Película adolescente por dónde se la mire, pero reflejo de la adolescencia y no producto para adolescentes serializados, aunque está tan sutilmente armada que vende, guiños y tramas, a casi cualquier público.
Un grupo de chicos de alrededor de 17 años, pasa uno de sus últimos campamentos antes de entrar en la “adultez” en el Infierno, un lugar paradisíaco alejado de todos. En medio de la noche una flota de aviones cruza el cielo y un par de días después, cuando vuelven a sus casas, sus padres han desaparecido, no hay corriente eléctrica, no hay comunicaciones, ni información de ningún tipo, ante la incertidumbre, la respuesta: Australia fue invadida y entró en guerra con una potencia asiática. Es decir, pusieron una película llena de clichés adolescentes en un entorno casi apocalíptico, mezcla interesante.
El resto de la trama pasa a mostrar las vivencias de los chicos ante una situación de preguerra, quizá la película no estaba más que dirigida a un ámbito local, pero al trascender quedan guiños descolgados a un espectador casual, de hecho hay varias críticas a películas australianas (neozelandesas también) de éxito internacional; me sorprendí navegando en IMDB posteriormente.
La película es reflexiva, pero de una reflexión adolescente, no es pretenciosa y tiene toques de humor sutil pero irreverentes al mismo tiempo. Muestra el paso hacia la adultéz de otra forma, algo que me pareció piola.
El final “secuelístico” quizá habría que pasarlo por alto, pero ni eso me arruinó la sensación de ver una película, que no sé si es muy buena, pero que sin dudarlo es interesante.

La historia es bastante original: un chico de 12 años comete un asesinato, es condenado y al cumplir la mayoría de edad, sale en libertad. Lo que en todo momento plantea la película es el tema de las segundas oportunidades, todos las merecen? Uno tiene que cargar de por vida con los errores del pasado? Qué tan responsable es uno cuando es niño?
Interesante forma tiene esta película de plantear estas preguntas. El trabajo actoral está a cargo de un Garfiel de moda (el próximo Spiderman) que cumple en ver con inocencia y arrepentimiento el mundo que se le abre paso tras el encierro.
El protagonista se va a adaptando a su nueva vida bajo un nombre falso dado que en el pasado su caso fue famoso y no todos van a entender. Por esas cosas de la vida una hazaña heroica le da una fama no querida y celos de por medio, su identidad original cobra notoriedad condenando nuevamente al muchacho que estaba encaminando su vida.
Interesante actuación, trama original y un desenlace para charlar. Se deja ver muy bien esta película.

Secuencias muy significativas, planos que te remiten a la obra de Carl Sagan, no quiero arriesgar a decir que es “un pálido punto azul” hecho película, pero puedo decir que pocas películas hacen reflexionar tanto, pocas películas enseñan tanto. Refleja mucho lo que pienso sobre religión, gente y ciencia. Obra magistral y poco conocida quizá por meterse a dar una visión tan objetiva que incomoda.
Agora es una película que trata de recrear la vida de Hipatia de Alejandría, una de las primeras mujeres científicas de la historia, dedicada a la enseñanza de matemáticas y astronomía y posteriormente perseguida por no convertirse al cristianismo.
Amenábar nos muestra el advenimiento del cristianismo, religión de esclavos que lo copó todo, el auge del judaísmo y por contrapartida las creencias paganas. Escenas y situaciones lamentables, de impotencias lacrimógenas y la triste sensación tras entender el atraso que provoca la ignorancia. Independientemente del rigorismo histórico trata de hacernos reflexionar sobre lo complicada que es la verdad y lo cómodas que son las creencias.
Los personajes están muy bien pero destaca la protagonista y nunca mejor dicho, eclipsa a todos a su alrededor, pocas veces alguien puede mostrar la forma seductora que tiene el conocimiento y me gustó la metáfora de que los demás giraran en torno a ella como planetas.
Da más mensajes con gestos, situaciones, planos que con los diálogos entre personajes. La gente razonable va disfrutar mucho más esta película que la de fe, es un hecho.

Anoche terminé de ver Rubicon, excelente serie que sale de los moldes habituales.
Conspiraciones, códigos indescifrables, intrigas, secretos y rumores, son los que se encuentran a la vuelta de cada esquina de esta serie.
Will Travers un analista que trabaja para la agencia de inteligencia del gobierno de USA se topa con una serie de pistas que lo llevan a descubrir una conspiración mundial. Los capítulos enfrentan al protagonista a la duda constante: en quién confiar? Lo que crea una atmósfera gris y asfixiante.
Bibliotecarios jugando a James Bond podría resumir la serie. Los personajes están muy bien construidos, son gente que no dejan de ser personas que manejan información importante a nivel político, fórmula que crea conflictos por donde se los mire.
Acá me va a salir lo nerd de adentro, pero me recordó a la conspiración de The X Files, salvo porque acá no hay aliens ni cosas sobrenaturales.
En comparación con otras series y para el espectador que quiere todo resuelto al instante, puede llegar a ser lenta o aburrida, pero compensa con intrigas, geniales actuaciones, silencios inquietantes y una trama muy buena que lamentablemente, no terminó de gustarle al público fast food.
Son sólo 13 capítulos y uno hubiera querido que fuesen más. Recomendable si querés ver algo distinto y de calidad.

Película interesante desde el reparto y desde la intención, pero nada nuevo desde Outbreak (1995) con Dusting Hoffman.
Esta película nos muestra el nacimiento y evolución de una pandemia que acaba con casi 30 millones de personas al rededor del mundo, embebida de eventos tan recientes como los brotes de la gripe porcina, juega durante toda la trama con los intereses de los grandes farmacéuticos y las ganancias que generan con la psicosis, en este caso la enfermedad es real y mata a los que se enferman en cuestión de días. Pocas respuestas, ignorancia, incertidumbre, psicosis, especulaciones y un sálvese quien pueda recorren las historias de los personajes que son solo números ante tremendos acontecimientos.
La cámara enfatiza a cada segundo en el contacto físico, picaportes, vasos, apretones de manos, barandales, todos hechos que asustan de lo cotidianos que son. Cada una de esas cosas propagan el virus, la gente se desespera, los noticieros y periodistas especulan con la noticia informando y desinformando a la vez.
Quizá el problema de la película es que se centra tanto en la investigación del brote por parte de las agencias de salud, el recuento de los días, el recuento de muertos, que hace que el espectacular reparto se desluzca ante personajes insignificantes: un padre preocupado por su hija que no puede hacer su duelo, una investigadora contagiada, el jefe de la operación que no logra llegar al dilema moral, la esposa infiel que propaga la enfermedad, etc.
En lo personal me hubiera gustado ver el desarrollo de la enfermedad del contagio y que enfatizaran en cómo el público en general reacciona ante las noticias, cosa que se trató de mostrar pero no de forma lograda. Ante tanto virus zombie, ésta película lo tenía difícil y es de entender que quedara en la nada.
La película llega a su fin sin gloria como si quisiera mostrar lo insignificantes que somos, pero en realidad, no aporta mucho.