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El ángel exterminador

Drama Después de una cena en la mansión de los Nóbile, los invitados descubren que, por razones inexplicables, no pueden salir del lugar. Al prolongarse la situación durante varios días, la cortesía en el trato deja paso al más primitivo y brutal instinto de supervivencia. Una parábola sobre la descomposición de una clase social encerrada en sí misma. (FILMAFFINITY)
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Críticas 166
Críticas ordenadas por utilidad
29 de diciembre de 2007
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luis Buñuel, aragonés de Calanda, maestro impar del cine, fallecido en 1983, sigue siendo casi un desconocido para el aficionado español, quien apenas si sabe poco más de su personalidad que sus exabruptos,-"soy ateo, gracias a Dios"-, o su rudeza aparente, bajo la que se escondía un hombre bueno con un gran amor por el prójimo. Y es que no hay demasiadas oportunidades de admirar una obra tan rica y sugerente, que abarca más de treinta largometrajes.
Considero "El ángel exterminador" una de sus obras más importantes y polémicas. Realizada en 1962, durante su período mejicano, según una novela de José Bergamín que Buñuel, junto con Alcoriza, adaptó libremente a su peculiar universo cinematográfico, su argumento le da pie, una vez más, para desarrollar una potente crítica de la alta burguesía, con un estilo seco y vigoroso, tremendamente corrosivo, arremetiendo contra una sociedad llena de lacras y vicios, egoista y resentida.
Lo más sorprendente es que consigue el fin propuesto con unos medios materiales escasos, con un pobre presupuesto, con actores grises cuando no malos, en donde ni siquiera la fotografía del entonces famoso Gabriel Figueroa brilla con las calidades que prestó a los films del Indio Fernández. Incluso la realización pudiera tacharse de descuidada, pero es tal la fuerza, la sugestión del relato, tantos los elementos que enriquecen la narración, que el espectador queda prendido, como fascinado ante esta extraña historia pintoresca, fantástica y demencial, a ratos irritante, zumbona otras veces, en la que Buñuel ha volcado su mirada incisiva, siempre lúcida, y su corrosivo humor, junto a toques oníricos y surrealistas, tan dentro de su forma de hacer.
Cuando el grupo de aristócratas consigue liberarse del maléfico sortilegio que los ha retenido juntos varios días encerrados en una habitación con la puerta abierta, pero infranqueable, y la tensión del espectador afloja, creyendo llegado el final, el maestro nos vuelve a sorprender y a inquietar en el solemne "Te Deum" de acción de gracias en la catedral, volviendo a la situación del principio, pero a escala mucho mayor, con ese plano final del rebaño de corderos dirigiéndose al recinto sagrado, recobrando la historia su aire mágico, que nos deja el ánimo sobrecogido, lleno de las dudas y zozobras que ha sembrado entre nosotros este gran baturro, moralista e inquietador de conciencias, que es Luis Buñuel.
El ermitaño
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4 de agosto de 2008
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra clásica y obligatoria del cine surrealista y quizás una de las mejores obras de Buñuel.
Película de su etapa mexicana Buñuel demuestra un genial dominio de la cámara para poder narrar una historia surrealista y de lo más increíble.
Una hora y media que uno no se da ni cuenta a pesar de lo imposible de la acción, la historia comienza a ser sofocante y agobiante como la misma historia y la misma habitación.
Una serie de personas de la alta sociedad se juntan para cenar y sin saber el porqué no pueden salir de una habitación, historia ilógica y absurda, intentan salir y simplemente no pueden, como en un sueño.
Como en los sueños siempre hay algo absurdo e irreal y hay sueños tan sofocantes como esta habitación, Buñuel no solamente narra lo irreal de este sueño sino que también muestra lo sofocante que estos pueden ser.
Buñuel no solamente se queda en lo absurdo de la situación, siempre sus historias van más allá y tiene algún significado tal como los sueños los suelen tener.
El final es puro simbolismo tal como Buñuel suele tratar a la religión.
Obra maestra del genial director español y obra obligatorio del cine surrealista.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
manuel
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21 de agosto de 2008
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si consideramos que no, (sin tener ninguna razón objetiva para creerlo) seremos como esos personajes de Buñuel que "inexplicablemente" no pueden salir de esa casa, -pese a que no existe imposibilidad real para hacerlo, solo que ellos creen que no pueden-, nosotros no podremos alcanzar la felicidad por la misma razón, porque no creemos en ello, porque creemos que ello no es posible, ... en esta vida, en este mundo.

Ese es el misterio, esa es nuestra trampa, ese es, a mi entender, el mensaje oculto de Buñuel, que cuando no creemos en algo, que cuando creemos que algo es imposible, somos nosotros los que hemos creado un imaginario obstáculo.

No sé si Buñuel pensó en la Felicidad del hombre, pero no se me ocurre mejor ejemplo. Teniendo asumido que la Felicidad no es posible, en este mundo, en esta vida, ¿de que nos extrañamos que no seamos felices, (pese a ser nuestro mayor deseo). ¿Entienden ahora por qué esos personajes no pueden salir de ese habitación aunque sea lo que mas quieran y no exista obstáculo “real” que lo impida?
Bonifacio
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10 de febrero de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es un mapa de la claustrofobia como ciencia exacta.

El cine, hasta cierto punto, es un arte claustrofóbico, o al menos claustrofílico. Los primeros experimentos cinematográficos mostraban trenes, ilusionismo, cosas moviéndose a toda velocidad de un lado a otro, pero muy pronto el cine reconoció como territorio privilegiado de su 'hacer', la caja negra conocida con el nombre de Cerebro Humano: el depósito de todas las imágenes y de todos los miedos. Esa caja negra quedó amoblada y mapeada, a lo largo de la historia de este joven arte, con unas pocas joyas eternas, películas que se desenvuelven en un recinto cerrado, como Doce hombres sin piedad, las mejores escenas del mejor David Lynch y, sobre todo, El Angel Exterminador, donde dos mil años de cultura cristiana occidental son puestos a prueba en una ágil sucesión de palabras, malentendidos, vueltas de tuerca, miradas, detenciones, terrores.

El mapa de la claustrofobia se despliega en la sucesiva quema de disfraces, que cada uno de los personajes tiene que llevar a cabo ante la presencia del cuchillo rojo del Miedo; disfraces morales, disfraces burgueses, disfraces sociales, familiares, culturales.

Pero más allá de ese miedo, de esa caída de etiquetas banales, se oculta un miedo superior que es el miedo de quien observa: el miedo de la Cámara a ser testigo de algo que nos puede pasar a nosotros mismos, el miedo de Buñuel, al estar descorriendo una punta del velo que cubre dos milenios de civilización occidental, pudiendo pronunciar la primera sílaba, apenas la primera, del Nombre que se oculta detrás de ese miedo en apariencia inocuo.

Por eso hablo del miedo de la Cámara, ese miedo a tener que participar, por fuerza, en un ámbito ajeno a su pureza esencial: el de las decisiones humanas tomadas en los límites de lo humano.
Karlés Llord
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29 de julio de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existen críticas excepcionales, a favor y en contra, y siento que nada importante puedo agregar, por lo que me limitaré a explicar este puntaje. Antes que nada, hace tiempo quería decir que esta página se ha convertido en una especie de locura, de obsesión para mi, y seguramente para casi todos sus seguidores. Creo que una de las primeras cosas que hago cuando me siento frente a la pc, es poner Filmaffinity; y lo más grave es que mientras estoy viendo una película, comienza una serie de reflecciones afiebradas acerca de lo que pondré en la crítica y el puntaje que merecerá el film en cuestión. Los números son fríos y nada o muy poco pueden decir, salvo los dieces y los unos, sobre los sentimientos que despierta el cine, ese arte tan subjetivo y maravilloso. Al leer las críticas con puntaje más bajo, he encontrado sobradas razones para celebrarlas; al leer las críticas con puntaje más alto, llenas de pasión y escritas algunas de ellas en forma brillante, también he encontrado geniales observaciones e intentos de explicación de los inexplicable. El puntaje, algo que detesto en realidad, lo mismo que el título de la crítica, es simplemente el paso que tengo que dar para desarrollar mis impresiones inmediatas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Black Floyd
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