Rambo II
1985 

5.6
22,027
Acción. Aventuras
Rambo es excarcelado y enviado de vuelta al Vietnam con una nueva misión: averiguar el paradero de unos soldados norteamericanos desaparecidos. Tras saltar en paracaídas en la jungla, portando únicamente un cuchillo y un arco con flechas, se le dice que no ataque al enemigo y que sólo haga fotografías de reconocimiento. Pero el plan no saldrá como estaba previsto... (FILMAFFINITY)
4 de agosto de 2023
4 de agosto de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
202/14(19/07/23) Este es uno de esos films que hubiera sido mejor no haber revisionado, y es que forma parte de mi nostálgica e idealizada adolescencia cuando lo vi en cinta betamax y me quede salivando ante su historia directa al mentón, con un héroe semi-dios omnipotente, tenía músculos sobre los músculos, tipo de pocas palabras, pero cuando lo hacía sentenciaba, máquina de matar malos, sin dudas morales, ejército de una persona que defendía a los débiles frente al villano comunista, una mole que detestaba la burocracia y las nuevas tecnologías, hierático, un Icono del Séptimo Arte apecho descubierto, con melena y cinta roja en su cabeza, con boca torcida, siempre triste, parece llevar sobre sí cual Jesucristo el peso de los pecados de la nación USA, esto lo embestía para mí el John Rambo al que da vida Sylvester Stallone. Un mártir que intenta salvar vidas de compatriotas mientras tiene que lidiar con el hediondo politiqueo.
Desgraciadamente verla casi 40 años después de su estreno me ha supuesto una decepción épica, las costuras que no veía mi mente juvenil son ahora tsunami, el paso de las décadas la ha arrugado hasta convertirla en una parodia de sí misma en muchos aspectos, lo que antes me eran secuencias espectaculares de acción, hoy me son algunas risibles, encima su trama está sacada del film del año anterior “Desaparecido en combate” (1984) con el Tótem Chuck Norris, me ha sido una experiencia frustrante, ha sido como sentarme frente al yo de hace 38 años mientras ve esta peli y sentirme avergonzado de que le apasionara tantísimo.
Es una película de acción dirigida por el desconocido George P. Cosmatos (volvería a trabajar con Stallone un año después en “Cobra”) y protagonizada por el mencionado Sylvester Stallone, también repite su papel como el veterano de la guerra de Vietnam John Rambo, siendo una secuela de “First Blood” (1982), segunda entrega de la franquicia Rambo, coprotagonizada por Richard Crenna, repite su papel como el coronel Sam Trautman, junto con Charles Napier, Julia Nickson y Steven Berkoff. La historia es de Kevin Jarre (“Tiempos de Gloria”), con guion nada menos que de James Cameron (entre medias de escribir “Terminator” y Aliens, el regreso”, libretos que él mismo dirigiría y que le elevaron al Olimpo de Hollywood), y añadiendo los toques políticos fue la reescritura de Sylvester Stallone, en una trama inspirada en el problema POW/MIA («prisionero de guerra» POW o «desaparecido en combate» MIA) de la Guerra de Vietnam.
Fue un tremendo éxito de taquilla mundial, con un estimado de $ 150 millones recaudados en USA, siendo la segunda película más taquillera en la taquilla nacional y la tercera película más taquillera en todo el mundo en 1985. La película ganó solo $ 73,000 menos que el otro éxito de taquilla de Stallone de 1985, Rocky IV. Derivando en una franquicia que casi 40 años después de su estreno continua (“Rambo V” en 2019). Se ha convertido en la entrega más reconocida de la saga, habiendo inspirado innumerables plagios, parodias, videojuegos e imitaciones. En esta entrega es acción pura, saltos de avión terroríficos en paracaídas, rescates, traiciones, torturas, huida (precedido de su amenaza a su traidor de turno Murdock, mientras coge fuerte el micro), una tensa escena de tiroteo, machete, y explosión en un barquito de rio, un romance exprés, venganza sanguinaria, guerra de guerrilla del monocomando, con ataques camuflado (la de Rambo oculto tras el barro es un icono), con todo tipo de armas, arco con putas explosivas, con su mítico machete, con armas de repetición militares a tropel (no se tanto como para saber los nombres, llámense metralletas), planes ‘extrordinarios’ de despiste (el de la gallina es digno de Napoleón), el popular contraataque con helicóptero, y el clímax de David contra Goliat en forma de helicópteros, resuelto de una forma que visto hoy día es entre ridícula y risible (siendo benévolo), para llegar al chistoso epílogo (siempre con el filtro del tiempo). Acción violenta, salvaje, incluso hiperrealista, un festín de muertos a doquier (59 he leído que hay), falto de imaginación visual; todo ello sumado con un poquito de crítica low cost contra los tejemanejes politiqueos que se olvidan de lo esencial (al menos eso entiendo quiere exponer el film), como que los políticos americanos deseaban quitarse de encima las críticas por no traer de vuelta a los supuestos presos de guerra en Vietnam, y para ello montan un teatrillo para sacar fotos de un campamento de prisioneros en la jungla en la que no debe haber americanos, pero oh, Sorpresa!
Un producto onanista para el lucimiento exclusivo del anabolizado Stallone, falto de expresividad (ganó un Razzie por su actuación, de los cuatro del film, aunque en algunas ocasiones estos anti-premios me han resultado una falta de respeto), lo suple con mucho amor propio, de su esculpida musculatura, de sus bíceps, de su cincelado torso, la cámara se desvive por mostrar su sudoroso y cuadrificada figura, Sylvester tiene la autoestima por encima del avión del que se tira. Incluso el preso que rescata primero iba a tener algunos diálogos, pero el protagonista no quería sombra alguna y lo recortó. Para más inri, el que en la primera parte tuvo gran peso, como es Richard Crenna pasa aquí a ser un personaje residual, solo aparece en escasas ocasiones y sin peso emocional su presencia cuasi-testimonial, la trama habría sido la misma sin él, y eso que es un gran actor.
El inicio de la saga se basaba en una novela de David Morrell y que dirigió Ted Kotchef. Esta secuela fue posible a que alteraron el final del libro en que Rambo no sobrevivía. En esta continuación pervierte el mensaje de la original y pasa al ataque y se convierte en adalid reaccionario, y donde en la primigenia mataba a un solo hombre y casi por accidente defendiéndose, aquí es Rambo es un arma andante de destrucción masiva matando a diestro y siniestro.
Desgraciadamente verla casi 40 años después de su estreno me ha supuesto una decepción épica, las costuras que no veía mi mente juvenil son ahora tsunami, el paso de las décadas la ha arrugado hasta convertirla en una parodia de sí misma en muchos aspectos, lo que antes me eran secuencias espectaculares de acción, hoy me son algunas risibles, encima su trama está sacada del film del año anterior “Desaparecido en combate” (1984) con el Tótem Chuck Norris, me ha sido una experiencia frustrante, ha sido como sentarme frente al yo de hace 38 años mientras ve esta peli y sentirme avergonzado de que le apasionara tantísimo.
Es una película de acción dirigida por el desconocido George P. Cosmatos (volvería a trabajar con Stallone un año después en “Cobra”) y protagonizada por el mencionado Sylvester Stallone, también repite su papel como el veterano de la guerra de Vietnam John Rambo, siendo una secuela de “First Blood” (1982), segunda entrega de la franquicia Rambo, coprotagonizada por Richard Crenna, repite su papel como el coronel Sam Trautman, junto con Charles Napier, Julia Nickson y Steven Berkoff. La historia es de Kevin Jarre (“Tiempos de Gloria”), con guion nada menos que de James Cameron (entre medias de escribir “Terminator” y Aliens, el regreso”, libretos que él mismo dirigiría y que le elevaron al Olimpo de Hollywood), y añadiendo los toques políticos fue la reescritura de Sylvester Stallone, en una trama inspirada en el problema POW/MIA («prisionero de guerra» POW o «desaparecido en combate» MIA) de la Guerra de Vietnam.
Fue un tremendo éxito de taquilla mundial, con un estimado de $ 150 millones recaudados en USA, siendo la segunda película más taquillera en la taquilla nacional y la tercera película más taquillera en todo el mundo en 1985. La película ganó solo $ 73,000 menos que el otro éxito de taquilla de Stallone de 1985, Rocky IV. Derivando en una franquicia que casi 40 años después de su estreno continua (“Rambo V” en 2019). Se ha convertido en la entrega más reconocida de la saga, habiendo inspirado innumerables plagios, parodias, videojuegos e imitaciones. En esta entrega es acción pura, saltos de avión terroríficos en paracaídas, rescates, traiciones, torturas, huida (precedido de su amenaza a su traidor de turno Murdock, mientras coge fuerte el micro), una tensa escena de tiroteo, machete, y explosión en un barquito de rio, un romance exprés, venganza sanguinaria, guerra de guerrilla del monocomando, con ataques camuflado (la de Rambo oculto tras el barro es un icono), con todo tipo de armas, arco con putas explosivas, con su mítico machete, con armas de repetición militares a tropel (no se tanto como para saber los nombres, llámense metralletas), planes ‘extrordinarios’ de despiste (el de la gallina es digno de Napoleón), el popular contraataque con helicóptero, y el clímax de David contra Goliat en forma de helicópteros, resuelto de una forma que visto hoy día es entre ridícula y risible (siendo benévolo), para llegar al chistoso epílogo (siempre con el filtro del tiempo). Acción violenta, salvaje, incluso hiperrealista, un festín de muertos a doquier (59 he leído que hay), falto de imaginación visual; todo ello sumado con un poquito de crítica low cost contra los tejemanejes politiqueos que se olvidan de lo esencial (al menos eso entiendo quiere exponer el film), como que los políticos americanos deseaban quitarse de encima las críticas por no traer de vuelta a los supuestos presos de guerra en Vietnam, y para ello montan un teatrillo para sacar fotos de un campamento de prisioneros en la jungla en la que no debe haber americanos, pero oh, Sorpresa!
Un producto onanista para el lucimiento exclusivo del anabolizado Stallone, falto de expresividad (ganó un Razzie por su actuación, de los cuatro del film, aunque en algunas ocasiones estos anti-premios me han resultado una falta de respeto), lo suple con mucho amor propio, de su esculpida musculatura, de sus bíceps, de su cincelado torso, la cámara se desvive por mostrar su sudoroso y cuadrificada figura, Sylvester tiene la autoestima por encima del avión del que se tira. Incluso el preso que rescata primero iba a tener algunos diálogos, pero el protagonista no quería sombra alguna y lo recortó. Para más inri, el que en la primera parte tuvo gran peso, como es Richard Crenna pasa aquí a ser un personaje residual, solo aparece en escasas ocasiones y sin peso emocional su presencia cuasi-testimonial, la trama habría sido la misma sin él, y eso que es un gran actor.
El inicio de la saga se basaba en una novela de David Morrell y que dirigió Ted Kotchef. Esta secuela fue posible a que alteraron el final del libro en que Rambo no sobrevivía. En esta continuación pervierte el mensaje de la original y pasa al ataque y se convierte en adalid reaccionario, y donde en la primigenia mataba a un solo hombre y casi por accidente defendiéndose, aquí es Rambo es un arma andante de destrucción masiva matando a diestro y siniestro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tiene sus momentos épicos que han resonado en el tiempo como iconos del cine palomitero de los 80, como esas torturas con Rambo desnudo metido en el fango con los brazos extendidos cual Jesucristo, y cuando sale lo vemos lleno de sanguijuelas por todo su cuerpo y como un militar soviético (eran los nuevos nazis en los 80) le arrancaba una con su machete, luego le daban descargas eléctricas, tenemos ese salto fantástico de Rambo del barco fluvial a punto de chocar contra otro barco en llamas, tenemos como se venga del militar vietnamita (Tay encarnado como acartonado por George Cheung; no contaré el motivo de sus ansias de vendetta), está la utilización nunca antes vista en cine de puntas de flecha explosivas, tenemos el duelo desigual entre el enorme helicóptero soviético frente al débil (incluso averiado) de Rambo, y tenemos el furioso epílogo donde Rambo deja claro el poco agrado que tiene al progreso tecnológico, tenemos cuando rompe su palabra (¿?), y solo (asustando) espeta que ha cumplido su misión. Tras ello una de esas frases lapidarias para el fin (spoiler). Y tras ello, Sylvester deja claro que su sangre cuenta en la película y regala durante los créditos finales a su hermano Frank Stallone el lujo de adornar con una canción estos minutos con el chirriante tema romántico “Peace in Our Life”, grimante.
Aquí los personajes carecen de matices, o son buenos o malos, entre los primeros está por supuesto el legendario prota, está el Col. Trautman (aquí cuasi un convidado de piedra, que poco hace en realidad por ayudar a su ‘amigo’), y la que le ayuda en Vietnam, la lugareña Co (correcta Julia Nickson), pero en esta se puede ver cierto interés por que se le saque de allí y la lleven a la Tierra Prometida USA. En los segundos hay niveles, están los politicuchos que son arteros traicioneros (aquí el símbolo es Murdock encarnado por un plano Charles Napier, la comparación con su paralelo en la primera parte Bryan Dennehy es sangrante en favor del segundo; teniendo aquí de mano derecha a Ericson, al que embiste Martin Kove, pasó a la fama por su villano en “Karate Kid”), y luego los comunistas malos horribles (Steven Berkoff [clásico villano de los 80, hizo de malo en la bondiana “Octopussy” y en “Beverly Hills Cop”) como caricatura se lleva la palma, le sigue el fornido doppelgënger de Rambo, el verdugo al que da vida el bosnio Vojislav Govedarica), sin más carácter que ese, meros clichés con patas, fruto de la Guerra Fría pujante en la era Reagan, fácil de estar con unos y contra otros, todo tan simple como el mecanismo de un martillo.
Entre lo bueno y que al menos nunca la hacen aburrida está su ritmo fulgurante, trepidante, apenas llevas unos minutos y Rambo ya está tirándose en paracaídas desde el avión y a partir de aquí la acción se desboca que pequeños paréntesis para tomar respiro, una vibra narrativa impulsada por una notable edición. Ello proyectado por una vigorosa cinematografía del maestro inglés Jack Cardiff (“Los vikingos”, “La Reina de África, “Guerra y Paz”), cuatro veces nominado al Oscar y una vez ganador por la hípercromática “Narciso Negro”, aquí dejando destellos de su buen hacer con tomas vibrantes de la selva, planos preciosistas resaltando los verdes que inducen a humedad ambiental al espectador. Se suma la neurálgica música compuesta por el genial Jerry Goldsmith (con 13 nominaciones al Oscar y un premio por “La Profecía”), dirigiendo la Orquesta Filarmónica Nacional Británica, aunque Goldsmith también hizo uso intensivo de elementos electrónicos sintetizados, creando un halo épico cutáneo en el espectador con su epopéyica melodía, que escucho mientras escribo.
A pesar de los defectos mencionados, no puedo combatir contra la nostalgia, la sobrevaloro con la puntuación que le doy de un 6 sobre 10? Pero es que también es producto de entretenimiento y eso lo consigue con creces. Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://tomregan.blogspot.com/2023/07/rambo-ii.html
Aquí los personajes carecen de matices, o son buenos o malos, entre los primeros está por supuesto el legendario prota, está el Col. Trautman (aquí cuasi un convidado de piedra, que poco hace en realidad por ayudar a su ‘amigo’), y la que le ayuda en Vietnam, la lugareña Co (correcta Julia Nickson), pero en esta se puede ver cierto interés por que se le saque de allí y la lleven a la Tierra Prometida USA. En los segundos hay niveles, están los politicuchos que son arteros traicioneros (aquí el símbolo es Murdock encarnado por un plano Charles Napier, la comparación con su paralelo en la primera parte Bryan Dennehy es sangrante en favor del segundo; teniendo aquí de mano derecha a Ericson, al que embiste Martin Kove, pasó a la fama por su villano en “Karate Kid”), y luego los comunistas malos horribles (Steven Berkoff [clásico villano de los 80, hizo de malo en la bondiana “Octopussy” y en “Beverly Hills Cop”) como caricatura se lleva la palma, le sigue el fornido doppelgënger de Rambo, el verdugo al que da vida el bosnio Vojislav Govedarica), sin más carácter que ese, meros clichés con patas, fruto de la Guerra Fría pujante en la era Reagan, fácil de estar con unos y contra otros, todo tan simple como el mecanismo de un martillo.
Entre lo bueno y que al menos nunca la hacen aburrida está su ritmo fulgurante, trepidante, apenas llevas unos minutos y Rambo ya está tirándose en paracaídas desde el avión y a partir de aquí la acción se desboca que pequeños paréntesis para tomar respiro, una vibra narrativa impulsada por una notable edición. Ello proyectado por una vigorosa cinematografía del maestro inglés Jack Cardiff (“Los vikingos”, “La Reina de África, “Guerra y Paz”), cuatro veces nominado al Oscar y una vez ganador por la hípercromática “Narciso Negro”, aquí dejando destellos de su buen hacer con tomas vibrantes de la selva, planos preciosistas resaltando los verdes que inducen a humedad ambiental al espectador. Se suma la neurálgica música compuesta por el genial Jerry Goldsmith (con 13 nominaciones al Oscar y un premio por “La Profecía”), dirigiendo la Orquesta Filarmónica Nacional Británica, aunque Goldsmith también hizo uso intensivo de elementos electrónicos sintetizados, creando un halo épico cutáneo en el espectador con su epopéyica melodía, que escucho mientras escribo.
A pesar de los defectos mencionados, no puedo combatir contra la nostalgia, la sobrevaloro con la puntuación que le doy de un 6 sobre 10? Pero es que también es producto de entretenimiento y eso lo consigue con creces. Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://tomregan.blogspot.com/2023/07/rambo-ii.html
3 de noviembre de 2023
3 de noviembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es odioso agarrarse a los clichés cuando toca hablar de una secuela y repetir "más grande, más fuerte", pero dado que estamos ante un ejemplo de manual de secuela más espectacular -pues eso, más ídem- que su predecesora aún a riesgo de desvirtuar los logros dramáticos de aquella (qué carajo, me da igual) hay que bajar los brazos y acogernos tópicamente al mantra de que 'Rambo: Acorralado 2' es 'Acorralado' más grande y más fuerte. A eso le otorgó especialmente énfasis Jerry Goldsmith adobando sinfónicamente la épica de su sintonía hasta la grandilocuencia absoluta.
Sobre el papel Sylvester Stallone sumó una nueva muesca a la de gente con la que hubo fricción coescribiendo, y salió tarifando con James Cameron pasándose sus ideas, planteamientos y guión inicial por el arco del triunfo orquestando juntos un mix de romances no consumados -a Johnny le hizo tilín Julia Nickson-, redención y notas de reivindicación anti vietnam (o antiburócratas, según se mire) con dos duros como Charles Napier y Martin Kove cagándose la pata abajo cuando Sylvester anda cerca.
Sobre el papel Sylvester Stallone sumó una nueva muesca a la de gente con la que hubo fricción coescribiendo, y salió tarifando con James Cameron pasándose sus ideas, planteamientos y guión inicial por el arco del triunfo orquestando juntos un mix de romances no consumados -a Johnny le hizo tilín Julia Nickson-, redención y notas de reivindicación anti vietnam (o antiburócratas, según se mire) con dos duros como Charles Napier y Martin Kove cagándose la pata abajo cuando Sylvester anda cerca.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En el plano estrictamente bélico, Johnny Rambo se bate con los "rusos" Vojislav Govedarica y Steven Berkoff ('Barry Lyndon'), un villano de pura cepa como pocos.
Por cierto, ¿a alguien le cabe el menor asomo de duda de que la idea de un duelo de pistoleros al sol entre dos helicópteros es una aportación de Cameron?
Tampoco me atrevo a descartar que saliese de su cabeza el romance metido entre el subtexto bélico: le funcionó (y le volvería a funcionar) con Michael Biehn.
Un espectacular choque de egos que repercutió en un genial choque de trenes orquestado con oficio por el artesano George Pan Cosmatos, y al que sabes que tu héroe sobrevivirá con estoico sentido de supervivencia:
" - ¿Cómo vivirás Johnny??
- Día a día".
Por cierto, ¿a alguien le cabe el menor asomo de duda de que la idea de un duelo de pistoleros al sol entre dos helicópteros es una aportación de Cameron?
Tampoco me atrevo a descartar que saliese de su cabeza el romance metido entre el subtexto bélico: le funcionó (y le volvería a funcionar) con Michael Biehn.
Un espectacular choque de egos que repercutió en un genial choque de trenes orquestado con oficio por el artesano George Pan Cosmatos, y al que sabes que tu héroe sobrevivirá con estoico sentido de supervivencia:
" - ¿Cómo vivirás Johnny??
- Día a día".
8 de noviembre de 2024
8 de noviembre de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobrecargada, inverosímil y rebuscada secuela como tantas otras, pero innegablemente entretenida. John Rambo era sacado de la prisión para buscar prisioneros americanos del Vietcong más de una década después de la guerra. La idea era no enfrentarse con el enemigo y sólo tomar unas cuantas fotos de reconocimiento pero... Ya sabemos el resto.
Con Stallone en la mejor forma física de su vida, esta entrega dirigida por el director de "Cobra" George Pan Cosmatos (aunque las malas lenguas dicen que era un director de paja, con Sly teniendo más peso en la dirección que él en ambas películas) se filmó en México replicando al Vietnam que conocíamos de otros films similares. Rambo pasaba de héroe, a superhéroe, llevándose todo a su paso como un ciclón y dando una película de acción pura y dura ochentera, ampliamente disfrutable. Repetía Richard Crenna en el gran papel del Coronel Trautman, brillante así como en la anterior entrega.
Como toda secuela, sufre el agravio comparativo con la original y sale perdiendo por goleada, aunque bien es cierto que cuando se pone reflexiva en su escasa duración, consigue ser escuchada y tiene alguna sorpresa en su escaso guión. Por lo demás, es mejor ir en piloto automático y disfrutar de sus grandes secuencias de acción y de un Stallone que se dejó alma y sobretodo cuerpo en el papel. Creo que nadie se pone una secuela de Rambo pensando en su verosimilitud o diálogos.
Consagró al personaje de John Rambo como un icono de la cultura popular. La primera invita a reflexionar y esta segunda a disfrutar masticando una dosis de esteroides en pastillas con JB. No se enfrente al enemigo y diviértase.
Con Stallone en la mejor forma física de su vida, esta entrega dirigida por el director de "Cobra" George Pan Cosmatos (aunque las malas lenguas dicen que era un director de paja, con Sly teniendo más peso en la dirección que él en ambas películas) se filmó en México replicando al Vietnam que conocíamos de otros films similares. Rambo pasaba de héroe, a superhéroe, llevándose todo a su paso como un ciclón y dando una película de acción pura y dura ochentera, ampliamente disfrutable. Repetía Richard Crenna en el gran papel del Coronel Trautman, brillante así como en la anterior entrega.
Como toda secuela, sufre el agravio comparativo con la original y sale perdiendo por goleada, aunque bien es cierto que cuando se pone reflexiva en su escasa duración, consigue ser escuchada y tiene alguna sorpresa en su escaso guión. Por lo demás, es mejor ir en piloto automático y disfrutar de sus grandes secuencias de acción y de un Stallone que se dejó alma y sobretodo cuerpo en el papel. Creo que nadie se pone una secuela de Rambo pensando en su verosimilitud o diálogos.
Consagró al personaje de John Rambo como un icono de la cultura popular. La primera invita a reflexionar y esta segunda a disfrutar masticando una dosis de esteroides en pastillas con JB. No se enfrente al enemigo y diviértase.
5 de febrero de 2008
5 de febrero de 2008
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es mejor que la primera pero casi. Al menos en la línea de película de acción palomitera 100% disfrutable y típica de los 80 es una auténtica joya.
Stallone se olvida de la personalidad que le dio al ex-combatiente en la anterior película y se centra más en lucir su cuerpo mientras se carga a todos los vietnamitas posibles de las formas más inimaginables y no se necesita mucha actuación ni frases profundas para eso.
Es muy cierto que hay demasiada propaganda anticomunista y patriotismo yanqui camuflado además de algunas secuencias bastante absurdas (spoiler) pero que levante la mano el que no la haya disfrutado en su niñez/juventud. Ésta película ha dado de comer a muchos directores fracasados que sin éxito calcan la esencia de las escenas y del personaje.
Stallone se olvida de la personalidad que le dio al ex-combatiente en la anterior película y se centra más en lucir su cuerpo mientras se carga a todos los vietnamitas posibles de las formas más inimaginables y no se necesita mucha actuación ni frases profundas para eso.
Es muy cierto que hay demasiada propaganda anticomunista y patriotismo yanqui camuflado además de algunas secuencias bastante absurdas (spoiler) pero que levante la mano el que no la haya disfrutado en su niñez/juventud. Ésta película ha dado de comer a muchos directores fracasados que sin éxito calcan la esencia de las escenas y del personaje.
6 de abril de 2011
6 de abril de 2011
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paradigma del actioner cochentero: Stallone y Jim (sí) Cameron escribe una peli escueta con malos de tebeo, flechas voladoras, traiciones, peligro y emoción de barriga.
La banda sonora y la excelente fotografía han envejecido bien, pero lo cierto es que el filme, visto con un poco de sentido crítico, tiene pocos mimbres sobre los que sostenerse, pues la historia se apoya casi en el vació narrativo más asbosluto.
Y que verr "Hot shots 2" le cambia a uno la perspectiva, caray.
La banda sonora y la excelente fotografía han envejecido bien, pero lo cierto es que el filme, visto con un poco de sentido crítico, tiene pocos mimbres sobre los que sostenerse, pues la historia se apoya casi en el vació narrativo más asbosluto.
Y que verr "Hot shots 2" le cambia a uno la perspectiva, caray.
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