia.
Otro acierto es haber elegido un elenco de actores no profesionales. Estuve viendo una entrevista que le hicieron a Carla Simón y dejo muy claro que quería lograr dirigir unas interpretaciones lo más naturales y honestas posibles. No quería contratar a actores reconocidos. Deseaba transmitir cercanía y veracidad con su historia. Por ello, eligió a actores y actrices sin experiencia que tenían cierta conexión con el mundo rural. El protagonista Quimet que en la cinta está interpretado por Jordi Pujol Dolcet era agricultor y lo conoció en una manifestación por la mejora de derechos del sector agrario. Su hijo ficticio Albert Bosch también venía de una familia de agricultores y quería dedicarse a ello en el futuro. Y lo mismo pasa con el abuelo de la familia interpretado por Josep Abad que era un agricultor jubilado. Con el resto de actores y actrices pasa exactamente igual. Todos son de pueblos de alrededores y tienen cierta conexión con la agricultura y el mundo del campo. Resulta difícil ver la cinta y descubrir posteriormente que no se trata de una familia real porque al verlos interactuar cualquiera diría que son una familia real a la que se está haciendo un documental. Simón conto en la entrevista que estuvo trabajando mucho en construir un vínculo entre ellos y que solían quedar en una casa y practicar diferentes escenas para mejorar la química entre todos ellos. Está parte chapo.
Ahora lo que no me ha gustado. Pues bien, esta familia tan maja y humilde me desagrado muchísimo desde comienzos de la cinta. Y es que no se puede hacer una cinta de denuncia social sobre un colectivo explotado mostrando como este mismo colectivo (en este caso la bonachona y humilde familia) se dedica a buscar inmigrantes sin papeles para explotarlos como jornaleros que trabajan sus tierras por cuatro duros. Encima el personaje de Quimet se refiere a ellos como ‘’morenos’’ en un momento dado. Perdona Carla, la gente del campo podrá ser humilde y muchos no tendrán carreras universitarias, pero no por ello son unos racistas y transmiten esa mierda de valores a sus hijos. Lo siento, no me trago la gran tragedia de esta familia. Me resulta imposible empatizar con ellos y conmoverme con su sufrimiento cuando explotan a otros con la misma crueldad e indiferencia con la que son explotados. Eso tendría otra lectura por la que tú en esta ocasión pasas muy de largo.
Tampoco me ha gustado que se dediquen a disparar a diestro y siniestro a los pobres conejos que merodean por su finca como si fuera lo más natural del mundo. Tanto que incluso los niños juegan con los cuerpos de los animales muertos mientras sus padres les dicen que está bien aniquilarlos porque son una plaga. En una cinta de carácter ecologista como esta donde se profesa un gran amor por los árboles y los cultivos, se debería expresar el mismo respeto, amor y tolerancia por los animales. Ya que ellos también forman parte de la naturaleza. Sigo en spoilers por falta de espacio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tremendo mensaje manda la cinta diciendo que está bien exterminar a animales salvajes porque son una ‘’plaga’’. Así es como nos hemos ido cargando el planeta a lo largo de los años.
Solo por estos dos motivos, la cinta me ha disgustado mucho y ya no he conectado con lo que me quería decir la historia. Me parecen fallos colosales y no entiendo el motivo de tantas nominaciones y premios a una historia tan mediocre y con tantos puntos flacos en su recorrido. En fin, me da mucha pena que con una idea tan prometedora al final los agricultores queden retratados como palurdos y encima racistas (para más inri). Así no Carla. Además, aparte de todo ello tampoco es que la historia tenga mucho jugo. Te pasas toda la cinta esperando que estalle algún conflicto (el que sea) y lo cierto es que no pasa nada. Tenemos una larga introducción que nunca deja de ser eso. La presentación de la familia, como afrontan la pérdida de su medio de vida y poco más. Menos mal que al final no nos representó en los Oscar, que bochorno habría sido.
Solo por estos dos motivos, la cinta me ha disgustado mucho y ya no he conectado con lo que me quería decir la historia. Me parecen fallos colosales y no entiendo el motivo de tantas nominaciones y premios a una historia tan mediocre y con tantos puntos flacos en su recorrido. En fin, me da mucha pena que con una idea tan prometedora al final los agricultores queden retratados como palurdos y encima racistas (para más inri). Así no Carla. Además, aparte de todo ello tampoco es que la historia tenga mucho jugo. Te pasas toda la cinta esperando que estalle algún conflicto (el que sea) y lo cierto es que no pasa nada. Tenemos una larga introducción que nunca deja de ser eso. La presentación de la familia, como afrontan la pérdida de su medio de vida y poco más. Menos mal que al final no nos representó en los Oscar, que bochorno habría sido.
20 de junio de 2024
20 de junio de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía interés en ver la película, sobre todo después de las múltiples referencias en diversos medios, y hoy por fin la he visto en la plataforma de RTVE. Ha sido toda una decepción, aburrida como ella sola, y hay momentos en los que te cuesta mantener la atención pues simplemente parece una concatenación de escenas mal rodadas en un entorno rural sin apenas relación y que cuesta componer la historia que se supone que quiere contar la directora.
El tema de las placas solares y el campo está actualmente candente y por eso tenía interés en ver la película, pero ha sido una película en mi opinión bastante aburrida y plana. Al final se queda a medias en todo, pues ni es una buena película, ni es un buen documental.
El tema de las placas solares y el campo está actualmente candente y por eso tenía interés en ver la película, pero ha sido una película en mi opinión bastante aburrida y plana. Al final se queda a medias en todo, pues ni es una buena película, ni es un buen documental.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here