Mi favorita. En esta crítica me será imposible ser imparcial u objetivo, porque no hay película con la que disfrute más viendo cine que “Unbreakable”. Es como una perla sucia y carente de valor a los ojos de la gente, solamente porque no se fijan suficientemente en ella. Casualmente, yo lo hice, y cada año la vuelvo a ver, descubriendo nuevos colores, nuevas formas, nuevos enfoques.
M.Night Shyamalan ya poseía tanto el interés de la crítica como el agrado del público conseguido básicamente en la grandísima “The Sixth Tense”, estrenada el año anterior. Se situaba en una difícil situación en la que se bifurcaban dos probables caminos: rodar “The Sixth Tense: Part 2” o “The Sixth Tense: Origin” asegurándose el llenar su bolsillo cómodamente, decepcionando seguramente a un puñado de espectadores y críticos; o seguir con sus propias ideas.
La elección correcta, como bien sabemos, es la segunda y Shyamalan no dudó. Aun así, dentro del segundo camino hay infinidad de variantes posibles. Él escogió la más difícil, “Unbreakable”. El porqué es simple: un thriller con toques fantásticos (dedicado al cómic), frío y distante en la superficie sólo huele a trabajo muy arriesgado, a poco que ganar y mucho que perder.
Afortunadamente, él es un maestro, y ya se vislumbra en las primeras escenas (dentro del tren, el hospital…). Procura un movimiento lento de cámara dando mucha importancia a los diálogos y a las facciones y (aparentemente pocas) reacciones visibles en los personajes. El guión está bordado concienzudamente, junto con la música y fotografía, que encajan a la perfección. Todos ellos, una amplificación del mensaje.
Es de las películas que más sentimientos aflora sin ser sentimental, y más real me parece sin ser realista. Es un modo de hablar de lo humanamente posible dentro de posibilidades insospechadas, del bien y el mal sin hipérboles innecesarias. De la inquietud, como la que tuvo el director para empezar una obra de tal calibre. Gracias.

Esta sensación al ver una película de los 70-80, con ésta atmósfera tan particular, la calidad del sonido un poco atrofiada, los cambios vertiginosos de secuencia y algún que otro primer plano característico, me fascina y a la vez me incomoda. "La invasión de los ultracuerpos", lógicamente, tiene todo eso, más un suspense inicial que te deja interesado.

Empieza sin complejos, leve introducción y ya nos adentramos completamente en la trama. Suspense del que nos gusta, el/los protagonista/s desconocen todo lo que pasa mientras el espectador va un paso por delante, aunque uno por detrás del director. Interesa más que nada, cómo se darán cuenta nuestros amiguitos y cómo reaccionaran al saber una verdad tan horripilante.

Llega un contratiempo, y es que al imponer un ritmo alto refiriéndome a densidad de situaciones, la espera del punto anteriormente esmentado se me hizo demasiado larga. Y al descubrirlo, se alarga mucho más de lo deseado con escenas dignas de film de acción barato, de esas que mira el viejo para dormirse tras la comida. Vamos, que sobran 30 minutos inútiles.

Pero llega el final, y realmente es épico. Última secuencia brutal, y esto es lo que hace que merezca dos puntos más de los que le hubiera dado. No digo imprevisible, que conste (no me vengáis con el: se veía desde el principio).

Y aquí está, damas y caballeros, la película que consiguió abrirme las puertas del que yo llamaba "cine basura" (="cine antiguo") ya que, por mucho que me avergüence de ello, tenia unos prejuicios infundados irracionalmente ante cualquier film realizado antes del 1990.

Fue fruto de la casualidad (aunque me gusta pensar el hecho de que mi destino ya lo había fijado) que mi padre encontrara en el Fnac esa película. Me dijo: "¡Qué recuerdos! Es una obra maestra, mirala conmigo mañana", mientras yo pensaba en Saw, el precio de la cual era 13.99 si no recuerdo mal.

Al verla, todo cambio a causa de:

- La MAGNÍFICA caracterización de los personajes; todos me recordaban en parte a personas conocidas, o me identificaba de un modo u otro en ellas, como si fueran todas una pequeña parte de mí. No conoces su vida, ni falta que hace, porque al final te quedas con la extraña sensación de que ya los conoces. Además, la interacción y relaciones que se dan entre ellos le da a esos 92 minutos un interés psicológico.

- El hecho de que la "acción" transcurre solamente en una habitación, me fascina.

- La linealidad y sobriedad con que se tratan todas las pruebas del caso, se analizan y se discuten. Actuación prodigiosa sobre todo en estos momentos (de los 12!).

- La épica "Duda razonable".

- La bondad que deja reflejar el director en su obra, junto con la sencillez y transparencia de la raza humana una vez limpiados defectos tales como la arrogancia, el rencor, los prejuicios... Al terminar la película te quedas con una sonrisa estúpida en la cara.

1- Disponiendo del capital como para fichar a Norton, Marlon Brando y De Niro, como Frank Oz tiene tan poca ambición como para hacer una mediocre (i.e. recopilación de tópicos) película como esa? No es que no llegue a ser un Ocean's Eleven, es que ni lo intenta.

2- Cómo aceptaron los susodichos actores a hacer semejante bazofia?

3- Final pésimo; le pongo el 4 de nota por la actuación de Edward Norton, muy lograda (no es una pregunta). De todos modos, no la recomiendo. Al llegar a la hora me estaba preguntando porqué seguía delante de la tele, sensación que duró hasta las dos horas.

Primero: Jack Nicholson espléndido. Junto con "Alguien voló sobre el nido del cuco" son sus mejores interpretaciones, y el papel es totalmente diferente. Increíble como logra decir tanto sin abrir la boca.

Segundo: Psicológica. Mezcla de drama y thriller, si deseáis, pero la etiquetaba como psicológica si se pudiera. Todo gira en torno al protagonista, su mundo interior, su pasado y su promesa.

Tercero: Relacionado con lo anterior, Sean Penn dirige esta obra con algo parecido a la maestría. No aviva ninguna escena que no lo requiera, ni cambia un plano porque pueda parecer aburrido. Ritmo lento, abundancia de paisaje, y abundancia de la cara de Nicholson (lo cual no es malo).

Gran película, aunque está hecha de forma que acepta su infravaloración, porque no está hecha para el gran público, ni para el mediano. Sino para Sean Penn. Digna de ver. Y sabiendo esto, no me encanta.