Nolan entrega otro recital sobre cómo escribir, planificar y rodar gran cine con esta 'Dunkerque'. Una experiencia visual, sonora y narrativa que explota al máximo las capacidades de su historia. Sin mucho diálogo, ni tampoco mucho contexto, logra hacer que dibujes a sus personajes, te identifiques con ellos y explores su angustia y terror. Porque hay momentos de verdadero pavor. Estamos ante la que sea tal vez mi película bélica favorita. Todo un logro artístico y técnico. Gran película.

En cuanto efectos especiales y ambientación genial, pero el resto de cosas.. bastante regular-mal.

Lees que sale Tom Hardy y Cillian Murphy y dices venga va que pueden hacer una gran actuación y puede ser buena peli de la 2º Guerra Mundial pero para nada es así.Tienen poco protagonismo estos dos actores.. es que ni recuerdo que hablase Tom Hardy.

Cada vez que sale una película de la 2º Guerra Mundial me la veo y de guerras..de verdad que ha sido la más desilusionante que he visto,y más con este pedazo de director.

La Película muy lenta y pesada..con una sensación de escasez de ideas contínua..se me ha hecho eterna.

Dunkirk pone al espectador contra las cuerdas a lo largo de sus casi dos horas. Tensión, tensión y más tensión. Estupendamente dirigida, montada y entregada. La historia parte in media res a propósito. El conjunto gusta y resulta más que estimable. Aunque no la pondría entre lo mejor de su director.

⭐⭐⭐/5 *BUENA*
De 5 a 3 estrellas: buena.
2,5: justito para malillo.
De 2 a 0,5: mala.

Espectacular drama bélico del maestro Christopher Nolan.

Otra película histórica, basada en hechos reales, situada en la angustiosa situación en la que soldados ingleses y franceses se ven acorralados por el Eje en las playas de Dunkerque, en 1940 durante la invasión alemana.
Tres tramas, tres líneas temporales, tres escenarios (tierra, aire y agua) convergentes, una de las predilecciones del director, planeadas y ejecutadas de forma excelente.

En cuanto a lo argumental no es algo muy desarrollado ni complejo, es más bien simple. Pero en cuanto a lo técnico es una de las mejores (si no la mejor) obra bélica; las imágenes son impresionantes, aparentemente nada hecho de forma digital, con colores y enfoques que la hacen parecer una filmación de antaño; pocos diálogos, lo que permite apreciar la increíble banda sonora (Hans Zimmer) que hace que uno se sumerja bien en el ambiente.

Si querés sentirte dentro de una peli, con ésta lo logras fácilmente.

Nolan es un director que juega a la espectacularidad, le gusta el bullicio para crear sensación, el ensordecimiento como expresión artística, y Dunkirk no iba a ser menos.

En la guerra todo es ruido, la brisa de las balas que rozan, de los casquillos que dan detrás o delante tuya, todas las escuchas, menos las que te dan; el susurro de los morteros que te dicen "agáchate que voy" o el estruendo de los cazas que se aproximan, que mientras llegan parece que les acompaña las Valkirias de Wagner.

Y este es el mayor triunfo de la película de Nolan, crear en una película bélica una atmósfera que combina el silencio impoluto de la desolación con el estruendo que sacudió a medio mundo cómo fue la II Guerra Mundial. La realidad subyugante del soldado que la acaba teniendo el espectador. Una película bélica donde no hay ni buenos ni malos, sólo jóvenes y no tan jóvenes asustados, queriendo volver, queriendo salir de un infierno frio, gris y húmedo como es el Canal de la Mancha.

Para rematar la experiencia angustiosa de la situación de Dunkerque, la película está organizada en espacios pequeños, algo bastante peculiar en el cine bélico. El espigón masificado, la bodega de un barco abandonado, un caza, una viga donde apenas te aguantas en pie o una barquita de auxilio de un voluntario. La angustia, la claustrofobia y el encierro mental que supuso ese pequeño pueblo costero francés para 300.000 soldados.

Una película que no cautivo al 100% del público, Nolan no suele convencer a todos, pero siempre te va a traer a hablar de él. Su única incursión bélica hasta la fecha, pero sin duda deja claro que es un género en el que Christopher tiene mucho que hablar.