'The eternal zero' es película muy recomendable y la verdad es que no entiendo su poca distribución internacional. Vale que es japonesa, pero cuenta una historia bastante universal y accesible a todos los públicos. En esencia es un canto contra la guerra basado en la investigación de dos jóvenes acerca de la participación de su abuelo en la Segunda Guerra Mundial. Pero el mensaje no es ni mucho menos pancartista ni evidente, sino que se va comprendiendo a medida que avanza la película.
La banda sonora es inmersiva y los efectos especiales de las batallas simplemente impresionantes, muy conseguidos. El guión es sencillo y más o menos desde el principio se va teniendo una idea de lo que va a pasar. Pero el viaje es precioso, más aún si te gusta Japón y su historia, y mucho más si te interesa la Batalla del Pacífico y los combates aéreos. Y al final te encontrarás con alguna sorpresa que no habías previsto.
No le pongo una nota mayor porque en algunos momentos tiene tintes telenovelescos, pero es que la historia es todo un drama y con lo que cuenta, no podría ser de otra forma. Habría mejorado sin duda si se hubiera limitado a contar sólo la vida de su protagonista en la guerra y no la investigación posterior de los nietos, pero esto es sólo mi impresión personal.
En cualquier caso es una es un homenaje a la vida, más que al pacifismo, y una historia bastante esclarecedora sobre lo que de verdad supone un conflicto bélico

He tenido la oportunidad de ver esta película en el festival Ibaff de Murcia y ha sido una auténtica sorpresa. Es una película sobre la violencia en el instituto, tanto el acoso (bullyng) como los casos de tiroteos que de vez en cuando se producen en Estados Unidos. Y lo genial de la idea es cómo se aborda, mediante la grabación de un documental (un proyecto de la escuela) que deriva en algo impensable al principio. Está grabado por tanto mediante la técnica de cinta cámara al hombro y grabación encontrada (como Cloverfield o La bruja de Blair), pero no hay mareos ni terminas cansándote (tampoco dura mucho, en realidad).
Considero que supera a Elephant, el título de Van Sant sobre la tragedia de Columbine, porque aquella no explicaba demasiado los razones de los chicos y además se hacía lentísima (bella, pero lenta al fin y al cabo). Mientras, The dirties es divertida, tiene varios homenajes a clásicos del cine, y presenta de forma bastante plausible los acontecimientos que llevan al tremendo final.
No entiendo una crítica que he leído acerca de que muestra las patochadas de los adolescentes. Claro que las muestra, porque se supone que la graban unos adolescentes, pero no esperéis a los bestias de American Pie. Estos chicos canadienses son bastante más formados y eso es, quizás, otro de los puntos inquietantes del filme.
En fin, lo más importante es que esta peli se merece un ocho o quizás un nueve y que si podéis, tenéis que verla. No os arrepentiréis.

'World War Z' me ha parecido una película muy divertida e imaginativa. En un género, el cine de zombies, acostumbrado últimamente a producciones de bajo presupuesto que pocas veces ofrecían ideas originales y se entregaban sin reparos al gore más morboso, resulta refrescante ver un nuevo giro propulsado por Brad Pitt y su millonario presupuesto (al y al cabo es la primera peli que muestra la epidemia zombie a escala mundial). Como el argumento ya lo conocen hasta los no muertos, dedicaré esta crítica a comentar lo que se ha dicho sobre la película, rebatir alguna cosas y aceptar otras, por si al algún futuro espectador le sirven de ayuda.
1. La película es un insulto al libro: Vale, 'WWZ' se basa en el libro del mismo nombre pero a partir de la novela (que yo leí y la verdad, me pareció meritoria pero bastante aburrida) desarrolla un argumento bastante original. Sus zombies son superrápidos frente a los lentos de Max Brooks, pero los efectos de unos y otros en realidad son similares.
2. Sacrifica la sangre para atraer al gran público: Sin duda los presupuestos millonarios implican grandes renuncias, como la tradicional casquería del cine zombie. Pero los beneficios obtenidos (varios escenarios a escala mundial, impresionantes escenas de acción, ...) valen la pena y si bien no hay tripas colganderas, planos bastante cercanos de los infectados que, por cierto, no los recomendaría a ningún niño pequeño. Y la excusa para pasar del canibalismo también me parece correcta (ver spoiler).
3. Carece de guión y desarrollo de los personajes: Aquí hay poco que decir. No carece de guión, claro, pero es bastante plano, como los personajes. Cumple con la funció de entretener pero poco más. Es una peli de acción, recordemos, pero hay que reconocer que esto no tiene por qué estar en contra de crear algún personaje carismático. Quizás sólo destacaría la soldado israelí (Daniella Kertesz), que realmente nació en Jerusalén y curiosamente estudió teatro en Barcelona. Me ha gustado mucho su papel. Por contra, el ex Lost Mathew Fox aparece cinco segundos contados (inexplicable, seguramente hubo algún problema con el contrato, si no ¿para que fichas a este tío?).

Cuando una película combina zombies (o locos asesinos en este caso), crítica a la sociedad actual y teorías de la conspiración, el resultado puede ser un desastre. Así ha ocurrido en multitud de filmes pero éste no es el caso. El remake del desconocido trabajo de Romero de1973, del mismo título, supone un soplo de aire fresco en este complicado género y en mi opinión gustará tanto a los espectadores que busquen un buen susto como a los que aspiren a algo más; y si llega a las pantallas de cine españolas, no representará una pérdida de tiempo ni de dinero comprar una entrada. A destacar sobre todo el trabajo de fotografía, descuidado casi siempre en las películas de terror, y el mensaje latente en todo metraje de quién está más loco, los enfermos o los supervivientes. Quizás la desproporcionada actuación del ejército y la increíble capacidad de salir de todos los líos en los que se meten los protagonistas resta un poco de credibilidad al trabajo final. En fin, la recomiendo.

Daybreakers adolece del mismo defecto que Undead, la anterior película de los hermanos Spierig, también rodada en Australia. El problema de este tándem no es su gusto por los chorros de sangre o la poca profundidad de sus personajes, un mal propio del cine de serie B y que precisamente en esta clase de producciones no tiene por qué ser un inconveniente. A mi modo de ver, el verdadero fallo de los Spierig es que crean escenarios originales e interesantes, dando interesantes vueltas de tuerca a géneros estrujados hasta la saciedad, y después descarrilan estrepitosamente en su desarrollo y conclusión.
Si en Undead relacionaban las epidemias de zombies con la llegada de alienígenas, ahora muestran la Tierra como un mundo habitado mayoritariamente por vampiros que se alimentan de los pocos humanos que quedan. El diseño de esta sociedad que sólo puede 'hacer vida' por la noche mientras las ciudades permanecen desiertas durante el día, que ha desarrollado diferentes formas de tomar sangre y que investiga de forma desesperada un alimento alternativo que acabe con su dependencia de los vivos, resulta muy interesante. Una evolución adecuada del film habría sido estudiar cómo se tambalean los cimientos de una civilización donde todos los habitantes son inmortales y si merece la pena vivir para siempre o disfrutar de la agradable pasión por la vida que produce la mortalidad.
Desafortunadamente, este inicio, tan prometedor como el de 'Children of men', deriva en un conflicto simplón e infantil entre vampiros y humanos, con explosiones de vísceras gratuitas, frases estúpidas y situaciones forzadas al más puro estilo "soy el malo y por eso te pongo tan fácil que me ganes".
Respecto a la aparición de Willem Dafoe y Ethan Hawke, qué decir... Pues que al parecer la crisis también ha llegado a Hollywood y hasta dos actores tan exquisitos como éstos deben bajarse los pantalones.
Al menos se nota cierto progreso desde Undead. Quizás el próximo título de esta pareja sea al menos aceptable.