X-Men: Días del futuro pasado
2014 

6.9
47,593
Ciencia ficción. Fantástico. Acción
Los X-Men luchan por la supervivencia de la especie en una guerra que se desarrolla en épocas diferentes. Los personajes de la trilogía cinematográfica original de “X-Men” unen sus fuerzas a las que ellos mismos poseían en el pasado, cuando eran más jóvenes (tal y como aparecen en “X-Men: Primera generación”), para cambiar un importante acontecimiento histórico y librar una épica batalla que podría salvar nuestro futuro. (FILMAFFINITY)
13 de febrero de 2015
13 de febrero de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
'X-Men: Días del Futuro Pasado' no solo es, probablemente una de las historias mutantes más ambiciosas y una adaptación brillantemente reescrita, sino también una mirada insólita a unos personajes con los que ya tenemos más que un vínculo emocional.
Una mirada desde el dolor y el resentimiento, con cierto toque de resignación por parte de Charles y Erik, que son, pese a todo, la clave de todo este universo.
Ambos se ven desde el futuro al pasado, como dos jóvenes que se creían demasiado arrogantes para ni siquiera tenerse en cuenta.
Ven todos esos años perdidos, y en el fondo, aunque la necesidad del viaje al pasado sea otra, siempre está la duda de si podrán volver a ser amigos en algún momento.
En ese futuro, uno gris y decadente donde la propia población humana ha arrasado con el planeta para erradicar la causa de su supuesta extinción, solo queda esa esperanza, acabar las cosas antes de que empiecen, ser sensatos antes de que se esté preparados para ello.
Eso atañe a Charles y Erik, pero también a Mística, en camino de ser otra persona diferente a la que era, y a Lobezno, el siempre descarriado, que también tiene otra oportunidad de arreglar las cosas. Es una película de encrucijadas, de momentos vitales, y así se percibe de parte de todos sus protagonistas.
Charles anda lejos de ser quien será, apenas un drogadicto que vive para la propia satisfacción personal, y ha dejado dar esperanza a nadie. Para qué, si no tiene una propia. Como dice Hank en un momento: "simplemente, ha perdido demasiado".
Erik, por su parte, ha incrementado su odio hacia la raza humana, pero no se oculta que si hay un cabo suelto que no funciona en su vida, ese es el abandono de su mejor amigo y su mejor compañera. Un hombre solo, con solo el odio para impulsarle.
Entre ambos, Mística, muy lejos de ser una persona y si una fría máquina de matar, también espoleada por el odio y el resentimiento de no tener a nadie de su lado.
Una auténtica familia disfuncional, ante la que Hugh Jackman (en un gesto que le honra, de actorazo con kilos de generosidad) decide ser mero detonante y después espectador, y Hank/Bestia la parte sensata y conciliadora.
Se vive la desilusión por una guerra larga e inútil, el Vietnam, así como la influencia de un presidente incompetente y taimado, Nixon.
Hay espacio para que personas como Bolivar Trask se aprovechen de ese miedo y decepción, uniendo por una causa común como el odio mutante. Más terrible si cabe porque conocemos el resultado de esa decisión en el futuro, en el aire queda la pregunta de, como dijo Xavier hará unas películas "si la generosidad para compartir el mundo es un rasgo del ser humano".
Queda en el tintero unas motivaciones más delimitadas para Trask, pero supongo que el simple odio nunca las necesita de verdad.
Mientras Charles, Logan y Hank (felizmente despojados de trajes innecesarios, y yo que me alegro) se apresuran para cambiar el futuro, Erik y Mística se apresuran para creer cambiarlo, y en ese mismo futuro los últimos X-Men luchan, no ya por su supervivencia, sino por esperanza.
Un término bastante importante aquí, en todos pero particularmente en Charles. Es él, un hombre perdido, quien tiene la oportunidad de cambiar y ser mejor encerrada dentro de su propio egoísmo y decepción, y es su cambio el único que podrá realmente cambiar algo.
Al final, al límite de dicha esperanza, tanto Charles, como Erik, como Mística, aprenden la valiosa lección que en Primera Generación no tenían clara: que pueden ser mejores. Que deben alzarse y resistir, pese a una humanidad que les teme y odia.
Les queda una última esperanza de reconciliarse, aunque sea bajo capas de resentimiento. Probablemente eso es lo único que importa en un futuro.
Hay un momento casi mágico al final. No solo una catarsis para el espectador, que ha vivido todo tipo de aventuras con estos personajes, sino para Logan, que tras tanto dolor se sorprende de que le queda espacio para algo de luz.
De eso iba la cosa, de todos los momentos que perdemos con quienes nos importan por un pasado imperfecto, de cuántas veces creyendo que estamos solos perdemos nuestra perspectiva de vida. Logan, probablemente el personaje más torturado de los X-Men, ahora tiene un recuerdo terrible que no llegó a cumplirse: la perfecta recompensa a su alma marcada por el dolor.
Aunque se vislumbra un Apocalipsis, posiblemente este podría ser el carpetazo perfecto a los X-Men. Bryan Singer ha necesitado una secuela bastarda, un spin-off desastroso, una precuela poderosa y una reconfiguración de personaje japonesa para conseguirlo, pero finalmente ha completado su trilogía de estos mutantes extraordinarios.
Y su visión les deja satisfechos y esperanzados, conscientes de haber librado grandes batallas, pero sabiendo que han conseguido esa tolerancia que llevaban buscando hace tiempo. No es un trabajo fácil, pero es el que tienen.
No se puede menos que aplaudir porque este momento en que han coincidido en el tiempo les haya dado una segunda oportunidad frente a guerras pasadas, y nos haya dejado con ganas de contemplar su próxima (renovada) aventura.
Una mirada desde el dolor y el resentimiento, con cierto toque de resignación por parte de Charles y Erik, que son, pese a todo, la clave de todo este universo.
Ambos se ven desde el futuro al pasado, como dos jóvenes que se creían demasiado arrogantes para ni siquiera tenerse en cuenta.
Ven todos esos años perdidos, y en el fondo, aunque la necesidad del viaje al pasado sea otra, siempre está la duda de si podrán volver a ser amigos en algún momento.
En ese futuro, uno gris y decadente donde la propia población humana ha arrasado con el planeta para erradicar la causa de su supuesta extinción, solo queda esa esperanza, acabar las cosas antes de que empiecen, ser sensatos antes de que se esté preparados para ello.
Eso atañe a Charles y Erik, pero también a Mística, en camino de ser otra persona diferente a la que era, y a Lobezno, el siempre descarriado, que también tiene otra oportunidad de arreglar las cosas. Es una película de encrucijadas, de momentos vitales, y así se percibe de parte de todos sus protagonistas.
Charles anda lejos de ser quien será, apenas un drogadicto que vive para la propia satisfacción personal, y ha dejado dar esperanza a nadie. Para qué, si no tiene una propia. Como dice Hank en un momento: "simplemente, ha perdido demasiado".
Erik, por su parte, ha incrementado su odio hacia la raza humana, pero no se oculta que si hay un cabo suelto que no funciona en su vida, ese es el abandono de su mejor amigo y su mejor compañera. Un hombre solo, con solo el odio para impulsarle.
Entre ambos, Mística, muy lejos de ser una persona y si una fría máquina de matar, también espoleada por el odio y el resentimiento de no tener a nadie de su lado.
Una auténtica familia disfuncional, ante la que Hugh Jackman (en un gesto que le honra, de actorazo con kilos de generosidad) decide ser mero detonante y después espectador, y Hank/Bestia la parte sensata y conciliadora.
Se vive la desilusión por una guerra larga e inútil, el Vietnam, así como la influencia de un presidente incompetente y taimado, Nixon.
Hay espacio para que personas como Bolivar Trask se aprovechen de ese miedo y decepción, uniendo por una causa común como el odio mutante. Más terrible si cabe porque conocemos el resultado de esa decisión en el futuro, en el aire queda la pregunta de, como dijo Xavier hará unas películas "si la generosidad para compartir el mundo es un rasgo del ser humano".
Queda en el tintero unas motivaciones más delimitadas para Trask, pero supongo que el simple odio nunca las necesita de verdad.
Mientras Charles, Logan y Hank (felizmente despojados de trajes innecesarios, y yo que me alegro) se apresuran para cambiar el futuro, Erik y Mística se apresuran para creer cambiarlo, y en ese mismo futuro los últimos X-Men luchan, no ya por su supervivencia, sino por esperanza.
Un término bastante importante aquí, en todos pero particularmente en Charles. Es él, un hombre perdido, quien tiene la oportunidad de cambiar y ser mejor encerrada dentro de su propio egoísmo y decepción, y es su cambio el único que podrá realmente cambiar algo.
Al final, al límite de dicha esperanza, tanto Charles, como Erik, como Mística, aprenden la valiosa lección que en Primera Generación no tenían clara: que pueden ser mejores. Que deben alzarse y resistir, pese a una humanidad que les teme y odia.
Les queda una última esperanza de reconciliarse, aunque sea bajo capas de resentimiento. Probablemente eso es lo único que importa en un futuro.
Hay un momento casi mágico al final. No solo una catarsis para el espectador, que ha vivido todo tipo de aventuras con estos personajes, sino para Logan, que tras tanto dolor se sorprende de que le queda espacio para algo de luz.
De eso iba la cosa, de todos los momentos que perdemos con quienes nos importan por un pasado imperfecto, de cuántas veces creyendo que estamos solos perdemos nuestra perspectiva de vida. Logan, probablemente el personaje más torturado de los X-Men, ahora tiene un recuerdo terrible que no llegó a cumplirse: la perfecta recompensa a su alma marcada por el dolor.
Aunque se vislumbra un Apocalipsis, posiblemente este podría ser el carpetazo perfecto a los X-Men. Bryan Singer ha necesitado una secuela bastarda, un spin-off desastroso, una precuela poderosa y una reconfiguración de personaje japonesa para conseguirlo, pero finalmente ha completado su trilogía de estos mutantes extraordinarios.
Y su visión les deja satisfechos y esperanzados, conscientes de haber librado grandes batallas, pero sabiendo que han conseguido esa tolerancia que llevaban buscando hace tiempo. No es un trabajo fácil, pero es el que tienen.
No se puede menos que aplaudir porque este momento en que han coincidido en el tiempo les haya dado una segunda oportunidad frente a guerras pasadas, y nos haya dejado con ganas de contemplar su próxima (renovada) aventura.
26 de junio de 2015
26 de junio de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debo confesar que no soy fanático de las películas de super héroes, pero esta la vi por dos razones: todo comenzó cuando estaba comiendo anticucho en la tía veneno, al costado de nosotros había un puesto de DVD's piratas; mientras comía, veía un toque la película y en 15 minutos me quedé enganchado por la actuación de Jennifer Lawrence interpretando a Mystic, por los efectos especiales increíbles y por las pequeñas partes de acción que fueron muy bien trabajadas. Pasaron meses y vi que fue nominada al Oscar, sí, fue la cerecita al pastel para comprarme el blu ray y verla en mi tv ultra HD.
El film fue enteramente placentro: el comienzo fue prometedor, no hubo puntos flacos y el final fue super alentador. Los diálogos fueron aceptables. La fotografía fue buena. Los efectos especiales, como dije, impecables. Las actuaciones fueron más que aceptables, a parte de contar con JLawrence, ver actuar a Nicholas Hoult (el eterno Tony de Skins) ahora interpretando a the Beast, Evan Peters (estrella en todas las temporadas de American Horror Story) interpretando a Quicksilver y también a los que hicieron de Logan, Professor Javier y Magneto, fue genial.
El film fue enteramente placentro: el comienzo fue prometedor, no hubo puntos flacos y el final fue super alentador. Los diálogos fueron aceptables. La fotografía fue buena. Los efectos especiales, como dije, impecables. Las actuaciones fueron más que aceptables, a parte de contar con JLawrence, ver actuar a Nicholas Hoult (el eterno Tony de Skins) ahora interpretando a the Beast, Evan Peters (estrella en todas las temporadas de American Horror Story) interpretando a Quicksilver y también a los que hicieron de Logan, Professor Javier y Magneto, fue genial.
19 de junio de 2014
19 de junio de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director consigue dar cabida en la misma película a un tropel de mutantes poderosos sin renunciar a la trascendencia que tanto le gusta, y que llenó X-Men 2 de confusión. Aparecen casi todos los mutantes de los comics junto a algunos "importados", a costa de que algunas apariciones sean casi testimoniales.
A la vez, retoma una vieja petición de los fans de los comics iniciales: la aparición de los Centinelas, en una versión letal y modernizada que permite trepidantes escenas de acción que no llegan a saturar, lo que es de nuevo un acierto de guión y montaje.
El espectáculo visual es impresionante, y el guión más coherente que en X-Men 2, lo que la hace una de las mejores películas de mutantes, al nivel de la primera X - Men.
En definitiva, una buena película para los amantes del género de superhéroes. Para los que no, mejor un buen libro, como Ánima, de Wajdi Mouawad.
A la vez, retoma una vieja petición de los fans de los comics iniciales: la aparición de los Centinelas, en una versión letal y modernizada que permite trepidantes escenas de acción que no llegan a saturar, lo que es de nuevo un acierto de guión y montaje.
El espectáculo visual es impresionante, y el guión más coherente que en X-Men 2, lo que la hace una de las mejores películas de mutantes, al nivel de la primera X - Men.
En definitiva, una buena película para los amantes del género de superhéroes. Para los que no, mejor un buen libro, como Ánima, de Wajdi Mouawad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El protagonismo obligado de Jackman, Lawrence, McAvoy y Fassbender por caché y contrato se transforma en las manos de Singer más en una virtud que en un defecto, teniendo en cuenta la edad de McKellen y Stewart (al menos este disimula un poco, ya que está siempre sentado). ¿Llegarán a la próxima?
El aluvión de mutantes puede hacerse un poco excesivo en algunos momentos para los no acostumbrados, y no sé si encaja mucho el que Xavier deje escaparse a Magneto como si tal cosa después de intentar provocar el fin de la humanidad (salvo para la preparación de la próxima). Pero se perdona todo ante la perspectiva de una nueva peli de mutantes en el horizonte.
Por cierto ¿alguien sabe quién es la tipa que construye las pirámides al final de los títulos de crédito?
El aluvión de mutantes puede hacerse un poco excesivo en algunos momentos para los no acostumbrados, y no sé si encaja mucho el que Xavier deje escaparse a Magneto como si tal cosa después de intentar provocar el fin de la humanidad (salvo para la preparación de la próxima). Pero se perdona todo ante la perspectiva de una nueva peli de mutantes en el horizonte.
Por cierto ¿alguien sabe quién es la tipa que construye las pirámides al final de los títulos de crédito?
21 de octubre de 2014
21 de octubre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Está de moda últimamente, cada vez que sale una película de superhéroes mejor que Catwoman, a todo el mundo le parece siempre muy "inteligente". Vamos hombre. Esta peli estará muy bien, en ciertos aspectos. Es entretenida y espectacular, y tal... pero es patochada tras patochada.
El argumento es resultón siempre y cuando pienses en cosas bonitas, aunque está trufado de paridas. Los diálogos, muy de usar y tirar. Todos esos discursazos épicos me entran por un oído y me salen por el otro, no sé si me explico. Se acostumbrará uno. Los personajes me parecen fatal trazados. En toda la saga, en realidad. Magneto, verbigracia. Debería ser un personaje memorable, coño, y es un villano malignoso, acartonado y cerril, por más que se ponga en plan "viejo amigo" de vez en cuando. No hay conflicto ni hay ná. Bolivar Trask, discretísimo. Ni siquiera Lobezno, que chupa cámara, tiene la mitad del carisma que debería tener.
Son cosas que no entiendo: con todo lo que te curras todo el apartado visual, con actorazos (de lo mejor, el casting) a tu disposición, ¿que costaba trabajarse un poco los aspectos más... literarios? Anda que no hay tiempo para explayarse, no son ochenta minutos de peli, precisamente. Pero nos hemos pasado dos tercios dando brincos y disparando rayos y haciendo volar estadios. A lo mejor se profundiza un poco más en estos temas en algún director's cut de, no sé, cuatro horas media?
Vale, y Mystica. Oh my god. Que se joda el casting, Mystica. Pura poesía plástica, tu. Mystica, cual pitufina vengadora, destruyendo guardaespaldas trajeados. Luego se convierte en un avejentado federal y te crea cierta confusión, pero por lo general al final, alabado sea dios, los subterfugios tienden a dejarse a un lado y los asuntos tienden a arreglarse a hostias, y vuelve a ser esa diosa escamosa y desnuda (azul pero desnuda) repartiendo zapatilla. Llora, Russ Meyer. Mystica. Del cinco al seis por ella solamente.
El argumento es resultón siempre y cuando pienses en cosas bonitas, aunque está trufado de paridas. Los diálogos, muy de usar y tirar. Todos esos discursazos épicos me entran por un oído y me salen por el otro, no sé si me explico. Se acostumbrará uno. Los personajes me parecen fatal trazados. En toda la saga, en realidad. Magneto, verbigracia. Debería ser un personaje memorable, coño, y es un villano malignoso, acartonado y cerril, por más que se ponga en plan "viejo amigo" de vez en cuando. No hay conflicto ni hay ná. Bolivar Trask, discretísimo. Ni siquiera Lobezno, que chupa cámara, tiene la mitad del carisma que debería tener.
Son cosas que no entiendo: con todo lo que te curras todo el apartado visual, con actorazos (de lo mejor, el casting) a tu disposición, ¿que costaba trabajarse un poco los aspectos más... literarios? Anda que no hay tiempo para explayarse, no son ochenta minutos de peli, precisamente. Pero nos hemos pasado dos tercios dando brincos y disparando rayos y haciendo volar estadios. A lo mejor se profundiza un poco más en estos temas en algún director's cut de, no sé, cuatro horas media?
Vale, y Mystica. Oh my god. Que se joda el casting, Mystica. Pura poesía plástica, tu. Mystica, cual pitufina vengadora, destruyendo guardaespaldas trajeados. Luego se convierte en un avejentado federal y te crea cierta confusión, pero por lo general al final, alabado sea dios, los subterfugios tienden a dejarse a un lado y los asuntos tienden a arreglarse a hostias, y vuelve a ser esa diosa escamosa y desnuda (azul pero desnuda) repartiendo zapatilla. Llora, Russ Meyer. Mystica. Del cinco al seis por ella solamente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
"Hay una teoría de la mecánica cuántica que dice que el tiempo siempre sigue su curso. Tiras una piedra, hace ondas, pero el río siempre fluye en la misma dirección".
Creo que esto se lo han inventado.
Creo que esto se lo han inventado.
4 de noviembre de 2014
4 de noviembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es cómoda, atractiva e interesante. Desde el inicio no deseas parar de verla. Sus efectos son geniales y su trama es llamativa. Aunque lo de la teoría de la mecánica cuántica no fue tratada con el suficiente interés, eso no la desprestigia.
Mi recomendación es que la veas en compañía de todos tus amigos.
Mi recomendación es que la veas en compañía de todos tus amigos.
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