Bien rodada, impresionante historia... Me ha sorprendido muy gratamente esta "Ciudad de Dios" que muchas de mis Almas Gemelas me recomendaban. Los flashbacks están bien incorporados, buenos moviemientos de cámara, y quizá un solo "pero" a este tremendo filme, y es que veías que en los tiroteos no se acababan las balas en los revólveres de ocho tiros. Pero bueno, detalle sin importancia en una gran película, digna de ser visionada por todos por su crudeza visual, su realidad, su maginifico guión y su mensaje subliminal.

CUCOMIX

Que esto sea una ópera prima me parece hasta sobrenatural. Al salir del cine estaba en las nubes cinematográficas.
Esta es la película que más recomiendo, ya que mucha gente la desconoce. De hecho intenté alquilarla para visionarla otra vez, y en el videoclub tenían una sola copia arrinconada en la estantería inferior de una esquina. (???!!)
No conozco a nadie a quién no le haya gustado. Si le ha gustado el padrino, veála, si le ha gustado Uno de los Nuestros, veála, si tiene ganas de pasarse un par de horas agarrado al sofá, veála, si le gusta el cine de acción, veála, si le gusta el cine denuncia, veála, si quiere saber como es de verdad la vida en los suburbios de américa latina, veála, si le gusta el cine con mayúsculas, no se la pierda... Es una película tan buena como cualquiera que se le ocurra.

Y si no le gusta, le devuelvo el alquiler del videoclub

Una buena película, pero muy lejos de las grandes con las que se la ha comparado.
El espíritu de Uno de los nuestros planea por cada uno de los rincones de las favelas y por consiguiente, de la película de Fernando Meirelles. En forma de voz en off o en una escena de "eliminación" de la competencia.
También la posición que adopta la historia, desde el punto de vista de Buscapé observando con el objetivo de su cámara las andanzas de Zé Pequeño, al igual que en la obra maestra de Scorsese, veíamos a Jimmy Conway o Tommy De Vito, desde el punto de vista de Henry Hill.
Pero al final, gran parte de ese espíritu, que no el alma, se queda en la carcasa de una historia dispuesta como un gran espectáculo, ciertamente conseguido.
No es que sea destacable la actuación de Leandro Firmino como Zé Pequeño, es que sin su personaje la historia carecería de interés. El y su historia son la película.
En resumen, es buena, pero sin derecho a codearse con otras grandes, con las que la comparan continuamente.

Para mí más que un film es un Documental muy crudo sobre las zonas de las Favelas en Río donde la droga y la delincuencia junto con el afán de supervivencia hacen de todo un relato desgarrador y febril. No es lo que me gusta ver , pero no se puede eludir la realidad.
Es una adaptación de la larga novela homónima de Paolo Lins que cuenta con más de trescientos personajes y cien historias a lo largo de sus seiscientas páginas.
El guión es de Bráulio Mantovani y se llegaron a escribir doce borradores del mismo.
El reparto está formado por interpretes no profesionales elegidos tras conformar un grupo de 110 jóvenes que trabajaron durante ocho meses en un taller especial.
Fue rodada en las peligrosas favelas de Río de Janeiro, conocidas como Ciudad de Dios, y para poder filmar allí se tuvo que conseguir el permiso de los narcotraficantes de la zona.

En primer lugar sorprenden la realización y la fotografía de Ciudad de Dios, parece de factura americana, si a esta calidad visual añadimos un excelente guión y unos actores que a pesar de ser niños hacen toda una demostración, pues tenemos una gran película a la vista. Retomando a los actores, me parece increible que fueran propios chicos de las favelas quienes lo realizaran por la calidad de sus interpretaciones.

Y ya dentro del argumento, se viven situaciones duras, en las que la vida humana no vale prácticamente nada, en la mayoría de las ocasiones la violencia está presente de una u otra forma.