En primera plana
7.3
49,170
Drama
En el año 2002, un reducido equipo de reporteros de investigación del Boston Globe destapó los escándalos de pederastia cometidos durante décadas por curas del estado de Massachussets. La publicación de estos hechos, que la archidiócesis de Boston intentó ocultar, sacudió a la Iglesia Católica como institución. (FILMAFFINITY)
1 de junio de 2016
1 de junio de 2016
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El subgénero de periodismo de investigación es como el de las películas de juicios. Incluso las que son buenas, están basadas en el palique y la cháchara, y pueden llegar a ser tremendamente aburridas a no ser que estén muy bien realizadas o que a uno le guste muchísimo ese mundillo. “Spotlight” es periodismo puro y duro, del de redacción, en el que los protagonistas lo único que hacen es “rajar” y entrevistar a gente, independientemente de que el tema que trata pueda ser polémico, candente, interesante y duro. Ahí tiene su cara y su cruz.
El film referente en este tipo de historias es “Todos los hombres del presidente”, que ya para mi gusto se quedaba en un límite muy ajustado entre el documental tedioso y el cine basado en hechos reales.
Pues lo siento muchísimo, pero la película ganadora del Óscar 2015 no me satisface. Se lo tenían que haber dado a “El renacido” también.
Lo de la pederastia en la Iglesia es algo evidentemente muy reprobable, y una realidad muy incómoda que debe salir a la luz. Sin embargo, en esta película, eso solo queda en una suerte de “MacGuffin” que no es más que el telón de fondo. Solo hablan de ello como parte de su trabajo de investigación. Pero no vemos ningún “flashback” que nos haga empatizar con las víctimas (y no hacía falta que se recrearan en el morbo o lo escabroso). Apenas hay debate moral quitando un breve monólogo de Mark Ruffalo. Todo es demasiado frío y ni siquiera sabe mostrar el lado más dramático y humano del problema que trata. Solo se usa como excusa para ver cómo estos personajes charlan y charlan sin parar, sin que en la película pase otra cosa que despierte mínimamente mi interés como espectador. Ese tema está ahí, de fondo, pero no por ver esta película va a sorprendernos o informarnos más que cualquier informativo, pues este film no profundiza lo suficiente. Debido a todo esto, es tremendamente tediosa.
Y eso que me considero cinéfilo. O tengo el listón muy alto después de tantos años, o he visto ya tanto cine que me aburro muchísimo más fácilmente que antes. O quizás es que, objetivamente, “Spotlight” es un tostón y muy pocos nos atrevemos a reconocerlo.
Pero no voy a ser hipócrita y aprobarla solo porque tiene el Óscar o esté bien interpretada (que tampoco es para tanto), cuando realmente no me ha gustado mucho. Hasta he llegado a pegar alguna cabezada en las dos eternas horas que dura, en las que como he dicho antes, realmente pasa bastante poco aparte de haber toneladas de aburrimiento.
Esta historia posiblemente habría funcionado mejor como novela, pero como película es infumable.
Puestos a ver cine de periodismo, prefiero mil veces el de reporteros de guerra, que ahí sí que se puede ver cine de calidad indiscutible.
El film referente en este tipo de historias es “Todos los hombres del presidente”, que ya para mi gusto se quedaba en un límite muy ajustado entre el documental tedioso y el cine basado en hechos reales.
Pues lo siento muchísimo, pero la película ganadora del Óscar 2015 no me satisface. Se lo tenían que haber dado a “El renacido” también.
Lo de la pederastia en la Iglesia es algo evidentemente muy reprobable, y una realidad muy incómoda que debe salir a la luz. Sin embargo, en esta película, eso solo queda en una suerte de “MacGuffin” que no es más que el telón de fondo. Solo hablan de ello como parte de su trabajo de investigación. Pero no vemos ningún “flashback” que nos haga empatizar con las víctimas (y no hacía falta que se recrearan en el morbo o lo escabroso). Apenas hay debate moral quitando un breve monólogo de Mark Ruffalo. Todo es demasiado frío y ni siquiera sabe mostrar el lado más dramático y humano del problema que trata. Solo se usa como excusa para ver cómo estos personajes charlan y charlan sin parar, sin que en la película pase otra cosa que despierte mínimamente mi interés como espectador. Ese tema está ahí, de fondo, pero no por ver esta película va a sorprendernos o informarnos más que cualquier informativo, pues este film no profundiza lo suficiente. Debido a todo esto, es tremendamente tediosa.
Y eso que me considero cinéfilo. O tengo el listón muy alto después de tantos años, o he visto ya tanto cine que me aburro muchísimo más fácilmente que antes. O quizás es que, objetivamente, “Spotlight” es un tostón y muy pocos nos atrevemos a reconocerlo.
Pero no voy a ser hipócrita y aprobarla solo porque tiene el Óscar o esté bien interpretada (que tampoco es para tanto), cuando realmente no me ha gustado mucho. Hasta he llegado a pegar alguna cabezada en las dos eternas horas que dura, en las que como he dicho antes, realmente pasa bastante poco aparte de haber toneladas de aburrimiento.
Esta historia posiblemente habría funcionado mejor como novela, pero como película es infumable.
Puestos a ver cine de periodismo, prefiero mil veces el de reporteros de guerra, que ahí sí que se puede ver cine de calidad indiscutible.
27 de abril de 2016
27 de abril de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra película detectivesca. Lo presuntamente innovador, en este caso, es el tema de la pedofilia. Por lo demás, el desarrollo es un cliché que en determinados momentos, como cuando se escenifica la devoción justiciera de algunos de los personajes, roza la autoparodia. He que reconocer, sin embargo, que al consumidor que soy le reconforta recibir su regular dosis hollywoodiense de iconoclasia.
31 de enero de 2016
31 de enero de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Spotlight es como un una noticia seria y rigurosa: informa, pero no emociona. Adolece de tensión.
Es correcta, pero para nada brillante.
Su deslumbrante reparto: se limita a hacerlo bien.
2 horas de buen cine, totalmente prescindible.
Oscars 2016: la única categoría en la que tiene posibilidades es la de mejor actor de reparto para Mark Ruffalo. Pero no apostaría la mano por él, se las tendrá que ver con Bale y Stallone. Veremos.
Es correcta, pero para nada brillante.
Su deslumbrante reparto: se limita a hacerlo bien.
2 horas de buen cine, totalmente prescindible.
Oscars 2016: la única categoría en la que tiene posibilidades es la de mejor actor de reparto para Mark Ruffalo. Pero no apostaría la mano por él, se las tendrá que ver con Bale y Stallone. Veremos.
29 de febrero de 2016
29 de febrero de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me resulta cuanto menos sorprendente que esta película se haya alzado con el máximo galardón del cine norteamericano, los famosos Oscar. Cierto que la historia está narrada de forma muy correcta, con unas actuaciones igual de correctas y todo muy correcto. Ese es el problema: demasiado correcta y fría.
Si como director te metes a contar una historia sobre el escándalo de los abusos de curas y sacerdotes a niños, lo más normal sería, en mi opinión, darle un poco de emocionalidad, tratar de hacer que el espectador empatice con las víctimas de los abusos y criticar con fuerza las instituciones eclesiástica. Pero no, en este caso McCarthy se conforma con ofrecernos dos horas de puro y frio periodismo donde el máximo protagonista es el cuaderno y el boli. Literalmente se pasan toda la película apuntes por aquí, apuntes por allá, preguntando por aquí preguntando por allá y fin. Se acabó.
Una historia interesante pero demasiado pesada y larga, que con hora y cuarto habría bastado para contar lo que tenía que contar.
En mi opinión no se merece el Oscar como mejor película ni como mejor guion original en absoluto.
Si como director te metes a contar una historia sobre el escándalo de los abusos de curas y sacerdotes a niños, lo más normal sería, en mi opinión, darle un poco de emocionalidad, tratar de hacer que el espectador empatice con las víctimas de los abusos y criticar con fuerza las instituciones eclesiástica. Pero no, en este caso McCarthy se conforma con ofrecernos dos horas de puro y frio periodismo donde el máximo protagonista es el cuaderno y el boli. Literalmente se pasan toda la película apuntes por aquí, apuntes por allá, preguntando por aquí preguntando por allá y fin. Se acabó.
Una historia interesante pero demasiado pesada y larga, que con hora y cuarto habría bastado para contar lo que tenía que contar.
En mi opinión no se merece el Oscar como mejor película ni como mejor guion original en absoluto.
5 de marzo de 2016
5 de marzo de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Spotlight es una buena película. No puedo decir que sea una obra maestra, sin embargo tiene todos los elementos básicos que gusta premiar a los de Hollywood. Una buena historia contada de la forma más canónica posible. Esta bien rodada, aunque no es arriesgada, no va más allá del plano-contraplano más clásico. El guión es ágil y nos va llevando a través de la investigación periodística con buen ritmo.
El elenco de actores es una de sus mayores virtudes. Todos y cada uno de ellos están genial en su papel, no hay ninguno que destaque especialmente, pero el grupo que forman es intachable. Quizás uno de los mayores problemas de este film sea lo poco que sabemos de los protagonistas. Sus personajes apenas están esbozados con unos matices, que dejan entrever muy poco de sus vidas, lo que no nos permite sentirnos especialmente identificados con ninguno pues no conocemos sus motivaciones.
Su punto fuerte es, sin lugar a dudas, la historia que cuenta reforzada por su guión original. La investigación que llevó a cabo el equipo Spotlight para el Boston Globe en 2001 y 2002 fue absolutamente brillante, y con razón se llevaron un premio Pulitzer por su trabajo. Gracias a ellos se destapó la gran trama de encubrimiento de curas pederastas de la Iglesia Católica. Conforme se van levantado las cartas y van descubriendo más y más casos, cada vez se dan más cuenta de lo gordo que es el problema con el que están tratando. Las escenas en la que algunas de las víctimas cuentan cómo les sucedió todo son algunas de las mejores del film. Sin embargo, no cae en el melodrama barato, no se recrea para hacer que al espectador se le caiga la lágrima fácil. En mi opinión, esto es una virtud pues muchas películas pecan de efectistas en temas sensibleros, aunque he leído que a más de uno el guión le ha resultado frío.
En definitiva, es una película sobria, cuya mayor virtud, a parte del buen hacer de sus actores, es haber dado importancia y haber acercado a todo el mundo este terrorífico caso concreto de pedofilia en Boston; un tema que lleva años sucediendo en todo el mundo y que hoy en día sigue siendo omitido de forma preocupante.
El elenco de actores es una de sus mayores virtudes. Todos y cada uno de ellos están genial en su papel, no hay ninguno que destaque especialmente, pero el grupo que forman es intachable. Quizás uno de los mayores problemas de este film sea lo poco que sabemos de los protagonistas. Sus personajes apenas están esbozados con unos matices, que dejan entrever muy poco de sus vidas, lo que no nos permite sentirnos especialmente identificados con ninguno pues no conocemos sus motivaciones.
Su punto fuerte es, sin lugar a dudas, la historia que cuenta reforzada por su guión original. La investigación que llevó a cabo el equipo Spotlight para el Boston Globe en 2001 y 2002 fue absolutamente brillante, y con razón se llevaron un premio Pulitzer por su trabajo. Gracias a ellos se destapó la gran trama de encubrimiento de curas pederastas de la Iglesia Católica. Conforme se van levantado las cartas y van descubriendo más y más casos, cada vez se dan más cuenta de lo gordo que es el problema con el que están tratando. Las escenas en la que algunas de las víctimas cuentan cómo les sucedió todo son algunas de las mejores del film. Sin embargo, no cae en el melodrama barato, no se recrea para hacer que al espectador se le caiga la lágrima fácil. En mi opinión, esto es una virtud pues muchas películas pecan de efectistas en temas sensibleros, aunque he leído que a más de uno el guión le ha resultado frío.
En definitiva, es una película sobria, cuya mayor virtud, a parte del buen hacer de sus actores, es haber dado importancia y haber acercado a todo el mundo este terrorífico caso concreto de pedofilia en Boston; un tema que lleva años sucediendo en todo el mundo y que hoy en día sigue siendo omitido de forma preocupante.
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