Doc Hollywood es la típica película que sin grandes alardes a nivel estético, técnico o de interpretación tiene la capacidad para robarte una sonrisa en varios momentos. Si bien no podemos decir que sea la mejor película de Michael J Fox, si cumple al menos con lo que promete desde el principio.

Probablemente para aquellos que se decidan a verla les recordará a otras tantas historias con moralina y en las que casi vas previendo lo siguiente que va a suceder, pero esa es la magia de este cine sin pretensiones y que tan solo busca hacernos pasar un buen rato.

Muy recomendable para todos los que como yo nacimos a principios de los 80 y nos criamos con estas historias simples y memorables.

La historia de Butch Cassidy es cuanto menos digna de ser contada, pero a Mateo Gil le viene grande. Es un quiero y no puedo, y desde luego la aparición de Eduardo Noriega, actor malo donde los haya no ayuda en absoluto.

A destacar sin duda la interpretación de Sam Sheppard y la fotografía, que es impresionante en todo momento.

Es muy probable que la fecha en la que se enmarca la historia (1927) poco tiene ya que ver con el lejano oeste, aquel territorio inexplorado de los Estados Unidos que de manera inequivoca evocaba la acción de psitoleros y los largos viajes a caballo.

Como digo, un western descafeinado, sin atisbo de esperanza de pasar a la historia del cine de este género.