Ya sé que es una película de culto para mucha gente, pero la verdad, a mí no me ha gustado demasiado. Tenía ganas de verla porque me habían contado maravillas, y quizá por eso me ha defraudado un poquito. Si bien las interpretaciones de De Niro y Joe Pesci son espectaculares (sobre todo el primero), creo que a la película le falta profundizar en por qué los personajes son tan turbulentos, limitándose a un biopic muy lineal. Y según mi punto de vista, le sobra violencia (aunque ya sabemos la afición a ésta de Scorsese). Uno no llega a entender muy bien a los personajes (salvo en un par de momentos), lo que hace que la historia no llegue a enganchar del todo a los que no somos aficionados al boxeo.
Quizá me equivoque en mi valoración, en cuyo caso, cuando la vuelva a ver, corregiré mis palabras.

Le doy un 1 porque no se le puede dar un 0. Mala de solemnidad, fácil, tonta y previsible. Y mal hecha, los efectos especiales no pueden ser más absurdos, parecen sacados de una película de los años 70. Y si hay algo que se puede destacar es el trabajo de Marcia Gay Harden, ¡PERO PARA MAL!. Esta señora, como en casi todas sus películas, sobreactúa de manera desproporcionada, y aquí especialmente tiene una actuación realmente patética. Yo no sé si es el mismo papel que le dan siempre, o es que ella siempre hace el mismo papel (que no es lo mismo), pero de verdad que es patética y risible.

Entra uno al cine a ver este tipo de películas esperando divertirse un buen rato, con su paquete de palomitas y su bebida (no diré marcas). Y si es eso lo que buscas, Piratas del Caribe 2 lo consigue al cien por cien. Pura diversión desde el principio, sin esperar nada más, entretenimiento durante dos horas y media (quizá demasiado largo el metraje), lleno de persecuciones, peleas, carreras y humor. Y cuando uno entra en el cine buscando esto y esperando que la película te lo dé, con esta te lo pasas genial.
Y genial sobre todo la interpretación de Johnny Depp, como casi siempre. Histriónico, elegante, dirán que sobreactúa en este papel, pero la verdad, es que al personaje le viene como anillo al dedo.
Si queréis cine de aventuras de toda la vida, id a ver la película. Lo único malo será el soseras ¿guaperas? de Orlando Bloom, la Gran Ameba del cine actual. ¡Ah! Y que nos dejen esperando para conocer el final de la saga...

Se ve que a este hombre le van los cuentos. En un momento de la película, y jugando con un personaje pretende hacernos ver que ésta no es más que eso, un cuento, cosa que si aceptas te hace verla de otra forma y te sumerge en la historia. Pero con todo, resulta demasiado empalagosa en ciertos momentos, y ridícula en otros. Aún así, se deja ver. Lo mejor es, sin duda, la actuación de Paul Giamatti.
En fin, que después de los fiascos de El Protegido y Señales, parece que con La Joven del Agua y con la anterior, El Bosque, se mantiene en una línea un poco más elevada, aunque no llega a conseguir otro peliculón como El Sexto Sentido.

Dicen que aquí, el director de "21 gramos" completa su Trilogía del Dolor. Y vamos, la completa pero bien. ¡Qué desgraciada es la gente y qué feliz es mi vida! Por Dios, demasiado sufrimiento, todo sale mal, ¿y cuál es el mensaje? Yo no lo pillo. Puedo sobreentender que debe ser algo así como que los pobres siempre pierden, y los ricos continúan con sus vidas como si nada hubiera pasado.
Pero, a diferencia de la antes mencionada 21 gramos, esta película me pasa indiferente. Si aquella lograba que me identificara con sus personajes, que su "dolor" me llegara, esta que nos ocupa me parece excesiva. Y si me pongo a hablar de la historia de la japonesa... Pero en fin, se deja ver, pero no más allá. Esperemos que las desgracias no vuelvan a ganar en la noche de los Oscar. Espero que gane otra película que sea CINE con mayúsculas, no un documental sobre las miserias de la gente.