Habitación en Roma
Drama. Romance
Verano de 2008. Se inspira en el film 'En la cama', del chileno Matías Bize. En un hotel del centro de Roma se conocen una rusa y una española. Al día siguiente, Alba volverá a España y Natasha a Rusia. En la habitación del hotel se respira una atmósfera cargada de erotismo y sensualidad. Entre ellas nace un sentimiento nuevo que ambas aceptan. Durante doce horas, las dos mujeres se confían sus vidas, hablan de sus compromisos y del ... [+]
31 de mayo de 2010
31 de mayo de 2010
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habitación en Roma cuenta la historia de dos mujeres que se conocen una noche en Roma y se proponen hacer un parentesis en sus vidas para pasar una noche juntas al margen de todo, sin que la una sepa nada de la otra.
Este planteamiento da comienzo a la película en la que se nos muestra como avanzará la relación entre ambas.
La verdad es que el argumento era el ideal para que Julio Medem hiciese una película, no tanto por su calidad como director y guionista como por ser una película que es coherente dentro de su filmografía (no me imagino a Scorsese dirigiendola); e incluso tenía unas ciertas esperanzas en que volviese al nivel de Vacas y de Los amantes del circulo polar y se alejase de ese agujero negro que es Lucía y el sexo, pero por desgracia este no ha sido el caso. Medem vuelve a sus peores tics como son ese romanticismo de folletín o el símbolismo vacío.
Mucho se habla de las actuaciones de Elena Anaya y de Natasha Yarovenko y vale no lo hacen mal, pero no es como para lo que se las ha elogiado. Creo que la gente ha valorado mas que se pasen 100 minutos desnudas que sus cualidades interpretativas.
Volvamos a los peores tics de Medem, que hay para largo y con los que al menos uno se puede reir en la sala de cine. El guión unas cuantas veces se va al ridículo total con unos dialogos absurdos acompañado del simbolismo marca Medem, el "punto culminante" son las visitas a la versión del Google Earth, estos momentos el despiporre es total y es casi imposible no reirse, de hecho en el cine en esos momentos las carcajadas eran notorias. Mención aparte merece el botones del hotel proponiendo tríos, ahí no sabía si es que a nuestro amiguito el director le apetecía reirse de todo el público.
Pero no todo es malo, Medem sigue sabiendo crear algunas imagenes bellísimas como las del baño. Son estas imagenes las que elevan la puntuación y la salvan de despeñarse del todo.
En resumidas cuentas, esta es una película tipicamente Medem, pero que reune lo peor de él, como sus pretensiones. A este paso no quedará nada de lo que le hizo ser uno de los más interesantes directores españoles y solo quedará un adalid de los "gafapastas".
Este planteamiento da comienzo a la película en la que se nos muestra como avanzará la relación entre ambas.
La verdad es que el argumento era el ideal para que Julio Medem hiciese una película, no tanto por su calidad como director y guionista como por ser una película que es coherente dentro de su filmografía (no me imagino a Scorsese dirigiendola); e incluso tenía unas ciertas esperanzas en que volviese al nivel de Vacas y de Los amantes del circulo polar y se alejase de ese agujero negro que es Lucía y el sexo, pero por desgracia este no ha sido el caso. Medem vuelve a sus peores tics como son ese romanticismo de folletín o el símbolismo vacío.
Mucho se habla de las actuaciones de Elena Anaya y de Natasha Yarovenko y vale no lo hacen mal, pero no es como para lo que se las ha elogiado. Creo que la gente ha valorado mas que se pasen 100 minutos desnudas que sus cualidades interpretativas.
Volvamos a los peores tics de Medem, que hay para largo y con los que al menos uno se puede reir en la sala de cine. El guión unas cuantas veces se va al ridículo total con unos dialogos absurdos acompañado del simbolismo marca Medem, el "punto culminante" son las visitas a la versión del Google Earth, estos momentos el despiporre es total y es casi imposible no reirse, de hecho en el cine en esos momentos las carcajadas eran notorias. Mención aparte merece el botones del hotel proponiendo tríos, ahí no sabía si es que a nuestro amiguito el director le apetecía reirse de todo el público.
Pero no todo es malo, Medem sigue sabiendo crear algunas imagenes bellísimas como las del baño. Son estas imagenes las que elevan la puntuación y la salvan de despeñarse del todo.
En resumidas cuentas, esta es una película tipicamente Medem, pero que reune lo peor de él, como sus pretensiones. A este paso no quedará nada de lo que le hizo ser uno de los más interesantes directores españoles y solo quedará un adalid de los "gafapastas".
20 de mayo de 2014
20 de mayo de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces pienso que desde el primer, segundo o tercer fotograma se puede conocer el tono de la película y cómo va a ser sin apenas riesgo de equivocarse. A pesar de ello, porque algunas películas de Medem me gustan mucho, quiero estar equivocada. Pero resulta obvio al instante. Ni por un momento dejo de ver a dos actrices recitando un papel aprendido. Es todo tan forzado, tan falso. A veces no puedo evitar un ataque de risa cuando el momento es pretendidamente profundo, trascendental. Tienen un cuerpo bonito estas dos chicas, pero el contacto entre ellas no transmite nada, no es creíble. Está todo envuelto en una asepsia un poco repulsiva. Los diálogos son patéticos. Las historias que cuentan los diálogos, igual de patéticas. Ni la expresión de los rostros ni el tono ni las palabras coinciden en muchos momentos con lo que está pasando. Los gestos de ternura no son tiernos; no hay pasión real en ningún momento. La sensación que tengo todo el tiempo es que podían no haberse molestado. Ni Medem ni ellas. ¿Qué me estás contando, Medem? ¡Qué decepción! Es la obra de un principiante, de un principiante pretencioso. Si fuera la primera película suya que veo, no querría ver ninguna más. Falta madurez, seriedad y credibilidad de principio a fin. A ratos siento algo parecido a la compasión, y acto seguido una especie de vergüenza ajena. Por ellas y por él.
5 de febrero de 2011
5 de febrero de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a ver, no está mal, pero este no es mi Medem, puedo reconocer algún plano o movimiento de cámara pero nada mas,
¿donde esta tu Magia Casual?, ¿Donde, tus historias tan densas que cuesta digerirlas, tus giros de guión estirado al máximo, tus vueltas atrás en el tiempo?
Ay que pereza da escuchar las enrevesadas vidas de estas dos por muy estupendas que estén desnudas,
Ay que Soprano chillando toda la santa noche sin ton ni son,
Ay que típico mezclar las vidas de estas dos con los cuadros de la habitación del hotel..¿Que casualidad?
Ay que modernas las nenas que en 0,2 ya se muestran sus respectivas casas via Google Earth
Ay que este no es mi Medem.
La Cursilada de Cupido podías haberla ahorrado a base de bien y esa cara de Anaya muerta de Amor y la rusa con cara de estreñimiento..
Las preguntas de la rusa (rubia, estupenda) a la española (Muy estereotipada) son totales:
¿Y tu madre también es lesbiana?, ¿Y es así como te hiciste lesbiana?
Que te adoro Julio, pero tu dedícate a lo tuyo y déjate de adaptaciones en Ingles, que no....
si es que no......
Ya hablaremos....
¿donde esta tu Magia Casual?, ¿Donde, tus historias tan densas que cuesta digerirlas, tus giros de guión estirado al máximo, tus vueltas atrás en el tiempo?
Ay que pereza da escuchar las enrevesadas vidas de estas dos por muy estupendas que estén desnudas,
Ay que Soprano chillando toda la santa noche sin ton ni son,
Ay que típico mezclar las vidas de estas dos con los cuadros de la habitación del hotel..¿Que casualidad?
Ay que modernas las nenas que en 0,2 ya se muestran sus respectivas casas via Google Earth
Ay que este no es mi Medem.
La Cursilada de Cupido podías haberla ahorrado a base de bien y esa cara de Anaya muerta de Amor y la rusa con cara de estreñimiento..
Las preguntas de la rusa (rubia, estupenda) a la española (Muy estereotipada) son totales:
¿Y tu madre también es lesbiana?, ¿Y es así como te hiciste lesbiana?
Que te adoro Julio, pero tu dedícate a lo tuyo y déjate de adaptaciones en Ingles, que no....
si es que no......
Ya hablaremos....
26 de enero de 2012
26 de enero de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Increíble. Es la palabra que mejor define esto. Una película que intenta meterse bajo la piel del espectador contando dos historias que deberían ser muy humanas y, en su lugar, es simplemente una batalla de palabras desencajadas que salen de la boca de dos seres desnudos.
Julio Medem lleva la gilipollez a su máxima expresión. Lo que debería ser una película intimista en la que los personajes, desnudos fisicamente, deberían ir desnudando su alma hasta convertirse en parte del espectador, se convierte en un material que el cineasta vasco utiliza solamente para llevarr su locura sexual a otro nivel. Medem trata de construír unos personajes únicos y, por desgracia, lo consigue. La cursilería de las frases de las dos chicas está por encima de tonterías como las que puedan escucharse en Crepúsculo o en Perdona si te llamo amor. Sin embargo, ahí no termina la estupidez de una película que va intercambiando el rol de las protagonistas. Una de ellas es la casi esquizofrénica y la otra es la que está más o menos cuerda y eso en términos generales se mantiene, pero Medem añade un punto infantil a uno de los personajes que va saltando de una actriz a otra a merced del gusto del director. Eso provoca diálogos que puedes escuchar cuando hablas de Bob Esponja con tu sobrino de cuatro años y una profunda sensación de indignación en el espectador.
Elena Anaya me parece una buena actriz. Sin embargo, nominarla al Goya por su papel en Habitación en Roma es como dar una patada en los huevos del cine. Anaya no puede cargar con lo absurdo de su personaje. Esos cambios de humor inexplicables (que no vengan con que la mente del personaje es así, porque no cuela), esas carcajadas nacidas de comentarios tontos o esas miradas profundas en las que Medem pretende mostrar el sentimiento más básico sobre el que se basa el amor, son tres cosas con las que Elena Anaya no puede lidiar, con lo que su interpretación se resiente. Natasha Yarovenko se encuentra con el inconveniente de que a día de hoy no es una buena actriz. Las mismas dificultades que tiene el personaje de su compañera (más que dificultades son putadas), las tiene también el de la actriz de origen ucraniano, con lo que hay escenas suyas que provocan auténtica vergüenza ajena. El único que se sala es Enrico Lo Verso, que está simpático, aunque su escasa aparición basta para mostrarnos un personaje también desdibujado.
Resumiendo, que es gerundio: a mi entender, Habitación en Roma solamente puede servir para que quinceañeros puedan alquilar una película erótica en un videoclub, ya que la parte de las cortinillas les está vetada. Para el resto de los mortales, una puta mierda. Pero una mierda grande, no creáis que una mierdecita... No, no, un mojón. Un mojonaco o, como dicen los niños, caca de la vaca. La última expresión es por si se da el caso de que Medem lee esto, que pueda entender un lenguaje a la altura del de su película.
Julio Medem lleva la gilipollez a su máxima expresión. Lo que debería ser una película intimista en la que los personajes, desnudos fisicamente, deberían ir desnudando su alma hasta convertirse en parte del espectador, se convierte en un material que el cineasta vasco utiliza solamente para llevarr su locura sexual a otro nivel. Medem trata de construír unos personajes únicos y, por desgracia, lo consigue. La cursilería de las frases de las dos chicas está por encima de tonterías como las que puedan escucharse en Crepúsculo o en Perdona si te llamo amor. Sin embargo, ahí no termina la estupidez de una película que va intercambiando el rol de las protagonistas. Una de ellas es la casi esquizofrénica y la otra es la que está más o menos cuerda y eso en términos generales se mantiene, pero Medem añade un punto infantil a uno de los personajes que va saltando de una actriz a otra a merced del gusto del director. Eso provoca diálogos que puedes escuchar cuando hablas de Bob Esponja con tu sobrino de cuatro años y una profunda sensación de indignación en el espectador.
Elena Anaya me parece una buena actriz. Sin embargo, nominarla al Goya por su papel en Habitación en Roma es como dar una patada en los huevos del cine. Anaya no puede cargar con lo absurdo de su personaje. Esos cambios de humor inexplicables (que no vengan con que la mente del personaje es así, porque no cuela), esas carcajadas nacidas de comentarios tontos o esas miradas profundas en las que Medem pretende mostrar el sentimiento más básico sobre el que se basa el amor, son tres cosas con las que Elena Anaya no puede lidiar, con lo que su interpretación se resiente. Natasha Yarovenko se encuentra con el inconveniente de que a día de hoy no es una buena actriz. Las mismas dificultades que tiene el personaje de su compañera (más que dificultades son putadas), las tiene también el de la actriz de origen ucraniano, con lo que hay escenas suyas que provocan auténtica vergüenza ajena. El único que se sala es Enrico Lo Verso, que está simpático, aunque su escasa aparición basta para mostrarnos un personaje también desdibujado.
Resumiendo, que es gerundio: a mi entender, Habitación en Roma solamente puede servir para que quinceañeros puedan alquilar una película erótica en un videoclub, ya que la parte de las cortinillas les está vetada. Para el resto de los mortales, una puta mierda. Pero una mierda grande, no creáis que una mierdecita... No, no, un mojón. Un mojonaco o, como dicen los niños, caca de la vaca. La última expresión es por si se da el caso de que Medem lee esto, que pueda entender un lenguaje a la altura del de su película.
9 de mayo de 2010
9 de mayo de 2010
11 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fui a ver la película con ganas de pasar un buen rato, viendo algo sincero, diálogos y escenas creíbles y me encontré con una película que no hay por dónde cogerla, desde el principio se ve que eso no hay quien se lo crea, las escenas no tienen ilación, demasiadas situaciones estridentes que no tienen sentido ni credibilidad.
No transmite nada, más allá de ganas de reírte en momentos dramáticos y ganas de que termine de una vez para poder salir a la calle y olvidarme de la gran decepción que me ha causado el como ha tratado el tema de un amor surgido entre dos mujeres.
Por no hablar de la escena de la bañera, con la flecha clavada........, de verdad que me gustaría que nos explicara Julio Medem como un director con tanto renombre ha hecho esta película tan vacía y carente de sentido se mire por donde se mire.
Yo os aconsejo a quien quiera verla que os la bajéis como podáis y la veáis en casa sin gastaros ni un euro.
No transmite nada, más allá de ganas de reírte en momentos dramáticos y ganas de que termine de una vez para poder salir a la calle y olvidarme de la gran decepción que me ha causado el como ha tratado el tema de un amor surgido entre dos mujeres.
Por no hablar de la escena de la bañera, con la flecha clavada........, de verdad que me gustaría que nos explicara Julio Medem como un director con tanto renombre ha hecho esta película tan vacía y carente de sentido se mire por donde se mire.
Yo os aconsejo a quien quiera verla que os la bajéis como podáis y la veáis en casa sin gastaros ni un euro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Fui a ver la película con ganas de pasar un buen rato, viendo algo sincero, diálogos y escenas creíbles y me encontré con una película que no hay por dónde cogerla, desde el principio se ve que eso no hay quien se lo crea, las escenas no tienen ilación, demasiadas situaciones estridentes que no tienen sentido ni credibilidad.
No transmite nada, más allá de ganas de reírte en momentos dramáticos y ganas de que termine de una vez para poder salir a la calle y olvidarme de la gran decepción que me ha causado el como ha tratado el tema de un amor surgido entre dos mujeres.
Por no hablar de la escena de la bañera, con la flecha clavada........, de verdad que me gustaría que nos explicara Julio Medem como un director con tanto renombre ha hecho esta película tan vacía y carente de sentido se mire por donde se mire.
Yo os aconsejo a quien quiera verla que os la bajéis como podáis y la veáis en casa sin gastaros ni un euro.
No transmite nada, más allá de ganas de reírte en momentos dramáticos y ganas de que termine de una vez para poder salir a la calle y olvidarme de la gran decepción que me ha causado el como ha tratado el tema de un amor surgido entre dos mujeres.
Por no hablar de la escena de la bañera, con la flecha clavada........, de verdad que me gustaría que nos explicara Julio Medem como un director con tanto renombre ha hecho esta película tan vacía y carente de sentido se mire por donde se mire.
Yo os aconsejo a quien quiera verla que os la bajéis como podáis y la veáis en casa sin gastaros ni un euro.
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