A la media hora aún no sabía de qué demonios iba la pelicula.
Sigues la vida de una mujer con complejo de Peter Pan que debe ir dopada porque rie todo el día sin motivos y siempre tiene una frase después de la de cualquiera.

Hasta mi pareja (que era la que la quería ver...) se durmió media peli y la otra media me pedía (palabra de honor) que avanzara x4.

Con pocas críticas consigo identificarme tras ver este tostón francés sin pies ni cabeza.
De comedia no tiene ni las intenciones y como drama no se lo cree ni la madre del guionista.

No es que esperara un nuevo "Reservoir Dogs", entiendo que los creadores han de evolucionar (sin cambiar al menos), pero es que me he aburrido tela marinera con los bastardos de Quentin.
Escenas eternas para lucimiento de actores y actrices, historia principal poco interesante y larga en exceso.
Pocos detalles interesantes, la verdad.

No pasé de la primera media hora. Una película que me hace darle al "stop" y poner de nuevo la TV no merece más nota.
Crucé una mirada con mi compi de increduclidad, "la quito?", "sí, por favor".

¡Señor Greengrass! La acción cinematográfica no se trata de darle la cámara a un enfermo de parkinson que se ha tomado 100 cafés, con planos de menos de 2 segundos y con encuadres de una oreja, un cogote o la viga del techo.
Es que ni para videosclips sirves, carajo!

Las peleas están editadas por un estudiante de ESO sin criterio y la historia carece de interés; más de lo mismo, un refrito.

Hay un mínimo de lenguaje cinematrográfico que hay que respetar, que para eso se enseña en las escuelas de cine.
La mitad de las pelis de hoy en día, a parte de que no tienen mucho que contar, no saben cómo contármelo.

Esa es la agradable sensación que me quedó. Como volver a ver una de esas pelis de los añorados ochenta que te dejan un regustillo de buen rollo depués de la gran cantidad de cosas que ocurren en 2 días.
Te quedas con ganas de más. Te lo has pasado bien. El chino es genial y los títlos de crédito finales el descojono.

Quiero más de estas. Que menos que pasar un buen y entretenido rato en el cine o en el salón de tu casa.