Lo cierto es que la historia que se plantea es bastante original y se podría haber conseguido una genial comedia negra si se hubiera enfocado la trama desde otro lado, pero finalmente acaba siendo una película bastante mediocre. Los personajes son bastante superficiales y no aportan nada, sobretodo los principales. Solo destacar las actuaciones de Juanma Cifuentes y Cristina Alcázar, ya que son los principales artífices de las situaciones más cómicas. El personaje protagonista, llevado a cabo por Fernando Tejero creo que está bastante sobreactuado.
En definitiva, lo que prometía ser una interesante comedia acaba siendo una película que, aunque entretiene, no acaba de cuajar y cuya historia acaba aguantándose con pinzas. Una pena.

No hay mejor manera de estrenarse en el mundo de los largometrajes que presentando una obra maestra como es Reservoir Dogs. Con el presupuesto sacado de una caja de zapatos, rodeado de grandes actores (sobretodo los inconmensurables Harvey Keitel, Michael Madsen, Steve Buscemi y Tim Roth), con una historia sencilla e impecable y unos chorros de sangre estéticamente perfectos, Tarantino nos muestra la esencia del cine en estado puro, como una película puede llegar a erizar la piel con solo escuchar su banda sonora (comienzo estelar con My little green bag). Y es que en su tiempo fue una idea innovadora, las historias contadas a lo Tarantino son otra historia, quizá no serán novedosas pero están cargadas de originalidad, y es eso lo que se echa de menos hoy en día.

Lo que parecía una interesante película de cine negro acaba siendo un pasable film de sobremesa. De la que se supone es la trama principal solo hay pequeñas pinceladas, que dan pie a una serie de pequeñas historias que se acaban juntando con pinzas. La ambientación es aceptable y el comienzo la pinta como interesante, pero acaba siendo aburrida y quizá algún sobresalto te hace despertar.
De las actuaciones, poco que destacar. Scarlett Johansson y Hilary Swank, como siempre acertadas y cumpliendo al máximo con su cometido, pero Josh Hartnett y Aaron Eckhart dejan mucho que desear.
En definitiva, una película de Brian de Palma que invita a la decepción que quiere parecerse en demasía a L.A. Confidential, pero que acaba sin conseguirlo.

Ver que ocurre mientras duermes son cosas que todos nos hemos preguntado alguna vez. Coger una cámara y dejarla grabando toda la noche para ver que pasa o una grabadora para ver que se oye son ideas que a más de uno se le han ocurrido ya. Partiendo de esta base, creo que la película ya tiene cierto encanto. Y el saber de antemano que hay un espíritu rondando y que en cualquier momento puede dar señales de vida, añade más tensión si cabe.

Paranormal Activity era una película que ya me llamó la atención nada más ver el trailer y que me auguraba que iba a pasar un mal rato. Al igual que "El Proyecto de la Bruja de Blair", está hecha con muy poco presupuesto y cámara al hombro, para añadir cierta dosis de realismo que, para mi gusto, consigue con creces.

La gracia de la película está en meterse en los personajes e intentar disfrutar de los momentos de tensión, porque si no, te vas a aburrir como una ostra. Y es que todavía hay gente para la que, si no ve a un tío con un machete rebanando pescuezos, no es una peli de miedo.

En definitiva, una buena peli, para disfrutar del terror de una manera innovadora (con permiso de la Bruja de Blair) y sin efector especiales, cosa que se agradece después de tanto slasher cutre.

Lo cierto es que últimamente estamos bombardeados por un cine falto de originalidad, donde todo son repeticiones de algo que se ha visto antes. Creo que ante "La caja Kovak" nos encontramos con una idea diferente, una historia muy original y bastante bien explicada a lo largo del metraje. La película tiene una estructura claramente definida, con una introducción que te deja entrever lo que puede llegar a pasar, un nudo que te deja agarrado a la butaca hasta el tremendo final. Y es que Daniel Monzón consigue con su propuesta que el espectador se involucre en la historia y se ponga en la piel de los personajes (cosa que no suele pasar últimamente). Quizá la única pega es que falta algo de chispa a los dos personajes principales (Timothy Hutton y Lucía Jiménez) que, aunque están bien, no transmiten lo mismo cuando están juntos en pantalla. Destacar el papel de David Kelly en el papel de un frío y aterrador Kovak.
En fin, buena película de carácter nacional en un género no muy acertado en nuestro país (salvo honrosas excepciones). Totalmente recomendable.