La película empieza bastante bien. Un planteamiento original y atrevido, que se aleja de la cotidianidad del cine actual. Pero todo se va a la mierda en cuanto se empieza a navegar por las aguas de lo progre: mujeres empoderadas, machirulos deconstruidos, lesbianas negras y comunistas, aliades... El pack completo, oiga.

Una pena que lo que podría haber sido una gran película, se pierda en pro de lanzar mensajes ideológicos que ya cansan.

Una historia delirante, aunque qué esperar de Lanthimos. La historia es una mezcla inclasificable de vivencias y tramas donde se mezclan la investigación "médica" sin escrúpulos, los abusos sexuales y la prostitución. La historia no aporta nada y sólo creo que es salvable por las espectaculares actuaciones de Emma Stone, Willem Dafoe y Mark Ruffalo. Más allá de eso es la típica película tan de moda actualmente que se excede en lo excéntrico buscando ser algo inclasificable para lograr por su extrañeza la admiración de una industria aburrida y que sólo tiende a lo extravagante. Por supuesto mete con calzador (¡cómo no!) el tema Queer con la relación lésbica (encima con una mujer negra, por supuesto).

Para variar,
un hombre con muchos hombres queriendo "hablar" por las mujeres. Esto de feminista no tiene nada.

El guion pareciera hacernos cómplices de la infumable fantasía masculina en la que el deseo se ve representado por una figura femenina, bella, frágil, sumisa y forzadamente sexualizada, pero ante todo y lo más peligroso que quisiera resaltar, una sexualidad híper infantilizada.


Como mínimo inquietante la constante y borrosa línea entre el consentimiento y la sumisión.
Exploración y explotación son dos universos muy distintos que en el film poco pareciera importar.

¿Se plantea algún cuestionamiento acerca de la sexualidad en una persona que presenta deficiencias cognitivas? Yo solo percibo una fantasía morbosa y alarmante llevada con excesiva pretensión y poca novedad a la pantalla.

Abusivas las tomas con gran angular, una estética lograda pero poco original con fondos que emulan las ya sobradas imágenes de inteligencia artificial que nos rodean, retorcida sin justificación ni fundamento. El rechazo no me habilita a destacar nada más que algunas actuaciones.

Considero muchas veces acertada la necesidad de generarnos incomodidad como espectadores, pero esta incomodidad lejos de buscar generar preguntas pareciera satisfacer un morbo que debiéramos traer a discusión con más profundidad.

No me extraña en absoluto que a día de hoy esta película esté en Disney, es el lugar adecuado para ella teniendo en cuenta su propuesta infantiloide, de mensajes baratos y fácilmente comprensibles, absolutamente dirigidos a una sociedad que está perdiendo todo atisbo de sentido crítico para sumergirse en paquetes ideológicos comprados en lote y ante los cuales cualquier atisbo de disensión es poco menos que una herejía.

Primero trataré su aspecto formal: pretencioso. La fotografía es muy artificial y está plagada de filtros y de pantallas verdes rellenas con fondos de escritorio. En cuanto a la estética, opta por un steam-punk parecido al de "Hijos de los hombres", solo que lo que allí era puro acierto y poesía, con imágenes reales, aquí es infografía barata, para qué montar un escenario, qué pereza.

La historia no puede ser más sencilla: una mezcla de Frankenstein y Cándido de Voltaire, solo que aquí, sibilinamente, se tiñe todo de un discurso mainstream feminista que convierte esta película en un vulgar panfleto hecho por y para la sociedad woke, que la va a alabar por sus "ideas" pero no por su capacidad para hacer sentir, que es más bien poca. Esto es como si Pol Pot decide hacer una película con sus ideas sobre "empezar de cero", "borrón y cuenta nueva" y "utopía agraria", le habría salido algo muy parecido a esto, ideología pura y dura, panfleto, propaganda, es decir, basura.

Son dos horas y veinte de discurso "feminista supremacista" y de wokismo extremo, de borrón y cuenta nueva, abogando a favor de la disolución de la familia, de las relaciones, del amor y de cualquier cosa que tenga que ver con lo que ha sido columna vertebral de la cultura desde que la sociedad es sociedad. Adoctrinamiento, vaya, lavado de cerebro para los niños y aplausos de adultos convencidos y comprometidos.

Por supuesto, todas las mujeres aquí son personas sometidas y todos los hombres son malvados, absorbentes, puteros, posesivos y tóxicos. Los únicos que escapan a esta clasificación son un "aliade" (es decir, un calzonazos) y un negro gay. El chiste se cuenta solo. El final, horroroso y de muy mal gusto: baste imaginar que a alguien se le ocurriera recrearlo pero invirtiendo el papel de hombres y mujeres. Tendría que escapar de su país.

Nauseabunda y vomitiva.

Me dejé llevar por la crítica de la película y su gran puntuación pensando "parece que está bien", "es algo diferente, original y a las muy malas, al menos habré visto una buena película". Bueno, es algo "diferente" desde luego, algo MUY diferente.

Será que no supe desconectar del hecho que Bella, por muy cuerpo de mujer que tenga, tiene la mentalidad de una niña, porque ÉS una niña. Eso sí, la película no tiene ningún reparo en hacer de Bella un objeto de personajes cada cual más turbio, enfocándose en su sexualidad ya desde un inicio mientras esta llega a hacer de todo. Eso sí, mostrándote en todo momento como Bella se comporta, habla y actúa como una niña mientras parece que haya entrado en la adolescencia, con las hormonas por las nubes.

Está claro que soy yo, aparentemente le ha gustado a muchísima gente, pero para mí me ha resultado una película de muy mal gusto, turbia de una forma que realmente no entiendo donde tiene la gracia.