FlowAnimación
7.3
8,993
Animación. Aventuras
Un gato se despierta en un mundo cubierto de agua, donde la raza humana parece haber desaparecido. Busca refugio en un barco con un grupo de otros animales. Pero llevarse bien con ellos resulta ser un reto aún mayor que superar su miedo al agua. Todos tendrán que aprender a superar sus diferencias y adaptarse a este nuevo mundo en el que se encuentran. (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2025
21 de febrero de 2025
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras cortometrajes como “Inaudible” Gints Zilbalodis debutó en el largometraje con “Away” en 2019 y el año pasado presentó el título que nos ocupa que se estrenó en salas españolas hace unas semanas. Un gato se despierta en un mundo cubierto de agua, donde la raza humana parece haber desaparecido. Busca refugio en un barco con un grupo de otros animales. Pero llevarse bien con ellos resulta ser un reto aún mayor que superar su miedo al agua. Todos tendrán que aprender a superar sus diferencias y adaptarse a este nuevo mundo en el que se encuentran.
Esta coproducción letona es una notable cinta de animación de aventuras dentro del subgénero de la supervivencia. Así como esta es la primera película del director que realizó con un equipo de personas, el gato protagonista tiene que aprender a confiar en varios tipos de animales para sobrevivir en un planeta anegado de agua, ayudarse entre ellos y formar una nueva especie de familia. Podemos decir que el concepto de amistad está representado en el perro, la generosidad en el lémur, el sacrificio en el ave y la sabiduría en el capibara mientras que el gato representaría a cualquiera de nosotros. A diferencia de lo que la industria de Disney nos ha acostumbrado, en “Flow” los animales no hablan, simplemente emiten sus propios sonidos aunque tienen algo de humanidad.
Sobre el nivel formal, el visionado de la propuesta artesanalmente digital resulta inmersivo desde el principio con escenas en largos planos secuencia siguiendo el periplo del gato aunque quizás el guion tiene algún momento redundante cuando el animal cae de la barca varias veces. Cabe señalar también la música compuesta en parte por Zilbalodis.
El film tuvo un recorrido por festivales en la sección Un certain regard del festival de Cannes, ganó el premio del público, el premio especial del jurado y a la mejor música original en el festival de Annecy, así como el gran premio del jurado y al mejor montaje en el festival de Sevilla y recibió el premio del público en el certamen de Morelia. Además, “Flow” ganó el premio del cine europeo a mejor película de animación, fue reconocida en esa categoría por la National Board of Review, el círculo de críticos de Nueva York, la asociación de críticos de Los Angeles y el Globo de oro, ganó los premios Annie a mejor película independiente y guion, fue nominado al premio Goya a mejor largometraje europeo, al BAFTA a mejor película de animación y logró dos nominaciones a los Oscar incluyendo mejor película internacional. Así pues, estamos ante uno de los mejores títulos de animación del año pasado y es un buen ejemplo que existe otro tipo de cine animado más allá de Disney-Pìxar y del anime japonés.
Valoración: 8
Lo mejor: mantiene el interés hasta el final.
Lo peor: no seguir acompañando a los personajes.
https://josh-cine.blogspot.com/
Esta coproducción letona es una notable cinta de animación de aventuras dentro del subgénero de la supervivencia. Así como esta es la primera película del director que realizó con un equipo de personas, el gato protagonista tiene que aprender a confiar en varios tipos de animales para sobrevivir en un planeta anegado de agua, ayudarse entre ellos y formar una nueva especie de familia. Podemos decir que el concepto de amistad está representado en el perro, la generosidad en el lémur, el sacrificio en el ave y la sabiduría en el capibara mientras que el gato representaría a cualquiera de nosotros. A diferencia de lo que la industria de Disney nos ha acostumbrado, en “Flow” los animales no hablan, simplemente emiten sus propios sonidos aunque tienen algo de humanidad.
Sobre el nivel formal, el visionado de la propuesta artesanalmente digital resulta inmersivo desde el principio con escenas en largos planos secuencia siguiendo el periplo del gato aunque quizás el guion tiene algún momento redundante cuando el animal cae de la barca varias veces. Cabe señalar también la música compuesta en parte por Zilbalodis.
El film tuvo un recorrido por festivales en la sección Un certain regard del festival de Cannes, ganó el premio del público, el premio especial del jurado y a la mejor música original en el festival de Annecy, así como el gran premio del jurado y al mejor montaje en el festival de Sevilla y recibió el premio del público en el certamen de Morelia. Además, “Flow” ganó el premio del cine europeo a mejor película de animación, fue reconocida en esa categoría por la National Board of Review, el círculo de críticos de Nueva York, la asociación de críticos de Los Angeles y el Globo de oro, ganó los premios Annie a mejor película independiente y guion, fue nominado al premio Goya a mejor largometraje europeo, al BAFTA a mejor película de animación y logró dos nominaciones a los Oscar incluyendo mejor película internacional. Así pues, estamos ante uno de los mejores títulos de animación del año pasado y es un buen ejemplo que existe otro tipo de cine animado más allá de Disney-Pìxar y del anime japonés.
Valoración: 8
Lo mejor: mantiene el interés hasta el final.
Lo peor: no seguir acompañando a los personajes.
https://josh-cine.blogspot.com/
26 de febrero de 2025
26 de febrero de 2025
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
#15. Flow. Straume. 2024. Gints Zilbalodis.
Un gato solitario, quien vive en su propio mundo y para si, es obligado a refugiarse en un bote junto con otros animales para salvar su vida, después que un diluvio cayera sobre todo el mundo. El gato y sus amigos pasaran por un viaje espiritual de transformación durante todo este proceso.
Película animada de corte introspectivo, que nos cuenta la historia de este minino, quien era alguien que sólo miraba por él y era su propio centro del mundo, pero quien conoce otros animales que a través de su pluralidad le enseñarán diferentes cosas. Tenemos como compañeros a un golden retriever que es bastante distraído e inconstante; una garza, quien siempre vivió en un ambiente hostil, por lo que es bastante dura en la toma de decisiones; un lémur, quien es bastante posesivo con sus cosas para lograr un mejor estatus social con sus compañeros; y un capibara bastante relajado y que lleva el ritmo de la vida a su propio modo.
Además tenemos a la barca quien representa la fe de que las cosas por más difíciles que parezcan se pueden superar; una ballena que ayudará a nuestro compañero en su viaje, quien nos muestra otra forma de ver la vida; y también a la misma naturaleza, la cual es mayoritariamente acuática, un diluvio que puede representar la vida misma en un estado de constante cambio, como una representación más íntima del arca de Noe, el cual procura una especie de transformación de todos los involucrados.
Todos los personajes de la película que acompañan al gato cumplen un arco narrativo satisfactorio, donde cada uno de ellos supera sus propios desafíos internos. Al final son las diferencias lo que nos hacen mejorar como personas, por lo que se debe estar abierto a aceptar a diferentes personas en nuestra vida que den su particular punto de vista sobre las cosas y nos enriquezcan.
La animación se realizó en 3D a través de un software libre y para mi forma de ver está muy bien realizado. El ritmo de la película es lento y reflexivo, pero no por eso es aburrido ya que pasan muchas cosas y los protagonistas son bastante carismáticos, la banda sonora también me parece que tiene una excelente calidad y que acentúa las partes más dramáticas del relato. La película carece de diálogos y se utilizaron grabaciones de animales reales para la realización de la película, por lo que se escucha más natural y me parece increíble la proeza realizada acá, además el sonido tiene un sentido predominante a través de todo el film, no solo de los animales sino también del entorno.
Personalmente me gustó bastante la película ya que es bastante introvertida y analiza el mito del Diluvio desde otra perspectiva, dándole un sentido más profundo a las cosas representadas. Recomiendo la película a todas las personas ya que es bastante entretenida, y no van a faltar emociones en este viaje de estos cuatro amigos. Para mi este es un viaje de redescubrimiento de nosotros mismos tremendamente espiritual.
La película la vi en Cinecolombia, junto con muchos niños al lado mío, quienes se preocupaban por el minino y su suerte. Como en todo hubo niños a los que la película les gustó y a otros no, de pronto porque vienen de diferentes contextos y piensan diferente, pero me alegra que hayan podido admirar esta película como yo lo hice. Esta es una de las mejores películas animadas que he mirado en los últimos años.
Un gato solitario, quien vive en su propio mundo y para si, es obligado a refugiarse en un bote junto con otros animales para salvar su vida, después que un diluvio cayera sobre todo el mundo. El gato y sus amigos pasaran por un viaje espiritual de transformación durante todo este proceso.
Película animada de corte introspectivo, que nos cuenta la historia de este minino, quien era alguien que sólo miraba por él y era su propio centro del mundo, pero quien conoce otros animales que a través de su pluralidad le enseñarán diferentes cosas. Tenemos como compañeros a un golden retriever que es bastante distraído e inconstante; una garza, quien siempre vivió en un ambiente hostil, por lo que es bastante dura en la toma de decisiones; un lémur, quien es bastante posesivo con sus cosas para lograr un mejor estatus social con sus compañeros; y un capibara bastante relajado y que lleva el ritmo de la vida a su propio modo.
Además tenemos a la barca quien representa la fe de que las cosas por más difíciles que parezcan se pueden superar; una ballena que ayudará a nuestro compañero en su viaje, quien nos muestra otra forma de ver la vida; y también a la misma naturaleza, la cual es mayoritariamente acuática, un diluvio que puede representar la vida misma en un estado de constante cambio, como una representación más íntima del arca de Noe, el cual procura una especie de transformación de todos los involucrados.
Todos los personajes de la película que acompañan al gato cumplen un arco narrativo satisfactorio, donde cada uno de ellos supera sus propios desafíos internos. Al final son las diferencias lo que nos hacen mejorar como personas, por lo que se debe estar abierto a aceptar a diferentes personas en nuestra vida que den su particular punto de vista sobre las cosas y nos enriquezcan.
La animación se realizó en 3D a través de un software libre y para mi forma de ver está muy bien realizado. El ritmo de la película es lento y reflexivo, pero no por eso es aburrido ya que pasan muchas cosas y los protagonistas son bastante carismáticos, la banda sonora también me parece que tiene una excelente calidad y que acentúa las partes más dramáticas del relato. La película carece de diálogos y se utilizaron grabaciones de animales reales para la realización de la película, por lo que se escucha más natural y me parece increíble la proeza realizada acá, además el sonido tiene un sentido predominante a través de todo el film, no solo de los animales sino también del entorno.
Personalmente me gustó bastante la película ya que es bastante introvertida y analiza el mito del Diluvio desde otra perspectiva, dándole un sentido más profundo a las cosas representadas. Recomiendo la película a todas las personas ya que es bastante entretenida, y no van a faltar emociones en este viaje de estos cuatro amigos. Para mi este es un viaje de redescubrimiento de nosotros mismos tremendamente espiritual.
La película la vi en Cinecolombia, junto con muchos niños al lado mío, quienes se preocupaban por el minino y su suerte. Como en todo hubo niños a los que la película les gustó y a otros no, de pronto porque vienen de diferentes contextos y piensan diferente, pero me alegra que hayan podido admirar esta película como yo lo hice. Esta es una de las mejores películas animadas que he mirado en los últimos años.
6 de marzo de 2025
6 de marzo de 2025
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Flow, es mucho más que una narración bonita, bonita y bonita, con personajes carismáticos y paisajes de una belleza extraordinaria.
Flow es un RECORDATORIO. Y uno trascendental.
A través de una sencilla y precisa narración, se nos recuerda el significado de transitar por esta vida, y, para los que como yo, hayan sido agitados fuertemente con alguna perdida cercana, con algún cambio abrumador, el contenido oculto de este bello envoltorio queda aún más expuesto. Nada es porque sí en esta cinta.
Flow nos recuerda que, en cualquier momento, nuestra zona de confort puede ser azotada de la noche a la mañana, como un tsunami, haciendo desaparecer el mundo que creíamos conocer.
Que la vida nos empuja a ir más allá de reconfortarse en el recuerdo de los lugares donde nos sentimos seguros y fuimos felices, aquellos donde en un pasado amamos y nos sentimos amados...
Flow nos recuerda que la vida aprieta, pero no ahoga, siempre que seamos capaces de luchar por sobreponernos y de dejar atrás hasta la imagen más férrea que tuviéramos de nosotros. Esa parte de nosotros que construimos tan poco a poco, que no nos dimos cuenta de en que momento se volvió como una montaña.
Nos recuerda, que a pesar de las inclemencias del tiempo, siempre aparece una vela con la que navegar.
Y que dejar todo lo que conocíamos o creíamos saber sobre nosotros atrás, se siente como un barco a la deriva. Solos y abandonados. Que uno se siente como si hubiera olvidado hasta las cosas más primarias y, que no hay nada que asuste tanto como sumergirse en las profundidades, en mitad de un océano donde no atisbamos ninguna orilla alrededor.
Flow pone de manifiesto, que el andar lo hacemos solos, pero que, por el camino, lo hacemos junto a muchos otros seres que están aquí con nosotros, subidos en el mismo barco, y que podemos compartir episodios de esta aventura juntos, priorizando la suma de nuestros potenciales a la de nuestras diferencias, para que la travesía sea más acompañada, colaborativa y llevadera.
Y, además, que en esta gran variedad de formas y seres aquí reunidos, podemos entender mejor nuestra propia visión de las cosas a través de ellos mismos.
Pues siempre está aquel que se toma las cosas de otra manera, quizás más sencilla, más despreocupada, (Capibara) y que esta forma de transitar por aquí le ayuda a conseguir cosas, como el alimento, de una forma más accesible.
También encontraremos a aquellos a los que les es más difícil soltar, y que basan su existencia alrededor de acumular, venerándose y siendo venerados por ello, ignorando que esas posesiones nos impiden avanzar cuando es preciso, y que el día que abandonemos este cuerpo, nada de lo que esté en esa mochila vendrá con nosotros. (Lemur).
Flow nos recuerda también, que en la vida, hay tiempo y espacio para reencontrarse con viejos conocidos, y que, quizás, con una nueva mirada, nuestra visión sobre ellos puede ser ahora diferente. Que las segundas oportunidades existen, y que en los tiempos difíciles, un viejo conocido puede ser la llave para la más fiel amistad. (Perro Labrador).
Me maravilla la forma en la que Flow nos recuerda que hay seres que velan por nosotros. Que siempre han estado ahí, paternalmente, cuidando de que no nos faltase, pero que por desconfianza, falta de fe, o miedo a lo desconocido, no les hemos permitido ingresar a nuestras vidas. Que cuando las cosas se pusieron verdaderamente difíciles, es cuando supimos de su existencia, de la protección que nos brindan, de los peligros que nos advierten, y de cómo estos seres tomaron el timón de nuestras vidas cuando nos rendimos a dejar de controlar. (El ave blanca).
De modo similar, hay cabida para seres de un gran tamaño, de una mayor profundidad, que vigilan nuestros pasos desde la distancia, y que únicamente intervienen en esos momentos donde el agua nos ha sobrepasado ya el cuello. (La criatura "ballena").
Flow es una invitación a entender la palabra rendirse desde sus dos vertientes. A rendirse a la vida, a la vez que no nos rendimos por las adversidades. A compartirse, a dejarse fluir.
A volver a nuestra esencia para despertar esos talentos y dones olvidados que son inherentes a nuestra naturaleza. Y que, al recordarlos, a muchos otros podemos servir y alimentar con ello.
Con una narración contemplativa y sutil, Flow invita al espectador a desmenuzar el contenido de cada escena por si mismo, en donde encontrará verdaderas reliquias, auténticas enseñanzas, tales como recordar que la vida no se rige solo por las decisiones que tomamos, sino también por aquellas que dejamos pasar (pudiendo ser estas el salvavidas de otro ser en su camino); que marcarse objetivos a los que llegar ayuda a darle dirección a nuestro viaje; que hay un significado en nuestro mundo onírico (la historia se repite como un círculo); que podríamos llegar a dar amorosamente nuestra vida por salvar la de otros; que algunos seres de los que nos acompañan en algún momento se irán y, que en nuestra mano está seguir hacia delante; o que no podemos cambiar el destino sobre la vida y la muerte de otras almas, pero lo que si podemos hacer es acompañar.
Por último, Flow nos recuerda que no hay una meta a la que llegar. Que la gran aventura de la vida es el viaje en sí. Y que en cualquier momento nuestra nueva realidad puede ser nuevamente agitada por otros aires de cambio.
Que al final del camino, cuando miremos atrás, seremos como aquel Lemur. Y entonces entenderemos que el verdadero tesoro no fueron todas aquellas cosas y bienes que acumulamos, si no la experiencia que adquirimos, la madurez que alcanzamos, los actos que realizamos, y los seres que nos acompañaron.
Por S.Wolfus.
Flow es un RECORDATORIO. Y uno trascendental.
A través de una sencilla y precisa narración, se nos recuerda el significado de transitar por esta vida, y, para los que como yo, hayan sido agitados fuertemente con alguna perdida cercana, con algún cambio abrumador, el contenido oculto de este bello envoltorio queda aún más expuesto. Nada es porque sí en esta cinta.
Flow nos recuerda que, en cualquier momento, nuestra zona de confort puede ser azotada de la noche a la mañana, como un tsunami, haciendo desaparecer el mundo que creíamos conocer.
Que la vida nos empuja a ir más allá de reconfortarse en el recuerdo de los lugares donde nos sentimos seguros y fuimos felices, aquellos donde en un pasado amamos y nos sentimos amados...
Flow nos recuerda que la vida aprieta, pero no ahoga, siempre que seamos capaces de luchar por sobreponernos y de dejar atrás hasta la imagen más férrea que tuviéramos de nosotros. Esa parte de nosotros que construimos tan poco a poco, que no nos dimos cuenta de en que momento se volvió como una montaña.
Nos recuerda, que a pesar de las inclemencias del tiempo, siempre aparece una vela con la que navegar.
Y que dejar todo lo que conocíamos o creíamos saber sobre nosotros atrás, se siente como un barco a la deriva. Solos y abandonados. Que uno se siente como si hubiera olvidado hasta las cosas más primarias y, que no hay nada que asuste tanto como sumergirse en las profundidades, en mitad de un océano donde no atisbamos ninguna orilla alrededor.
Flow pone de manifiesto, que el andar lo hacemos solos, pero que, por el camino, lo hacemos junto a muchos otros seres que están aquí con nosotros, subidos en el mismo barco, y que podemos compartir episodios de esta aventura juntos, priorizando la suma de nuestros potenciales a la de nuestras diferencias, para que la travesía sea más acompañada, colaborativa y llevadera.
Y, además, que en esta gran variedad de formas y seres aquí reunidos, podemos entender mejor nuestra propia visión de las cosas a través de ellos mismos.
Pues siempre está aquel que se toma las cosas de otra manera, quizás más sencilla, más despreocupada, (Capibara) y que esta forma de transitar por aquí le ayuda a conseguir cosas, como el alimento, de una forma más accesible.
También encontraremos a aquellos a los que les es más difícil soltar, y que basan su existencia alrededor de acumular, venerándose y siendo venerados por ello, ignorando que esas posesiones nos impiden avanzar cuando es preciso, y que el día que abandonemos este cuerpo, nada de lo que esté en esa mochila vendrá con nosotros. (Lemur).
Flow nos recuerda también, que en la vida, hay tiempo y espacio para reencontrarse con viejos conocidos, y que, quizás, con una nueva mirada, nuestra visión sobre ellos puede ser ahora diferente. Que las segundas oportunidades existen, y que en los tiempos difíciles, un viejo conocido puede ser la llave para la más fiel amistad. (Perro Labrador).
Me maravilla la forma en la que Flow nos recuerda que hay seres que velan por nosotros. Que siempre han estado ahí, paternalmente, cuidando de que no nos faltase, pero que por desconfianza, falta de fe, o miedo a lo desconocido, no les hemos permitido ingresar a nuestras vidas. Que cuando las cosas se pusieron verdaderamente difíciles, es cuando supimos de su existencia, de la protección que nos brindan, de los peligros que nos advierten, y de cómo estos seres tomaron el timón de nuestras vidas cuando nos rendimos a dejar de controlar. (El ave blanca).
De modo similar, hay cabida para seres de un gran tamaño, de una mayor profundidad, que vigilan nuestros pasos desde la distancia, y que únicamente intervienen en esos momentos donde el agua nos ha sobrepasado ya el cuello. (La criatura "ballena").
Flow es una invitación a entender la palabra rendirse desde sus dos vertientes. A rendirse a la vida, a la vez que no nos rendimos por las adversidades. A compartirse, a dejarse fluir.
A volver a nuestra esencia para despertar esos talentos y dones olvidados que son inherentes a nuestra naturaleza. Y que, al recordarlos, a muchos otros podemos servir y alimentar con ello.
Con una narración contemplativa y sutil, Flow invita al espectador a desmenuzar el contenido de cada escena por si mismo, en donde encontrará verdaderas reliquias, auténticas enseñanzas, tales como recordar que la vida no se rige solo por las decisiones que tomamos, sino también por aquellas que dejamos pasar (pudiendo ser estas el salvavidas de otro ser en su camino); que marcarse objetivos a los que llegar ayuda a darle dirección a nuestro viaje; que hay un significado en nuestro mundo onírico (la historia se repite como un círculo); que podríamos llegar a dar amorosamente nuestra vida por salvar la de otros; que algunos seres de los que nos acompañan en algún momento se irán y, que en nuestra mano está seguir hacia delante; o que no podemos cambiar el destino sobre la vida y la muerte de otras almas, pero lo que si podemos hacer es acompañar.
Por último, Flow nos recuerda que no hay una meta a la que llegar. Que la gran aventura de la vida es el viaje en sí. Y que en cualquier momento nuestra nueva realidad puede ser nuevamente agitada por otros aires de cambio.
Que al final del camino, cuando miremos atrás, seremos como aquel Lemur. Y entonces entenderemos que el verdadero tesoro no fueron todas aquellas cosas y bienes que acumulamos, si no la experiencia que adquirimos, la madurez que alcanzamos, los actos que realizamos, y los seres que nos acompañaron.
Por S.Wolfus.
27 de enero de 2025
27 de enero de 2025
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una apuesta de animación singular, fresca y en ocasiones estimulante.
Una fábula sobre la cooperación y la tolerancia que funciona como parábola social aunando el naturalismo con la metafísica en un viaje hermoso en lo visual (muy por encima la animación de su entorno de la de sus pobladores) y sorprendente a nivel emocional pero que suele ahogarse en los términos de su propio guion.
Zilbalodis encandila con su capacidad para captar -y ensalzar- el detalle, ya sea un gesto o una sensación, equilibrando la contemplación con la aventura y superponiéndose a la falta de diálogos con una tremenda inmersión que transmite calidez, angustia, empatía, terror e incluso lirismo.
Aquellos que por un motivo u otro no consigan entrar raudos en la experiencia es posible que vayan sucumbiendo ante un metraje largo para su exigua trama (36 páginas de guion reconvertidas en 85 minutos), que no en pocas ocasiones muerde más de lo que puede masticar, mostrando comportamientos erráticos, dejando preguntas sin respuesta y -con posibilidad- la creencia personal de que aquí hay mucho menos de lo que otros han hallado.
Una fábula sobre la cooperación y la tolerancia que funciona como parábola social aunando el naturalismo con la metafísica en un viaje hermoso en lo visual (muy por encima la animación de su entorno de la de sus pobladores) y sorprendente a nivel emocional pero que suele ahogarse en los términos de su propio guion.
Zilbalodis encandila con su capacidad para captar -y ensalzar- el detalle, ya sea un gesto o una sensación, equilibrando la contemplación con la aventura y superponiéndose a la falta de diálogos con una tremenda inmersión que transmite calidez, angustia, empatía, terror e incluso lirismo.
Aquellos que por un motivo u otro no consigan entrar raudos en la experiencia es posible que vayan sucumbiendo ante un metraje largo para su exigua trama (36 páginas de guion reconvertidas en 85 minutos), que no en pocas ocasiones muerde más de lo que puede masticar, mostrando comportamientos erráticos, dejando preguntas sin respuesta y -con posibilidad- la creencia personal de que aquí hay mucho menos de lo que otros han hallado.
9 de marzo de 2025
9 de marzo de 2025
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escenarios dignos de Fumito Ueda (ICO, Shadow Of the Colossus y the Last guardián).
Movimientos de cámara y escenas que parecen de algunos de sus videojuegos.
Si te gustan los animales y esa ambientación puede que te llene esta película pero para mi eso no me ha bastado.
La trama es inexistente.
Movimientos de cámara y escenas que parecen de algunos de sus videojuegos.
Si te gustan los animales y esa ambientación puede que te llene esta película pero para mi eso no me ha bastado.
La trama es inexistente.
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