En bandeja de plata

Wilder siempre tocaba temas de actualidad para hacer sus películas y, en algunos casos, ha pasado de moda el tema que tocaba en ese momento. Aquí hace una sátira de los tramposos que buscan sacarle los cuartos al seguro. El mejor personaje lo defiende Walter Matthau, estando Lemmon en su papel de hombre que hacen lo que quieren con él. El guión esconde una crítica velada a algunos aspectos de la sociedad norteamericana, que el director alemán hilaba con mucho arte. No es de las mejores de Wilder, pero es muy entretenida.

Una de las comedias más amargas y cínicas de Wilder, lo que no es poco decir. Casi todo es oscuro, ácido, un mundo rodeado de gente oportunista, sinvergüenza.
Tiene una visión muy negativa de las mujeres, Sandy y la madre de Harry son insoportables, Sandy encima es el cliché de la mala mujer, aunque tampoco los hombres quedan mucho mejor parados, pero hace una salvedad en la amistad masculina.
Lo peor: Podría haber puesto a otro actor que no fuera Lemmon a hacer lo mismo que venía haciendo desde Some like it hot, está bien pero se siente repetido en el mismo papel de pusilánime neurótico.
Hay cierta doble vara en la forma en que juzga a Willie y a Sandy, como si ésta fuera peor que él, cuando no, de hecho para mí es al revés.
Lo mejor: Walter Matthau está genial como el abogado carancho, cínico, rastrero, aprovechado, manipulador.
El concepto de la amistad o mejor dicho, el lado más positivo de esta, vista como algo que vuelve mejores a las personas, incluso reivindicándolas.

Todos deberíamos ver varias veces al año todas las películas de Wilder. Todas. Sin excepción. Esta en concreto, aun no siendo una obra maestrísima es sensacional. Rodada probablemente en el mismo lugar que El Apartamento, recrea con suficiencia la clásica parodia de enredo emocional del protagonista con su ex-mujer y, sobre todo, el fraude que plantea el cuñado a la agencia de seguros. También, aunque en menor medida el sufrimiento del jugador de Futbol Americano, negro por supuesto.
No es Perdición, ni El crepúsculo de los Dioses, ni El Gran Carnaval, ni Testigo de Cargo... es decir no pertenece a las películas negras... Pero tampoco es Un, dos, tres, ni Avanti, ni Con faldas y a lo loco, ni Primera Plana; es decir, tampoco es, dentro de comedias, de las mejores. Pero vamos, es muchísimo mejor película que cualquiera actual que pretenda divertir.
La pareja Lemmon / Matthau es de una fuerza descomunal, parecen el punto y el contrapunto, el bueno y el malo, el guapo y el feo... Fórmula más que exitosa hasta la muy mala Aquí un amigo. Seguramente la mejor pareja cómica de la historia del cine.
En definitiva, muy buena película, de grado medio en la carrera de las carreras de directores de cine. De aquel de quien decían que en la cabeza tenía cuchillas de afeitar. De a quien dejaron los estudios un despacho durante 25 años para que acudiese después de su único fracaso, la última película citada, por ver si era capaz de idear nuevas estrategias de diversión cinematográfica.
Dicen que en las películas de Wilder hay mucho de autobiográfico. No sé cual puede ser el rasgo en esta película.

Sin ser de las comedias más divertidas del maestro Wilder, "En bandeja de plata" es una película irónica, ácida y crítica como la mayoría de este gran director. En esta ocasión, para mí, el peso del argumento recae más sobre el granuja Walter Matthau, aunque Jack Lemmon, como de costumbre, también lo hace francamente bien.

Como quien no dice la cosa Billy Wilder vuelve a presentarnos otra comedia más, que si bien dista de ser desternillante, se ve con cierto agrado. Como con el resto de su filmografía, salvo sorpresa mayor, con "En bandeja de plata" no es que te rías mucho, más bien lo contrario pero sí tiene una historia llamativa, diálogos ingeniosos, personajes retorcidos y un desarrollo simpático pero con incursiones al drama o al género romántico. Todo ello acompañada por un excelente Walter Mathau, se llevó el Oscar al mejor actor secundario, y un Jack Lemmon, quizá algo por debajo de él, en lo que es la primera aparición conjunta de esta pronto extraña pareja.

Reconocido sus justos méritos, sigo sin ver la genialidad de un Billy Wilder, cuyas comedias al menos están totalmente sobrevaloradas. En concreto la crítica se queda sola alabando de "En bandeja de plata" multitud de aspectos como el retrato de la doble moral, la miseria humana, el egoísmo o la falsedad del sueño americano. Amiguitos, pero si todo esto y más sale en comedias a las que despreciáis. ¿No son acaso violentísimas sátiras a la falta de escrúpulos, a la mentira, a la ambición monetaria, a la deshumanización títulos como "Mentiroso Compulsivo" (1997) o "Dick y Jane. Ladrones de risa" (2005)? Y encima te ríes muchísimo más.