Me encanta esta película porque es totalmente imprevisible; no es de las típicas películas que puedas predecir su final.
Es una película llena de emoción e intriga y el argumento es tan insólito como formidable; tiene un final tan inesperado, que solo te das cuenta de que has comprendido el entramado de la película una vez que la has visto y has reflexionado sobre su escabroso argumento.
Me parece que un buen final es fundamental para que una película sea buena; porque un final puede cambiar la opinión sobre una película por completo, y el final de ésta es tan impensado que la convierte automáticamente en una película sencillamente excepcional.

Obra maestra de Roman Polanski, director de otras películas reconocidas como el Pianista y Oliver Twist. Está basada en diálogos exquisitamente escogidos, que muestran cómo de un pequeño conflicto puede surgir un gran debate sobre problemas tan arraigados en la sociedad como el uso de la fuerza verbal y física; cómo se contraponen las diferentes posturas, y cómo siempre empieza toda discusión con un carácter calmado y cómo, sin embargo, va derivando, a través del tiempo y de compartir las opiniones, en un ambiente cada vez más caldeado. Acaba concluyendo que en el origen de un problema siempre confluyen varias personas. No tiene desperdicio.

Un documental basado en la experiencia personal de la directora, que nos conciencia muy bien sobre los peligros de la conducción temeraria y las consecuencias de las distracciones al volante, a través de los relatos de conductores que intentan recuperar en cursillos los puntos perdidos de su permiso de conducir. Formato dinámico y realista que consigue aflorar la sensibilidad del telespectador y potenciar su responsabilidad en la carretera.

Una buena crítica a la Administración francesa, caracterizada por un exceso de burocracia y de importancia a los formalismos y protocolos de actuación, que hace que pierdan espontaneidad las relaciones interpersonales. Asimismo, muestra el lado de la personalidad francesa menos sociable debido a su arrogancia y su humor humillante, además del recelo a compartir las esferas de poder. Recomendable no obstante para conocer el cliché francés y especialmente para los amantes de la cocina.

Trabajo espectacular de Eddie Redmayne, merecido premio por la dificultad del papel. No llega a ser del todo emotiva, porque refleja el lado egoísta de la personalidad de Stephen Hawking y su gran ego por ser un científico famoso, lo que le hace mostrar una escasa empatía hacia su primera mujer que estaba al cuidado completo de él y de sus hijos. Además, al contradecirse en sus teorías científicas, no queda claro el gran aporte que hizo Hawking a la ciencia, que le granjeó reconocimiento internacional. No obstante, es una película que consigue narrar los caracteres básicos de la vida del protagonista con un gusto que es de merecido reconocimiento. Me quedo con una frase: ''Si hay vida, hay esperanza''. Y añado otra, que es mi conclusión personal de la película: ''Los únicos límites son los que tú mismo te pones''.