Juegos de amor en la universidad

La primera vez que empecé a ver esta película la imagen de los tipicos films juveniles americanos sin base de ningún tipo y con un dialógo en ocasiones absurdo y en otras demasiado adornado como para ser cierto, me vino a la cabeza, la verdad es que me equivoqué. Es una ingeniosa forma de contar una historia si bien juvenil, pero a su vez real, poco repetitiva y para nada empalagosa. Muy bueno John Cusack, que ya por aquella época empezaba a desprender sus habilidades, el papel cómico le queda perfecto.

Aunque la carátula lleve a engaño, con ese título horroroso en nuestro país, así como la foto de la chica con poca ropa, la realidad es que The Sure Thing (título real), resulta ser una genial road movie romántica y cómica al mismo tiempo.

Ambos protagonistas son adecuados, en especial Cusack, además respaldados por un buen ramillete de secundarios, entre los que destacan un joven Tim Robbins así como la veterana Viveca Lindfords.

Antes ya se ha visto la clásica historia de dos seres opuestos que no se aguantan, al menos ella huye de él, y con el trato la cosa va mejorando.. no es nada original. Pero Reiner logra que las situaciones, las desventuras, resulten tiernas y divertidas, y nos hace cómplices de ellas.

The Sure Thing es una pelicula excepcional que merece la pena revisar de vez en cuando.

Si algo tiene Rob Reiner es que sabe hacer su trabajo. Es decir, sabe dirigir a la perfección de acuerdo con los cánones estrictos del cine americano, un patrón de cine que, no nos engañemos, a todos nos a tocado alguna vez, por más que nos aplicamos en buscarle alternativas, y que sin duda, se ha impuesto en el mundo entero. Si a un buen profesional de lo suyo, como es Reiner, le pones un buen guión en la mano, como el de "Cuando Harry encontró a Sally" o el de "Algunos hombres buenos", tienes un éxito asegurado en la cartelera. Reiner nunca falla. Ahora bien, no le pidas planos imposibles, no busques en él lirismo ni fuerza visual, no esperes encontrar arte en sus películas.
"Juegos de amor en la Universidad" tiene un espléndido guión, aunque se apoye demasiado en los estereotipos. Funciona bien, tiene escenas con gracia, y la química hace acto de presencia. Pisa un terreno que, bien ejecutado, siempre deleita (al menos a aquellos que no le buscan siempre tres pies al gato): una road movie con una pareja que, de inicio, se odia. A partir de ahí pasa lo que tiene que pasar, aquello que esperamos ver aparece ante nuestros ojos, y no echamos casi nada de menos. Es previsible, pero sin serlo, o sea, sabemos lo que pasará, pero no cómo, ni con que palabras, ni con que gestos. Nos reímos con los personajes, nos fundimos con ellos, nos enamoramos, y nos gustaría ser ellos, vivir lo que están viviendo.

Como ya he dicho, con un buen guión, Reiner no falla. La traducción de la historia a imagenes es acertada, lo que quiere decir que transmite la gracia, la comicidad y la tensión romántica sin perderse ni diluir aquello que quiere explicar. Simplicidad y concisión, precisión en las interpretaciones y en el tono de las secuencias, agilidad en la narración. Muy bien. Pero, hay algo más...

Aquí termina la parte académica de la crítica. Ahora viene la irracional (donde suelo cometer los errores).

Ésta es una de sus primeras películas. A mí es una de las que más me gusta, quizá porque aquí la dirección de Reiner es más grosera, más fresca, más novata que en sus películas posteriores, tan perfectamente ajustadas a los cánones. Es una película de universitarios que parece dirigida y escrita por universitarios, o sea, por soñadores. No se nada de la vida de Rob Reiner, pero me gusta pensar que aquí, novato como era, soñaba aún con hacer películas con alma, películas únicas, películas desnudas y entregadas, aunque fueran pequeñas. Películas con errores. Yo tengo la teoría de que los errores (no sé seguro si ésta es la palabra ajustada), lo que rompe el academicismo, es lo que termina encendiendo la magia en una película (véase sino Centauros del desierto), y le da el encanto que nos enamora de ella, muchas veces irracionalmente. ¿Quién no adora alguna película que sabe que no es muy buena?
Yo adoro esta película.

Dos personajes que no se soportan se embarcan en un viaje juntos. Una para encontrarse con su aburrido novio y el otro para ir a California a tener sexo sin compromiso con una chica de aspecto fascinante.

El trato, las desventuras y el cariño de sólo tenerse a ambos les hace enamorarse. Un personaje femenino (Daphe Zuniga) que parece incluso denostar un poco a su compañero y a medida que ve como es su persona y lo que le aporta, hace que se enamore de él. Él (John Cusack), con las hormonas a punto de estallar, deja entrever sus sentimientos de atracción hacia la chica con la que comparte camión, autobus, chaqueta y hasta cama.

Una añora el caracter de su compañero. El otro la ternura de la suya...Al final; pasa lo que no es tan raro que suceda: Que dos personas que se tenian un concepto equivoca en un inicio, acaban callendose bien e incluso enamorándose...La vida misma.

Una película que puede parecer una comedieta juvenil sin nada de interes tipo "Porky´s" o "American Pie" y que aporta no sólo la revisión de dos actores interesantes como lo son Cusack y Zuniga en su época juvenil, sino la idea de que pueden existir comedias románticas de instituto con tramas logradas.

Agradable comedia romántica protagonizada por un no menos agradable John Cusack. El actor interpreta a Walter Gibson, un universitario que durante las vacaciones de invierno decide visitar a su amigo Lance (Anthony Edwards), quien estudia en Los Ángeles y le ha organizado una cita con una bella rubia (Nicollette Sheridan). En su (accidentado) viaje coincidirá con Alison (Daphne Zuniga), compañera de clase con la que mantiene una tensa relación de amor-odio.

Juegos de amor en la universidad es una película juvenil que tiene más en común con el cine de John Hughes que con otro tipo de películas más proclives al humor de sal gruesa y al chiste fácil. Puede que la historia no sea demasiado original o que su devenir resulte de lo más predecible, pero tiene el encanto de las historias sencillas y amables. A ello también contribuye la química de la pareja protagonista, dos personajes antagonistas que confirman aquello de que los polos opuestos se atraen. Las escenas que comparten son las mejores de la película, aunque ella resulte (al igual que su personaje) un poco fría, algo que contrarresta Cusack con su gran carisma y su don para el humor físico.