Buenas interpretaciones de actores ya consagrados, como Ben Chaplin, Scott Thomas y Penélope Cruz. Por otra parte, Damian Lewis vuelve a cuajar una actuación de altura, como ya hiciera con Spielberg en "Band of Brothers". En algunos tramos resulta confusa, pero el buen papel de todos los personajes, aunque algunos con escasa profundización (Fiennes), y la credibilidad y semejanza con situaciones de la vida diaria, hacen estremecer, salvando el cuello a una cinta que podría haberse superado con una dirección y guión más elaborados. El Final, lo mejor.

Cuando se asiste a la proyección de una película como esta, dejan de importar los efectos especiales, el presupuesto o la fotografía, pues cobra vida el realismo puro, y eso es precisamente lo que rebosa esta cinta. La sensibilidad que destila es sobrecogedora, realmente así fue la batalla de Stalingrado, una papilla de espanto, horror, sangre, hambre, bombas y ruinas, todo ello bajo un cielo plomizo y con un protagonista que se encuentra presente en todo momento: el frío. Esta es la historia de cinco soldados alemanes (por no decir casi 300000), que juntos emprenden y casi sin darse cuenta, una bajada a los infiernos de la guerra, muy lejos de sus hogares, y en un territorio enemigo que desconcierta por su vasta extensión y dureza climática. Thomas Kretchmann (alférez Von Witzland), realiza el papel de su vida en la piel de un oficial recién salido de la academia militar, al que le cuesta digerir las injusticias y la frialdad de sus superiores, y cuyos ideales patrios se irán viendo mermados conforme transcurre la acción, llegando a plantearse el poco sentido de tanto horror, muerte y caos, en un ambiente hostil, donde la vida humana ha perdido todo su valor, y la supervivencia es ya lo único que cuenta. Tendrá, sin embargo, el apoyo moral y el calor humano de sus subordinados, siendo los lazos de amistad y los pensamientos de cada uno de ellos, la antítesis que equilibra la sinrazón de la guerra en esta joya del cine europeo de los años 90.

Muy buena recreación de lo que fue la conferencia de Wannsee, con un inmenso Kenneth Branagh en el papel de Reynard Heydrich, que consigue atemorizar por su sordidez y frialdad. Colin Firth y Stanley Tucci no consiguen ponerse al nivel de Branagh, sin embargo su actuación es notable, en especial la de Tucci, totalmente subyugado a las decisiones del que fuera el segundo al mando en la jerarquía de las SS, detrás del mismísimo Himmler. Por lo demás resulta atractivo y da credibilidad sensitiva, el frio ambiente invernal que reina en el exterior de la mansión, coincidiendo con la perversa mente de muchos de los presentes en aquella conferencia, que literalmente fulminó el destino de casi 6 millones de personas. Buena

No es una película mala, pero pierde fuelle a partir de la mitad, pues está concebida unicamente para engrose del genial eastwood, un endemismo no sólo del cine, sino del propio mundo. Un tipo capaz de rodar Los puentes de Madison, o dirigir auténticas obras maestras como Sin Perdón, se mete en la piel de un áspero teniente de artillería al que no le falta el sarcasmo y el humor negro, y que hará las delicias de todos sus incondicionales.Y me incluyo a mi mismo..carcajada asegurada.

Pasando por encima el hecho de que la película sea mala o buena, hay algo que es bastante irritante y me parece hasta vergonzoso. ¿Cómo es posible que se intente hilvanar el gobernador Agrícola y el año 117? Agrícola murió en 84, y la novena legión no sólo no sucumbió, sino que integró el ejército de 3 legiones que infligió una severa derrota y hasta una masacre al jefe caledonio de origen picto, Calgaco y sus tropas, ese mismo año. Me parece un error de bulto que denota una falta de profesionalidad y un desprecio absoluto por el rigor histórico. 117 es más bien el año en que Trajano llevó al imperio a su máxima extensión conocida con la romanización de Dacia. por aquél entonces los pictos estaban bastante tranquilitos...

Por otra parte seguimos viendo errores, excepto en Gladiator y Espartaco, con el armamento. ¿que armas son esas? Los legionarios llevan lanzas tradicionales, cuando es sabido que hasta muy entrado el siglo III, usaron "pilum", con una forma completamente diferente a la de la típica lanza.

Una legión romana estaba integrada por 4800 hombres, y no por 3000...y no sigo porque de verdad que es penoso las pocas ganas que hay de hacer las cosas bien

A pesar de todo, muy entretenida, todo hay que decirlo.