Estupenda película clásica del cine negro, con excelente fotografía en blanco y negro, que te atrapa desde el primer momento, pese a la inicial reticencia a dejarte llevar al ver a un galán de del cine (Robert Taylor), encarnando un papel de policía corrupto, amigo del hampa y sin escrúpulos.

El hilo narrativo y la trama de la película, junto a la buena interpretación de Robert Taylor junto con los demás actores, va despertando el interés del espectador, con un argumento sobre la corrupción de la policía, que extiende sus redes sobre uno de los miembros de una familia de policías (Robert Taylor), para el que su principal valor es el dinero, y en el que la honestidad, y la defensa de los valores colectivos de la sociedad e individuales de la persona, son una hipocresía por la cual no merece la pena arriesgarse a cambio del mísero sueldo semanal que cobra como policía; y que como agradecimiento, al final, solo va a recibir la mísera pensión de jubilación. Ello es así, hasta que el protagonista se enfrenta con su hermano pequeño, que también es policía, el cual considera que ser honesto y honrado vale la pena, pese al sueldo que percibe, y no se deja corromper.

La película reúne los ingredientes del cine negro: rodada en blanco y negro, asesinatos, los "gansters", la chica, en este caso las chicas, que se desenvuelven y en el ambiente del hampa; y el protagonista, en este caso un policía corrupto. Todo ello con el mensaje de que, los valores humanos y sociales, junto con los sentimientos individuales, son algo por lo que se merece luchar, pese a que con ello uno no obtenga sustanciosos beneficios.

Película lenta, que en ocasiones aburre, con dialógos largos y sin interés, que va dirigida a ensalzar los valores de la comunidad de ciudadanos de una pequeña ciudad; y de la familia sencilla americana. Lo cual es comprensible al estar en período de reciente posguerra de la 2ª guerra mundial - 1947-; en la cual la sociedad de Estados Unidos había sufrido importantes bajas en su joven población, y en el que muchas familias y veteranos, necesitaban un revulsivo y empuje de animo para superar esta crisis de posguerra.
La película tiene pequeños toques de humor pero no consigue ser divertida y solo se salva por la interpretación de James Stewart, que en las escenas del final recuerda -es casi un calco- al final de la película rodada un año antes " Que bello es vivir" de Frank Capra.

Película rodada en el año 1959 en blanco y negro cuya fotografía con sus contrates de luces y sombras atrapa el interés del espectador

También resultan de interés los planos de cámara en picado y contrapicado, que dan mayor fuerza narrativa a la trama de la película. Son de resaltar los planos en blanco y negro tomados en la fábrica de juguetes del protagonista (Fred Mc Murray), combinándose planos generales y primeros planos de la estancia y de los juguetes, con luces y contraluces que crean, en ocasiones, un ambiente algo inquietante en el que se mezcla un recuerdo a la época de la niñez a la que nos traslada las imágenes de los juguetes que se van viendo en dicha escena.
La acción se sitúa en la ciudad de Los Ángeles (California), y la mayoría de las escenas están rodadas en interiores en los que el mayor atractivo es la fuerza interpretativa y la personalidad de Bárbara Stanwyck. De los pocos exteriores que salen en la película son de resaltar los del lugar de vacaciones de Palm Valley, situado en el desierto, cuyo clima soleado y actividades veraniegas contrastan con las imágenes más oscuras y lluviosas de las escenas que transcurren en la ciudad.

La música es de fondo romántico con variaciones de la muy agradable y famosa canción "Blues Moon".

La película viene a ser una reflexión sobre el amor de juventud que desemboca en el matrimonio y la familia, en contraste con el cambio que este amor pasional de juventud va sufriendo tras el paso del tiempo después del formar una familia, y de como surgen otros valores que hacen que merezca la pena seguir cada día en la lucha y la ilusión de vivir.

Excelente interpretación, es este clásico, del gran Edward G. Robinson, junto con Humphrey Bogart, Lauren Bacall y Lionel Barrymore ( Mr. Potter en “ Qué bello es vivir”).
La película es un clásico del cine negro dirigida por Jhon Huston, rodada en blanco y negro en el año 1948., La trama se sitúa en Cayo Largo-una de las pequeñas islas situadas al Sur de Florida (EEUU) que forman los denominados Cayos- donde un excombatiente de la 2ª Guerra Mundial llega al llamado Cayo Largo, en busca del padre y la viuda de un compañero muerto en el frente de Italia.
La acción transcurre, prácticamente en su totalidad, en el interior del Hotel, el ambiente es de intenso calor caribeño; por lo que los personajes son frecuentemente enfocados en primer plano-para que el espectador aprecie su aspecto sudoroso-con lo cual, junto con los juegos de luz en blanco y negro, se crea un ambiente asfixiante y claustrofobico, que aumenta la tensión entre los personajes que se transmite al espectador.
Las escenas más intensas se producen con la llegada de un huracán , que obliga a atrancar las puertas y ventanas del hotel , con lo que al reducirse el espacio donde se devuelven los personajes, aumenta la sensación de proximidad entre ellos, consiguiendo crear situaciones de auténtica tensión entre los personajes, consiguiendo con ello que esto se transmita al espectador.

Es una excelente película de cine negro donde hay unas excelentes tomas de cámara con muy buenos primeros planos, con un inicio de película genial en el interior del tren del metro de Nueva York. Como pega: la gran carga anticomunista que es mensaje en el film explicable en plena guerra fría.