Hay películas que gustan, otras que no y hay otras ante las que sólo cabe rendirse ante la obviedad de su grandeza. Este es el caso de esta obra maestra de la fábrica de sueños creada por Steven Jobs. Es una película entrañable, dulce, divertida, con guiños al romanticismo y sobre todo, que es donde consigue pasar de buena a excepcional esta película, cargada de una crítica muy mordaz y directa de ciertos problemas que envuelven a nuestra sociedad (ya sea el mayor sedentarismo de los países desarrollados con el correspondiente sobrepeso o la polución del planeta). La película nos lo muestra con una transparencia asombrosa y deja de ser una mera película de entretener a los más pequeños para conseguir lo que pocas cintas hacen ya: hacer reflexionar. Al verla uno no puede quedar indiferente.
Otro de los grandes méritos de esta película es conseguir que el espectador no pestañee ni uno solo de los primeros 45 minutos; en los cuales,a pesar de ser nulo el diálogo,el espectador ya está cautivado con la magia de sus 2 simpáticos protagonistas. Los momentos entre Wall-e y EVA llegan a ser una perfecta armonía entre lo tierno y lo desternillante. Tras esos momentos la trama se vuelve trepidante y no pierde el ritmo en ningún momento.
En resumen, una lección para los que crean que la animación no es cosa de adultos pues el filme aporta muchísimo más de lo que parece a simple vista.
Álvaro Gómez de la Vega Jiménez 02-09-2009

Eso es lo que tanto Tom como todos alguna vez sabemos pero nos negamos a ver. Esta película de verdad me ha llegado. No es sólo su brutal banda sonora plagada de temazos y puestos inmejorablemente en la trama. Es el perfecto resumen de una historia común.
Ya como se dice al principio es una historia de chico conoce a chica. Está Tom un chico normal que conoce a esa chica que todos alguna vez por algún extraño motivo hemos conocido, nos atrae y nos crea una especie de intuición que crea una fuerza de atracción que convierte cada gesto amable, cada coincidencia y cada momento con esa chica (en este caso Summer) en una prueba irrefutable de que está hecha para ti, que es cosa de un destino que crees tendrá final feliz. Lo que pasa es que dicha atracción nos impide ver ciertos detalles que avisan del desastre que se avecina. Es la esperanza que todos albergamos de cambiar las cosas la que nos empuja a seguir.
Lo que se ve es que no es sólo uno el que se hace las ideas sino que la otra persona, aun advirtiéndole, por esa agradable sensación de tener a alguien detrás mantiene un poco ese juego de toma y daca en el que ya se sabe ganador/a. Es enorme el momento de la discusión tras la pelea en la que Tom afirma tajantemente: “amigos mis cojones”. Aún así es dicha fuerza y esa transformación que dicha fuerza provoca de todo defecto en virtud la que hace recaer una y otra vez tras pequeños golpes. Es la fe ciega en ese final de cuento de hadas y la “oportuna” aparición de esa persona en ciertos momentos que empezamos a olvidar; lo que hace esa vuelta a lo de siempre. Es lo que pasa tras esa discusión en el filme, que Summer reaparece pidiendo perdón y que Tom cede ante tan irresistible oferta, con la ilusión del cambio a mejor.
Aunque se vea que se pasa del amor al odio (muy grandes las 2 escenas en que se ve como al principio ve todo idílico y como después lo ve como defectos) no se termina de superar (véase la cita a ciegas con un final divertidísimo con The Clash incluído) hasta que se recibe el gran golpe. Es en este punto cuando se llega a la mejor escena de la película y que he visto en mucho tiempo. Es el cumpleaños de Summer, con una espectacular canción para el momento, cuando se comparan las expectativas con la realidad. Pura genialidad. Es ahí cuando Tom se da cuenta de que ha perdido la batalla y que la vida puede ser muy dura en estos temas.
La historia se cierra en el parque y una frase extraordinaria: “nunca quisiste ser la novia de nadie y ahora eres la mujer de alguien”.
Al final de todo se abre la puerta de otra historia que nos hace ver que aunque se pierda la batalla la “guerra” es larga y hay que seguir peleando ya que sólo se pierde si te retiras.
Conclusiones que he sacado: errar es humano y a todos nos ha pasado, nos puede pasar y nos pasará. Hay que seguir buscando si se cree en esa cosa, a veces tan absurda, del amor ya que no sólo hay una persona en el mundo para cada uno y menos si ésta te hiere.

Estamos hartos de películas planas y vacías de las que sales del cine preguntándote por qué no eres el guapo de turno que conoce a su alter ego femenino de forma accidental al tropezar con ella en cualquier calle de un soleado Nueva York. Eso o por qué te enseñan más de lo mismo.
Pues bien, estamos ante la antítesis de todo ese género ñoño de las comedias románticas. Dejamos títulos comerciales para pasar a ver lo que realmente es una relación de una pareja tal como es(con sus alegrías y desgracias). No ha requerido todo el adorno de ese género repetitivo. Y es que el maestro Gondry ha sabido captar la esencia de las relaciones de pareja que acaban y su esquema básico:un comienzo prometedor y un final devastador.
Gran acierto el comenzar por el final de la relación y más acierto aún el tocar un tema que es el sueño oculto de muchísima gente(a mi juicio,clave del éxito de esta película):el poder olvidar a esa persona que te ha marcado dolorosamente. Puede que fuera el momento en que la vi pero he de decir que el largometraje es espectacular y me encantó. Sencillamente es mágica.
Apartándonos del realismo de la cinta, la magia que desprende se basa en el formato que tiene. Es único. La manera de llevar la historia, los escenarios, los diálogos, el viaje por la mente, las situaciones... hacen de ella una pieza irrepetible y totalmente original. Escenas que rozan lo surrealista(sin perder su conexión con la realidad) y con las que aún así te sientes identificado.
La película no sólo te engancha a la historia de los protagonistas sino que te hace pensar en tus propias experiencias y te hace llegar a la misma conclusión que ellos de forma paralela. Sin olvidar las paradojas que se dan en las personas en estos temas y que el director tampoco ha querido ignorar.
Si los argumentos dados no son suficientes sólo hay que mirar al reparto:
Carrey: en su mejor papel desde el "Show de Truman"
Winslet: consagrándose como la gran actriz que es
Y toda una gama de secundarios de lujo (Wilkinson,Wood...) acompañados de una banda sonora excepcional. A eso hay que unir un premio más que merecido de la Academia.
Como conclusión, es una película que tiene todo por aportar a través de unas secuencias de pura genialidad que asombrarán al más escéptico.
Álvaro Gómez de la Vega Jiménez 02/09/2009