Donnie Darko deja el regusto amargo de lo que pudo ser pero no fue, de como una película que podría haber sido única en el género del cine fantástico se malogra del modo más estúpido. Me explicaré:

Estamos ante una idea muy interesante (algo poco corriente en el cine fantástico actual), con un comienzo y un final brillantes (unas escenas potentes, oníricas, bellas), un desarrrollo psicológico del protagonista profundo (donde Jake Gyllenhaal hace un papel muy correcto pese a su juventud), con una historia circular que encaja perfectamente (esto lo pude comprobar tras un segundo visionado) y donde todo se entrecruza inteligentemente, dejando al espectador las suficientes puertas abiertas para que sea su imaginación la que ponga el resto... todo lo que se le puede pedir a una película de este género.

Pero estos mimbres tan buenos se estropean por completo cuando vemos que se desarrolla en el tipico instituto americano, donde se cumplen todos y cada uno de los peores estereotipos que desagrablemente aparecen en infinidad de películas de adolescentes: protagonista con problemas e introvertido (la comparación con "dawson crece" es odiosa pero inevitable), enamoramiento de la chica nueva del insti que busca "el momento perfecto" para dar el primer beso, hermana empollona que va a ir a universidad prestigiosa, chica gordita con problemas, pandilla de malos malotes, extraña vieja que vive sola y que van a visitar de noche en bici (esto aparece en cientos de películas), profesora moralista con el pelo recogido en un moño y estirada, papis forrados y con cara de felices, hermana pequeña bailarina con representación escolar incluida, fiesta de halloween...y claro, los actores que hacen cada uno de estos papeles son malos a más no poder.

En fin, una película fantástica muy recomendable (de culto me atrevería a decir) para gente no alérgica al ambiente estudiantil de instituto americano.

Película mediocre que hace aguas por todos los lados y que no tiene apartado en el que haya más aciertos que errores: la fotografía es buena, pero el montaje de las escenas no pega ni con cola, quedando muchas de ellas sueltas y haciendo el desarrollo de la película lento y aburrido, por no hablar de las escenas de batalla, en las que todo el equipo de la película parece haberse metido un tripi; el reparto y la interpretación normalita y la banda sonora, si bien tiene un tema espectacular de vangelis, nos "deleita" el resto de la película con toques de guitarra flamenca y cañi.

Pero lo peor, sin duda, es el fondo, la historia que nos cuentan está llena de topicazos y con un rigor histórico que brilla por su ausencia. Ya al principio nos muestra la típica escena de la inquisición española practicando su deporte favorito: la quema de pecadores. A mitad de película nos aparece una fiesta en la corte castellana en la que Colón enseña una de las maravillas de América: el tabaco, ¿y cómo lo fuma? pues con una buena faria, como no podía ser menos. Con estos precedentes, ¿cuál puede ser la reflexión final que Ridley Scott nos quiere transmitir?, sin duda alguna la maldad del descubrimiento de América, que llevó la esclavización y matanza de los indígenas y la destrucción del paraiso en la tierra.

En fin, una película para olvidar y que, a diferencia del hecho que narra, no pasará a la historia.