Un gato sobre el tejado caliente
8.0
22,938
Drama
La inminente muerte del anciano patriarca de una acomodada familia sureña crea una gran tensión ambiental. Uno de sus hijos, Brick, indeciso y apático, se refugia en el alcohol y se muestra completamente indiferente ante la situación, pero Maggie, su mujer, no está dispuesta a contemplar impasible su destrucción. El otro hijo, Gooper, al igual que su esposa, es ambicioso y oportunista. (FILMAFFINITY)
28 de febrero de 2007
28 de febrero de 2007
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Expléndidamente interpretada por cada uno de los personajes, las discusiones entre ellos con unos diálogos tan mordaces como medidos en su forma hacen que esta película sea indispensable.
28 de octubre de 2007
28 de octubre de 2007
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca hubo una pareja de actores mas alejados de la imperfección del ser humano, excelente adaptación de la obra original, una interpretación por parte de los dos insuperable, no puedes dejar de mirarlos...
31 de agosto de 2012
31 de agosto de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Elizabeth Taylor y Paul Newman forman (quizá) la pareja más atractiva del celuloide en esta gran película de Richard Brooks. Y digo de Richard Brooks porque creo sinceramente que enriquece y mejora la obra original de Tennessee Williams.
La belleza de Paul Newman es escandalosa, y tan guapo está en «La gata sobre el tejado de zinc» que no se le puede ni mirar del impacto que su presencia produce en los sentidos. Arrebatador es poco. Lógico, pues, que con un marido así la pobre y bella Maggie se resista a abandonar ese tejado caliente y, según se mire, hasta peligroso. Que hombre, por favor, que hombre.
Mucho se habla de la homosexualidad oculta de la película, pero a decir verdad considero que se está exagerando el tema. Visto y repasado el argumento, el único posible homosexual es el amigo ausente, aunque en su caso podría hablarse incluso de bisexualidad, teniendo en cuenta su comportamiento con Maggie. Sea como sea, el protagonista Brick no entra en ese juego de homosexuales reprimidos, por mucho que se insista en algo que no convence ni a la propia película. La amistad defraudada, la culpa y los celos insoportables son los auténticos demonios de un Brick inmaduro y desganado.
De nuevo el Cine hecho Teatro, con un escenario mínimo y, eso sí, unos actores impresionantes y unos diálogos que valen su peso en oro. En eso se sustenta la película, y de esta manera triunfa. Porque Anderson, Ives, Newman, Carson o Taylor son demasiado buenos, demasiado. Los personajes se desbordan por completo y el espectador siente lo que ellos sienten, se adentra en el laberinto familiar y esencialmente humano de frustraciones, mentiras y añoranzas, y se sube a los tejados con todos ellos. Y mira que el tejado arde.
Clasicazo de los buenos.
La belleza de Paul Newman es escandalosa, y tan guapo está en «La gata sobre el tejado de zinc» que no se le puede ni mirar del impacto que su presencia produce en los sentidos. Arrebatador es poco. Lógico, pues, que con un marido así la pobre y bella Maggie se resista a abandonar ese tejado caliente y, según se mire, hasta peligroso. Que hombre, por favor, que hombre.
Mucho se habla de la homosexualidad oculta de la película, pero a decir verdad considero que se está exagerando el tema. Visto y repasado el argumento, el único posible homosexual es el amigo ausente, aunque en su caso podría hablarse incluso de bisexualidad, teniendo en cuenta su comportamiento con Maggie. Sea como sea, el protagonista Brick no entra en ese juego de homosexuales reprimidos, por mucho que se insista en algo que no convence ni a la propia película. La amistad defraudada, la culpa y los celos insoportables son los auténticos demonios de un Brick inmaduro y desganado.
De nuevo el Cine hecho Teatro, con un escenario mínimo y, eso sí, unos actores impresionantes y unos diálogos que valen su peso en oro. En eso se sustenta la película, y de esta manera triunfa. Porque Anderson, Ives, Newman, Carson o Taylor son demasiado buenos, demasiado. Los personajes se desbordan por completo y el espectador siente lo que ellos sienten, se adentra en el laberinto familiar y esencialmente humano de frustraciones, mentiras y añoranzas, y se sube a los tejados con todos ellos. Y mira que el tejado arde.
Clasicazo de los buenos.
10 de diciembre de 2007
10 de diciembre de 2007
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la obra teatral del genial Tennessee Williams con magníficas interpretaciones de sus protagonistas, entre los que para mi gusto cabe destacar a Burl Ives (el patriarca) casi tanto como a la fabulosa pareja protagonista, que destila sensualidad en cada una de sus apariciones.
Me parece una historia de la que hay mucho que aprender.
Me parece una historia de la que hay mucho que aprender.
2 de noviembre de 2009
2 de noviembre de 2009
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una magnífica e intensa película, un clásico del cine americano. Fruto de la unión del gran talento de Williams, del talento de Brooks para las adaptaciones literarias y la acertada elección del reparto, en el que dos de los más petulantes y discutibles mitos de su época logran transmitir con solidez y convicción la complejidad de sus personajes, realmente atormentados e inestables. Aquí, Taylor y Newman suman para la película y no restan, lo cual es un mérito muy considerable.
"La gata sobre el tejado de zinc" es una disección con afilado bísturi de una familia acaudalada americana y por extensión del "american way of life" que se desarrolla en apenas unas horas y en la que salen a flote todo el océano de frustraciones, mentiras y desazones que han creado la textura de una falsa institución. Hay muchos mares dentro de ese océano: un mar separa al inválido y alcohólico premeditado Newman de la caliente y desesperada Taylor; un mar separa a la hipermaternal Anderson de la todavía estéril Taylor; un mar separa al moribundo y orondo patriarca Ives -excelente- de su enamorada y ciega esposa; un mar separa a un hermano del otro; un mar separa a Newman de todos, hasta que su padre tiende un puente sincero, último, doloroso, pero verdadero, por el que al menos, y transitoriamente, puedan cruzar de un lado a otro la gata Taylor para ver si se deja amar, de una vez por todas, por el reacio gato -como todo buen gato- Newman. Para que pase del caliente tejado de zinc al suave tejado de la cama.
"La gata sobre el tejado de zinc" es una disección con afilado bísturi de una familia acaudalada americana y por extensión del "american way of life" que se desarrolla en apenas unas horas y en la que salen a flote todo el océano de frustraciones, mentiras y desazones que han creado la textura de una falsa institución. Hay muchos mares dentro de ese océano: un mar separa al inválido y alcohólico premeditado Newman de la caliente y desesperada Taylor; un mar separa a la hipermaternal Anderson de la todavía estéril Taylor; un mar separa al moribundo y orondo patriarca Ives -excelente- de su enamorada y ciega esposa; un mar separa a un hermano del otro; un mar separa a Newman de todos, hasta que su padre tiende un puente sincero, último, doloroso, pero verdadero, por el que al menos, y transitoriamente, puedan cruzar de un lado a otro la gata Taylor para ver si se deja amar, de una vez por todas, por el reacio gato -como todo buen gato- Newman. Para que pase del caliente tejado de zinc al suave tejado de la cama.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here