Carmen
6.4
1,569
Romance. Drama. Musical
Narra la historia de Antonio, el director de una compañía de baile flamenco que está trabajando en el montaje de la "Carmen" de la novela de Mérimée y la ópera de Bizet. Cuando encuentra a la protagonista ideal, que también se llama Carmen, inicia con ella una relación obsesiva que reproduce el libreto de la ópera. "Carmen" es una historia de amor y celos en donde el deseo aniquilador conduce a los personajes inexorablemente a la destrucción. (FILMAFFINITY) [+]
1 de julio de 2009
1 de julio de 2009
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carmen, es símbolo de la mujer mariposa. Quiere vivir libre, sin juramentos eternos, luciendo su belleza para uno… y para todos los seres que crucen por su camino; yendo de un lado para otro, sin detenerse ni echar anclas, y queriendo palpar, oler y sentir todo lo que el inmenso mundo tiene para ofrecernos.
De la pluma de, Prosper Mérimée, cobró vida Carmen, la gitana, la andaluza, la que compartió un amor loco con el cabo don José. Carmen la tempestuosa, la que no tuvo por propiedad ni siquiera su propio ser. Carmen la bella, la que prefirió que fuera cegada su vida a perder su libertad... que, a fin de cuentas, la muerte es especial liberadora de fuertes ataduras.
Escritas en 1845, las 72 páginas de "Carmen" han dado la vuelta al orbe, sembrando huellas en las culturas más diversas... y, creo que, es la intensidad de sus personajes y la fuerza de su carácter, lo que ha hecho de Mérimée uno de los más grandes escritores románticos. Mateo Falcone, Colomba, Arsenio Guillot... y Carmen, son singulares, son ellos. Se resumen en sus personalidades las más firmes convicciones, una férrea voluntad y la individualidad más excelsa.
También, Georges Bizet, reconoció el valor de "Carmen" y aportó a su perennidad una de las composiciones para ópera más bellas y apasionadas que jamás se hayan hecho. Cantada por las mejores voces del planeta e interpretada por calificadas orquestas de todo el mundo, es, éste, uno de los más exquisitos placeres que se puede ofrecer al oído en términos musicales.
Por enésima vez, "Carmen" vuelve a la vida en el celuloide y son, Carlos Saura y Antonio Gades (realizador y bailarín de grandes créditos en España), los responsables de esta agradable adaptación. La protagonista, es una seductora y fascinante, Laura del Sol, y el resultado es una película que merece verse en butaca de primera fila. Aunque, con la sombra imponente de "Bodas de Sangre", y en ese estilo de teatro-ballet dentro del cine, Saura proyecta una forma novedosa y entremezclada de ficción-realidad, para recrear a la Carmen literaria confluyendo con una Carmen terrenal de origen madrileño, que preserva su carácter y su afán de incesante vuelo, mientras un hombre, don José-Antonio, se hace mella en sus afanes arcaicos de posesión total.
El filme mantiene una correctísima adecuación de las coreografías al medio cinematográfico, y el sentimiento y la destreza de Gades, el frenesí y la sensualidad de Laura, más las atinadas comparsas... son muy apreciables como experiencia artística.
En cualquier caso, "Carmen" es un personaje que nos llega al alma, porque defiende esa libertad que casi todos perdemos en aras de un sentimiento mal entendido, y peor experimentado, que muchos llaman amor, pero que no es otra cosa que egocentrismo calcinante.
De pronto, esta historia se siente como un clamor que proviene del infinito:
¡Todavía estás a tiempo! ¡Decídete y levanta el vuelo! ¡Que jamás nadie te prive del derecho a vivir tu vida como la desees!
De la pluma de, Prosper Mérimée, cobró vida Carmen, la gitana, la andaluza, la que compartió un amor loco con el cabo don José. Carmen la tempestuosa, la que no tuvo por propiedad ni siquiera su propio ser. Carmen la bella, la que prefirió que fuera cegada su vida a perder su libertad... que, a fin de cuentas, la muerte es especial liberadora de fuertes ataduras.
Escritas en 1845, las 72 páginas de "Carmen" han dado la vuelta al orbe, sembrando huellas en las culturas más diversas... y, creo que, es la intensidad de sus personajes y la fuerza de su carácter, lo que ha hecho de Mérimée uno de los más grandes escritores románticos. Mateo Falcone, Colomba, Arsenio Guillot... y Carmen, son singulares, son ellos. Se resumen en sus personalidades las más firmes convicciones, una férrea voluntad y la individualidad más excelsa.
También, Georges Bizet, reconoció el valor de "Carmen" y aportó a su perennidad una de las composiciones para ópera más bellas y apasionadas que jamás se hayan hecho. Cantada por las mejores voces del planeta e interpretada por calificadas orquestas de todo el mundo, es, éste, uno de los más exquisitos placeres que se puede ofrecer al oído en términos musicales.
Por enésima vez, "Carmen" vuelve a la vida en el celuloide y son, Carlos Saura y Antonio Gades (realizador y bailarín de grandes créditos en España), los responsables de esta agradable adaptación. La protagonista, es una seductora y fascinante, Laura del Sol, y el resultado es una película que merece verse en butaca de primera fila. Aunque, con la sombra imponente de "Bodas de Sangre", y en ese estilo de teatro-ballet dentro del cine, Saura proyecta una forma novedosa y entremezclada de ficción-realidad, para recrear a la Carmen literaria confluyendo con una Carmen terrenal de origen madrileño, que preserva su carácter y su afán de incesante vuelo, mientras un hombre, don José-Antonio, se hace mella en sus afanes arcaicos de posesión total.
El filme mantiene una correctísima adecuación de las coreografías al medio cinematográfico, y el sentimiento y la destreza de Gades, el frenesí y la sensualidad de Laura, más las atinadas comparsas... son muy apreciables como experiencia artística.
En cualquier caso, "Carmen" es un personaje que nos llega al alma, porque defiende esa libertad que casi todos perdemos en aras de un sentimiento mal entendido, y peor experimentado, que muchos llaman amor, pero que no es otra cosa que egocentrismo calcinante.
De pronto, esta historia se siente como un clamor que proviene del infinito:
¡Todavía estás a tiempo! ¡Decídete y levanta el vuelo! ¡Que jamás nadie te prive del derecho a vivir tu vida como la desees!
5 de agosto de 2013
5 de agosto de 2013
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Carmen Saura consigue entremezclar las historias de las dos Cármenes, jugando en algún momento con el espectador, al que mantiene engañado. Aunque quizás su engaño comienza con el inicio de la película cuando pensamos que vamos a ver lo que no veremos.
De aquí deriva todo, y su producto son fantásticas situaciones de baile que servirían, sin apenas emplear palabras, para narrar la película gracias a la expresividad facial y gestual de los 'actores', de los cuales hasta llegamos a ver bailar sus sombras en una impresionante escena, por lo visual y por su momento en el film (...)*.
Que Saura ha trabajado anteriormente con Gades se nota y que ha visto mucho baile también. Su cámara se mueve acorde a los movimientos y pasos y se suele situar siempre en la posición correcta, recordando y diferenciando que vemos cine.
Si algo falla son los diálogos, bastante pobres en algunos momentos, pero como ya he dicho las palabras son lo menos necesario aquí.
De aquí deriva todo, y su producto son fantásticas situaciones de baile que servirían, sin apenas emplear palabras, para narrar la película gracias a la expresividad facial y gestual de los 'actores', de los cuales hasta llegamos a ver bailar sus sombras en una impresionante escena, por lo visual y por su momento en el film (...)*.
Que Saura ha trabajado anteriormente con Gades se nota y que ha visto mucho baile también. Su cámara se mueve acorde a los movimientos y pasos y se suele situar siempre en la posición correcta, recordando y diferenciando que vemos cine.
Si algo falla son los diálogos, bastante pobres en algunos momentos, pero como ya he dicho las palabras son lo menos necesario aquí.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
* http://www.youtube.com/watch?v=mtLByIph2es
27 de mayo de 2016
27 de mayo de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carlos Saura y Antonio Gades, maestros del cine y el baile respectivamente crearon una obra maravillosa que fusiona con el cine, el baile, el flamenco, la novela de Prosper Mérimée y el inmortal drama lírico con música de Geroge Bizet, ópera que a pesar de estar escrita y cantada en francés, recrea todo el arte, el folclore y el genuino carácter español. La historia de una Carmen muy española, indomable, una mujer seductora, libre que ama con pasión y quiere ser amada, pero sin ataduras, sin pertenecer a nadie excepto a ella misma. Se trata de la segunda entrega de la trilogía musical que rodó junto al bailarín y el productor Emiliano Piedra, posterior a “Bodas de sangre” y anterior a “El amor brujo”.
El caso es que el cineasta aragonés ha influenciado suficientemente al bailarín como para montar en “Carmen” un ballet que tiene de apasionante su propio estado de provisionalidad, el baile como expresión artística y corporal de las emociones y las fantasías, de invención constante sobre las tablas. Se parte de una idea ya existente, la historia de la Cigarrera, seduciendo a Don José encarnado por Gades y más tarde al torero Escamillo. La tragedia de una mujer apasionada, gitana, voluble, instintiva. Historia de amores encontrados, celos irrefrenables que pueden conducir a un hombre a la infelicidad. Historia de unas atmósferas populares y populistas que sólo se sostienen en pie porque los tópicos son siempre sagrados.
Estamos ante una ficción lírica enarbolada sobre un lenguaje en cuatro figuraciones: el baile, el cante, el sonido y la palabra. Acostumbrados a los musicales americanos que utilizan el “play-back”, una cinta de sonido perfecta y limpia, pero aquí todo cambia. Saura prefiere el realismo, recoger el sonido de las batas de cola al arrastrarse por las tablas, el chasquido de los dedos, el de los tacones repicando sobre la madera, donde crece la fiebre de la pasión, eso es lo que lo hace más cercano y atractivo, cómo refleja todo un mundo de sensaciones, miradas, desplantes y texturas de expresión artística.
Una coreografía magistral y tres bailaores en estado de gracia: Antonio Gades, Cristina Hoyos y una joven Laura del Sol que deslumbra con su desparpajo, su temperamento y su belleza, que hace creíble el drama. Un film donde lo representado se superpone a las relaciones de sus figurantes fuera y dentro de la escena. La guitarra de Paco de Lucía, farrucas, seguirillas y otros palos del flamenco, cine musical genuinamente español y diferente. En spoiler detallo la mejor escena para mí, del notable film de Saura.
El caso es que el cineasta aragonés ha influenciado suficientemente al bailarín como para montar en “Carmen” un ballet que tiene de apasionante su propio estado de provisionalidad, el baile como expresión artística y corporal de las emociones y las fantasías, de invención constante sobre las tablas. Se parte de una idea ya existente, la historia de la Cigarrera, seduciendo a Don José encarnado por Gades y más tarde al torero Escamillo. La tragedia de una mujer apasionada, gitana, voluble, instintiva. Historia de amores encontrados, celos irrefrenables que pueden conducir a un hombre a la infelicidad. Historia de unas atmósferas populares y populistas que sólo se sostienen en pie porque los tópicos son siempre sagrados.
Estamos ante una ficción lírica enarbolada sobre un lenguaje en cuatro figuraciones: el baile, el cante, el sonido y la palabra. Acostumbrados a los musicales americanos que utilizan el “play-back”, una cinta de sonido perfecta y limpia, pero aquí todo cambia. Saura prefiere el realismo, recoger el sonido de las batas de cola al arrastrarse por las tablas, el chasquido de los dedos, el de los tacones repicando sobre la madera, donde crece la fiebre de la pasión, eso es lo que lo hace más cercano y atractivo, cómo refleja todo un mundo de sensaciones, miradas, desplantes y texturas de expresión artística.
Una coreografía magistral y tres bailaores en estado de gracia: Antonio Gades, Cristina Hoyos y una joven Laura del Sol que deslumbra con su desparpajo, su temperamento y su belleza, que hace creíble el drama. Un film donde lo representado se superpone a las relaciones de sus figurantes fuera y dentro de la escena. La guitarra de Paco de Lucía, farrucas, seguirillas y otros palos del flamenco, cine musical genuinamente español y diferente. En spoiler detallo la mejor escena para mí, del notable film de Saura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
"¿Nunca has bailado por amor?", le pregunta Laura del sol a Gades, cuando se quedan solos en el estudio y va a producirse la comunión carnal. Baila, baila para mi. Hazlo por amor. Y Gades se larga una farruca que da pie a una de las secuencias más espeluznantes del filme. Se le pone a uno la carne de gallina ante aquella tremenda verdad que Gades le está echando a su baile. "Bailas ahora mejor que nunca", le dirá después Paco de Lucia a su íntimo amigo.
27 de febrero de 2013
27 de febrero de 2013
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontarmos ante una película de Saura muy original en su planteamiento, pero que para disfrutar de ella tienes que ser amante del flamenco. Laura del Sol está guapísima y como siempre Saura deja su toque personal en cuanto a la fotografía y encuadres de la película , pero como no soy amante de el flamenco no me ha enganchado esta propuesta tan original. Muy buenas interpretaciones de Antonio Gadés y Laura del Sol, pero me gustaría saber la opinión de alguien experto en flamenco que comente si están bien a nivel artístico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película gana bastante en el momento en que aprece en escena el marido de Carmen, recien salido de la madrileña carcel de Carabanchel , pero creo que esta circustancia ocurre demasiado tarde.
El primer momento en que aparece en escena Laura del Sol , viene acompañado de una voz en off de Antonio Gades diciendo " Ese fue el momento en que conocí a Carmen ... " y recuerda mucho al momento también con voz en off en donde Clifton Web habla de cuando conoció por primera vez a Laura en la película de Preminger de 1944.
El duelo de Antonio Gades con el marido en la parte final está muy bien y viene acompañado de un movimiento de cámara desde próximo a los personajes hasta más lejos.
También me gusta cuando Antonio Gades le dice a Laura del Sol " soy celoso, posesivo, pero no quiero compartirte con nadie ".
El final de la película cuando Antonio mata a Carmen no me gusta, ya que lo veo que no está bien rodado y es impropio de un director como Saura.
El primer momento en que aparece en escena Laura del Sol , viene acompañado de una voz en off de Antonio Gades diciendo " Ese fue el momento en que conocí a Carmen ... " y recuerda mucho al momento también con voz en off en donde Clifton Web habla de cuando conoció por primera vez a Laura en la película de Preminger de 1944.
El duelo de Antonio Gades con el marido en la parte final está muy bien y viene acompañado de un movimiento de cámara desde próximo a los personajes hasta más lejos.
También me gusta cuando Antonio Gades le dice a Laura del Sol " soy celoso, posesivo, pero no quiero compartirte con nadie ".
El final de la película cuando Antonio mata a Carmen no me gusta, ya que lo veo que no está bien rodado y es impropio de un director como Saura.
29 de agosto de 2015
29 de agosto de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carmen de Carlos Saura es un drama romántico musical basado en la famosa obra de Bizet, en el que un director de una compañía de baile se enamora de la protagonista de la obra llamada del mismo nombre, Carmen. Dirigida con un ritmo sosegado en la trama y vibrante en los ensayos y actuaciones, es una obra apasionada en su historia de amor que surge entre el profesor y el alumno a través del musical de Carmen, centrándose en esta ocasión no solo en las coreografías y música como ha sucedido en otras cintas o documentales, sino también en una historia de amor imposible que añade atractivo a la película en su visionado, concluyendo de forma notable uno de sus folclóricos films más destacables que además estuvo nominado al oscar en su categoría.
La fotografía comienza con unos dibujos de la obra original y luego hace gran uso de los claroscuros en un llamativo trabajo que es estimulante y portentoso en los ensayos de sus bailes y coreografías, logrando con ello una labor estéticamente bien trabajada. La música en ocasiones de fondo es la ópera de Carmen de Bizet, siendo el resto flamenco y clásico gracias a la guitarra de Paco de Lucía y otros que llenan de ritmos y compás el film para deleite en su apasionante acompañamiento. Los planos y movimientos de cámara consuman de nuevo una excelente labor técnica personal del director mediante el uso del reconocimiento, seguimiento, detalle, travellings, cámara en mano, generales, avanti, retroceso, subjetivos y grúas que exprimen lo mejor de la obra y de las interpretaciones.
Las actuaciones son competentes y cumplidoras. Como protagonista Antonio Gades está sentido y profundo en su labor, siendo apropiados los acompañamientos de Laura del Sol, Pepa Flores (Marisol), Cristina Hoyos, Paco de Lucía, Juan Antonio Jimenez, Sebastián Moreno y José Yepes. Emplean estos unos vestuarios y caracterizaciones alusivos de la obra flamenca, siendo elegantes por un lado e informales por otro tanto en el ensayo como en la obra en un buen trabajo que junto con los decorados y exteriores te transportan a la época y el lugar.
El guion, escrito por el director junto con Antonio Gades, lleva a la gran pantalla y con el estilo folclórico habitual de baile que le gusta exponer al director la obra Carmen, que se cruza para más atractivo con la historia del film que acaba siendo muy parecida a la de la obra representada, añadiendo así su punto personal gracias al apoyo y el arte en las coreografías de Antonio Gades para dar mayor belleza al film. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off al principio que es profunda, siendo el resto expresiva y sentida en el caso del protagonista y escasa e insinuante en los ensayos. Cabe señalar también, el montaje lineal y acompasado al que no le sobra ni un minuto.
En definitiva, la considero una obra notable dentro de la filmografía folclórica del director que gustará a todos sus seguidores por mezclar con acierto la obra Carmen que ellos mismos ensayan con la historia real de esta aunque adaptada entre el profesor y la alumna protagonista. Recomendable por su dirección, guion, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara y vestuarios que hacen de Carmen, un film auténtico en todo lo que se propone serlo, tal cual es la intención del director.
La fotografía comienza con unos dibujos de la obra original y luego hace gran uso de los claroscuros en un llamativo trabajo que es estimulante y portentoso en los ensayos de sus bailes y coreografías, logrando con ello una labor estéticamente bien trabajada. La música en ocasiones de fondo es la ópera de Carmen de Bizet, siendo el resto flamenco y clásico gracias a la guitarra de Paco de Lucía y otros que llenan de ritmos y compás el film para deleite en su apasionante acompañamiento. Los planos y movimientos de cámara consuman de nuevo una excelente labor técnica personal del director mediante el uso del reconocimiento, seguimiento, detalle, travellings, cámara en mano, generales, avanti, retroceso, subjetivos y grúas que exprimen lo mejor de la obra y de las interpretaciones.
Las actuaciones son competentes y cumplidoras. Como protagonista Antonio Gades está sentido y profundo en su labor, siendo apropiados los acompañamientos de Laura del Sol, Pepa Flores (Marisol), Cristina Hoyos, Paco de Lucía, Juan Antonio Jimenez, Sebastián Moreno y José Yepes. Emplean estos unos vestuarios y caracterizaciones alusivos de la obra flamenca, siendo elegantes por un lado e informales por otro tanto en el ensayo como en la obra en un buen trabajo que junto con los decorados y exteriores te transportan a la época y el lugar.
El guion, escrito por el director junto con Antonio Gades, lleva a la gran pantalla y con el estilo folclórico habitual de baile que le gusta exponer al director la obra Carmen, que se cruza para más atractivo con la historia del film que acaba siendo muy parecida a la de la obra representada, añadiendo así su punto personal gracias al apoyo y el arte en las coreografías de Antonio Gades para dar mayor belleza al film. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off al principio que es profunda, siendo el resto expresiva y sentida en el caso del protagonista y escasa e insinuante en los ensayos. Cabe señalar también, el montaje lineal y acompasado al que no le sobra ni un minuto.
En definitiva, la considero una obra notable dentro de la filmografía folclórica del director que gustará a todos sus seguidores por mezclar con acierto la obra Carmen que ellos mismos ensayan con la historia real de esta aunque adaptada entre el profesor y la alumna protagonista. Recomendable por su dirección, guion, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara y vestuarios que hacen de Carmen, un film auténtico en todo lo que se propone serlo, tal cual es la intención del director.
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