Más de uno imbuido en la atrayente estética del peplum se sentirá profundamente desilusionado por esta película que deambula huyendo como los anodinos personajes de unos soldados romanos que escapan al ataque de unos pictos. No hay más atracción que la batalla que se convierte en una sucesión repetitiva de golpes en la cabeza y en al que no es posible identificar quién golpea a quién. La ambientación y la fotografía se puede salvar aunque no consigue el presumible sentido épico. El guión es muy flojo y la película avanza sin esperanza de interés tras la carnicería de la batalla. El inesperado final completa una película insulsa y con momentos ridículos ante la aparición de los dos personajes femeninos que más que credibilidad aportan una sonrisa de vergüenza ajena en el espectador.

Excesiva comedia de humor negro bajo la apariencia de spaguetti-western.
Memorable la escena de los esclavistas y su dilema de ponerse o quitarse sus capuchas Ku Klux Klan.
A pesar de que la película tiene escenas francamente divertidas y los diálogos están cuidados, el film se hace largo por momentos. Excesiva obsesión por explosiones de sangre aguada en lo que ya se ha convertido en un sello de Tarantino, que no por habitual, sigue siendo deplorable.
El personaje divertido y caricaturesco de Samuel L. Jackson nos aparta aún más de la posibilidad verídica de la historia. La película se queda en eso: Un cómic para adultos demasiado largo.

Hay un interés especial apabullante por los paisajes naturales y la técnica de filmación, fotografía, efectos especiales y la interpretación de los protagonistas.
Las escenas son rotundas, potentes y nos mantienen enganchados por su capacidad de golpearnos y de hacernos sentir esas emociones tan cerca.
La técnica sobresale por encima de todo porque parece que podamos escuchar hasta la respiración del protagonista.
El dominio de la cámara en algunas escenas es prodigiosa. Varias de ellas se quedarán en el recuerdo aunque parece que en ocasiones se repitan (tripas de caballo y tripas de bisonte).
Algo grandilocuente y larga para un guión que no parece encuadernar esta epopeya paterna.
Error considerable cuando la historia trata de elevarse a un plano onírico. No lo consigue, no fluye, no emociona. Y no lo consigue porque no hay definición en la psicología de los personajes y no hay trabajo en un guión muy vacío.
Así que se queda en: Potente pero superficial. No es poco porque entretiene.

Primera media hora aburrida e insulsa para adentrarse en una historia que transita entre el thriller asquerosillo y la comedia americana. El planteamiento es poco serio porque el batiburrillo que se hace en esta película recuerda a "Men in Black". Personajes medio cómicos sin serlo y todo es tan extraño, tan estrambótico y tan absurdo que lo único con lo que se queda uno es con la obsesiva persecución de las lampreas alienígenas revientaculos. Innecesaria. No pierda el tiempo.

Una película delicada y con hondura emocional que retrata las dificultades de una pareja y su consecuente final dramático de ruptura.
Sabe manejar los viajes en el tiempo aunque es cierto que a veces descolocan al espectador.
Los dos actores realizan un encomiable trabajo de interpretación y aunque el personaje masculino se muestra con mayor empatía tiene una justificación razonable porque es quién lucha y se esfuerza por mantener la pareja en las dos graves crisis: el embarazo y el desapasionamiento que sufren todas las parejas.
La ruptura se realiza a pesar de todo con entendimiento, resignación y amor mutuo por la hija.
Una película que retrata con cierta cercanía el proceso de divorcio de muchas parejas con hijos.
El personaje masculino en su mediocridad y con sus defectos consigue enganchar y mantener en su proceso vital presente y pasado con su esposa y su hija. No es poca cosa y se agradece. Merece un aplauso