El juez
6.5
17,494
Drama
Hank Palmer (Robert Downey Jr.), un importante abogado, regresa a su hogar tras la muerte de su madre. Se entera entonces de que su padre (Robert Duvall), que es el juez del pueblo y de quien está distanciado, es sospechoso de haber cometido un crimen. Su decisión de investigar el caso lo lleva poco a poco a restablecer con los suyos una relación que estaba rota. (FILMAFFINITY)
3 de abril de 2015
3 de abril de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífico Robert Duvall. Ya acostumbrado a sus estupendas actuaciones como secundario en el Padrino, Apocalipsis Now, etc..., aquí coprotagoniza, sin más, esta estupenda cinta.
Película sólida, dura, sin sentimentalismos. Duelo de altura con Robert Downey Jr. que también está estupendo.
Lo cierto es que la ví ayer en Blu-Ray y me impresionó bastante.
No logré encontrar fisura alguna en la cinta y esto es bastante decir.
Le doy, sin más, 9 puntos.
Película sólida, dura, sin sentimentalismos. Duelo de altura con Robert Downey Jr. que también está estupendo.
Lo cierto es que la ví ayer en Blu-Ray y me impresionó bastante.
No logré encontrar fisura alguna en la cinta y esto es bastante decir.
Le doy, sin más, 9 puntos.
16 de julio de 2015
16 de julio de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que "El juez" es una americanada en toda regla donde no falta la consabida bandera americana ondeando en el viento, donde el honor tiene que ser defendido como buen ciudadano americano y mil cosas más, es algo evidente. Que la historia que implica a los personajes de Vera Farmiga y Leigthon Meesner es una chorrada y tiene un desenlace inverosímil a más no poder, también es evidente. Que una actriz tan buena como la bella Vera Farmiga y una actriz tan interesante como Leigthon Meesner están totalmente desaprovechadas aquí, es más que evidente. Que la música del gran Thomas Newman para esta película deja mucho que desear, pues tampoco pasa desapercibido. Pero "El juez" cuenta con un duelo de actores que hace que todo ésto quede en segundo plano y que te sientas atraída por esta historia de este juez interpretado por el veterano e incombustible Robert Duvall y su hijo pródigo, el más que interesante y cada día más atractivo Robert Downey Jr., quién junto a su mujer, se hace cargo del primer proyecto de producción de su productora. Un duelo de titanes éste que salva a la película de naufragar. Tengo que alabar también el buen hacer de tres secundarios como son Vincend D'Onofrio y Jeremy Strong como hermanos de Downey Jr. y el siempre correcto Billy Bob Thorton como competidor de éste a la hora de hacerse con un culpable en el juicio que les enfrenta. Merece la pena un visionado si se quiere disfrutar de lo que es una gran actuación. Por cierto, muy dura la escena del baño, como muy bien apuntan otros usuarios, una de las más emotivas de la película. Robert Duvall estuvo muy reacio a la hora de llevarla a cabo, teniendo que ser convencido pro el director, David Dobkin, para que finalmente la hiciera.
16 de enero de 2016
16 de enero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El juez" del para mí desconocido David Dobkin es un film que no me ha interesado demasiado, porque un tema similar lo hemos visto cien veces y ahora busco algo que me prenda desde el comienzo con un enfoque nuevo, lo que no es el caso. Así que me limitaré a decir que la película está bien hecha, es entretenida y comercial. Hay dos buenas interpretaciones a cargo de Robert Duvall y, sobre todo, de Robert Downey jr., quien carga con todo el peso del film.
28 de febrero de 2017
28 de febrero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
David Dobkin es un director conocido hasta ahora por comedias de enredo del tipo De boda en boda (2005). En El juez, esta especie de film judicial y romance, realiza un buen trabajo, con una narración que, como apunta Battle: “apuesta por un bienvenido clasicismo old-fashioned”, como pasado de moda, vaya, pero en bien. La película tiene un guión de Bill Dubuque, Nick Schenk y David Seidler razonablemente bueno, tal vez en exceso esquemático, que tiene empero interesantes y sugerentes subtextos. Una preciosa música de Thomas Newman, que aunque se copia a sí mismo, a mí me gusta. Y una gran fotografía nítida y luminosa con vertiginosos movimientos de cámara de Janusz Kaminski.
Excelente reparto presidido por Robert Dowley Jr. que interpreta con solvencia el papel de hermano y abogado de prestigio en Nueva York, un actor que ha crecido en edad y saber actoral, y que al igual que su padre en la película Robert Duvall, realizan papeles muy buenos e incluso de excelencia que probablemente den que hablar en los próximos Premios Oscar. Ver a Downey Jr. y a Duvall trabajar juntos resulta muy placentero, quizá el interés principal del film como luego explicaré. Ninguno trata de superar al otro, sus actuaciones sacan lo mejor de ambos. Además, no creo equivocarme si digo que un mérito del director Dobkin ha sido conseguir quitarle a Downey Jr. la armadura de Iron man y dotarlo de humanidad y sensibilidad. Vera Farmiga está esplendorosa y convincente. Billy Bob Thornton hace una gran un rol de fiscal honesto, astuto y frío, a la vez que justo y humano, que batalla con el rico y elegante abogado defensor hijo del juez; un gran trabajo, preciso, y es que Thornton añade un importante vértice de tensión al film, pero sin caer en la tentación del exceso actoral. Vicent D´Onofrio, extraordinario en el hermano mayor fracasado y truncado en su carrera deportiva por un accidente provocado por su hermano. Jeremy Strong, magnífico como hermano retrasado que, empero, es la conciencia de la familia.
Dax Shepard, abogado de segunda, muy bien. Y junto a ellos un generoso equipo de reparto con Leigthon Meester (bella y sensual); David Krumholtz, Blathazar Getty, Sarah Lancaster, Ken Howard, Grace Zabriskie y Denis O´Hare. Nadie podrá decir que el reparto no es brillante. Creo que los actores sacan momentos de verdad que resuenan con emoción, en estado puro, incluso en las circunstancias que parecen más artificiales.
Realmente esta película, al igual que uno de esos huracanes (como el sale en el film) en la zona de Indianápolis, es como una ráfaga fuerte de viento por su fascinación, su historia familiar omnipresente, y la circunstancia de que no se pueda definir estricto sensu como un thriller judicial, puesto que se intercalan aspectos y envolturas de diverso plumaje donde cabe la familia, el pueblo del que son oriundos los personajes, el poderoso mundo afectivo que rige las relaciones paterno-fliales y las relaciones entre hermanos, la propia historia de sus personajes en el reducido entorno de una pequeña ciudad de la américa del norte más tradicional y en cierto modo profunda. En fin, todo eso bien batido y mezclado, es esta película, que en ocasiones sirve también para hacer apología de los valores americanos, lo que incluye, claro está, a la justicia estadounidense y el sistema del jurado popular, argumentos con los que yo particularmente no estoy de acuerdo. O sea, que yo prefiero un juez que no un jurado, más aún si nos damos cuenta de las triquiñuelas y argucias a la hora de elegir a los miembros de estos jurados.
Las películas de juicios conforman un género entre mis favoritos. Y cuando aparece una como esta, no la dejo pasar ni de broma. Entonces me doy cuenta de lo fácilmente y lo rápido que te engancha toda la ceremonia legal propia de los juicios en los EE.UU., y cómo uno se deja llevar queriéndose anticipar a los acontecimientos que se suceden en el transcurso del mismo. Como señala Weinrichter: «El juez es un ejemplo canónico de ese tipo de película que casi se puede tararear, como una canción que se sabe de memoria, o como un blues (digamos) que se oye por primera vez pero del que sabemos siempre por dónde va a tirar: en este caso, sabemos que habrá testimonios imprevistos, revelaciones asombrosas, parrafadas brillantes, un fiscal odioso que manipula a quienes sube al estrado, etc. etc. La novedad reside en que aquí el protagonista debe defender a su padre, con el que hace años que no se habla.»
En resolución, una obra muy recomendable para los amantes de la interpretación. Y el resto, pues también resulta entretenido, incluyendo toques de amor y de humor bien elaborados. Yo la recomiendo sin dudar, pues además no hay mucho donde elegir en esta época del año. Al menos yo ya he visto el resto de estrenos que merecían la pena, y los he comentado en esta página de ojo-crítico.
Excelente reparto presidido por Robert Dowley Jr. que interpreta con solvencia el papel de hermano y abogado de prestigio en Nueva York, un actor que ha crecido en edad y saber actoral, y que al igual que su padre en la película Robert Duvall, realizan papeles muy buenos e incluso de excelencia que probablemente den que hablar en los próximos Premios Oscar. Ver a Downey Jr. y a Duvall trabajar juntos resulta muy placentero, quizá el interés principal del film como luego explicaré. Ninguno trata de superar al otro, sus actuaciones sacan lo mejor de ambos. Además, no creo equivocarme si digo que un mérito del director Dobkin ha sido conseguir quitarle a Downey Jr. la armadura de Iron man y dotarlo de humanidad y sensibilidad. Vera Farmiga está esplendorosa y convincente. Billy Bob Thornton hace una gran un rol de fiscal honesto, astuto y frío, a la vez que justo y humano, que batalla con el rico y elegante abogado defensor hijo del juez; un gran trabajo, preciso, y es que Thornton añade un importante vértice de tensión al film, pero sin caer en la tentación del exceso actoral. Vicent D´Onofrio, extraordinario en el hermano mayor fracasado y truncado en su carrera deportiva por un accidente provocado por su hermano. Jeremy Strong, magnífico como hermano retrasado que, empero, es la conciencia de la familia.
Dax Shepard, abogado de segunda, muy bien. Y junto a ellos un generoso equipo de reparto con Leigthon Meester (bella y sensual); David Krumholtz, Blathazar Getty, Sarah Lancaster, Ken Howard, Grace Zabriskie y Denis O´Hare. Nadie podrá decir que el reparto no es brillante. Creo que los actores sacan momentos de verdad que resuenan con emoción, en estado puro, incluso en las circunstancias que parecen más artificiales.
Realmente esta película, al igual que uno de esos huracanes (como el sale en el film) en la zona de Indianápolis, es como una ráfaga fuerte de viento por su fascinación, su historia familiar omnipresente, y la circunstancia de que no se pueda definir estricto sensu como un thriller judicial, puesto que se intercalan aspectos y envolturas de diverso plumaje donde cabe la familia, el pueblo del que son oriundos los personajes, el poderoso mundo afectivo que rige las relaciones paterno-fliales y las relaciones entre hermanos, la propia historia de sus personajes en el reducido entorno de una pequeña ciudad de la américa del norte más tradicional y en cierto modo profunda. En fin, todo eso bien batido y mezclado, es esta película, que en ocasiones sirve también para hacer apología de los valores americanos, lo que incluye, claro está, a la justicia estadounidense y el sistema del jurado popular, argumentos con los que yo particularmente no estoy de acuerdo. O sea, que yo prefiero un juez que no un jurado, más aún si nos damos cuenta de las triquiñuelas y argucias a la hora de elegir a los miembros de estos jurados.
Las películas de juicios conforman un género entre mis favoritos. Y cuando aparece una como esta, no la dejo pasar ni de broma. Entonces me doy cuenta de lo fácilmente y lo rápido que te engancha toda la ceremonia legal propia de los juicios en los EE.UU., y cómo uno se deja llevar queriéndose anticipar a los acontecimientos que se suceden en el transcurso del mismo. Como señala Weinrichter: «El juez es un ejemplo canónico de ese tipo de película que casi se puede tararear, como una canción que se sabe de memoria, o como un blues (digamos) que se oye por primera vez pero del que sabemos siempre por dónde va a tirar: en este caso, sabemos que habrá testimonios imprevistos, revelaciones asombrosas, parrafadas brillantes, un fiscal odioso que manipula a quienes sube al estrado, etc. etc. La novedad reside en que aquí el protagonista debe defender a su padre, con el que hace años que no se habla.»
En resolución, una obra muy recomendable para los amantes de la interpretación. Y el resto, pues también resulta entretenido, incluyendo toques de amor y de humor bien elaborados. Yo la recomiendo sin dudar, pues además no hay mucho donde elegir en esta época del año. Al menos yo ya he visto el resto de estrenos que merecían la pena, y los he comentado en esta página de ojo-crítico.
18 de octubre de 2014
18 de octubre de 2014
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los protagónicos se llevan los mayores créditos, los guionistas y el director parece que se hubieran dispuesto a marear al expectador y yo creo que a Downey y Duvall también: interminables idas y venidas, numerosos flashbacks, reiteradas vueltas al mismo tema, termina confundiendo, y una pelicula se hace para tener que ser vista una vez, después uno decide si la vuelve a ver para analizarla más en profundidad a menos que sea una nueva estrategia de marketing. Escenas memorables entre padre e hijo entre Downey y Duvall. Creo que la película tiene algún valor por la presencia de ambos actores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Si bien un recuerdo de la niñez filmado en super 8 con pianito acompañando es efectivo siempre, acá lo repiten como si formara parte de la trama del thriller a pesar de que en alguna de sus exposiciones nos da la pauta de lo que pasó con el hermano menor y por qué.
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