Así que esta peli es un thriller estupendo. Ya me dirán a mi dónde estaba el guionista cuando escribió la película o el director cuando se estaba rodando.
Lo mejor de la peli es sin duda Marisa Tomei, respetando la interpretación de Philip. Ethan no se quita la cara de tonto que le acompañará toda la vida que le quedó bonita en "Dead Poets Society" y que gracias a Dios no apareció en "Training Day". Para ver Pulp Fiction me quedo con el original que tampoco era para tirar cohetes pero tenía un buen pulso narrativo. Este drama de comedia negra no tiene nada, porque para eso hay que saber hacer algo como "Reservoir Dogs" o la fantástica "Very bad things". Este film es una sórdida, aburrida y vacía película sobre lo que la crisis mundial puede llegar a hacer en esa sociedad tan democrática, donde todo el mundo puede acceder a un arma como el niño que compra un caramelo.
Esta peli naturalmente está muy alejada de "Serpico" y se ve que el guionista quiso satisfacer sus fantasías sexuales utilizando de mala manera a Marisa para copular con un Seymour que de otra forma no se comería una rosca. Al menos ella que ya tiene sus cuarentaytantos va a dar mucho que hablar gracias a su extraña belleza.
Creo que hay que saber jubilarse a tiempo.

Parece que la gente no se queda ni en su propia casa a ver los títulos de crédito. Aunque la peli se desarrolle en Dinamarca y se ruede en Almería que es lo de menos, es una coproducción entre varios países como Inglaterra (que no Reino Unido) o Suecia.
La cinta es demoledora. La de temas que se tratan, no como la nihilista "Antes que el diablo sepas que has muerto". Dicen por ahí que no sobresale ningún personaje, pues la Nielsen (que no es la mujer de Stallone) hace un papel de oscar, donde da el contrapunto sereno a tanta hostilidad reinante en esa familia. Las niñas son adorables aunque digan cosas feas por dictados del guión. La dirección es soberbia y si apunta maneras de "dogma" o no, es lo de menos. Los nórdicos ya sabemos que son un poco raros pero a pesar de que cacen ballenas y se sigan metiendo en guerras del petróleo, son los ciudadanos más civilizados de este planeta herido. La peli no toma partido por nada y aunque eso pueda parecer cobarde, no es más que una metáfora de las contradicciones del ser humano, dejándonos unas cuantas preguntas en la cabeza. Y al final lo único que cuenta en esta vida es el amor.