Capitán América: Un nuevo mundo
2025 

5.0
4,742
Acción. Thriller
Tras reunirse con el recién elegido presidente de Estados Unidos Thaddeus Ross (Harrison Ford), Sam se encuentra en medio de un incidente internacional. Debe descubrir la razón detrás de un nefasto complot global antes de que la verdadera mente maestra tenga al mundo entero viendo rojo. Cuarta película de la franquicia del Capitán América. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2025
17 de febrero de 2025
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, no es Steve Rogers, eso ya lo sabemos.. aunque tampoco creo que pretendan igualarlo ni superarlo. Simplemente es Sam, otro Capitán América. Digo esto porque si entramos en comparaciones con el Capi de Steve Rogers, este sale perdiendo. Por tanto creo que hay que tratar de evitar compararlo y tener en cuenta que es otro Capitán América, diferente, otra versión. Y en esas creo que se encuentra Sam, intentando encontrar el equilibrio entre ser él mismo y ser el Capitán América que el mundo necesita. Fui al cine pensando que la película no me iba a gustar porque he visto muy mala crítica por parte de los profesionales del cine.. y la verdad es que he salido bastante contento. En líneas generales, no es Winter Soldier pero tampoco es de lo peor del UCM como algunos han dicho.. no me ha aburrido en ningún momento y, aunque la trama no sea lo mejor y mucho menos su villano, creo que mantiene al espectador entretenido y atento a la película en todo momento. Mi nota sería un 5,5/10, pero como no es posible, queda en un 6/10.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película conecta bien con los acontecimientos de la película del Increíble Hulk. Las escenas de acción son muy buenas, sobre todo el momento aéreo y la batalla final con Red Hulk. Destacar el papel de Harrisson Ford, más importante y relevante de lo que me esperaba. El cameo de Liv Tyler como Betty Ross no me lo esperaba.. tampoco el de Sebastian Stan como Bucky. Ambos cameos entran bien. La química entre Sam y Joaquin me gusta, se nota que se llevan bien fuera de la pantalla. La post-créditos haciendo referencia a la Secret Wars es indicativo de lo que se viene, agradezco tener la hoja de ruta ya un poco más clara de hacia dónde va todo esto. Y lo peor de la peli creo que es el Líder.. el villano y sus motivaciones dejan mucho que desear. Tampoco es nada relevante el papel de Esposito.
21 de febrero de 2025
21 de febrero de 2025
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada nuevo estreno de Marvel me interesa en particular por la reacción social de espectadores casuales y antiguos fans un poco reaccionarios porque, siendo claros, parte de las críticas vienen por el color de piel del protagonista (no me lo invento, he visto cada tweet que es para alucinar) y el estado actual del UCM. Ahora se recibe un nuevo capítulo de manera más crítica y es completamente normal. Es cierto que esta película no cosecharía tantas críticas si hubiera salido hace diez años, en plena Fase 2 del proyecto, pero justamente es por eso que está teniendo reacciones negativas.
No es el destrozo visual de Quantumania, ni un proyecto que salga de la nada. Es secuela de una de las primeras series de Marvel, que seguía uno de los pocos campos abiertos que dejó Endgame. La audiencia general no compra a Sam como el capitán y la película juega con eso, ya que Steve Rogers es un icono dentro y fuera de la película. El problema llega cuando esta gran oportunidad de encauzar el MCU y forjar a Sam como uno de los héroes principales se estrena con la esencia de la Marvel de hace diez años.
El "género" ya se está agotando, al menos la propuesta clónica que siguen muchas de las películas. Propuestas frescas como Superman de Gunn y el (tercer) nuevo intento de Los 4 Fantásticos parecen revivir la emoción por los superhéroes. Al menos este año. Por desgracia, historias como la nueva del Capi no ayudan a que el discurso general cambie. Y lo entiendo porque no hay nada especialmente bueno dentro de la obra. Lo menos malo es agradable y lo único bueno es el engaño gigantesco de la promoción con Red Hulk.
Y aquí inicia el problema con la película. Gran parte de la mala recepción se basa en el personaje de Ross, encarnado por un Harrison Ford al que se siente raro verle por aquí. Si bien es el personaje más interesante de la cinta, por eso de la situación actual en Estados Unidos, la audiencia casual quería ver a Hulk. Un thriller con un Hulk como presidente, que no dista mucho de la realidad, era un concepto que me interesaba ver. Pero, para ahorraros el chasco, la película trata eso como un secreto en pos de tener a un personaje sorpresa que llega un par de años tarde. Y llega bastante mal.
La película tuvo un trailer fantástico por su montaje y personalidad visual. Hasta los detractores más fieles admitieron que el trailer les daba ganas de verla, aunque sabían como iba a ser el resultado general. La propia audiencia que critica el fanservice de Marvel es la que quería que se replicara la esencia del Soldado de Invierno. Lamento decir que no va a ocurrir.
No esperaba un thriller excelente, pero el trailer invitaba a pensar que la cinta podría tener un poco de personalidad. No la hay. Las secuencias de acción no son particularmente estimulantes, a excepción de la esperada pelea final, y en general se siente como una secuela de El Increíble Hulk y no como la primera película de Sam como el Capitán. Son las consecuencias de seguir sin los derechos del grandullón verde.
Desaprovecha todas (todas) las oportunidades que encuentra. Sin embargo, reconocer cada referencia hizo más amena una experiencia que, para los que ya rechazan estas películas, es un insulso intento de thriller de acción que no deja casi nada memorable. Le falta frescura y ganas. La escena de los créditos, por cierto, es un reflejo del rumbo actual del universo.
No es el destrozo visual de Quantumania, ni un proyecto que salga de la nada. Es secuela de una de las primeras series de Marvel, que seguía uno de los pocos campos abiertos que dejó Endgame. La audiencia general no compra a Sam como el capitán y la película juega con eso, ya que Steve Rogers es un icono dentro y fuera de la película. El problema llega cuando esta gran oportunidad de encauzar el MCU y forjar a Sam como uno de los héroes principales se estrena con la esencia de la Marvel de hace diez años.
El "género" ya se está agotando, al menos la propuesta clónica que siguen muchas de las películas. Propuestas frescas como Superman de Gunn y el (tercer) nuevo intento de Los 4 Fantásticos parecen revivir la emoción por los superhéroes. Al menos este año. Por desgracia, historias como la nueva del Capi no ayudan a que el discurso general cambie. Y lo entiendo porque no hay nada especialmente bueno dentro de la obra. Lo menos malo es agradable y lo único bueno es el engaño gigantesco de la promoción con Red Hulk.
Y aquí inicia el problema con la película. Gran parte de la mala recepción se basa en el personaje de Ross, encarnado por un Harrison Ford al que se siente raro verle por aquí. Si bien es el personaje más interesante de la cinta, por eso de la situación actual en Estados Unidos, la audiencia casual quería ver a Hulk. Un thriller con un Hulk como presidente, que no dista mucho de la realidad, era un concepto que me interesaba ver. Pero, para ahorraros el chasco, la película trata eso como un secreto en pos de tener a un personaje sorpresa que llega un par de años tarde. Y llega bastante mal.
La película tuvo un trailer fantástico por su montaje y personalidad visual. Hasta los detractores más fieles admitieron que el trailer les daba ganas de verla, aunque sabían como iba a ser el resultado general. La propia audiencia que critica el fanservice de Marvel es la que quería que se replicara la esencia del Soldado de Invierno. Lamento decir que no va a ocurrir.
No esperaba un thriller excelente, pero el trailer invitaba a pensar que la cinta podría tener un poco de personalidad. No la hay. Las secuencias de acción no son particularmente estimulantes, a excepción de la esperada pelea final, y en general se siente como una secuela de El Increíble Hulk y no como la primera película de Sam como el Capitán. Son las consecuencias de seguir sin los derechos del grandullón verde.
Desaprovecha todas (todas) las oportunidades que encuentra. Sin embargo, reconocer cada referencia hizo más amena una experiencia que, para los que ya rechazan estas películas, es un insulso intento de thriller de acción que no deja casi nada memorable. Le falta frescura y ganas. La escena de los créditos, por cierto, es un reflejo del rumbo actual del universo.
7 de marzo de 2025
7 de marzo de 2025
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Capitán América: Brave New World se erige como el epítome del ocaso del cine de superhéroes. La película se ve atrapada en una incesante repetición de tramas recicladas, donde cada nuevo "capitán" –ahora encarnado por Sam Wilson– y cada inclusión forzada se sienten como simples parches en un universo saturado. Su guion abusa de fórmulas predecibles en una secuela infinita en la que nada sorprende: la historia se repite, el ritmo se vuelve monótono y la innovación se ahoga en la sobresaturación del mundo digital.
El guion es una amalgama de clichés ya gastados. Se despliega un toque nostálgico con la aparición de Harrison Ford, evocando épocas en las que el cine de superhéroes parecía tener alma, mientras que el nuevo Capitán América, un héroe inclusivo y con valores, se presenta como un añadido forzado que intenta modernizar la imagen sin conseguirlo realmente. A esto se suma el toque sentimental, donde la hija de Ford debe perdonarlo por un pasado ambiguo, y la redención forzada de un protagonista, y la aparición de un villano que, a pesar de ser "muy malo", tiene motivos vagos y más o menos justificados y se encamina irremediablemente hacia una absolución predecible. El compañero cómico, que pretende aliviar la tensión, termina siendo otro elemento más en este desorden de tramas prediseñadas. En conjunto, estos componentes subrayan el hartazgo de un género que se repite sin cesar, evidenciando la fatiga del espectador ante un universo narrativo que, a pesar de sus intentos de diversificación, se muestra profundamente carente de originalidad.
Eso sí, han innovado en el color de Hulk.
El guion es una amalgama de clichés ya gastados. Se despliega un toque nostálgico con la aparición de Harrison Ford, evocando épocas en las que el cine de superhéroes parecía tener alma, mientras que el nuevo Capitán América, un héroe inclusivo y con valores, se presenta como un añadido forzado que intenta modernizar la imagen sin conseguirlo realmente. A esto se suma el toque sentimental, donde la hija de Ford debe perdonarlo por un pasado ambiguo, y la redención forzada de un protagonista, y la aparición de un villano que, a pesar de ser "muy malo", tiene motivos vagos y más o menos justificados y se encamina irremediablemente hacia una absolución predecible. El compañero cómico, que pretende aliviar la tensión, termina siendo otro elemento más en este desorden de tramas prediseñadas. En conjunto, estos componentes subrayan el hartazgo de un género que se repite sin cesar, evidenciando la fatiga del espectador ante un universo narrativo que, a pesar de sus intentos de diversificación, se muestra profundamente carente de originalidad.
Eso sí, han innovado en el color de Hulk.
14 de abril de 2025
14 de abril de 2025
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No es una debacle, pero tampoco es un producto de primera división. Falcon agarra el escudo del Capi y se convierte en el sucesor de Steve Rogers con alas. El general Ross ahora es el Presidente y la ira contenida durante toda una vida persiguiendo a Hulk le pasará factura.
A ver, está claro que Marvel funciona con el piloto automático y ya no parece capaz de crear productos que impresionen. Hay varias cosas que decir sobre este nuevo Capitán América: la primera es que ya todo es fantasía pura y dura, nada hay de aquellos efectos del primer Iron Man que lucían realistas dentro de la ilusión. Ahora el CGI es mágico, y las explicaciones que los justifican no sirven para que encajen. Los cascos aparecen y desaparecen en la cabeza de sus portadores, las nuevas alas son indestructibles, un pequeño motor a la espalda es más rápido que un caza... Tecnología Stark, tecnología wakandiana, un nuevo metal recién descubierto... Demasiados deux ex maquina para pasarlos por alto, y poco hay que diferencie todo ello del mundo de Harry Potter.
Falcon es Falcon, es un secundario y como Capi no da la talla. A Mackie se le ve demasiado buenazo, y aunque no es un super soldado lo parece a juzgar por como pelea y como aguanta castigo. Más magia. Ese compi que le han buscado para jugar a Batman y Robin solo existe para darle más vida al estereotipo del héroe y su compañero. Marvel es cada día más infantil, como retrocediendo a los primeros cómics, que eran de una simpleza abrumadora, perfectamente aptos para niños.
El que más aguanta el tipo es Harrison Ford, que parece genuinamente cabreado y se nota que no es su primer papel de presidente. Lo que me pregunto es si al transformarse en Red Hulk este también es un anciano, porque Ford ya supera los 80. No explican si la sobredosis gamma también rejuvenece, porque de ser así, el Hulk de Mark Ruffalo debería haber sido un adolescente. En fin, que uno se despista cuando la rutina invade la pantalla. No es un desastre, pero no volvería a verla.
A ver, está claro que Marvel funciona con el piloto automático y ya no parece capaz de crear productos que impresionen. Hay varias cosas que decir sobre este nuevo Capitán América: la primera es que ya todo es fantasía pura y dura, nada hay de aquellos efectos del primer Iron Man que lucían realistas dentro de la ilusión. Ahora el CGI es mágico, y las explicaciones que los justifican no sirven para que encajen. Los cascos aparecen y desaparecen en la cabeza de sus portadores, las nuevas alas son indestructibles, un pequeño motor a la espalda es más rápido que un caza... Tecnología Stark, tecnología wakandiana, un nuevo metal recién descubierto... Demasiados deux ex maquina para pasarlos por alto, y poco hay que diferencie todo ello del mundo de Harry Potter.
Falcon es Falcon, es un secundario y como Capi no da la talla. A Mackie se le ve demasiado buenazo, y aunque no es un super soldado lo parece a juzgar por como pelea y como aguanta castigo. Más magia. Ese compi que le han buscado para jugar a Batman y Robin solo existe para darle más vida al estereotipo del héroe y su compañero. Marvel es cada día más infantil, como retrocediendo a los primeros cómics, que eran de una simpleza abrumadora, perfectamente aptos para niños.
El que más aguanta el tipo es Harrison Ford, que parece genuinamente cabreado y se nota que no es su primer papel de presidente. Lo que me pregunto es si al transformarse en Red Hulk este también es un anciano, porque Ford ya supera los 80. No explican si la sobredosis gamma también rejuvenece, porque de ser así, el Hulk de Mark Ruffalo debería haber sido un adolescente. En fin, que uno se despista cuando la rutina invade la pantalla. No es un desastre, pero no volvería a verla.
16 de abril de 2025
16 de abril de 2025
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Dentro de la saturación que hemos tenido dentro del cine de super héroes, efectivamente, es una nueva película más de un universo del que yo te perdido la cuenta. Del que ya no recuerdo si he visto o no los eventos anteriores que se incluyen en el core de la historia, si ya conozco o no a los personajes. O si simplemente no lo han puesto en pantalla y ese es el juego.
Y aún, y con eso. Es una película entretenida. Repetitiva, pero asume que nunca van a ser Steve Rogers o Natasha Ravenof. E incluso en la puesta en escena de estos dos personajes, muestra que no van a estar a la misma altura. Y por ello, hay que encontrar nuevas fórmulas. Y no sabría explicar el motivo, pero las encuentra.
Quizás a base de buenas escenas de acción, que aunque suene raro, no me han parecido muy recargadas (quizás llevo mucho tiempo sin asomarme al género), o simplemente por el buen hacer de sus personajes y una trama, basada en la sencillez (dentro del universo en el que nos encontramos).
Es una película que no agota visualmente (aunque algún efecto chirríe), que no agota en su propia grandilocuencia, que llega escasamente a las dos horas y que va pasando fluida.
Ya que vamos a tener que aguantar un reinicio (otro más) de este universo, pues bajar las expectativas y asumir que se bajan, no me parecen mal comienzo.
Es entretenida y sencilla. Que viniendo de donde venimos, es de agradecer.
Y aún, y con eso. Es una película entretenida. Repetitiva, pero asume que nunca van a ser Steve Rogers o Natasha Ravenof. E incluso en la puesta en escena de estos dos personajes, muestra que no van a estar a la misma altura. Y por ello, hay que encontrar nuevas fórmulas. Y no sabría explicar el motivo, pero las encuentra.
Quizás a base de buenas escenas de acción, que aunque suene raro, no me han parecido muy recargadas (quizás llevo mucho tiempo sin asomarme al género), o simplemente por el buen hacer de sus personajes y una trama, basada en la sencillez (dentro del universo en el que nos encontramos).
Es una película que no agota visualmente (aunque algún efecto chirríe), que no agota en su propia grandilocuencia, que llega escasamente a las dos horas y que va pasando fluida.
Ya que vamos a tener que aguantar un reinicio (otro más) de este universo, pues bajar las expectativas y asumir que se bajan, no me parecen mal comienzo.
Es entretenida y sencilla. Que viniendo de donde venimos, es de agradecer.
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