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España España · Zaragoza
Críticas de Caligari58
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Críticas 19
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
10
25 de marzo de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jane Greer encarna en esta película a la más perversa femme fatale que pudiera imaginarse. Su habilidad para mentir y su crueldad la hacen única. Junto a ella un Mitchum hierático y misterioso, derrotado desde el primer momento, se deja fascinar sin por ello dejar de ser consciente de la maldad de ella. Y Douglas tampoco consigue renunciar a esta mujer a pesar de que ha intentado matarle. Realmente el gran misterio es ella, no conocemos sus motivaciones, especialmente por qué odia al personaje de Douglas. Como dice la actual novia de Mitchum (Virginia Huston) "nadie puede ser tan malo".

Esta película deslumbra por la maravillosa fotografía de Musuraca. Especialmente destacadas son las dos escenas en el coche, en la que él casi parece una estatua, el primer encuentro amoroso en Méjico bajo la lluvia y la proyección sobre el rostro de Greer de las sombras de la pelea entre Mitchum y su antiguo socio.

Los diálogos son brillantes y lacónicos al mismo tiempo, resultando verosímiles dichos por cada personaje. (-¿No has estado casado, verdad? -No, que yo recuerde ). Las insinuaciones veladas corren casi siempre a cargo de Douglas, cuyo personaje se muestra invariablemente sonriente ante Mitchum.(-¿Te perseguía? -No se va a pescar con una 45) es quizás el más famoso intercambio verbal entre ambos.

La trama se complica en la segunda parte de la película (la primera es fundamentalmente un "flashback" en el que Mitchum le cuenta a Virginia Huston su pasado). Por cierto, no se sabe si el título original del film, "Out of the past", quiere significar "Fuera del pasado" o "Sacado ( o salido o extraído) del pasado". A pesar de esa complicación argumental todo tiene su lógica aunque, por supuesto, sea muy difícil de entender completamente en el primer visionado. Al contrario que muchas otras películas de este género no tiene un carácter onírico ni explícito ni oculto por lo que todo tiene que tener una explicación.

La concisión es otra de las virtudes de este film. No sobran escenas y la tensión y el interés se mantienen en todo momento.

Una de las mejores películas del cine negro con la femme fatale por excelencia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Caligari58
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8
17 de febrero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que algunas películas de cine negro ganarían bastante si se nos presentaran como un sueño del protagonista. Todas las casualidades e inconsistencias del argumento encontrarían una explicación más que razonable. Dejo para el spoiler esta cuestión.

Vincent Parry (Humphrey Bogart, pero sólo a partir de un cierto momento) escapa de San Quintín para intentar demostrar que no asesinó a su esposa. Conocerá a una bella mujer, Irene Jansen (Lauren Bacall), que le ayudará pues su padre vivió una circunstancia similar. Sin embargo, la situación de Vincent irá empeorando...

Lo más llamativo de la puesta en escena de esta película es la filmación en cámara subjetiva de la primera hora de la misma (hasta que Vincent se "convierte" en Bogart) . San Francisco está bien fotografiado pero eso no tiene demasiado mérito pues es casi tan fotogénico como la Bacall. Esta última está espléndida como enamorada de Bogart , que hace un papel un poco distinto de los habituales en él. Agnes Moorehead es la mujer madura malvada que se podría esperar. El taxista encarnado por Tom D´Andrea tiene un protagonismo inesperado dado su oficio.

El interés no decae en ningún momento. No sobra ni un solo plano. Una buena nuestra de cine negro pero quizá no a la altura de las más grandes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Caligari58
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9
7 de enero de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1944 se hicieron dos películas que tienen mucho en común: "La mujer del cuadro" de Lang y "Laura" de Preminger. Ambas juegan con la fascinación que puede producir el retrato de una bella joven en quienes no han llegado a conocerla. Sin embargo, hay diferencias importantes. En la primera todo encaja al final mientras que en la segunda quedan muchos cabos sueltos y yo creo que intencionadamente. Dejo para el spoiler comentar esta cuestión.

Independientemente de lo anterior, la película es fascinante e inolvidable. El cínico y vitriólico comentarista radiofónico encarnado por Clifton Webb, con sus frases sarcásticas e ingeniosas y su porte elegante, domina la escena en todo momento. Y Gene Tierney está maravillosa como Laura, muy joven pero sorprendentemente madura... salvo en el amor. Para demostrárnoslo está el seductor al que da vida Vincent Price, que no aprecia sus extraordinarias cualidades. Completa el cuadro el sargento encarnado por Dana Andrews, tosco y poco delicado con las mujeres, pero que acabará enamorándose del retrato (y de lo que le cuentan los demás) de Laura.

Sigo en spoiler pues es muy difícil decir algo sobre este film sin entrar de lleno en el argumento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Caligari58
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8
5 de enero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El erotismo es el tema central de esta comedia de Billy Wilder. La película comienza con un travelling sobre una enorme grúa en el exterior del club de Las Vegas donde realiza su última actuación Dino (un Dean Martin haciendo de sí mismo en brillante autoparodia). El empleado de gasolinera y músico aficionado Barney Millsap (Cliff Osmond) se desplaza siempre en un vehículo que dispone también de una grúa. Al llegar a la casa de su compañero de aficiones musicales, Orville J. Spooner (Ray Walston), nos dan la bienvenida dos cactus bastante prominentes. Al atender a Dino en su estación de servicio, Barney olvida sus obligaciones y la manguera chorrea abundantemente sugiriendo el orgasmo que le produce la presencia del famoso cantante. Para agasajar a éste compra una botella de vino italiano de larguísimo cuello. Casi todas las bailarinas del club se insinúan a Dino. La mujer de Orville, Zelda (Felicia Farr), es una esposa extremadamente activa. Y Polly (Kim Novak) es, con justicia, la máxima atracción de "The belly button".

La obsesión por triunfar de la pareja de músicos aficionados es un detonante para la acción pero no el eje central de la película. Como tampoco lo son los celos obsesivos ( y divertidísimos para el espectador) de Orville con su mujer. De nuevo, son necesarios para provocar la inesperada situación y casi desaparecen a partir de un cierto momento.

Walston está genial encarnando al neurótico Spooner. Realmente algunos de sus arranques parecen beethovenianos aunque, en lo musical, esté lejos de su modelo. Su pareja con Osmond recuerda un poco a la de Lemmon y Matthau en "En bandeja de plata" pero no creo que este tándem mítico lo hubiera hecho mejor que ellos. Farr es un encanto pues es al mismo tiempo esposa cariñosa y mujer seductora. Kim Novak borda el papel de prostituta inocente, aunque diferente de la Irma de Shirley MacLaine. Y Dean Martin se burla un poco de sí mismo. El director se encarga de decirnos lo que opina de sus chistes a través del camarero que no se ríe.

Lo único que le reprocharía a esta película (como a otras de Wilder) es que es demasiado larga, especialmente la cena.
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Caligari58
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2
30 de junio de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las características del arte moderno es que requiere una explicación "intelectual". Vemos un cuadro que consiste en un punto negro sobre fondo blanco y alguien nos aclara que es una metáfora de la soledad humana, por ejemplo. Algo parecido sucede con esta película. Su inexpresivo protagonista se dedica a observar a todas las chicas que se sientan a su alrededor en una terraza y realiza horribles dibujos de ellas en su cuaderno. Parece estar obsesionado con una tal Sylvie a la que conoció seis años antes en el mismo café. De repente ve a una chica y cree que es ella. Comienza una larga persecución carente del menor interés y en la que lo más sorprendente es que la perseguida se comporte como si no se diera cuenta de lo que está pasando. Por cierto, aunque la acción se desarrolla en Estrasburgo, la mayoría de las calles que vemos podrían estar en cualquier otro sitio. Resulta increíble que el protagonista siga recordando a Sylvie seis años después y, al mismo tiempo, se fije en todas las chicas que le rodean.

Una historia que consiste en alguien que observa o sigue a otra persona no es, en principio, muy cinematográfiva, aunque en "Vértigo" y, en menor medida, en "Muerte en Venecia", tenemos ejemplos de que es viable. Pero para ello hay que filmar maravillosamente la ciudad en cuestión y hacernos creer que el protagonista está realmente fascinado y obsesionado por esa persona. Aquí no se consigue ni lo uno ni lo otro.

Esto es lo que da de sí esta anodina película. Otra cosa son los cuadros de Manet, la interesante banda sonora, lo que puedan significar las reapariciones del cojo, si la Laura de las pintadas es la de Petrarca...
Caligari58
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