Dunkerque
7.0
57,808
Bélico. Drama
Año 1940, en plena 2ª Guerra Mundial. En las playas de Dunkerque, cientos de miles de soldados de las tropas británicas y francesas se encuentran rodeados por el avance del ejército alemán, que ha invadido Francia. Atrapados en la playa, con el mar cortándoles el paso, las tropas se enfrentan a una situación angustiosa que empeora a medida que el enemigo se acerca. (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2018
21 de febrero de 2018
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Aunque se deja ver, al final te deja una sensación de insatisfacción. El guión es pobre y carece de emociones propias de una guerra. La música aunque es buena, en momentos llega a cansar, podría decir que la música sobrepasa la imagen. odie la falta de diálogos y la abundancia de la música. Encontré mas valor en los civiles que en los propios soldados que durante la película no muestran ningún gesto de batalla. En fin regular película que a mi parecer no alcanza para tantas nominaciones a los premios Oscar.
26 de marzo de 2018
26 de marzo de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin ser la mejor película de Nolan ni de lejos, la precisión suiza del film en todo su esplendor, los tres intervalos de tiempo perfectamente sincronizados al ritmo de la banda sonora de Hans Zimmer, la tensión y la angustia tan realista y su siempre notable forma de rodar, hacen de Dunkerque una imprescindible del cine bélico. Esa delicada línea que puede separar el cine blockbuster de un cine más grande, la cruza con firmeza Nolan, cogiendo lo mejor de cada lado como a él le apetece, como prácticamente casi nadie sabe hacer.
12 de abril de 2018
12 de abril de 2018
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Perfecto equilibrio, que sin dejar de asumir su papel de cine bélico, se engarza con un tono más intimista a través de las historias de varios personajes.
Con una hábil vuelta atrás, otra perspectiva de una misma situación, Cristopher Nolan construye un relato común de un dinamismo sin aliento, medido en su justo tiempo de una hora cuarenta y cinco y un uso sobresaliente de la banda sonora perfectamente adaptada en su experimental sonido a cada escenario.
El uso de la cámara en Dunkerke no da tregua, su movimiento acelera la acción que por otro lado recibe un tratamiento exquisito, sin estridencias sangrientas tan común en este tipo de cine.
Cristopher Nolan consigue reflejar la hostilidad del mar, el ambiente moral y físico en tonos grisáceos de cielo y playas. En sus planos, profundamente realistas, nos hace olvidar el promiscuo recurso de la producción actual del uso informático lo que se agradece.
Dunkerke es una innovadora idea, una más que entretenida película alejada de tramas vulgares y definición de buenos y malos, un soplo de aire fresco que mantiene el latido del cine bélico entre tanto héroe de marvel y tanta producción para televisión.
Con una hábil vuelta atrás, otra perspectiva de una misma situación, Cristopher Nolan construye un relato común de un dinamismo sin aliento, medido en su justo tiempo de una hora cuarenta y cinco y un uso sobresaliente de la banda sonora perfectamente adaptada en su experimental sonido a cada escenario.
El uso de la cámara en Dunkerke no da tregua, su movimiento acelera la acción que por otro lado recibe un tratamiento exquisito, sin estridencias sangrientas tan común en este tipo de cine.
Cristopher Nolan consigue reflejar la hostilidad del mar, el ambiente moral y físico en tonos grisáceos de cielo y playas. En sus planos, profundamente realistas, nos hace olvidar el promiscuo recurso de la producción actual del uso informático lo que se agradece.
Dunkerke es una innovadora idea, una más que entretenida película alejada de tramas vulgares y definición de buenos y malos, un soplo de aire fresco que mantiene el latido del cine bélico entre tanto héroe de marvel y tanta producción para televisión.
4 de mayo de 2018
4 de mayo de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que cuenta la película es un poco meh, pero la manera en la que está contado es original. Nolanizando la guerra, con cosas no lineales y todo. Y luego pasan un montón de cosas, no hay un momento de respiro. Es una experiencia intensa, sin duda.
+: La no-linealidad está bien usada, de una forma novedosa incluso.
+: La no-linealidad está bien usada, de una forma novedosa incluso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Todo está muy mal en Dunkerque, porque la gente está esperando que salgan barcos del espigón y mientras esperan la Luftwaffe puede aparecer tranquilamente y cargarse a quien quiera mientras están en la playa siendo un blanco fácil. Los aviones no pueden llegar con la suficiente gasolina para volver a casa, y los heridos se multiplican. Como medida desesperada, se habilitan los barcos privados para ayudar a la armada a recoger a los soldados. Un señor que lo interpreta Mark Rylance decide que se va él por su cuenta el lugar de prestar el barco a la armada, porque tuvo un hijo que murió en la guerra y lo hace por él. Y mientras Tom Hardy intenta cargarse unos aviones para ver si eso facilita algo las cosas. Y parece que sí.
-: Todo el argumento del barco me parece tan estúpido que no merece la pena ni mencionarlo. Mark Rylance tiene que decir unas frases que me darían vergüenza haber escrito.
-: Todo el argumento del barco me parece tan estúpido que no merece la pena ni mencionarlo. Mark Rylance tiene que decir unas frases que me darían vergüenza haber escrito.
7 de junio de 2018
7 de junio de 2018
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Dicen que Stanley Kubrick era un director frío, que le importaban tanto las emociones humanas como a su HAL, pero cualquiera que haya visto el final de Senderos de gloria, sabe que detrás del director había alguien humano. Puede que ahora, con otra película más reciente, pero también sobre el horror de la guerra, titulada Dunkerque nos cuestionemos, hasta cierto punto, a un Nolan más centrado en las sensaciones del espectador que en los propios personajes.
En los últimos años, Nolan ha protagonizado alguna que otra polémica al hablar de cómo es solo cine para él aquello que se estrena en la gran pantalla y su punto de vista, discutible o no, es enteramente comprensible tras ver su última película Dunkerque, un film que más que una cinta cinematográfica en sí, es una experiencia sobre la guerra.
En Dunkerque, Christopher Nolan nos sumerge en el campo de batalla por tierra, mar y aire de los soldados aliados que intentan ser evacuados, mientras el enemigo avanza en la Segunda Guerra Mundial. Es una película desde el punto de vista de los aliados, una recreación histórica que, salvo algún toque más humano como ese pequeño barco que va a buscar a los soldados, busca ser un cúmulo de piezas más que una cinta con personajes de los que sepamos más, como el Bolton encarnado por Kenneth Branagh (quizás el que sale ganando es el personaje de Mark Rylance, frente a papeles más breves como el de Cillian Murphy o cameos como el de Tom Hardy). A cambio de sacrificar en estas tramas, la película gana en tensión, pero pierde en otros aspectos que hacen de la película un ejercicio corto donde el propio Nolan sabe a qué juega tras otras películas más largas como Interstellar. Nolan ha comentado su "obsesión" con el cine mudo antes de hacer la película y, más allá de la escasez de diálogos, esto se nota en su tratamiento de la trama.
Nuevamente, Nolan opta por un juego con el montaje que busca concebir la batalla desde diferentes momentos y planos, pero una vez más se centra más en las situaciones que en los propios personajes, de los que poco sabemos, como seguramente ocurriría en una guerra auténtica. Puede que sea lo que redondea la película para muchos: tener poco que contar, pero contarlo de un modo particular.
En este film, sin duda, el director sabe qué contar y cómo contarlo mediante la narrativa cinematográfica. Sabe buscar el realismo. No hay duda de ello. Omite muchos de los aspectos de los que los críticos se quejan de sus filmes y se centra en la creación de sensaciones a través de un conflicto bélico, y no se puede negar que la recreación del frente es abrumadora. El enemigo nazi permanece, casi todo el tiempo, en la sombra, como una fuerza cercana a los hados, un final inexorable. Por su parte, la música de Hans Zimmer y el diseño de sonido atronadores, con un uso de la fotografía y un diseño de producción que nos conduce a plena lucha.
En los últimos años, Nolan ha protagonizado alguna que otra polémica al hablar de cómo es solo cine para él aquello que se estrena en la gran pantalla y su punto de vista, discutible o no, es enteramente comprensible tras ver su última película Dunkerque, un film que más que una cinta cinematográfica en sí, es una experiencia sobre la guerra.
En Dunkerque, Christopher Nolan nos sumerge en el campo de batalla por tierra, mar y aire de los soldados aliados que intentan ser evacuados, mientras el enemigo avanza en la Segunda Guerra Mundial. Es una película desde el punto de vista de los aliados, una recreación histórica que, salvo algún toque más humano como ese pequeño barco que va a buscar a los soldados, busca ser un cúmulo de piezas más que una cinta con personajes de los que sepamos más, como el Bolton encarnado por Kenneth Branagh (quizás el que sale ganando es el personaje de Mark Rylance, frente a papeles más breves como el de Cillian Murphy o cameos como el de Tom Hardy). A cambio de sacrificar en estas tramas, la película gana en tensión, pero pierde en otros aspectos que hacen de la película un ejercicio corto donde el propio Nolan sabe a qué juega tras otras películas más largas como Interstellar. Nolan ha comentado su "obsesión" con el cine mudo antes de hacer la película y, más allá de la escasez de diálogos, esto se nota en su tratamiento de la trama.
Nuevamente, Nolan opta por un juego con el montaje que busca concebir la batalla desde diferentes momentos y planos, pero una vez más se centra más en las situaciones que en los propios personajes, de los que poco sabemos, como seguramente ocurriría en una guerra auténtica. Puede que sea lo que redondea la película para muchos: tener poco que contar, pero contarlo de un modo particular.
En este film, sin duda, el director sabe qué contar y cómo contarlo mediante la narrativa cinematográfica. Sabe buscar el realismo. No hay duda de ello. Omite muchos de los aspectos de los que los críticos se quejan de sus filmes y se centra en la creación de sensaciones a través de un conflicto bélico, y no se puede negar que la recreación del frente es abrumadora. El enemigo nazi permanece, casi todo el tiempo, en la sombra, como una fuerza cercana a los hados, un final inexorable. Por su parte, la música de Hans Zimmer y el diseño de sonido atronadores, con un uso de la fotografía y un diseño de producción que nos conduce a plena lucha.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero ¿con qué nos quedamos tras verla? Dunkerque ha sido catalogada por algunos como la mejor película de Christopher Nolan, pero un servidor considera que quizás no lo sea, que no trascenderá como otras de sus obras (aunque solo el tiempo lo dirá). Eso sí, es la más autocontenida, a sabiendas de la búsqueda de otras perspectivas de este interesante director que ya debe estar trabajando en otro proyecto que quede marcado a su estilo y el tipo de cine que solo se puede ver en la pantalla grande.
Crítica publicada originalmente en: https://bit.ly/2HrrKYh
Crítica publicada originalmente en: https://bit.ly/2HrrKYh
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