La cruz de hierro
7.4
12,270
Bélico
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En el frente oriental, un escuadrón de soldados alemanes, capitaneados por un duro oficial, se enfrenta a las temibles hordas del ejército ruso. El pelotón germano está liderado por el respetado sargento Steiner (James Coburn), pero también tendrá que hacer frente a las decisiones ambiciosas y suicidas del capitán Stransky (Maximilian Schell), un aristócrata prusiano recién llegado al frente que busca ... [+]
28 de mayo de 2006
28 de mayo de 2006
7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las pocas películas de la WW2 en que los "héroes" son alemanes, aún cuando se presenta un respetuoso punto de vista sobre los soldados rusos, el conflicto es interno...Excelentes actuaciones...sobre todo David Warner, un excelente actor siempre relegado a roles secundarios...(algo parecido a lo que ocurre hoy con William H. Macy)
11 de abril de 2010
11 de abril de 2010
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este fantástico filme de Sam Peckimpah, dirigido en 1977, cuenta la historia del duro sargento Steiner y de su pelotón. De como este suboficial, odia la guerra en la que lucha por obligación. De que su unica preocupación es hacer que el y sus hombres vuelvan al hogar sanos y salvos. Por esto, el sargento Steiner, a pesar de sus multiples tropelias y mal caracter con sus superiores, hace que estos le protejan, porque siempre cuida de los suyos, e incluso lo vemos aparecer condecorado con una Cruz de Hierro, la máxima distinción que otorga el ejercito alemán.
La acción del filme se situa en el frente oriental a finales de 1943, con el aplastante rodillo sovietico persiguiendo a las fuerzas del Eje que atacaron a la URSS.
El caracter pacifista de Steiner choca con el del nuevo oficial que llega, el capitán Stranky, el cual pidió un traslado desde la Francia ocupada hasta el frente oriental para conseguir una Cruz de Hierro, y no se detendrá en nada para conseguir este fin.
Esta película, no solo tiene unas escenas impactantes de acción, si no también unas imágenes bellísimas que la convierten en una obra antibelicista recomendable para un público medianamente maduro.
Las escenas violentan son esplícitas, mostrando la crudeza del conflicto, y nuevamente el caracter honorable de Steiner, ya que en más de una situación, intenta proteger al más desfavorecido a pesar de los problemas que eso le acarrea.
En el aspecto histórico, como es habitual en Peckimpah, está bien hecho y bien cuidado, detalles desde las botas de los soldados de ambos bandos, hasta ver como algunos soldados de la Wertmach, cambián sus subfusiles MP40 de 32 balas por los PPSH rusos de un calibre ligeramente inferior pero de mejor manufactura y de un más que generoso cargador de 71 proyectiles. También podemos ver que los tanques rusos son T34 y demás aspectos relaccionados con la uniformología y el caracter histórico militar de la cinta.
Queda decir, que esta película tiene una horrorosa secuela, que ni cuenta con Peckimpah en la dirección ni con James Coburn en el papel de Steiner. Este bodrio se llama Cerco Roto, la cual está plagada de fallos, malas interpretaciones y solo merece todo mi asco y mi desprecio, por que es explotar una obra de arte más de la cuenta y lo unico que consiguen es el rechazo.
La acción del filme se situa en el frente oriental a finales de 1943, con el aplastante rodillo sovietico persiguiendo a las fuerzas del Eje que atacaron a la URSS.
El caracter pacifista de Steiner choca con el del nuevo oficial que llega, el capitán Stranky, el cual pidió un traslado desde la Francia ocupada hasta el frente oriental para conseguir una Cruz de Hierro, y no se detendrá en nada para conseguir este fin.
Esta película, no solo tiene unas escenas impactantes de acción, si no también unas imágenes bellísimas que la convierten en una obra antibelicista recomendable para un público medianamente maduro.
Las escenas violentan son esplícitas, mostrando la crudeza del conflicto, y nuevamente el caracter honorable de Steiner, ya que en más de una situación, intenta proteger al más desfavorecido a pesar de los problemas que eso le acarrea.
En el aspecto histórico, como es habitual en Peckimpah, está bien hecho y bien cuidado, detalles desde las botas de los soldados de ambos bandos, hasta ver como algunos soldados de la Wertmach, cambián sus subfusiles MP40 de 32 balas por los PPSH rusos de un calibre ligeramente inferior pero de mejor manufactura y de un más que generoso cargador de 71 proyectiles. También podemos ver que los tanques rusos son T34 y demás aspectos relaccionados con la uniformología y el caracter histórico militar de la cinta.
Queda decir, que esta película tiene una horrorosa secuela, que ni cuenta con Peckimpah en la dirección ni con James Coburn en el papel de Steiner. Este bodrio se llama Cerco Roto, la cual está plagada de fallos, malas interpretaciones y solo merece todo mi asco y mi desprecio, por que es explotar una obra de arte más de la cuenta y lo unico que consiguen es el rechazo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El antibelicismo del filme, no solo se ve en la crudeza de las imágenes de acción, si no en la parte en la que se ve como un general alemán visita un hospital de campaña y sale casi vomitando al ver a sus hombres mutilados tras el combate. También podemos ver como uno de lo hombres del pelotón de Steiner, intenta violar a una prisionera rusa, y en venganza, Steiner lo deja a merced de las demás prisioneras que le dan muerte al bastardo.
Y aquí la impactante conversación final.
Stranksy: "Le mostraré cómo lucha un oficial prusiano"
Steiner: "Y yo le mostraré dónde crecen las cruces de hierro"
Y aquí la impactante conversación final.
Stranksy: "Le mostraré cómo lucha un oficial prusiano"
Steiner: "Y yo le mostraré dónde crecen las cruces de hierro"
3 de febrero de 2009
3 de febrero de 2009
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Venga que le mostrare donde crecen las cruces de hierro”. La frese es antológica, de esas que se hacen legendarias y que quedan para siempre en la historia del cine. No todos los alemanes eran malos, ni todos eran nazistas, ni tan siquiera partidarios del dictador. No luchaban por ideales ni por un país hegemónico y dominante, muchísimos luchaban simplemente por sobrevivir en aquella debacle que era el frente ruso hacia el final de la guerra, y no era poco, otros luchaban contra la incomprensión, contra sus propios principios, y los había que ya no sabían hacer otra cosa. Y también existía una especie peor, el que pretendía que la guerra le sirviera de reconocimiento social, como una forma de destacar ante los de su clase y se permitían el lujo de jugar con la muerte de los demás.
Peckinpah es tremendamente violento en su cine, innecesariamente violento, no es preciso exagerar ni mostrar tanto, regodearse en ello como si sintiera cierto placer y no me creo el rollo ese de mostrar la violencia como instinto natural del hombre, es posible que así sea en algunos seres humanos, pero tampoco se trata de ensalzarlo como si fuera una virtud. Todos sabemos que en las guerras hay tiros y bombas y mutilados y muertos, es la guerra, no se trata de una fiesta, pero bastantes escenas de esta película son innecesariamente violentas.
Por suerte Peckinpah también atesora un gran talento y nos regala otras escenas donde nos conmueve y nos emociona, con maestría nos habla de las miserias del ser humano pero también del altruismo y del compañerismo, algo de lo que está muy necesitado nuestro mundo de hoy, hay tres o cuatro secuencias impagables en las que recuperamos el cine con mayúsculas, lastima de tanta violencia gratuita, de no ser así Peckinpah hubiera completado a mi entender una cinta redonda. A pesar de ello y por alguno de esos momentos y por el sargento Steiner, por la enfermera, por el niño ruso y por algunos otros detalles estamos sin duda ante lo mejor que se ha hecho en el cine bélico.
Peckinpah es tremendamente violento en su cine, innecesariamente violento, no es preciso exagerar ni mostrar tanto, regodearse en ello como si sintiera cierto placer y no me creo el rollo ese de mostrar la violencia como instinto natural del hombre, es posible que así sea en algunos seres humanos, pero tampoco se trata de ensalzarlo como si fuera una virtud. Todos sabemos que en las guerras hay tiros y bombas y mutilados y muertos, es la guerra, no se trata de una fiesta, pero bastantes escenas de esta película son innecesariamente violentas.
Por suerte Peckinpah también atesora un gran talento y nos regala otras escenas donde nos conmueve y nos emociona, con maestría nos habla de las miserias del ser humano pero también del altruismo y del compañerismo, algo de lo que está muy necesitado nuestro mundo de hoy, hay tres o cuatro secuencias impagables en las que recuperamos el cine con mayúsculas, lastima de tanta violencia gratuita, de no ser así Peckinpah hubiera completado a mi entender una cinta redonda. A pesar de ello y por alguno de esos momentos y por el sargento Steiner, por la enfermera, por el niño ruso y por algunos otros detalles estamos sin duda ante lo mejor que se ha hecho en el cine bélico.
3 de abril de 2011
3 de abril de 2011
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Memorable película que narra las visicitudes de un grupo de soldados alemanes en el Frente Ruso. Tiene momentos y frases antológicas que pueden llegar a enamorar como fue mi caso. Si bien la parte central de la película puede parecer demasiado surrealista y algo pesada, sólo es un espejismo, puesto que la película tienen un principio, desarrollo y final, memorables.
La lucha de un grupo de alemanes por su supervivencia y por seguir las órdenes político-militares en aras simplemente de defender su dignidad y honor. Película antibélica que plasma las miserias de la condición humana en tales situaciones. Emoción, egoísmo, avaricia, amor, compañerismo..., todo bajo el sonido contínuo e incesante de bombas y tiros.
Steiner, tiene un puesto de lujo en la antología del cine bélico. Y de mano del incomparable e insustituible, Sam Peckinpah.
La lucha de un grupo de alemanes por su supervivencia y por seguir las órdenes político-militares en aras simplemente de defender su dignidad y honor. Película antibélica que plasma las miserias de la condición humana en tales situaciones. Emoción, egoísmo, avaricia, amor, compañerismo..., todo bajo el sonido contínuo e incesante de bombas y tiros.
Steiner, tiene un puesto de lujo en la antología del cine bélico. Y de mano del incomparable e insustituible, Sam Peckinpah.
1 de febrero de 2013
1 de febrero de 2013
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enorme, homérica, épica.
Hiperrealista, violenta, lacónica, dura, cruda.
Sucia, inmoral, impúdica, injusta, odiosa.
Con elementos de crítica social y ética.
Y sin caer en ningún momento en clichés pacifistas de "lo absurdo de la guerra" y esas mierdas.
Eso sí, con interesantes prejuicios hacia las mujeres (de nuevo, las sirenas de Peckinpah, seductoras pero traidoras y letales) y la homosexualidad, puntal, en la película, de la bajeza moral.
Todo perfectamente bien escrito (Tarantino antes de Tarantino), perfectamente interpretado por un casting genial y sostenida por el rugido de las bombas, las MG-42, las PPSh y las MP-40.
Diez perfecto. Ven y mira.
Hiperrealista, violenta, lacónica, dura, cruda.
Sucia, inmoral, impúdica, injusta, odiosa.
Con elementos de crítica social y ética.
Y sin caer en ningún momento en clichés pacifistas de "lo absurdo de la guerra" y esas mierdas.
Eso sí, con interesantes prejuicios hacia las mujeres (de nuevo, las sirenas de Peckinpah, seductoras pero traidoras y letales) y la homosexualidad, puntal, en la película, de la bajeza moral.
Todo perfectamente bien escrito (Tarantino antes de Tarantino), perfectamente interpretado por un casting genial y sostenida por el rugido de las bombas, las MG-42, las PPSh y las MP-40.
Diez perfecto. Ven y mira.
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