Más que un thriller, es un drama policial. La serie se centra en Kurt Wallander un inspector de policía en la pequeña localidad de Ystad, cerca de Malmö, en el sur de Suecia quien junto a sus compañeros del departamento de la policía de Ystad resuelven los crímenes que ocurren. La serie también sigue a Linda, la hija de Kurt y cómo maneja el trabajo de policía con su vida privada. Es una serie lenta, melancólica, y sin embargo, los crímenes que debe resolver Kurt en realidad son lo menos importante. Lo escencial, es lo que Kurt siente con las víctimas, con los victimarios, con sus compañeros de policía , con su padre y sus amores. Es muy sueca, una Serie correcta y triste, pero siempre tratando de hacer lo mejor. Impecable realización, sin fisuras.

“Ficción privada” es un film de familia, autobiográfico rodado como documental y que presume de cierta ficción. El título no es gratuito, sino es parte de la sutil construcción intelectual del periodista Andrés Di Tella para agradar al público cinéfilo. En este caso el documental compone una trilogía de films (lo promociona de tal forma) sobre su familia. El “cuento” de “Ficciones privadas” surge al descubrir Di Tella viejas fotos y cartas de sus padres (hoy fallecidos) en el arcón de los recuerdos. Estas fotos serán narradas por el propio Di Tella como si le contara/traspasara la historia familiar a su hija (Vaya originalidad). Andrés Di Tella es nieto de un Industrial Argentino que supo tener la industria metalmecánica más grande del país. De tal forma que con esta pesada herencia, Andrés Di Tella desea transmitir a su hija lo que significa “ser un Di Tella”. Como buen periodista siente que le ha tocado a él difundir, perpetuar, la llama y el bronce de su familia. A diferencia de los films documentales argentinos como “Silvia, de eso no se habla” (de M.Estévez) donde la autora descubre una mirada crítica sobre la educación recibida de su madre, o del film “Papirosen” (de G.Solnicki) donde desnuda con coraje las miserias de su familia, el documental de Andrés Di Tella es una acumulación sutil de escenas destinadas a vanaglorariar a su familia. No hay cuestionamientos, ni bisagras familiares, ni quiebres o contradicciones propias de la realidad familiar, todo el documental está pensado para darse brillo , y lo que es peor aún , extender el mismo a la proxima generación, “ficciones privadas” no es ficción, tampoco un film documental, es un hermoso reporte auto-biográfico familiar para la familia Di Tella, descendientes y amigos .

Julia ha desaparecido. Félix apenas la conoció durante tres días, pero se quedó completamente prendado. Al pasar el tiempo y no volver a saber nada más de ella, decide buscarla y acudir a la policía, pero nadie le toma en serio.Porque Félix es ingenuo y siempre piensa que las personas tienen buenas intenciones, no se le ocurre que pueda haber motivaciones ocultas o que exista todo un submundo de crimen organizado en la misma ciudad en la que vive. Pero existe, claro. Se topa con él buscando a Julia, y ahí se desencadena la serie Félix. La parte de comedia no hace reír y la parte de suspenso no intriga. Un Sbaraglia monocorde, una Andorra que no se habla catalán, un lugareño que le habla a un argentino y le responde en argentino. Controlada y pagada la crítica por Movistar , todos saben que es lo peor de Cesc Gay, tal vez se apuntó uno dinerillos de la telefónica que pone CEOS y abogados a manejar la ficción de la compañía. Quieren ser HBO, pero con esta serie apenas han llegado a la H.