La película te sumerge en un auténtico cuadro fauvista de colores ocres, naranjas, amarillos y marrones. El color de las escenas es un personaje más, que además contribuye a crear y conformar la psicología propia de los protagonistas. Emociones contenidas, que quieren salir, al igual que un color como el marrón que quiere convertirse en rojo para expresarse con pasión y con libertad, pero que solamente se queda en lo comedido y prudente.

Como un sueño ebriagador se define la película, en el que un hombre canta el amor más intenso, más puro y verdadero. De una intensidad admirable, es ciertamente la historia no de unos personajes, sino del amor puro, mostrado en su plenitud. La melancolía, la añoranza, la soledad, el desconcierto y un dolor contenido son sentimientos que afloran en nuestro personaje masculino.
La ambientación y la fotografía contribuyen a crear aún más si cabe esa atmósfera preciosista que tan bien le viene al rey de los sentimientos: el amor. La música con su efecto trágico, intimista y envolvente, con ciertos toques nostálgicos, consigue transmitir la sensación del verdadero amor pasional e ideal, anhelado e inalcanzable, que flota de forma constante en toda la película.

En serio? No me puedo creer que me haya tragado esta basura. Creo que los espectadores nos merecemos algo mejor. No nos merecemos este tipo de cine. Diálogos que carecen de la más mínima inventiva y profundidad. Los cuatro personajes principales parecen amebas dialogando o discutiendo sobre absurdeces. Los personajes, carentes de la madurez que se le presupone a gente de 40 años, actúan como pollos sin cabeza. Vidas vacías, cobardía, irresponsabilidad, discusiones constantes sobre sus fantasías sexuales y sus infidelidades. En fin, cualquier programa de cotilleos es mil veces mejor. Por último, los propios actores no se creen ni sus propios personajes. Imposible conectar con ninguno de ellos. Triste, muy triste que se haga este tipo cine. Solo espero que no esté subvencionado con dinero público.

Desgraciadamente las series españolas, -no todas pero más de lo que debiera-, suelen explotar el lado más sórdido, violento y desviado de sus personajes. La falta de originalidad y de un buen guión es algo ya bastante habitual. Curiosamente se anuncia como la mejor serie española. Y yo me pregunto, si esto es lo mejor, ¿cómo será lo peor?

En un principio dije que está serie no supo trasladarme a la época en la que se desarrollan los hechos. Que ciertamente me parecía estar viendo a gente del siglo XXI disfrazada, y si bien es verdad que en algunos momentos me lo sigue pareciendo, no menos cierto es que la serie ha pegado un giro bastante llamativo.


Creo que las causas principales de las críticas negativas que ha recibido la serie se debe a lo siguiente: a) el ritmo de los primeros episodios. La velocidad de los primeros episodios no permite que el espectador empatice con los personajes. No existe una presentación más pausada y más descriptiva. Ya, directamente en el primer capítulo, el espectador se ve inmerso en una lucha a muerte con unos seres monstruosos denominados Trollocs sin saber muy bien por qué; b) la estética: estamos acostumbrados a una estética medieval muy típica cuando se trata de narraciones fantásticas, o sea, gente de piel blanca, rubios o morenos pero con barba, armaduras, espadas y costumbres europeas, etcétera. Y, ¿qué tenemos aquí? Tenemos una representacion poco etnocéntrica de la historia. Aunque esto no debería ser visto como un problema, sino más bien como un enfoque distinto al acostumbrado; c) unos efectos especiales mejorables: no puedo creer que Amazon, con la pasta (dinero) que tiene, no se haya currado más los efectos especiales, especialmente cuando las Aes Sedai hacen magia. Por otro lado, determinadas recreaciones hechas por ordenador son muy evidentes, como la ciudad de la Torre Blanca-, algunas estancias de esta o panorámicas desde el cielo de ciudades o palacios. El problema es que no se oculta demasiado el uso del ordenador. Esto es algo fundamental porque le resta realismo.

Ahora bien, y esto es lo importante, la serie ha empezado a despegar a partir del 6 capítulo. Ahora sí he logrado empatizar; ahora sí ha conseguido que la hora que dura el episodio se me haya pasado rápida. He comprobado que empieza a desarrollarse una trama verdaderamente interesante. Creo sinceramente que si siguen en esta línea Amazon conseguirá hacer algo muy bueno. Si Amazon profundiza y expone detalladamente tanto personajes como trama, tiene la victoria garantizada.

Los últimos capítulos (7 y 8) de la primera temporada son muy buenos. Le habría dado un 9 si no hubiese sido por lo flojo que empezó la serie (1, 2 y 3 capítulos). Visualizando los dos últimos capítulos se me ha pasado el tiempo volando, sin darme cuenta me había tragado 2 horas de serie. He leído como mucha gente ha criticado negativamente e injustamente estos dos últimos capítulos. Esto se pone interesante y quiero más.