10 años. 19 películas interconectadas. Un proyecto épico, bien pensado, dando pequeñas pistas y pinceladas, para culminar con “Infinity War”, el comienzo del final de la phase 3. Una película que llevamos esperando muchísimo tiempo y que nos han ido preparando escena a escena para ella. Es todo lo que imagináis y más, porque hay muchas cosas que empiezan a cobrar sentido una vez hayas visto la película.

La película es un baño de épico. Es una constate sucesión de imágenes que se van grabando en tu cerebro y empiezas a asimilar lo que has visto una vez acaba la escena post-créditos. Una película muy difícil de hacer ya que requiere mucha planificación, coordinación y muchos actores de renombre dispuestos a no ser protagonistas, porque es una película coral y sin exagerar hay como 20/25 superhéroes, que queremos ver sí o sí en pantalla y que encima, tengan minutos transcendentales y no sirvan de relleno. Y todo lo cumple. Nos da lo que pedimos.

Para mí es de 10, principalmente por todo lo que representa, por ser una “conclusión” de una gran etapa que ha ido entretejiéndose película a película, dándonos momentos épicos e inolvidables que te dejan con la boca abierta. Por darnos acción a raudales y momentos dramáticos, por tener esos gags tan oportunos que hacen que la situación se suavice y puedas respirar para ver más acción. Por ser un evento importantísimo y haberlo resuelto tan redondamente, se merece todos los halagos de una fan, porque al fin y al cabo, eso es lo que soy. Una fan muy contenta del resultado.

Crítica completa: https://goo.gl/QiWjXh

No es la típica película americana sobre asesinatos sin resolver y policías vagos. No es ‘True Detective’. No es “Fargo”, aunque podría ser una película de los Coen, bien por Frances McDormand o bien por lo intrincado de las situaciones en las que se pone a los personajes, pero no hay punto de comparación. Es igual a mucho, pero no es lo mismo. Puede que esta historia ya la hayamos visto, pero no con el poso que esta deja. O sí, quién sabe, no hay una verdad absoluta, pero sin duda, “Tres anuncios de las afueras” se merece una voz propia. Una vez aclarado todo esto, empezamos.

La película comienza con un mcguffin, una mujer pasa por delante de tres carteles enormes de publicidad medio abandonados y decide alquilarlos. En ellas insta a la policía a resolver el atroz crimen cometido a su hija hace siete meses, donde en ese mismo lugar fue violada, asesinada y quemada, prácticamente delante de su casa.

El británico Martin McDonagh dirige y escribe esta película con un guión afilado y ácido, con momentos satíricos que pueden hacerte reír, ser divertidos, pero con un cúmulo inmenso de verdad, desgarro y dolor. Es impresionante todo lo que puede hacerte sentir, es algo que a pesar de ser el pan de cada día en muchos pueblos pequeños de EE.UU., lo puedes extrapolar a cualquier situación real que nos inunda actualmente, porque también puede ser nuestro problema.

Crítica completa: https://goo.gl/aievjh

Todo lo continuista y sin innovación que me pareció “Star Wars VII: el despertar de la fuerza”, ojo, no quiero decir que fuera mala, sino que no arriesgó lo suficiente, “Star Wars VIII: Los últimos Jedi” lo suple. Y de qué manera. A mí, personalmente me ha encantado. Es más creo que ha sido así porque hay una trama sólida, con un buen número de giros de guión, algunos bastante imprevisibles, con algún momento de distensión, mucha epicidad marca Star Wars, grandiosos efectos especiales, pero sabe retirarse unos pasos de la línea marcada, para contar otra cosa, correlacionada, sí, pero de una manera muy diferente.

No sé qué tipo de adolescencias tienen en Francia (por hablar referente a la película), pero la mía dista muchísimo de lo que se refleja en esta película, vale que te hayas fumado un porro, pero creo que eso de las orgías y drogas duras, en plan salvaje queda muy lejos de la realidad, al menos del 99% de las personas que conozco. Los primeros minutos de la película, esa escena de una fiesta sacada de la mente de Lars von Trier o Gaspar Noé, no la he visto ni en todos los años de fiesta de mi adolescencia, ni en las de la facultad ni en las de después… llamadme aburrida (o antigua), pero a eso, no termino yo verla la gracia.

Dentro de todo este juego, la directora y guionista Eva Husson intenta mostrarnos una historia de amor “moderna”, al estilo príncipe azul que salva a la muchacha de su destino… pero la realidad queda muy lejos, ya que toda la película acaba siendo un batiburrillo francés de otros filmes adolescentes con cierta sexualidad, con tintes moralistas, que juega con la percepción adolescente pero de una manera muy extrema, aunque no irreal, ya que a veces sí que estos parece que estén en otro mundo.

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“Bittersweet Days”, es una película que mezcla la identidad sexual, el amor, la amistad y la búsqueda personal, enfocado en las inquietudes que reflejan una pareja de treintañeros que acaban compartiendo piso por casualidad. Julia, interpretada por Esther González, busca compañero de piso tras la marcha de su novio a trabajar a Londres. Ahí aparece Luuk, interpretado por Brian Teuwer, un fotógrafo holandés, extrovertido que acabará cambiando la visión cuadriculada de Julia.

No voy a entrar en detalles, porque el conflicto principal de la película ha sido guardado minuciosamente de la sinopsis, sin embargo la película por mucho que se escude en el subtítulo de “película independiente low cost”, le fallan más cosas que el presupuesto. El guión es muy flojo, sin profundidad, conversaciones banales, a pesar de que parte de una premisa interesante. La actriz principal me ha desentonado bastante, no la veía yo inmersa en el personaje, es más cuando habla, sobreactúa y me sacaba constantemente de la película y más hablando inglés.

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