Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de pilardiez
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
8
14 de enero de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El amor es tan real que duele. Por tanto, podemos decir que Michael Haneke es amour. Más allá del juego de palabras, y a pesar de que el director austriaco-alemán afirma que su última película es la menos intelectual y más tierna de todas, el naturalismo realista, crudo y amargo emerge sin concesiones al sentimentalismo o al romanticismo. No nos dejemos engañar por el título del film: la película no es una apología del amor fiel y verdadero; y, al fin y al cabo, tanto en ambas versiones de Funny Games (1997 y 2007), como en el El séptimo continente (1989) se trata también el tema de la muerte dentro del círculo familiar, aunque la violencia explícita o la autodestrucción como modus operandi no se manifieste en esta última. Sobra decir que Amor no es una película que intente provocar el debate social sobre la eutanasia o intente denunciar absolutamente nada relacionado con la situación de la tercera edad en el contexto social: es un drama maravillosamente descarnado y angustiante que nos muestra la agonía de un matrimonio burgués de octogenarios (interpretado magistralmente por Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva) que se enfrenta a la enfermedad y el fantasma de la muerte para el que nunca se está lo suficientemente preparado. Una obra maestra que se disfruta y se sufre a la par y un film que nos revuelve y nos atrapa en la butaca y que genera esa especie de atracción morbosa hacia la decadencia y la destrucción a la que nos tiene acostumbrados el director.

El rodaje, realizado casi íntegramente en el interior del apartamento de la pareja, nos abstrae de un mundo exterior lleno de vida, ajeno al drama que se produce entre sus paredes, empatizando con el autismo y el aislamiento voluntario por parte de su protagonista, que prescinde incluso de la compañía y ayuda de su propia hija (Isabelle Huppert) en un intento desesperado por morir en la intimidad y al abrigo de la casa que les vio ser felices, alejados de los fríos fluorescentes de los hospitales: el limbo que separa la vida y la muerte ya es suficiente infierno como para pasarlo en lugares hostiles y desconocidos; y la muerte parece ser un ansiado alivio después de una lucha infructífera contra lo inevitable: el fin de nuestra existencia, que nos acercará de nuevo a ese eterno estado ideal al que llamamos amor. Y es que la realidad, como el amour, duele pero gusta.

(crítica originalmente publicada en la revista digital "notodo")
pilardiez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
9 de abril de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchas han sido las expectativas que se han creado en torno a Los amantes pasajeros, y no es para menos. La nueva película de Pedro Almodóvar es una comedia grotesca sin melodramas que se desarrolla en un avión con destino a México que, en realidad, nunca llega a salir del espacio aéreo español debido a una avería que se descubre en pleno vuelo. Los pasajeros de clase turista son anestesiados por los auxiliares de vuelo a base de relajantes musculares para que no cunda el pánico (¿una alegoría de la España actual? ¿un reflejo del mundo del Almodóvar del s. XXI?) y los pasajeros de primera, junto con la tripulación, son los únicos conscientes del peligro y se preparan para lo peor a base de confesiones de última hora, coreografías surrealistas y agua de Valencia "condimentada".

Hasta ahí todo bien. La fórmula podría haber funcionado a la perfección si no fuera por tres aspectos principales: ni la trama se desarrolla íntegramente en el entorno aéreo o aereoportuario ni sus personajes llegan a establecer un vínculo verosímil de historias entrecruzadas, por lo que sus apariciones conforman una suma números paródicos y chistes que por separado pueden causar gracia (o no) pero en su conjunto resultan esperpénticos y gratuitos. Y es que parece que Almodóvar se ha solidarizado con el alto índice de paro del país y ha decidido contribuir con la causa a base de una infinita cartera de actores hasta el punto de desviar la trama fuera de los confines del avión (de donde nunca debió salir salvo en el momento del despegue o el aterrizaje), perdiendo la oportunidad de generar un ambiente claustrofóbico y un ritmo de tensión in crescendo que hubiera dotado a la película de la fuerza y unicidad de la que carece. Además, la única historia que se desarrolla más allá del espacio aéreo es el inverosímil trío amoroso conformado por Guillermo Toledo (un galán rompecorazones que no le llega a la suela de los zapatos a precedentes y verdaderos “pichasbravas” como Fernando Guillén en Mujeres al borde de un ataque de nervios o Nacho Martínez en Matador), Paz Vega (que, aunque apenas pronuncia palabra, está maravillosa en su papel de “loca-del-coño”) y Blanca Suárez (una cándida jovencita desengañada que no está dispuesta a caer de nuevo en las mismas redes) y cuya relevancia es nula en el desarrollo del resto de personajes de la trama.

Y es que esa es la mayor debilidad de Los amantes pasajeros: el puzzle de personajes no llega a encajar y lo único que da cierta sensación de unidad es la continua irreverencia y mamarrachez de la película y la fuerte carga estética y plástica, que si bien es maravillosamente retro, colorista y apetecible, no satisface las expectativas puestas en un director al que seguramente se le exija demasiado pero al que también queremos igual tanto por sus obras maestras (Átame, Matador, Mujeres al borde de un ataque de nervios...) como por sus fracasos más estrepitosos (La Mala Educación o Kika). Almodóvar se lo ha dejado fácil a sus detractores que la tacharán de ridícula, vulgar, gratuita y superficial (y con razón) pero también hay que destacar que si bien el guión deja mucho que desear, sí que recordaremos la película por sus maravillosas actuaciones: el inefable y delicioso cameo Pe-Banderas, una Cecilia Roth sublime de musa sadomasoquista, una Lola Dueñas virgen y vidente y el trío de maricas malas formado por Javier Cámara, Raúl Arévalo y Carlos Areces (que siempre nos regala momentos inolvidables desde el "Julia Folla con Julio" en Extraterrestre hasta el "Yo también creo mucho en el culo" en la presente película), por no olvidar su séquito de azafatas mariliendre (entre las que se encuentra La Terremoto de Alcorcón). Pedro, que sé que me lees, gracias por estrellarte en la pantalla de vez en cuando y regalarnos el placer de ponerte un poco a parir.

(reseña originalmente publicada en la revista notodo.com)
pilardiez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
17 de enero de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A los americanos les gusta mostrar a base de películas cada capítulo de su historia, y en este 2012 (año de la reelección del Nobel de la paz Barack Obama como presidente de los EE.UU. con Guantánamo aún sin cerrar), más que nunca, ha sido el turno de poner frente a las cámaras los entresijos y hazañas de la Central Intelligence Agency (la CIA de toda la vida, vaya) ahora dirigida John Brennan, o ese amante de los drones y juguetes teledirigidos, las técnicas avanzadas de interrogatorio y otros eufemismos. Mientras disfrutábamos cada semana del rostro desencajado y el patetismo de Claire Danes en Homeland, se estrenaban Juego de valor (al más puro estilo propaganda yankee en un cóctel de patriotismo, sentimentalismo y acción) y Argo (o “Hollywood al rescate”), La noche más oscura irrumpe en los cines como, parece, el único documento (fiable o no) para intentar desentrañar las claves de la captura de Bin Laden y la película definitiva sobre la psicología americana post 11-S, los conflictos socioculturales automáticos de la guerra del terror desde su vertiente más estratégica: la madre de todos los espionajes y obsesiones.

Más allá de la polémica que se ha generado alrededor de la película (que si "apología de la tortura", que si "ensalzamiento de la política antiterrorista"…) está claro que la principal obsesión de Kathryn Bigelow es intentar mostrar de la manera más imparcial posible la encarnizada y obstinada búsqueda (obsesiva) por parte de la CIA de los líderes de la cúpula de Al Qaeda, los conflictos políticos internos que ello conlleva y el drama y la tensión durante el ataque y asesinato de Osama Bin Laden. Aunque este posicionamiento da al filme una verosimilitud y un realismo muy conseguidos es imposible discernir de qué lado están sus protagonistas: en algunas ocasiones parecen presas de algún dilema moral; en otros, sin embargo, parecen impasibles ante las torturas e implacables a la hora de conseguir información a cualquier precio. Y aunque Bigelow (quien se cubrió de gloria y galones con su anterior película, también con la “guerra contra el terror islámico” como telón de fondo, En tierra hostil) se centra en la reconstrucción fiel de los hechos pero sin caer en el formato documental (como The Hunt for Bin Laden) parece que duda y no es capaz de renunciar al desarrollo de una serie de personajes reales pero que resultan ficticios por incompletos: una lástima para su protagonista, Jessica Chastain, que aún así defiende su papel a base de sutiles matices, una interpretación maravillosamente “mínimal” y un halo de misterio inquietante y no resuelto al que le sobra cualquier tipo de manifestación oral.

Aún así, este realismo tan sobrio resulta muy original e inédito en las escenas de acción o de máxima tensión, en las que se renuncia completamente a la teatralidad y se intenta dar una visión más técnica y objetiva que da al espectador una visión más cruda y menos adornada de las operaciones militares antiterroristas, acercándose por momento a, incluso, una suerte de ejercicio simulador de videojuegos estratégicos en primera persona como Halo o Comand and Conquer. El objetivo final, Osama Bin Laden, pasa a un segundo plano y en los pocos segundos en que aparece en el metraje ya es cadáver, quitándole ese carácter de villano o de monstruo y humanizando su imagen, quizá en un intento por mostrar los dilemas políticos y morales de tener por objetivo "matar" (no capturar) sin miramientos.

(crítica originalmente publicada en la revista digital notodo)
pilardiez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
9 de abril de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Portugal confirma su carácter de máquina del tiempo en esta película. Solo pequeñas referencias a la actual crisis económica o varios planos de una concurrida carretera sitúan a día de hoy esta anacrónica historia, acentuando el carácter romántico de la película y de su protagonista.
Los planos más lejanos restituyen la imagen de un paisaje de antiguo esplendor en el cual, la ciudad actual y los personajes que la habitan, se encuentran oxidados y marchitos. En este cuadro, Angélica, la muerta, guarda una enigmática sonrisa póstuma. Es justamente esta sonrisa la que provoca en el fotógrafo un bucle de fantasías y sueños construidos a través de un tratamiento de la imagen y del sonido muy marcado, deliberadamente naïf, para contrastar o fundir los distintos planos de realidad.

Porque, al fin y al cabo, estas ensoñaciones no son si no el puente que conseguirá unir a estos amantes finalmente…
pilardiez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Edificio España
Documental
España2012
5,8
438
Documental
7
4 de marzo de 2015
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Proyectado por los hermanos Otamendi y construido entre los años 1948-1953, el Edificio España constituyó un importante foco de atracción cultural y de ocio además de albergar numerosas viviendas y oficinas. Cuando se anuncia su restauración en 2006, Víctor Moreno se lanza a grabar, con el permiso del Banco Santander, los entresijos de la madrileña Torre de Babel en pleno proceso de vaciado y se encuentra, sin quererlo, con las últimas y desesperadas bocanadas de aire de la próspera y ficticia burbuja inmobiliaria, de la inmigración en alza, de las hipotecas a toca-teja y los créditos bancarios a gogó.

Moreno llega a grabar más de doscientas horas dentro del edificio, y aunque no puede evitar que su presencia altere y revolucione ligeramente la naturalidad de sus retratados, emana una especie de familiaridad que destila mucha verdad: peones que se intercambian música y vídeos con sus Nokias, relajadas discusiones político-económicas sorprendentemente premonitorias, visitas de obra no exentas de crítica hacia las anquilosadas administraciones, choques de culturas entre el infinito catálogo de nacionalidades trabajando en su interior, uno de sus ilustres vigilantes interpretando el edificio y relatando esotéricas leyendas del mismo... Todo ello enriquecido con otras capas de información: una radio que anuncia la todavía inverosímil crisis que estaba por venir o una televisión en la que Zapatero anuncia los optimistas datos del país. Pequeños detalles que se ven cargados de significado solo unos pocos años después, durante el montaje del documental, cuando la crisis ya se ha desplegado por todos los rincones del país.

Más allá del alegórico documento histórico, el edificio parece latir gracias a la actividad de sus nuevos y efímeros ocupantes, y la belleza de sus imágenes y la sordidez de los escenarios evocan no sólo referencias artísticas y cinematográficas evidentes -cercanas al cine clásico de terror de El Resplandor, la fotografía de Chris Killip o el simpático retrato de la clase obrera del cine de Kaurismäki, entre otros- sino también capítulos trágicos de nuestra historia reciente como los paisajes abandonados de Chernóbil o Fukushima. No es necesario que acontezca una catástrofe nuclear para producir sórdidos escenarios como el del Edificio España: basta con los efectos de la desmesura y el derroche del capitalismo. Quizá por este motivo el Banco Santander se sintió incómodo ante la idea de su libre reproducción y la prohibió hasta este año, en el que, gracias a su misteriosa rectificación, coincidente con una nueva situación de actualidad tras la confirmación de que el edificio ha sido comprado por el empresario chino Wang Jianlin, podremos ver la película en la Cineteca del Matadero de Madrid los días 22, 23, 24 y 26 de Marzo y el viernes 28 y sábado 29 de marzo en el Pequeño Cine Estudio antes de que el mítico edificio se convierta en una suerte de nueva versión del polígono industrial de productos chinos Cobo Calleja.

critica publicada originalmente en la revista digital www.notodo.com

http://www.notodo.com/cine/documental/5764_edificio_espaa_vctor_moreno.html
pilardiez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    Dark Awakening
    2014
    Dean Jones
    Merci Natercia!
    1963
    Pierre Kast
    Día de matanza (C)
    2002
    Sergi Vizcaíno
    2,0
    (89)
    arrow