No suelo escribir críticas pero me he visto obligado a hacer una excepción, ya que no alcanzo a comprender cómo hay tantos defensores de esta serie.

La idea, aunque manida, puede resultar llamativa y durante los primeros capítulos llega a interesar en cuanto a cómo se desarrollará o qué sorpresas nos esperan. La respuesta es: todas desagradables. Como le suele ocurrir a Alex de la Iglesia, la cosa va decayendo hasta convertirse en un bodrio; el último capítulo es un sinsentido argumental y visual, con CGI que parece sacado de un telefilme de Megacocodrilo contra Superanaconda.
En cuanto a los "actores", o están horriblemente dirigidos, o penosamente seleccionados. Honrosa excepción de Manolo Soto que está espectacular casi siempre que aparece en escena. Se salvan Eduard Férnandez y Pepón Nieto, y de ahí en adelante es todo cuesta abajo, con razzie para Megan Montaner que tiene menos expresiones faciales que Chuck Norris; siempre con los ojos muy abiertos y cara de sobresalto.

Me cuesta creer que se renueve a esta serie por una o dos temporadas más con el pastizal que cuesta y no se impulsen otras series europeas de mayor calidad.