La última aportación de Jonathan Demme nos deja una historia dura, real, actual y adictiva.
El retrato que nos ofrece de los bajos fondos de Nueva York nos transporta a las primeras temporadas de la mítica The Wire, mientras trata la conflictividad social y los conflictos raciales recordando a produciones como American Crime. La denuncia implícita en la historia es tan oportunista como necesaria. Y la calidad de las actuaciones es destacable, con mencion especial al trabajo de la veterana Regina King. Seven Seconds se toma su tiempo se cocina a fuego lento, pero nunca llega a aburrir es una historia cerrada entorno a un caso concreto y es vital terminarla antes de hacer una valoracio
Muy recomendable.

Imprescindible no tener nigun plan, (incluido revisoinar juego de tronos). Porque no es una serie de la que vayas a hablar durante horas, como mucho te dará para un par de comentarios ante la máquina de vendíng en el trabajo.
A pesar de ser un producto más de los olvidables del catálogo de Netflix me ha resultado muy entretenida, me he creído a todos los personajes e incluso me ha dado tiempo a cogerle cariño a esta pareja de amigas accidentales, especialmente al personaje de Linda Cardellini. La idea principal funciona, funciona como drama funciona como comedia y funciona como thriller. Se la ha calificado de descafeinada diría, porque en sus primeros capítulos nos promete más intriga y algo más de profundidad pero es entretenida y engancha, que viniendo de Netflix ya es suficiente, visto los bodrios que nos regalan semana tras semana.
Es una serie de mujeres hecha por mujeres pero no sólo para mujeres. Se nota en cada minuto su toque femenino pero sin caer en tópicos, con diálogos creíbles y personajes tan humanos como cómicos. Creo que renovarán para una segunda entrega que sin duda veré.

La nueva serie de Netflix no destaca por su calidad narrativa, ni por sus inerpretaciones, tampoco su guion es excelente, amenudo nos agotamos de tanto tiro y tanto conflicto de precipitada conclusión.
Pero algo que me resulta insólito, es el mensaje subversivo que destila, mencionando incluso explícitamente ideas marxistas!. Señalando sin fisuras la despiadada actitud del cartel bancario disfrazada de progreso.
Damnation se escuda en el contexto histórico (la gran depresión tras el crack del 29) para atacar sin piedad un sistema corrupto, que recuerda demasiado a la América actual, salvando las distancias. Y nos presenta a una "heroes" que agitan la rebelión de los granjeros con discursos y razonamientos que bien podría haber firmado Lenin.
Acostumbrados al clásico retrato de revolucionario trasnochado fanatico y delirante. Por primera vez en una producción Americana de este calado (que yo recuerde), el rebelde antisistema es el protagonista y no solo eso sino que se esfuerzan en que empatices con él.
Por desgracia en EEUU puede salir tan satisfecho de la experiencia un votante de Trump como uno de Sanders. Pero no hay que negar el valor de la rareza que nos presenta Netflix.
Todo un descubrimiento, ya espero impaciente la noticia de su renovación.

Hace un unos años que gracias a Dios las producciones televisivas no se dirigen solamente un espectador medio, ávido de entretenimiento de usar y tirar, que alivie su tedio vital.
De un tiempo a esta parte parece frecuente encontrar historias que tratan al espectador como si fuese adulto, que no temen aburrir, ni ofender, que cuentan lo que pretenden contar.
Mindhunter es el ejemplo paradigmático de ese tipo de produciones que parece que recogen toda la madurez narrativa exhibida en los ultimos años, que depuran todo los errores posibles de guión para dejarnos una historia brutal, cruda oscura, con un ritmo tan pausado como trepidante, con unos momentos de tensión en las escenas de dialogo que cortan la respiración.
La fascinante sobriedad de Mindhunter es su mayor atractivo la historia te absorbe hay personajes inolvidables que te marcan. Capítulos que solo quieres que terminen para poder recomendar inmediatamente y lo mejor de todo es que es muy que probable que tengamos mas de esta maravilla. Esperamos impacientes.

Una más para satisfacer al fan service de Netflix, Serie hecha a la carta, más preocupada por conseguir que funcione que por contar una historia original. Está claro que los productos para teenagers le funcionan a la plataforma, pero agradeceríamos un poco de riesgo, una mínima dosis de realismo, y algo de verosimilitud, en lugar de esto nos encontramos estereotipos manidos, topicos en ocasiones vomitivos, y un "más de lo mismo" desde el primer minuto.

La premisa es tan sencilla como estúpida. Unos adolescentes se van de excursión pero por el temporal tienen que regresar a su pueblo y ohh sorpresa!! cuando vuelven los papás no están, no hay adultos pero tampoco niños sólo hay un grupo de adolescentes pijoteras, cumpliendo claro esta todos y cada uno de los estereotipos del género, el chulo, la enteradilla y el superpijo egoísta, el profundo y claro está un negro, una oriental y un hispano. Pero la parte en la que el argumento empieza a cojear de verdad, viene cuando descubrimos que no pueden salir del pueblo por que la carretera está cortada, la obstruyen uno matorrales, y claro nadie se atreve a atravesarlos durante semanas no vaya a ser que se pinchen los pobres y se hagan pupita, por tanto no les queda más remedio que quedarse allí a en su gran hermano adolescente a desarrollar tramas recicladas y previsibles.. En fin por alguna razón que aún no me explico la aguante tres interminables capítulos y hedecidido escribir rápido sobre ella porque ya la estoy olvidando.