Acabo de ver el magnífico documental de Michael Moore. Todo un espectáculo de paradojas, cinismos, y esperpentos. Un país que habla de "libertad", y segmenta continuamente y sin el mayor pudor la libertad individual, básica, necesaria, y universal, como es la de la vida. La fraternidad, la hermandad, la solidaridad, e incluso la compasión, parecen haberse perdido entre tanta riqueza y estupidez colectiva. Son palabras que han perdido su significado, que ya no convencen a esa gente que sólo sabe mirarse el ombligo, y pensar diariamente en el yo, yo, yo. ¿Qué es la vida, si no la vida misma?

Documentales como éstos debieran no sólo visualizarse en ámbitos públicos y educativos, sino, además, tratar de cuestionarse, preguntarse, aclarar, dialogar y comentar. No todo lo tenemos ya sabido, y aunque son cosas que ya conocíamos de oídas, resulta de lo más sorprendente verlo en imágenes, en episodios individuales, con personas singulares, de carne y hueso.

Un documental sobre la humanidad, y la fraternidad, y sobre su falta de ella, en países como EE.UU. Una gran caricia al sentimiento, al corazón, al amor. A querer un mundo mas justo y decente. Un mundo dónde poder vivir.

Ha sido toda una sorpresa encontrarme con ésta película (¿comedia?).

Con un exquisito gusto y sensibilidad, la película nos retrata de manera formidable las difíciles relaciones que nos surgen, entre otras cosas, por los prejuicios que nos formamos de los otros. Historias sobre el gran vaivén que surge en las comunicaciones con el resto de personas cuando creemos que son tan diferentes a nosotros (¿Somos realmente tan distintos?), y cuando pensamos que solo nosotros tenemos la verdad/razón (es el caso de la mujer del protagonista, pésima diseñadora, y que cree en cambio, que el gusto está siempre con ella). Intolerancia, indiferencia, diferencia, prejuicio, impaciencia, inmodestia intelectual, ignorancia, atrevimiento, sensatez, humildad, honradez, sinceridad, intransigencia, arte, motivación, y muchos otros temas, son los que trata ésta bella película que aboga por una apertura de nuestra mente a otros múltiples e infinitos mundos. Una delicia. Una joya.

Impresionante falso documental.

Es ocurrente, divertido, anecdótico, fluido, original. La extravagante historia de Zelig y de su capacidad para metamorfosearse en otros. Por momentos hilarante, llena de contenido y reflexiva siempre, mordaz, y provocativa. Un ejemplar único. Para no olvidar.