Star Trek: Sin límites
6.0
15,817
Ciencia ficción. Aventuras. Acción
El USS Enterprise, la nave insignia de la Flota Estelar liderada por el capitán James T. Kirk (Chris Pine), vuelve a surcar el universo para asegurarse de la protección de la Tierra y del resto de planetas aliados. Pero la tranquilidad durará poco y el peligro acecha. La primera etapa de su misión les llevará a un territorio desconocido, y su travesía de vigilancia pronto se convertirá en una carrera por la supervivencia espacial cuando ... [+]
7 de octubre de 2018
7 de octubre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se abre el telón. Aparecen un 1 y un 2 de Cádiz llamando a la puerta. ¿Cómo se llama la serie?: ¿Ehta er tre?
Después de esta pequeña gilipollez, me parece que la crítica en general es muy dura con una buena película de ciencia ficción.
Yo nunca fui muy fan de Star Trek porque siempre me parecieron muy moñas tanto los personajes como las historias. Pero aún así me lo trago todo de Star Trek. Aunque la nueva generación me crispa, desde su humor infantil hasta sus personajes.
Nunca entendí y sigo sin entender que no sean militares pero llevan armas y torpedos. Que digo yo, si ya vas a ir armado hasta los dientes, coño, sed militares ¡pedazo de idiotas! Pues no, en plan moñas, con sus peinaditos y tal.
Nunca entendí que vayan a explorar o directamente a la boca del lobo los de la cúpula en vez de mandar primero a una fuerza de asalto preparada (esto es de subnormal profundo). Será que es que no son militares...
Nunca entendí cómo es que con esa tecnología van en pijama en vez de un equipo adecuado como un traje de campaña o una armadura. Es que ni mochililla. "Venga Scotty, bájanos a los tres en pijama a ese planeta en el que nunca hemos estado y que está lleno de horrores desconocidos y todo tipo de gérmenes alienígenas. Y si pasa algo morimos el capitán, el segundo de a bordo, y el jefe médico; casi na. Somos la repera de listos".
Nunca entendí esas minifaldas con botitas de dominatrix, por mucho que me gusten.
Nunca entendí el rollito de batallas navales con toda esa tecnología.
Nunca entendí (pero esto por desgracia es algo común a toda la ciencia ficción) que los alienígenas sean todos señores feos de color verde o azul, con dos brazos, dos piernas, dos ojitos con lentillas de colores, frente con huesos de plástico, y orejas rarunas. O ellas tres cuarto de lo mismo, las marcianillas. ¿Algún día veré un titerote de Pierson? Bufff, cómo me gustaría una miniserie de Mundo Anillo... En fin, que divago.
A pesar de todo eso, hay algo en Star Trek. Algo que me atrae; y esta nueva generación de películas de Star Trek ha encontrado la fórmula para quitarse esa insoportable moñez de encima, sobre todo de los personajes. Las películas han dejado de ser un "coñazo" en forma de capítulos largos de la serie, para ser largometrajes bien definidos. Por no hablar de los efectos visuales, que son de un nivel espectacular.
En esta última entrega quizá se hayan pasado con la acción. Agradezco la acción porque es otro factor antimoñez, pero esta vez hay cierta sobredosis. Y entiendo que haya gente más tradicional de Star Trek a la que esta película no le gusta nada; y entiendo por qué. Pero a mí sí me ha gustado bastante, a pesar de ser la más floja de las dos anteriores. Aunque hay cosas que me rechinan y me hacen encogerme de vergüenza ajena, como esas perlitas de moralina superior de lo políticamente correcto cuando alguno de su tripulación se va con su hija y su maridito, o cuando Uhura, enfundada en un vestidito de minifalda de una pieza y botitas, le parte la cara a base de kung fu a un alienígena monstruoso de dos metros que lleva armadura, casco, armas de todo tipo, y que levanta a los humanos medio metro del suelo con un brazo, ahí, sin romperse una uña la tía. Pues hombre, hombreeeeeee...
Saaaa sa sa ya sé, machirulo opresor bla bla bla. Que os den.
Creo que han sabido captar a la perfección la clásica química entre Spock y Kirk, y además creo que Pine lo borda. Realmente veo al joven Shatner en su pijama, sentado en un cutre decorado de corchopán.
Siendo así estas nuevas películas, espero con ansia muchas más. Y con este mismo reparto.
Después de esta pequeña gilipollez, me parece que la crítica en general es muy dura con una buena película de ciencia ficción.
Yo nunca fui muy fan de Star Trek porque siempre me parecieron muy moñas tanto los personajes como las historias. Pero aún así me lo trago todo de Star Trek. Aunque la nueva generación me crispa, desde su humor infantil hasta sus personajes.
Nunca entendí y sigo sin entender que no sean militares pero llevan armas y torpedos. Que digo yo, si ya vas a ir armado hasta los dientes, coño, sed militares ¡pedazo de idiotas! Pues no, en plan moñas, con sus peinaditos y tal.
Nunca entendí que vayan a explorar o directamente a la boca del lobo los de la cúpula en vez de mandar primero a una fuerza de asalto preparada (esto es de subnormal profundo). Será que es que no son militares...
Nunca entendí cómo es que con esa tecnología van en pijama en vez de un equipo adecuado como un traje de campaña o una armadura. Es que ni mochililla. "Venga Scotty, bájanos a los tres en pijama a ese planeta en el que nunca hemos estado y que está lleno de horrores desconocidos y todo tipo de gérmenes alienígenas. Y si pasa algo morimos el capitán, el segundo de a bordo, y el jefe médico; casi na. Somos la repera de listos".
Nunca entendí esas minifaldas con botitas de dominatrix, por mucho que me gusten.
Nunca entendí el rollito de batallas navales con toda esa tecnología.
Nunca entendí (pero esto por desgracia es algo común a toda la ciencia ficción) que los alienígenas sean todos señores feos de color verde o azul, con dos brazos, dos piernas, dos ojitos con lentillas de colores, frente con huesos de plástico, y orejas rarunas. O ellas tres cuarto de lo mismo, las marcianillas. ¿Algún día veré un titerote de Pierson? Bufff, cómo me gustaría una miniserie de Mundo Anillo... En fin, que divago.
A pesar de todo eso, hay algo en Star Trek. Algo que me atrae; y esta nueva generación de películas de Star Trek ha encontrado la fórmula para quitarse esa insoportable moñez de encima, sobre todo de los personajes. Las películas han dejado de ser un "coñazo" en forma de capítulos largos de la serie, para ser largometrajes bien definidos. Por no hablar de los efectos visuales, que son de un nivel espectacular.
En esta última entrega quizá se hayan pasado con la acción. Agradezco la acción porque es otro factor antimoñez, pero esta vez hay cierta sobredosis. Y entiendo que haya gente más tradicional de Star Trek a la que esta película no le gusta nada; y entiendo por qué. Pero a mí sí me ha gustado bastante, a pesar de ser la más floja de las dos anteriores. Aunque hay cosas que me rechinan y me hacen encogerme de vergüenza ajena, como esas perlitas de moralina superior de lo políticamente correcto cuando alguno de su tripulación se va con su hija y su maridito, o cuando Uhura, enfundada en un vestidito de minifalda de una pieza y botitas, le parte la cara a base de kung fu a un alienígena monstruoso de dos metros que lleva armadura, casco, armas de todo tipo, y que levanta a los humanos medio metro del suelo con un brazo, ahí, sin romperse una uña la tía. Pues hombre, hombreeeeeee...
Saaaa sa sa ya sé, machirulo opresor bla bla bla. Que os den.
Creo que han sabido captar a la perfección la clásica química entre Spock y Kirk, y además creo que Pine lo borda. Realmente veo al joven Shatner en su pijama, sentado en un cutre decorado de corchopán.
Siendo así estas nuevas películas, espero con ansia muchas más. Y con este mismo reparto.
21 de agosto de 2016
21 de agosto de 2016
9 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Le doy un título absurdo a mi crítica para que no desentone con el absurdo que es esta película. Mucho efecto especial para cubrir carencias, mucho chascarrillo fácil para rellenar los vacíos y mucha batería en el móvil para pillarme unos pokémon mientras transcurrían los minutos en la sala. Junto a lo anterior, destaco una trama típica y sin sorpresas, y Krall.. el super villano que parece sacado de los capítulos mas casposos de los Power Rangers
24 de agosto de 2016
24 de agosto de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
... es que estás viendo "STAR TREK: MAS ALLÁ".
La nueva entrega de la renovada saga de "Star Trek" es un absoluto y recomendable gran espectáculo de ciencia-ficción para todos los públicos. Un guión sólido, unas interpretaciones en la línea de la saga, ya asentadas, y -sobre todo- unos fabulosos efectos especiales que dejan al espectador boquiabierto en más de una ocasión, ya con los movimientos de cámara, ya con las naves y escenarios. En este sentido, atentos a la super-estación espacial "Yorktown", un maravilloso delirio de la ingeniería aeroespacial de la Federación que deja a la "Estrella de la Muerte" de "Star Wars" a la altura del betún. Mientras alucinaba con las imágenes en el cine no podía dejar de pensar que la "Yorktown" reflejaba algunas ideas de los ingenieros espaciales más osados de nuestros días, como las ciudades espaciales de Gerard O'Neill o la esfera de Dyson. Del mismo modo, en esta entrega, además de sentidos homenajes a Leonard Nimoy, hemos podido disfrutar de la "burbuja de distorsión warp" más "realista" vista hasta el momento, claramente inspirada en los trabajos de físicos teóricos como Miguel Alcubierre y Harold White.
En el lado menos positivo, las coreografías de las peleas deberían estar más trabajadas, pues en ocasiones son algo confusas por el abuso de planos cerrados. Y algunos movimientos de cámara, técnicamente brillantes, pueden dificultar el seguimiento de la acción.
Finalmente, recordar que el "malo" es en esta ocasión un irreconocible Idris Elba, actor británico conocido por algunos por su sobria interpretación del inspector Luther en la serie homónima de la BBC.
En resumen: un muy recomendable espectáculo palomitero para los fans de la ciencia ficción y de Star Trek. Y a los que no sean seguidores de la serie también les entretendrá.
La nueva entrega de la renovada saga de "Star Trek" es un absoluto y recomendable gran espectáculo de ciencia-ficción para todos los públicos. Un guión sólido, unas interpretaciones en la línea de la saga, ya asentadas, y -sobre todo- unos fabulosos efectos especiales que dejan al espectador boquiabierto en más de una ocasión, ya con los movimientos de cámara, ya con las naves y escenarios. En este sentido, atentos a la super-estación espacial "Yorktown", un maravilloso delirio de la ingeniería aeroespacial de la Federación que deja a la "Estrella de la Muerte" de "Star Wars" a la altura del betún. Mientras alucinaba con las imágenes en el cine no podía dejar de pensar que la "Yorktown" reflejaba algunas ideas de los ingenieros espaciales más osados de nuestros días, como las ciudades espaciales de Gerard O'Neill o la esfera de Dyson. Del mismo modo, en esta entrega, además de sentidos homenajes a Leonard Nimoy, hemos podido disfrutar de la "burbuja de distorsión warp" más "realista" vista hasta el momento, claramente inspirada en los trabajos de físicos teóricos como Miguel Alcubierre y Harold White.
En el lado menos positivo, las coreografías de las peleas deberían estar más trabajadas, pues en ocasiones son algo confusas por el abuso de planos cerrados. Y algunos movimientos de cámara, técnicamente brillantes, pueden dificultar el seguimiento de la acción.
Finalmente, recordar que el "malo" es en esta ocasión un irreconocible Idris Elba, actor británico conocido por algunos por su sobria interpretación del inspector Luther en la serie homónima de la BBC.
En resumen: un muy recomendable espectáculo palomitero para los fans de la ciencia ficción y de Star Trek. Y a los que no sean seguidores de la serie también les entretendrá.
8 de agosto de 2016
8 de agosto de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si a uno le gusta incondicionalmente Viaje a las estrellas, la disfrutará.
Esta es, probablemente, la más ligera de las tres últimas películas de Star Trek. Una historia entretenida sin mucha complicación ni complejidad, aunque trata de coquetear con la filosofía del bien y el mal esto no se logra, pero en realidad no importa mucho, pues tenemos las escenas, muy bien logradas, de Spock y Bones, que se disfrutan al máximo.
En resumen, la película es algo así como un homenaje a la serie de televisión original. Cumpliendo el cometido de asegurar una vida futura a la saga.
Seis de diez.
Esta es, probablemente, la más ligera de las tres últimas películas de Star Trek. Una historia entretenida sin mucha complicación ni complejidad, aunque trata de coquetear con la filosofía del bien y el mal esto no se logra, pero en realidad no importa mucho, pues tenemos las escenas, muy bien logradas, de Spock y Bones, que se disfrutan al máximo.
En resumen, la película es algo así como un homenaje a la serie de televisión original. Cumpliendo el cometido de asegurar una vida futura a la saga.
Seis de diez.
20 de agosto de 2016
20 de agosto de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Es esta nueva entrega de la franquicia una buena película? Lo es, sin lugar a dudas, especialmente si te gustan las películas frenéticas y eres un enamorado de la saga. ¿Es la mejor película de la franquicia? Por supuesto que no, pero eso no excluye que sea un magnífico espectáculo de más de dos horas de duración donde, cuando coge velocidad (transcurrida media hora) se convierte en un lujoso episodio televisivo que hace las delicias de cualquier Trekkie e incluso de cualquier otro espectador. Pero cuidado, porque toda la parafernalia visual que nos regala este “Star Trek: Más allá” es como una de esas máquina de humo de los teatros, con un guion ligero como el papel de fumar que simplemente busca entretener al gran público y satisfacer a los trekkies. No es (ni de largo) la mejor película de la saga, pero es (de largo) la más entretenida de todas. Y en eso tanto el equipo de guionistas (con el humor de Simon Pegg a la cabeza), tanto el productor J. J. Abrams como su director Justin Lin, conocen perfectamente la industria y saben lo que han de hacer. Y lo hace, mejor de lo que se espera, aunque la comercialidad reste valor a la calidad.
“Star Trek: Más allá” es un lujoso capitulo de la serie televisiva donde dos escenas memorables (basadas en efectos digitales) lo elevan a categoría de película para la pantalla grande (el ataque del enjambre al Enterprise y la escena final en la ciudad espacial). El resto simplemente seguir los parámetros de la serie, abaratar costes y entregar un producto magníficamente empaquetado para todos los gustos.
Personalmente me ha encantado, la sutil aproximación a la serie original es un acierto (divergiendo primero para encontrar nuevo público y convergiendo ahora para recuperar a los trekkies), no obstante, también hay que reconocer que esto es un blockbuster de verano que no pasará a la historia. ¿Pero que puede importar cuando el producto funciona?
Los actores están todos correctos es sus papeles (especialmente esa inusual pareja que conforman Zachary Quinto y Karl Urban) y el nuevo villano (Idris Elba) está irreconocible bajo toneladas de látex. La dirección de Justin Lin es nerviosa pero nunca decae. El diseño de producción es perfecto, aunque cierto recorte en el presupuesto (con lo de que la mayor parte de la historia pase en un planeta sin naves ni efectos). Y el guion es efectivo, aunque comienza a abusar de que la única manera de poner en apuros a nuestros amigos sea un enemigo con ansia de venganza contra la federación (como sucedió en las dos anteriores entregas), se impone un cambio de dirección en las historias para no caer en algo que está siendo “la típica película de star trek del verano”. Y a pesar de todo eso, sigue siendo una película de lo más entretenida, totalmente recomendable y una buena manera de gastar dos horas.
“Star Trek: Más allá” es un lujoso capitulo de la serie televisiva donde dos escenas memorables (basadas en efectos digitales) lo elevan a categoría de película para la pantalla grande (el ataque del enjambre al Enterprise y la escena final en la ciudad espacial). El resto simplemente seguir los parámetros de la serie, abaratar costes y entregar un producto magníficamente empaquetado para todos los gustos.
Personalmente me ha encantado, la sutil aproximación a la serie original es un acierto (divergiendo primero para encontrar nuevo público y convergiendo ahora para recuperar a los trekkies), no obstante, también hay que reconocer que esto es un blockbuster de verano que no pasará a la historia. ¿Pero que puede importar cuando el producto funciona?
Los actores están todos correctos es sus papeles (especialmente esa inusual pareja que conforman Zachary Quinto y Karl Urban) y el nuevo villano (Idris Elba) está irreconocible bajo toneladas de látex. La dirección de Justin Lin es nerviosa pero nunca decae. El diseño de producción es perfecto, aunque cierto recorte en el presupuesto (con lo de que la mayor parte de la historia pase en un planeta sin naves ni efectos). Y el guion es efectivo, aunque comienza a abusar de que la única manera de poner en apuros a nuestros amigos sea un enemigo con ansia de venganza contra la federación (como sucedió en las dos anteriores entregas), se impone un cambio de dirección en las historias para no caer en algo que está siendo “la típica película de star trek del verano”. Y a pesar de todo eso, sigue siendo una película de lo más entretenida, totalmente recomendable y una buena manera de gastar dos horas.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here