La historia deja entrever que el libro en el que se basa es bastante interesante. El argumento da de sobra para una película que no sea un telefilm.

Creo que mucha gente se habrá animado a ver "El mar da, el mar quita" pensando que una película de asesinatos producida en un país escandinavo era éxito seguro, pero nada más lejos de la realidad. Parece querer alejarse bastante de la atmósfera lúgubre, oscura y cargada de personajes atormentados que puede resultar arquetípica en estas producciones, sirva de ejemplo la serie de películas de "Los casos del departamento Q", también inspirada en una serie de novelas policiacas.

No obstante, en lugar de conseguir un producto fresco y alejado de los tópicos expuestos en el párrafo anterior, se queda a medio camino, y pese al juego que dan los crímenes en lugares costeros-pesqueros (véase "La playa de los ahogados (2015)", por poner solo un ejemplo) la atmósfera por momentos parece recordar más a las tiernas películas alemanas de sobremesa que emiten religiosamente en la televisión pública todos los fines de semana.

Aunque sea necesario un ejercicio de abstracción para obviar los detalles que nos chirrían en lo que pensamos que debería ser una película de esta temática y con la historia que nos cuenta, la verdad es que se hace bastante disfrutable gracias a un argumento interesante, en el que hay personajes que no son lo que parecen... Y otros que son más cargantes de la cuenta.

Al terminar de ver esta película tienes una sensación extraña, una de esas veces en las que tienes que pararte a pensar si lo que acabas de ver te ha gustado, te ha dado igual, te ha encantado, te ha horrorizado y no quieres volver a oír hablar de "Creep" en tu vida... Y tienes que pararte a pensarlo porque realmente no lo tienes nada claro.

La película consigue introducir en tu interior un desasosiego galopante que va creciendo a medida que avanza el metraje, hay escenas que son realmente incómodas de ver, por embarazosas, bochornosas... Llamémoslo como queramos. A veces, puede que tengas el impulso de apartar la vista de la pantalla y de dejar la película a medias,y si decides continuar con el visionado puede que sientas como se te acelera un poco el corazón, ya que el riesgo de la integridad física de Aaron y la integridad mental de Josef lo percibes como el tuyo propio. En mi opinión, es una de las pocas veces que el formato Found Footage surte efecto real y hace que tengas los mismos miedos, preocupaciones y sensaciones (de intranquilidad, por ejemplo) que los protagonistas.

La película va "in crescendo" hasta que pierde un poco de fuelle en la segunda parte, pero el giro final es justo lo que necesitaba para todos aquellos que queríamos adivinar hacia dónde se dirigiría la película.

Suelo ser muy benévolo con los mockumentary y con todo lo que conllevan, pero me resulta imposible concebir que un grupo de personas viese esto (me niego a llamarlo película) terminado y no dijeran "bueno, ahí está el icono de la papelera de reciclaje. Vamos a ver si podemos poner algo a la venta en Wallapop y nos dedicamos a otra cosa".

Patética, mala y chusca hasta decir basta. Los intentos de hacer chistes y gracias te dejan como ese meme de Marge Simpson avergonzada mientras Homer no paraba de comer en el buffet libre.

La próxima vez probaré a meter la cabeza en una bolsa de plástico, seguro que es más satisfactorio que dedicar tiempo a ver "esto".

Me gusta este tipo de cine aunque sé que en la mayoría de ocasiones la calidad brilla por su ausencia, en este caso la nota media tampoco acompañaba, aunque he visto películas con peores calificaciones (por difícil que parezca) que sí me han gustado o, al menos, me han distraído un rato.

Con todo y con eso, pero avalado por la única crítica que hay en la web sobre "#Screamers", la cual es bastante halagüeña, me animé a verla. Siento a decir que cometí un pequeño error (no es un gran error porque los ha habido mucho peores). El film llama la atención por su premisa, y todo aquel al que le gusten los géneros Mockumentary y/o Found Footage pueden matar el tiempo con este metraje, pero poquísimo más.

Es una película de terror, por tanto pretende tener sustos; de hecho, puedes llevarte algún que otro sobresalto, pero si lo haces será por la estridente música que acompaña cada una de las "terroríficas" apariciones de mismo personaje que ocupa el cartel de la película, por lo que el spoiler se lo hacen ellos mismos. Además, todos los sustos están hechos a imagen y semejanza de aquellos míticos vídeos de Youtube que tan de moda estaban en los años 2007 - 2010 aprox. en los que se nos encomiaba para focalizar la vista en un punto fijo mientras que, de repente, aparecía un monstruo que nos asustaba. Cumplían su función, al igual que los sustos de la película, pero tras ellos, una frase dirigida a la película invadía tu pensamiento: "¿Te crees que soy tonto?"

Por otra parte, la película tarda bastante en arrancar y puede ocasionar que algunos desistan de seguir adelante con ella, porque durante gran tiempo de este "arranque" la película va de aquí a allá sin que se tenga demasiado claro cuál es el objetivo o el rumbo que va a tomar.