Mi madre no fue a la escuela y apenas sabe escribir. Un día me vino con un manuscrito que ella misma había escrito de sus memorias. Se lo ordené, le di forma y editamos un libro de esos que salen gratis. Vendió entre sus familiares y amigos más de 100 ejemplares. Eso no la convierte en escritora. La historia de mi madre carece de carga dramática y de un hilo argumental. No le interesa, lo más mínimo, a nadie.
Pues esto es lo que pasa con esta película. Me importa tres rábanos, por no utilizar otra calificativo, lo que le ocurrió a la directora de la película en su infancia. Menudo aburrimiento.

Menuda tontería que acabo de ver. Si quieres perder el tiempo de una manera soberana te recomiendo esta película: te vas a acordar de mí y de toda mi familia; igual que yo me he acordado de todos y cada uno de los críticos que hablan bien de ella. Yo creo que lo hacen porque, como a mí, les ha resultado una soberana estupidez, y no se atreven a decirlo y lo disfrazan de insólita, delicia, pequeña obra maestra, de inteligencia insólita.

Hola Dani (de la Torre). Me he puesto a ver tu película. Lo siento. ¿Qué debo hacer? A los veinte minutos ya no podía más y la he quitado. Te pido perdón otra vez. A lo mejor, lo bueno venía después. No lo sabré nunca.
Mira, es una cuestión de captar al público. Sabes que vivimos en el siglo XXI y que todo está a golpe de un click. Pue bien, si después de los primeros veinte minutos todavía no sé qué me estás contando pues lo tienes mal.
Si comparas tu comienzo con el comienzo de películas memorables de los años dorados de Hollywood, tienes todas las de perder. Yo no digo que entres a saco como se hacía en aquella época, que no estaría mal, pero, ¿veinte minutos (más lo que siguieran)?
Si te sirve de algo mi comentario estaré feliz.
Un abrazo.

Cuando en un festival de cine internacional triunfa una película, por lo que sea, ya tiene toda la promoción hecha.
Creo que este es el caso, es ganar el Oso de Oro y ya todos tenemos que adorarla. Pues no. Es una película menos que amateur. Es una película sin gracia pero que ha caído en gracia. A veces no entiendo a los jurados de los festivales internacionales. A veces barren para casa y otra se pasan de intelectuales y ven donde no hay. Bueno, siempre se puede colar un garbanzo negro.

Me río de los críticos que comparan esta película soporífera con Taxi Driver. La diferencia es que Taxi Driver pasó a la historia y esta no va a pasar ni al baúl de los recuerdos de Carina: directamente irá a la basura. Vamos a hacer una apuesta. Me apuesto con todos vosotros (los críticos fabulosos y fumados que veis oro donde yo veo mierda) a que esta película no la programan en ninguna cadena de televisión en lo que queda de siglo.