Ha pasado casi 23 años del estreno de The Relic. La vi en un cine de Barcelona ya desaparecido (como tantos otros), en una tarde de mayo de 1997. Cuando la vi hacía unos años que no iba al cine y me sorprendió gratamente, es más quedé aterrorizado. Quizás esos años de abstinencia cinéfila me dejaron un poco desfasado y después de ver el reestreno de Star Wars, una nueva esperanza, 1977, 1997, esta película de terror de serie B me pillo desprevenido.
Esta producción de Gale Anne Hurd que tanto nos dejó en el genero fantástico con títulos como Aliens, Terminator 2 o Abbyss nos lleva de la mano de la novela en la cual se basa de Douglas Preston y Lincoln Child, The relic, el ídolo perdido, 1996 los cuales llevan ya ocho o nueve volúmenes con su incandescente Inspector Pendergast, personaje que nos escatiman en el film. Es curioso las críticas que reciben este tipo de films similares o de serie B parece que que tanto profesionales de la crítica como los usuarios y aficionados al cine denostan como si realmente nunca hicieran ningún favor al cine y que más tarde, ensalzan producciones más intelectuales o de autor cuando estas realmente son de calidad discutible.
Esta producción de la Paramount, ahora editada recientemente por una editora del país, nos lleva por un viaje de terror con monstruo lovecriano como pocas he visto. The Relic con su atmósfera opresiva, extraña fotografía, virajes de guión totalmente diferentes del libro y unos notables efectos especiales, y creo que han sido pulidos en la moderna versión de blu-ray ( los digitales ), nos deja una impresión sobrecogedora, una incertidumbre de horror donde la ciencia y el conocimiento ancestral van cogidas de la mano, un terror penetrante que no te deja como no me dejó a mi aquella cálida tarde de primavera de mayo de 1997 en un cine que ja no tiene nombre...
Gracias Peter Hyams y todo el equipo y por supuesto a los padres de la criatura, Douglas Preston y Licoln Child.

¿Cuántas veces habré visto este film de Steven Spielberg? Muchas, más que dedos tengo en la mano y que curiosamente nunca vi en cine, ni esta ni las dos siguientes. No se que pasó, quizás no le di importancia a lo que parecía un vaquero o un pistolero...un arqueólogo? Sonaba muy raro. El caso que al final se nos pasó por alto o el tema no nos atrajo lo suficiente. Sin embargo con el paso de tiempo y sus pases por la televisión fuimos conociendo al personaje. Personalmente no vi la trilogia inicial en cine hasta agosto 2019 en un cine de Barcelona donde ponen revisiones de todo tipo de cine y de todas las épocas y la experiencia es única la ver estos clásicos de aventuras.
Todo luce en esta película, todo es llevado con sumo detalle; en ella tenemos romance, aventura, acción, ciencia ficción y un ápice de terror bien que bien amenizado nos lleva a esta obra maestra del cine de aventuras.
Spielberg y George Lucas quisieron llevar a lo más alto este tipo de cine que ellos habían visto en los seriales matinees americanos en los años cuarenta i cincuenta y lo hicieron como lo hicieron como creadores de ese cine para todos los públicos, ese cine de adolescentes de niños pero unos adolescentes y niños que tenían sus problemas tomándolos en serio en la medida que discurrían sus aventuras. Con la saga Indiana Jones nos revitalizaron ese genero de aventuras que ya venia de lejos con títulos como Robin de los bosques ( 1938 ) de Michell Curtiz, Capitan Blood ( 1935 ) del mismo director, Scaroumouche ( 1952 ) de George Sidney, Spielberg- Lucas supieron tomas muy bien esa enseñanzas de los clásicos de grandes directores.
Qué más...qué más... si que decir de su guion, con una gran introducción, su música, quien no tararea el estribillo inicial, en fin...a visionarla una vez más en cine o formato doméstico!!!

Sorprendente película fantástica que acabo de ver y que nunca presencia ni en cine de reposiciones ni en la televisión en mi infancia y juventud pues pertenezco a aquella generación aquella de los dos canales patrios...y ni uno más. Recordemos: "la aventuras de Pinocho" Pipi calzas largas, Heidy, Dartacan y todos los films que me marcaron, El planeta de los simios, Los años jovenes, Lord Jim, King Creole, Tarzan y su compañera, Robin de los bosques, las aventuras de Huckelberry Finn, y más, muchas de ellas vistas en especiales navideños, una época que no volverá pero siempre presente, tal y como me dijo un amigo mio.
En ella vemos la maestría de Jack Arnold en el genero, el director, nos hace girar por un argumento excelente del cual no esperas y llevarnos al genero de aventuras fantástico sin darnos descanso hasta el desenlace final. Esa mezcla de de burguesía acomodada de un pueblo interior en el desierto que nos retrotrae a los invasores de cuerpos de Don Siegel o la humanidad en peligro de Gordon Douglas de un mundo que se desmorona ante hechos imposibles nos hace que el escalofrío penetre en nuestro intelecto y nos haga dudar que ¿qué ocurriría si el mundo, nuestro pequeño y gran mundo se viera amenazado por seres que sólo habitan el papel de un buen libro o el celuloide se hicieran reales? El cine no hace pensar, nos hace soñar...

Primer día de setiembre de 1979. Tenia doce años. La Clave. El programa de José Luis Balbín que emitía los sábados por la tarde en donde pude presenciar películas de culto como Ultimatum a la tierra de Robert Wise o King Creole de Michael Curtiz.
Este Dracula de Terence Fisher, su obra maestra, lo esperaba con ansia, lo mismo sucedió con el Planeta de los Simios de Franklin J. Schaffner. Recuerdo que no dejé marchar a mis padres de la casa de los abuelos donde íbamos a cenar todos los sábados hasta que terminó la película, huelga a decir que tampoco mis padres querían marcharse, sobretodo mi padre que el ya la había visto en cine en su estreno años atrás. Mientras volvíamos en coche yo le daba vueltas a lo que había presenciado y alucinaba con lo visto en aquel televisor en blanco y negro. Sólo el principio ( en spolilers ) me dejo clavado, petrificado, en la butaca y su posterior desarrollo a lo largo de esa hora y veinte minutos escasos con su final apoteósico. El libro no lo leí hasta febrero o marzo del año siguiente, una edición de Plaza & Janés que vi en un conocido hipermercado aprovechando el tiron de la nueva versión del momento, me refiero a Dracula de de John badham con Frank Langella como el principe de los vampiros. Todo es perfecto en esta producción, la música utiliza el hilo conductor como pocos films que he visto de una forma muy inteligente, el guión de Jimmy Sangster se atreve en algunos aspectos que en la novela sólo intuía, en una turbia destrucción de lo establecido en las mentes aristocráticas- burguesas de sus personajes, los decorados juegan mucho en su favor, misteriosos, góticos al principio tranquilizadores a lo largo de esa segunda parte del film pero que se tornan amenazadores con la presencia de nuestro villano. Nada es seguro con el líder vampiro. Las entradas de Peter Cushing, tanto como las de Christhopher Lee conducen al film a lo más alto de los standars cinematográficos y claro está la dirección del gran Terence Fisher que supo darle el clímax adecuado.
Pasaron años y el film fue emitido varias veces sobretodo en las incipientes cadenas autonómicas, luego en VHS y más tarde al dvd y blu- ray ( en Inglaterra, aquí es mejor no hablar ) pero el recuerdo de aquel atardecer en una tele en B/N de los abuelos fue donde se pusieron las raíces de mi pasión por el cine y la fantasía y la lectura en general, donde la realidad va más allá...

El pasado sábado, día 9 de setiembre de 2017 fui a ver este film de la gran novela de Stephen King en versión original, ahora falta la versión doblada. En mi opinión se trata de una adaptación acertada del libro, lógicamente tiene sus licencias pero cumple su cometido de entretener y asustar y cuando digo asustar no son los sustos del Pennywise, el payaso, sino los miedos interiores de cada ser humano y en eso cumple las expectativas de la novela.
El trabajo de los niños es soberbio, también el de sus compañeros adultos de reparto. Los siete niños logran una interpretación de sus personajes que se acerca mucho al del relato. Sólo la encuentro más agresiva que el libro y la adaptación televisiva de 1990. Me refiero al enfrentamiento final con Pennywise es un tour de force digno de cualquier western o pelea de superheroes, eso la hace más atractiva a los tiempos actuales y con más acción pero con menos sutileza que el libro o la versión de los noventa. Bil Skarsgard logra un Pennywise diferente de la memorable interpretación de Tim Curry, claro esta no iban a hacer lo mismo que la anterior y aportan una inventiva, una imaginería, un concepto diferente. De hecho lo que tiene una versión la otra no lo tiene, son diferentes ni mas buen ni mas mala. La actual de ha adaptado a los nuevos tiempos, pero manteniendo la esencia del relato. Ahora nos falta el segundo capitulo rodado también por Andrés Muschietti, la parte de los niños cuando son adultos, no creo que nos defraude.