#ElJuez es una película hecha para gustar a al público mayoritario con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. Por un lado es una película entretenida, con puntos graciosos y actores con carisma. Por otro sigue a rajatabla la estructura de un melodrama al uso y tiene momentos emotivos para congratularnos con el ser humano. Al final el balance acaba siendo positivo por un par de escenas con más chicha de la habitual pero desde luego que nadie espere más que un mero entretenimiento.

+ Críticas en https://www.facebook.com/NubeColeto

Cargada de emotividad y de actuaciones sublimes. El Juez es una película para concientizar sobre las propias actitudes humanas. Los temas como la justicia, el orgullo, la vejez y la idiosincrasia de un pueblo que nunca cambia, son los fuertes argumentos que tienen al espectador esperando un desenlace. Con algunos tintes cómicos, como lo que siempre aporta Robert Downey Jr. en sus películas, distienden la presión. Recomendable

Por el sólo placer de ver a Rober Downey Jr. y Robert Duvall vale la pena la película. Tiene algo de humor muy sutil, un poquito de suspenso pero aunque la trama tiene algunos vacíos yo puedo calificar la película como buena. El hecho de no sentir el tiempo que dura, las actuaciones estelares de estos señores hacen de verdad que valga el tiempo y el boleto.

El actor mejor pagado de la actualidad, Robert Downey Jr deja momentáneamente el terreno de los blockbusters para embarcarse (también como productor) en un melodrama judicial de aire académico.

Un drama que se centra principalmente en la difícil relación entre padre e hijo, este último vuelve a su pueblo de nacimiento a causa del fallecimiento de su madre y deberá quedarse al ser su padre acusado de un asesinato mientras iba en coche. La trama va madurando a los dos personajes mostrándonos como son realmente tras la capa que les protege y con la clásica redención dramática entre ellos.

Un filme notable en lo dramático pero a la que le falta personalidad por parte de Dobkin y un guión que ciertamente ya hemos visto más de una vez nos aporta una sensación de ligera decepción. Pero son los excelentes padre e hijo de la ficción, Robert Downey Jr y Robert Duvall los que dotan de profundidad y emotividad a este correcto melodrama, que cuenta también con otra buena partitura de Thomas Newman.

Aquí tenemos un manual de estilo para hacer que una película resulte brillante aunque tenga una historia realmente pobre. Parece ser que basta hacerse a la elaboración de un par de personajes que oscilan entre el amor y el odio y que se guardan secretos y luego se sacan los trapos sucios al sol: así son padre e hijo en esta colosal muestra de química actoral, estilo Agosto, estilo teatro de Miller. Lo que deleita aquí no es tanto la trama como las escenas en las que padre e hijo se divierten haciéndonos padecer la identificación con sus relaciones.
Hay detalles curiosos en lo que esta película revela: como las diferencias en la forma de concebir el derecho entre unos y otros, y las posibilidades que ofrecen las grandes ciudades versus los pueblos en los usualmente germinan algunos genios y talentos que se sienten desperdiciados en su tierra. Hay una moraleja por demás interesante con el final, aunque estas cosas quedan apenas insinuadas.